11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 9 de agosto de 2009

"El Fantasma de la Opera" (1962).


-- "The Phantom of the Opera". Inglaterra. Año 1962.
-- Dirección: Terence Fisher.
-- Actuación: Herbert Lom, Heather Sears, Edward de Souza, Thorley Walters, Michael Gough, Harold Goodwin, Martin Miller, Liane Aukin, Sonya Cordeau, Marne Maitland, Miriam Karlin, Patrick Troughton, Renee Houston, Keith Pyott, John Harvey.
-- Guión: Anthony Hinds, basado en la novela de Gaston Leroux.
-- Banda Sonora: Edwin Astley.

-- "El Fantasma de la Opera" en IMDb.
-- "El Fantasma de la Opera" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una nueva cantante llamada Christine Charles llega al Teatro de la Opera de Londres, probando suerte (¡Un momento! ¿No que el Fantasma de la Opera lo es porque es la Opera de París...? ¿Y no era el apellido original Daaé, y no Charles...? Bastet mía...). Bueno, el caso es que llega, y dos tipos le ponen de inmediato el ojo encima, y no por sus cualidades operísticas precisamente (antes de esta peli no conocía a Heather Sears, pero, mmmmmm, habrá que ver más cosas de ella, ñomi-ñomi...). Uno de ellos es un viejo verde que la invita a cenar. Lo que ella, con toda ingenuidad (!!!) creía una cena de negocios, se transforma en una proposición para enseñarle a cantar en el apartamento del vejete (bueno, no podemos culparlo, habemos varios que la haríamos trinar a la chica...). Ella está asustada, pero no puede irse ni para acá ni para allá porque no tiene nada ni a nadie en el mundo y no tiene cómo ganar, pero justo en esa tesitura aparece el segundo galán que decíamos, que no sólo es guapetón sino que además es correctito, y bueh, también se la quiere llevar al tálamo, pero por la vía respetuosa, y se las arreglará para torear al viejo verde. Hasta el momento todo sería una carrera por ver quién se encama primero y mejor con la chica, pero nadie sabe que en el Teatro de la Opera hay también otro sujeto distinto, más misterioso, amenazador... ¡¡¡EL FANTASMA DE LA OPERA!!! ¡¡¡BUAAAAAA...!!! Tengan miedo... Bueno, este Fantasma no se anda con chicas y no le repele el gore si ha menester. Y decide que Christine será suya, la entrenará como cantante, etcétera. Mientras nuestro galán, por su parte, empieza a seguir la pista del Fantasma, y encuentra una misteriosa conexión con el malvado viejo verde... ¿Conseguirá mantener a salvo y/o rescatar a Christine antes de que el Fantasma se decida a llevársela para siempre a su reino de tinieblas y oscuridad...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Las pelis de la Hammer son más que obras de un estudio, son casi una institución. Decir "la Hammer" es decir casi cine de terror gótico y clásico. Lo que para los '30s representaron las pelis de terror de la Universal, para los otoñales '50s y tempranos '60s lo fueron las pelis de horror británicas de la Hammer, o sea, el referente ineludible sobre cómo había que montarse una peli de terror cualquiera. En 1962 se atrevieron con el Fantasma de la Opera. Reto grande, porque ya existía una versión clásica del tema, "El Fantasma de la Opera" de 1943, que durante años seguiría siendo el Fantasma par excellence. Pero se atrevieron. Después de todo, la Hammer estaba sacando enorme rédito de "La maldición de Frankenstein" y secuelas, y del "Drácula" con Christopher Lee y secuelas, y de seguro se les abrió el apetito por producir una nueva franquicia que multiplicara aún más las libras esterlinas en sus arcones. Pobres. No siempre se puede ganar. "El Fantasma de la Opera" de 1962 resultó un fracaso por donde se la mire, y no hubo secuelas. Todavía me pregunto por qué, ya que es una peli mucho más estimable en hartos respectos que "El Fantasma de la Opera" de 1943, si no en fidelidad al libro, al menos en su espíritu tenebroso, que tan arteramente se lo habían cargado en la versión hollywoodense del personaje. Bueno, siempre cabe echarle la culpa a la conjunción astral...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Lo dicho. Aunque el argumento de esta peli no tiene nada que ver con la novela original, como no sea el personaje del Fantasma mismo, sí que rescata todo su trato gothvictoriano, lo que es crédito fundamental para Terence Fisher, que había traído desde la tumba a Drácula con las facciones de Christopher Lee en el "Drácula" de 1958, entre otros clásicos del horror. El argumento parece en muchos sentidos un remake o revisión del argumento de "El Fantasma de la Opera" de 1943, pero si esa versión caía a ratos en la autoindulgencia y en la payasada, acá el asunto va en serio. Ahora, nada de mariconadas, el Fantasma está gugu-gaga, y aunque conserva un resto de Humanidad por ahí, es en definitiva el monstruo que debía ser. En la versión de 1943 el Fantasma era una figura romántica y difícilmente se explicaba su pulsión asesina, mientras que en el brillante y definitivo "Fantasma de la Opera" de 2004 tenemos una figura de patetismo lírico y trágico, mientras que en esta versión el Fantasma es lo que siempre debió ser, o sea, un psycho que te mete terror a la vena. Uno le perdona por eso a esta peli detalles como que el Fantasma tiene su propio Igor para hacer trabajillos sucios, y cosiacas asá (sí, en esta versión el Fantasma tiene un jorobado como henchman, ¿qué hay con eso?). O como que se cargó todo el argumento. O esos planos de flashback que con la cámara media ladeada, a ratos recuerdan las secuencias de pelea del "Batman" de 1966. Además, mandan al carajo la iconografía del Fantasma con esa bella máscara que tapa la mitad de su rostro, mírame sólo la mitad de mi rostro y teme a lo que se esconde detrás porque soy un ser de inmenso sufrimiento, oh-oh-oh, y ahora el Fantasma usa una máscara completa que lo convierte en una especie de precursor de Jason Vorhees (con más estilo, además). Ayudado, claro está, por la gran interpretación de Herbert Lom ("Espartaco", "El Cid", y muy en particular su rol recurrente como el Inspector Dreyfuss en la saga original de la Pantera Rosa, o sea en "El regreso de la Pantera Rosa" y sus continuaciones), que construye un Fantasma tan destruido por el sufrimiento, que es más una bestia que un ser humano.

-- El resto del elenco también está con nota sobresaliente. El galancete Edward de Souza cumple como galán, aunque no sé si lo débil del rol es por el señor de Souza o por lo tipée del papel. Heather Sears quizás está un poco alejada de la ingenuidad angelical que se le supone a la Christine de la novela (y es que Emmy Rossum en "El Fantasma de la Opera" del 2004 se las arregló para desbancar a cualquiera otra Christine anterior o venidera), pero cumple muy bien con ser un objeto de deseo y centro de la intriga, y no sólo por su cuerpo (aunque también por su cuerpo, mmmmmm ñomi-ñomi...). Y el malo maloso viene inesperadamente interpretado nada menos que por el gran Michael Gough, que ustedes lo conocen porque fue fiel a Batman interpretando al Mayordomo Alfred desde las estupendas "Batman" y "Batman regresa" hasta esa misa fúnebre que fue "Batman eternamente" y esa sepultura que fue "Batman y Robin", además de un rosario de pelis de todo tipo y condición. Y es que ver a Michael Gough de malo acá es odiarlo.

-- Detallitos por aquí y por allá. Esas viejas como arpías metidas en la cocina. El cazador de ratas y su infausto final. El asunto de la alcantarilla. Toda la secuencia de recuerdos en que se nos cuenta cómo el Fantasma llegó a ser tal (en esos tiempos te contaban la historia entera, no como ahora que te venden la peli, y si hay éxito te meten a presión la precuela). La escena final entre el Fantasma y el viejo verde.

-- La ópera final. A diferencia de "El Fantasma de la Opera" de 2004 en que la ópera final era "Don Juan Triunfante" (como en el libro), y a semejanza de "El Fantasma de la Opera" de 1943 en que la obra era una tamerlanada con tártaros y todo, acá también cambian la ópera. Se trata del proceso de Juana de Arco, con Christine interpretando a Juana. Tiene su qué, el cambiar a un "Juan" por una "Juana", pero esto ofrece una interesante relectura del final de la historia. O sea, tiene su qué el poner a la prota en una obra en que se supone el personaje acaba quemado. Y no, no estoy reventando el final de la peli. Y aunque sepan lo que va a cantar, no importa. La secuencia tiene tensión dramática suficiente para compungirte el alma de todos modos.

IDEAL PARA: Ver una versión del Fantasma de la Opera que quizás no sea ajustada al libro ni mucho menos, pero a cambio es creativa, plástica y con fuerza.

POSTEO PUBLICADO IN MEMORIAM SERGIO MEIER FREI (1966-2009).

VIDEOS.

-- Inicio de la peli [en inglés, sin subtítulos].



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