11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 25 de abril de 2010

"Cómo entrenar a tu dragón" (2010).


-- "Cómo entrenar a tu dragón". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Dean DeBlois y Chris Sanders.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Jay Baruchel, Gerard Butler, Craig Ferguson, America Ferrera, Jonah Hill, Christopher Mintz-Plasse, T.J. Miller, Kristen Wiig, Robin Atkin Downes, Philip McGrade, Kieron Elliott, Ashley Jensen.
-- Guión: William Davies, Dean DeBlois y Chris Sanders, basados en la novela de Cressida Cowell.
-- Banda Sonora: John Powell.

-- "Cómo entrenar a tu dragón" en IMDb.
-- "Cómo entrenar a tu dragón" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La vida en la isla esto-o-aquello es bastante plácida, si es que te gusta tener a rudos y maleducados ¡¡¡VIKINGOS!!! por compañía. Salvo porque a veces las ovejas desaparecen. Y las casas arden en flamas. Porque hay dragones. Y parte de la vida cotidiana consiste en salir al exterior y lanzar heroicos bramidos con atronadora música de fondo (epic music, no Black Metal, ¿eh?) para masacrarlos con todo el estoicismo del mundo ("¿estás bien, Svensson?", "¡Oh, no ha sido más que un rasguño, Haraldsson, venga, vamos a darles!"). Toda la aldea colabora en la sagrada misión de masacrar dragones... ¿Toda? ¡No! Porque existe un pringao que trabaja en la herrería, que apenas se puede un hacha y de una mandoble ya no hablemos, pero que sueña con ser... ¡¡¡VIKINGO!!! ...y matar... ¡¡¡DRAGONES!!! (¿notan el uso extensivo de mayúsculas y tres signos de exclamación al hilo que hago, para que vean que es ÉPICO?). Pero nuestro amiguete es Homo Sapiens, y está decidido a compensar sus evidentes carencias físicas con... ¡¡¡INTELECTO!!! ¡¡¡CIENCIA!!! ¡¡¡TECNOLOGÍA!!! E inventa una especie de lanzaarpones que arroja una red. De pronto, en medio de la escabechina general promovida por los dragones, nuestro prota le hace la puntería al Furia Nocturna, un ejemplar tan duro que apenas se lo ve atacar, y cuando lo hace nunca falla, de manera que nadie lo ha visto ni menos enfrentado y ha sobrevivido sin rosquisar para contar el cuento. Pero nuestro prota apunta, dispara... ¡Falló! ¿Falló? ¡No, un momento! ¡Le dí, le dí, le dí! Y va corriendo a la aldea a avisarle. Pero como es el patoso de la aldea, nadie le cree. Fastidiado, al día siguiente explora el sitio en donde debería haber caído el furia nocturna, y, ¡sorpresa! ¡Sí lo tiene! ¡A su alcance! ¡Amarrado en la red! De manera que saca el cuchillo, listo para ser el primer... ¡¡¡VIKINGO!!! ...que ha matado a un... ¡¡¡FURIA NOCTURNA!!! ...y el desgraciado miserable chantajista lo mira a los ojos y se queda con cara de venga ya, ahórrame la miseria, mira la humillación de ser matao por el pringao de la aldea. El chico, como que toma boleto de la situación, y decide que en vez de matarlo, lo va a liberar, aunque eso le signifique acabar en su buche dentro de los siguientes cinco segundos. En fin, contrariando todo lo que se sabe a ciencia cierta sobre dragones, incluyendo el sentido común, va y lo libera. Y el furia nocturna se le lanza encima, y le ruge, y... no, señores, no se lo come. Qué desgracia, ya estaba cargante el mocoso. En fin, del incidente saldrá que el chico empezará a hacerse amigo del dragón, un poco al estilo el Principito y el Zorro (o sea, el dragón la llevará y el chico recibirá un par de lecciones sobre cómo tratar a un dragón, si esto podría haberse llamado "Cómo entrenar a tu humano" y hubiera quedado más fiel el título), y ésta será una amistad perseguida y condenada, porque los dragones no se hacen amigos de los humanos, y los humanos cazan dragones, y etcétera. ¿Se impondrán los valores de la amistad, el conocimiento y el respeto mutuo, por sobre el viejo ARRRGH-WUAU-GRRR épico de toda la vida? ¿Se convertirán los vikingos en ñoñitos y pondrán su propia tienda de mascotas dragoniles y se forrarán con mercadishing Hollywood style...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los dragones ya no son lo que eran. Hubo un tiempo en que eran bestias de respeto a las que debías temer. No por nada ser el Dracul, el Hijo del Dragón, era equivalente a ser el Hijo de Satanás. No en balde San Jorge mató al Demonio en forma de Dragón. Y no fue por peras de dulce que Sigfrido tuvo que hacerle una colonoscopía a uno espada mediante para bañarse con su sangre y hacerse invulnerable. Pero claro, tanto Tolkien, tanta Dragonlance y tanta dragonada en general alguna huella tenían que dejar, por aquello del abuso y la pérdida del efecto sorpresa. Y es que cuesta tomarse en serio a los dragones después de ver en Shadowrun aquello de que "nunca hagas pacto con un dragón" (¿dragones en ambientes cyberpunk? ¿Qué se fumaron?). Todavía en los tiempos de "El vuelo de los dragones" había un poco de respeto, si bien la desmitificación había llegado para instalarse por aquello de tratar de explicar científicamente las flamas y el vuelo de criaturas más pesadas que el aire. Ahora en la actualidad, los antiguos símbolos del Demonio y del Mal ya no le inspiran respeto a nadie. Al menos en esta peli los pobres dragones salen bien librados: son mascotas tiernas y cariñosas, en vez de esperpentos ridículos. Algo es mejor que nada.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Una peli en ambientación exótica (vikinga) en que un pringao quiere ser como el resto, sólo para descubrir que lo que lo hace diferente lo hace especial, además de encontrar el valor de la amistad con el enemigo y utilizar esa amistad para derrotar al villano de la pantalla final? Vamos, que nos hemos visto ese argumento un sepetrillón de veces. Por eso, esta peli no debería tener el más mínimo interés. En particular porque viene de los estudios de animación que nos han estado dando puntete al hígado sobre puntete al hígado con productos entre lo aceptable ("Kung Fu Panda"), lo anodino ("Monstruos vs. Aliens"), o derechamente infumables (¡¡¡"El espantatiburones"!!! ¡¡¡NO, ARGH!!!). Como para no tenerles mucha fe. Pero, ¿saben qué? Funciona. Y funciona de maravillas. No es la mejor peli de animación que he visto, ni es una obra de arte a la altura de "WALL-E" o "Up", pero es un producto que con los pocos mimbres que se gasta, les saca abundante partido y consiguen una peli bastante llevadera, incluso interesante. Voy a partir por lo más básico, por el cómo está contado. La historia es bastante simple y esquemática, y salvo el malo maloso del final, en realidad no se puede decir que haya un villano establecido (por la premisa de "chico se hace amigo de un dragón", es claro que los dragones no iban a ser los villanos, o no habría moraleja), pero estos tipos no se acomplejan por eso ni tratan de hacer el más chulo, ni rellenar con referencias metatextuales, y se limitan a contar su cuento y punto. En cuanto a las inevitables secuencias de acción, están espectacularmente bien resueltas, y si bien es probable que se luzcan en toda su gloria en 3D (servidor quien esto escribe la vio en el viejo y ñoño 2D de toda la vida), vistos sin los dichosos lentes y todo en realidad no desmerecen en lo absoluto. Esta sencillez y elegancia, acompañada por un estilo de animación que no trata de ser "ahora verás lo nunca antes visto" y una eficiente banda sonora de John Powell que suena épica y vikinga sin necesidad de caer en el enésimo plagio del soundtrack de Howard Shore para "El Señor de los Anillos", la hacen ganarse los puntos. Trabajosamente, por la vía difícil, es cierto, pero se los gana y bien ganados. Da gusto tener historias sencillas que no traten de ser el más superlativo, que se limiten a contar el cuento y listo, que generalmente menos suele ser más, como en este caso.

-- El dragón. Porque si hay alguien que se roba la función por todo lo alto, es el bicho llamado con el acojonante nombre de "furia nocturna", y que al final resulta ser un dragoncillo tierno, de ojos grandes y ronroneador (exacto, más que dragón parece un gato... colega). Podría haber sido el enésimo insoportable "tu nuevo mejor amigo", y no, resulta que el bicho resulta ser todo lo tierno y adorable que se puede (¡sin resultar cargante en ningún momento!). En las primeras escenas, en que todavía no está domesticado, realmente consigue verse amenazador y fiero, pero después, cuando se hacen amigos (vamos, que no es un gran spoiler, si la cosa se llama "Cómo entrenar a tu dragón", ¿no?), la lealtad que la criatura muestra hacia su amo humano resulta hasta conmovedora. La relación evoluciona hasta transformarse ya no una de "amo y mascota", sino una de dos amigos perfectamente equivalentes y que se complementan a las maravillas en carácter y mentalidad. Hacía tiempo que el cine no nos entregaba una historia de amistad tan conmovedora como ésta, y ojo, que estoy empleando la palabra "conmovedor" sin las concomitancias clásicas de la misma (que sea cargante, que te chantajee sentimentalmente, etcétera), sino que te emocione con buena ley, de manera genuina, dejando que los personajes mismos te enternezcan con lo que es su esencia. (Por cierto, ¿no hay un dejo acá a la amistad entre BBB/Atreyu y el dragón Falkor de "La historia sin fin"?).

-- Interesantemente, y un poco a contracorriente de la tendencia generalizada del cine hollywoodense, que por lo general te invita a tener fe, creer en maravillas, y hacerte sentir un "Elegido" (léase "Harry Potter y la piedra filosofal", "El Señor de los Anillos" y un largo etcétera), esta peli insiste justamente en lo contrario, en los valores de la ciencia y del racionalismo como una manera de entender el mundo, enfrentarlo y convertirlo en un lugar mejor. El prota no es de ninguna manera un elegido para un alto destino que deba abrazar, sino que es simplemente un pringao cuyas cualidades personales diferentes lo pondrán en posición de cambiar (inadvertidamente) el mundo, o al menos su mundo alrededor. Y el prota no afronta su destino armado de antiguas profecías ni poderes místicos, sino que lo hace con la observación, con método, con la ciencia, con la tecnología, incluso con el ensayo y error (como por ejemplo cuando se le ve construyendo un arnés para montar al dragón, y en que vemos como a un modelo va sucediendo uno mejor, por ensayo y error, de manera científica, hasta que diseña el aparato óptimo). La peli establece un marcado contraste entre la mentalidad de los adultos, aferrados a la tradición que aceptan sin cuestionar porque "es la sabiduría de nuestros ancestros" (no lo dicen, pero más que se sobreentiende), frente a la de los jóvenes, ávidos de explorar el mundo y con una mentalidad flexible para aceptarlo como es. Al final serán los jóvenes quienes, echando por la borda algunos elementos de la tradición (pero no toda ella, sino sólo aquello que no sirve de acuerdo a los "nuevos descubrimientos científicos"), salven la situación cuando el excesivo conservadurismo de los adultos lo eche todo a perder. ¿Cuándo fue la última vez en que viste una peli infantil que tratara con tanto mimo y amor a la mentalidad científica por encima del irracionalismo y el oscurantismo de "eres el Elegido porque Voldemort quiso matarte en la cuna"? ¿Cuándo fue la última vez que viste una peli infantil en que el universo narrado tenía leyes coherentes con todas las cartas sobre la mesa, en vez de guardarse en la manga el as del misticismo barato a lo Albus Dumbledore...?

-- ESTE PÁRRAFO ENTERO CONTIENE SPOILERS, INCLUYENDO UN SPOILER BASTANTE GRUESO DEL FINAL. SI NO HAS VISTO LA PELI Y TENÍAS PLANIFICADO VERLA, O SE TE ABRIÓ EL APETITO LEYENDO ESTE COMENTARIO, ENTONCES SÁLTATE ESTE PÁRRAFO POR COMPLETO PARA NO ENTERARTE DE CÓMO TERMINA. ¿Listo? ¿Ya están aquí sólo aquellos quienes deben estar? Bien, entonces seguimos adelante. Un tema muy importante, y que aparece de soslayo en la peli, es el de la discapacidad física. No creo que haya sido adrede, pero es algo que deja pensando. Al principio de la peli, cuando el prota utiliza su arma contra el furia nocturna, y consigue abatirlo, el furia nocturna queda atrapado en un risco en vez de poder volar, porque ha sido mutilado: una aleta de su cola ha sido rajada de plano, y ya no le sirve como timón. De hecho, vemos a la bestia desesperada por tratar de salirse y escalar el risco, intentando volar y yéndose a tierra cada vez porque no puede estabilizarse en el aire. Cuando el prota se da cuenta de esto, comienza a inventarle un arnés con el cual la criatura pueda volar. ¡En efecto, resulta que el dragón prota es un discapacitado! ¡Y por culpa del héroe! Pero el prota que lo convirtió en un mutilado, después hace lo imposible porque dicha minusvalía desaparezca (el arnés con un ala trasera vendría siendo el equivalente de un brazo o una pierna ortopédica humanos). Avanzando la peli, cuando viene el enfrentamiento contra el malo maloso final, el héroe tampoco se las saca limpias, y por una vez en la vida vemos que enfrentarse al Gran Mal tiene consecuencias y el jovencito no saldrá todo lo limpio que suele ser en estas pelis, no saldrá diciendo "¡oh, esa explosión que mató a mi enemigo! No, nada, que me chamuscó un poco el pelo, nada que el peluquero local no me pueda arreglar, hahá" (bueno, también lo habíamos visto en "El regreso del Rey", pero aparte de ahí, que para colmo venía basada en una novela, ¿en dónde más?). Mientras que en la mayor parte de las pelis los protas salvan ilesos de explosiones y caídas con apenas unos rasguños o en el peor de los casos alguna costilla rota, acá es nuestro propio prota en el que termina transformándose en un minúsválido, perdiendo una parte de la pierna a consecuencias de su lucha contra el villano definitivo. Al final, hay dos minusválidos, el hombre (ahora sí un hombre, ya no un muchacho, porque ha probado ser incluso más y mejor que el resto de los vikingos) y el dragón, pero la peli, lejos de caer en el sentimentalismo barato y sensiblero, se lo toma con bonhomía y sin estridencias (pero tampoco sin falta de sensibilidad, ojo), mostrando de paso que gracias a la ortopedia viven una existencia perfectamente normal, y que no son ni un punto menos que el resto de la sociedad. Esta peli probablemente haga más por los derechos y la integración social de los discapacitados que un montón de discursos bienintencionados que, digámoslo fuerte y claro, a veces suenan un tanto llorones en los oídos de la gente no demasiado sensibilizada con el tema. Y no es malo que estos temas salgan planteados en una peli, aunque sea en una humilde peli de animación (bueno, no tan humilde, si es Hollywood al final del día) que no tenía otra pretensión en principio que ofrecer aventura pura y dura para los chicoquines de la casa. Este es el espíritu que ayuda a cambiar mentalidades y a ver el mundo de manera distinta, en beneficio de la sociedad como un todo. FIN DEL PÁRRAFO CON UNA TONELADA DE SPOILERS, YA PUEDES SEGUIR LEYENDO CON DELECTACIÓN LO POCO QUE QUEDA DE ESTE COMENTARIO.

IDEAL PARA: Ver una peli de animación que bajo la fachada de una de aventuras pura y dura para niños, esconde más de algún valor interesante.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN":

-- "'Cómo entrenar a tu dragón', vistosa y divertida aventura vikinga en 3D" en Blog de Cine.
-- "Cómo entrenar a tu dragón" en The Man of Tomorrow.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [doblado al español].

4 comentarios:

Martín dijo...

Esta película la vi sin ningún tipo de expectativa, y tal vez por lo mismo me encantó. No está al nivel de las de Pixar (bueno, al nivel de "Cars" sí), pero por lo demás, no aburre, está bien contada, tiene más detalles interesantes de lo que en principio pudieran suponerse... Es de lo mejor que ha hecho la Dreamworks.
Offtopic (como dicen por ahí): ¿Por qué no borras los "anuncios" de arriba?

General Gato dijo...

La desgracia para toda la gente que produce animaciones hoy por hoy, es que van a ser juzgados por los altos estándares de Pixar. DreamWorks no lo está haciendo nada de mal, y si nos olvidamos de la sombra de la compañía de las orejas de ratón, de repente hasta dan buenas sorpresas y todo.

El anuncio de arriba cambió de la primera a la segunda mitad de febrero: primero para anunciar el especial, luego para irse de vacaciones. Ahora ya lo eliminamos porque volvemos mañana 1 de marzo con "El guardaespaldas".

Ayaxsoul dijo...

que bueno conseguir una película a la cual entras con poca o ninguna expectativa y sales sintiendo todo lo contrario, en este film todos los dogmas y pre-conceptos negativos humanos basados en el miedo a lo desconocido caen bajo sentimientos y sensaciones mucho mas constructivos y cálidos como el compañerismo, el amor, la humildad, etc. creo que por eso hay tanta película ñoña últimamente... jejeje

General Gato dijo...

Es que con el desastre que está allá afuera, con recortes a mansalva y la democracia yéndose lentamente por el drenaje a manos de ya-sabemos-quiénes, como que la gente se siente un poco más relajada con pelis ñoñas acerca de los buenos y humanos valores de siempre... Claro, igual alivia un poco, pero también uno puede preguntarse...

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