11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 30 de mayo de 2010

"Alicia en el País de las Maravillas" (2010).


-- "Alice in Wonderland". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Tim Burton.
-- Actuación: Mia Wasikowska, Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Anne Hathaway, Crispin Glover, Matt Lucas, Stephen Fry, Michael Sheen, Alan Rickman, Barbara Windsor, Paul Whitehouse, Timothy Spall, Marton Csokas, Tim Pigott-Smith, John Surman.
-- Guión: Linda Woolverton, basada en las obras de Lewis Carroll.
-- Banda Sonora: Danny Elfman.

-- "Alicia en el País de las Maravillas" en IMDb.
-- "Alicia en el País de las Maravillas" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La Inglaterra Victoriana, la época en que los gentlemen británicos se reproducían por bipartición, y los limpiachimeneas cantaban chinchimenea-chinchimeó, si hemos de creer a The History of the World by Disney. En este tiempo, una sesuda reunión de hombres de negocios se ve interrumpida cuando uno de ellos... ¡va a atender a su chica que ha sufrido una pesadilla! (es en serio, como si eso en la Inglaterra Victoriana no fuera tarea de mujeres o de la servidumbre). Bueno, resulta que el tipo es un visionario (no un visionario científico o un visionario artístico, que esto es una peli Disney, así es que es un visionario... ¡hombre de negocios!), y como buen visionario, nadie le hace caso. No lo mandan a la hoguera porque no es la Italia del siglo XVII ni el entorno cotidiano del General Gato, pero se reemplaza con esa especie de muerte en vida que es la condescendencia. Pasan los años, papi va a parar al patio 'e los callaos, y la antigua niñita con pesadillas ahora ha crecido hasta ser una criatura muy apetecible para aquello de tenderla panza arriba y hacerla pensar en Inglaterra. El problema es que ella, hija de su padre, hace cosas tales como... ¡cuestionar la sociedad! ¡hacerse preguntas! ¡pensar en que todo se puede hacer de una manera diferente! De pronto, ella descubre de la peor manera que tiene un matrimonio arreglado del que ella ni se había enterado, con un desagradable lordcito inglés. Panorama ideal para terminar de sorberse el seso, así es que la tenemos ahí saltando detrás de un conejo blanco con trajecito. Y cayéndose por un agujero. Y al otro lado del agujero, después de algunas peripecias que la muy majareta piensa que son un sueño, descubre que es la Elegida para Matar a la Bestia y restaurar el Bien en el País de las Maravillas. Y por si se lo están preguntando a cuenta de Inglaterra y victorianismo y mundos paralelos, no me confundí de peli. Estoy reseñando el comienzo de la Alicia de Tim Burton del 2010, no una de las de Harry Potter.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hemos llegado hasta el equivalente cinematográfico de un magno crossover de historietas, en que tres superhéroes culturales confluyen para embarcarse en una cruzada artística. En un asiento del Salón de la Justicia Fílmica tenemos al sabio gurú, el Charles Xavier del grupo, que es Lewis Carroll, el tipo que en 1865, inspirándose en la revoltosa Alicia Lidell (no Kingsleigh, como en la peli), escribió una historia llamada "Alicia en el País de las Maravillas", que encontró su continuación en "Alicia a través del espejo". Las dos obras (más la primera que la segunda, justo es decirlo) son más que populares en el mundo angloparlante, aunque un tanto menos entre el hispanohablante debido a que en la traducción se pierden inevitablemente una serie de juegos de palabras y malabares verbales con los cuales Carroll (especialista en lógica matemática y lingüística y por tanto maestro en paradojas, por lo demás) trufó su peculiar obra. A pesar de esta popularidad, la obra siempre ha sido adaptada un tanto a desgana por el cine, debido a lo que podríamos llamar el factor subversivo. En la obra original nos encontramos con un mundo de locos, al que Alicia, en vez de ser buena chica victoriana y obedecer a sus mayores en todo, viene a dar vueltas patas arriba, poniendo de manifiesto el absurdo de las convenciones y manierismos sociales. Este mensaje es demasiado fuerte para muchas audiencias, a quienes les gusta que las olas estén bien quietecitas, y por lo tanto, una peli que adapte a Alicia de verdad no pasará de ser una rareza. No en balde, la única gran adaptación anterior que existía era la de "Alicia en el País de las Maravillas" de Walt Disney en 1951, en que los tonos subversivos de la obra original fueron limados debajo de una suave capa de almíbar para que nadie se sintiera demasiado ofendido. Lo que nos lleva al segundo gran paladín en esta cruzada: los Estudios Disney. Que después de una década particularmente sangrienta con ellos, como lo fueron los 2000s ("Vacas vaqueras", ¿recuerdan?), parecen ir otra vez rumbo a retomar su trono con cosas como "Bolt" y "La princesa y el sapo", porque eran demasiado grandes para quebrar, en particular debido a la filosofía monacalmente conservadora de los estudios. Y ya sabemos que el conservadurismo moral, como la mala hierba, nunca muere. Aunque para disfrazar esto le pongan el nombre más amable de "valores". Que los Estudios Disney estén adaptando "Alicia en el País de las Maravillas" no una sino dos veces, es casi tan surrealista como si Francisco Franco hubiera promovido una peli basada en una obra del rarito ése, el Federico García Lorca que le llaman, para que nos entendamos. Y bueno, los Estudios Disney serán conservadores, pero no TAN tontos. Hace rato que el mundo está en una marea diferente, y lo que se lleva es la rebelión juvenil, lo goth, lo dark, etcétera. ¿Cómo hacemos entonces una peli pechoña y puritana que tenga así como un aromilla a rebelión autoafirmativa adolescente? ¡Fácil! Llamamos a un director cuya marca sea sinónimo de peligro, pero que esté lo suficientemente domesticado y en horas bajas para hacer un pacto con el demonio y vender su alma a cambio de un plato de lentejas (o de lentejuelas, dado el caso). Pero, ¿quién será tan miserable, vendido, vil, rastrero, traidor, mentiroso, inescrupuloso, manipulador y egoísta como para ofrecerse maniatado así a las fauces de EL SISTEMA...? ¡Ah, claro! ¡Tim Burton! Total, si hizo "El planeta de los simios" por el vil dinero y se quedó tan ancho siguiendo como adolescente rebelde (el hombre ya pasó hace ratito la cincuentena, glup)... De esta manera, se fueron ensamblando los miembros de... ¡El Equipo A! (A de Alicia, claro). O "Dial A for Alice", el chiste que prefieran, hehehé.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Hay una constante sagrada en el cine hollywoodense, una clave que te permite agarrar el hilo que te llevará hasta el ovillo: ¿quién pone el money? Porque allí donde esté tu dinero, allí estará el corazón de la audiencia. Y la pasta no la pone Lewis Carroll (confortablemente muerto hace un santurrón de años) ni Tim Burton (demasiado rebelde para su propio bien), sino Disney. Así es que ésta será una peli Disney, sin ambages. Como lo dijimos, los Estudios Disney no se caracterizan por ser la punta de lanza del liberalismo moral, y por lo tanto, así como la "Alicia en el País de las Maravillas" de 1951 trataba de pulir los ángulos más filosos de la historia de Carroll tomando todos los elementos maravillosos que con su permanente saqueo han construido aquello que se ha llamado publicitariamente la "magia Disney", la "Alicia en el País de las Maravillas" del 2010 trata de ajustar esa misma esencia fantástica a un mensaje en definitiva ñoñoconservador. Disney ha sabido canalizar muy bien que la rebeldía juvenil es lo que la lleva, y ha creado productos de rebeldía perfectamente aséptica como Hannah Montana y Jonas Brothers, para explotar ese nicho de mercado y reconducir a esas ovejas descarriadas, porque al final del día los chicos serán rebeldes e individualistas, pero acaban aprendiendo una valiosa lección, y la rueda americana sigue girando. Esta Alicia es más o menos lo mismo: posee un gran empaque visual y un mensaje a primera vista muy progre (la chica se rebela contra las convenciones sociales... ¡es la Hannah del XIX!), para en definitiva esconder una peli familiar de las de toda la vida, con buenos muy buenos, malos muy malos, un mundo de fantasía de por medio, y una climática batalla final en donde la heroína asume que su Destino (¡!) es ser la Elegida (¡¡!!). O cómo cristianizar al socarrón Lewis Carroll y forrarse con mil millones de dólares a nivel mundial en el intento. Supongo que la mayor parte de las críticas acá cayeron por el lado de que todo el mundo se esperaba "la nueva de Tim Burton" (apoyado por la potente máquina publicitaria de Disney, claro está), y resulta que Tim Burton al final del día está para dirigir a su troupe de costumbre (Depp, Bonham Carter, Elfman) y crear el storyboard del asunto, calentar un poco la silla del director, y paremos de contar. O se esperaban una obra tan rica y profunda como la lectura original, cuando en realidad adaptar a Carroll de manera fiel al cine en una producción de alto presupuesto es imposible, porque esto excluye automáticamente el mensaje subversivo de fondo (ya pueden irse olvidando de los geniales diálogos sobre el Tiempo, aunque al menos se mantiene como un guiño la adivinanza sin solución). Desde ese punto de vista, tales críticas son bastante desatinadas. Mayor asidero tiene criticar a la peli por lo que realmente ofrece. Es decir, si es una peli de aventuras fantásticas que toma a la novela original como un pretexto para montar una de aventuras, ¿al menos lo hace bien? La respuesta es: a ratos. La cosa tarda en arrancar, pero bueno, en algún minuto lo hace, y entonces nos viene con una extensísima secuencia en el castillo de la villana, con una de las decisiones de guión más imbéciles ever (la Reina dice al ver un papiro que reconocería las greñas de Alicia en cualquier parte, y veinte minutos de peli después la tiene delante en carne y hueso y no sólo no la reconoce, sino que la invita a alojar y la hace su favorita, mira tú). La muy criticada secuencia final en donde todo se resuelve como una batalla de buenos contra villanos al uso, en realidad es lo que dentro de estas coordenadas viene a redimir un poco el contenido, y le da el aprobado y aceptable a la peli, entendida eso sí como una de aventuras pura y dura y no como la obra carrolliana original (de la que le dejaron la piel y le arrancaron todos los huesos) ni como la nueva genialidad burtoniana (que lo último genial que nos dio Burton a la fecha fue "El gran pez", y ya siete años nos separan de aquel entonces).

-- Quiero insistir un poco más en el mensaje de la peli, porque revela muchas cosas sobre la mentalidad del momento presente (2010 después de Cristo). Mentalidad yanki, sí, pero América es el mundo, para qué andarnos con cuentos. ¿Por qué, después de tantos años de ignorar al personaje, resulta que no sólo tenemos la Alicia de Tim Burton, sino además una miniserie (bastante más estimable que esta peli, por cierto, y protagonizada por Caterina Scorsone, por más señas) dedicada al personaje? Probablemente porque la obra original trataba sobre toda la podredumbre de un sistema corroído hasta la médula allí donde más duele, o sea, en la hipocresía y el puritanismo moral, algo que también se ha hecho dolorosamente visible desde el 9-11 en adelante. O sea, primero tuvimos a un Presidente de Estados Unidos que aprovechó el vuelo para mentir y declarar dos guerras en dos países allí donde no se les había perdido nada, después los corruptos banqueros que lo apoyaron estuvieron a punto de quebrar el sistema bancario, después fueron rescatados porque "eran demasiado grandes para caer" (sí, claro, gracias, y los de abajo que la carguen como siempre, porque a los otros no sólo los rescataron, sino que ni un día de cárcel como reos de "riesgo sistémico", cuando por bastante menos un ladrón de gallinas debe pudrirse sus buenos restos tomando el sol a cuadritos)... Y todo eso sin que se les despinte un solo segundo la cara de gentes respetables, que lo respetable se mide por la cantidad de días de vacaciones que tomas en los centros de esquís de Aspen o en las playas de Cancún, cosas ésas sí fácilmente mesurables y transables en bolsa. En resumen, vivimos en Wonderland (sintomáticamente llamado Underland en la peli, y que Alicia ha tomado por error como Wonderland, un cañero torpedo subliminal bajo la línea de flotación). Y las comparaciones son odiosas, pero mientras en la bastante low-perfil "Alice", la miniserie (que con sus elementos Sci-Fi steampunk tenía su encanto) se remarcaba abiertamente la rebeldía, acá en lo de Disney tenemos justamente lo contrario, o sea, al final ni rebeldía social ni nada. La pelea es entre dos aristócratas pijas (una más odiosa que la otra, pero ninguna demasiado simpática tampoco), en ningún minuto la rebelión pareciera destinada a cambiar el sistema ni nada, los locos en realidad no lo están tanto (y lo más bien que se avienen con el nuevo sistema después), y la propia Alicia, cuando por fin se descubre a sí misma (((¡¡¡SPOILER DEL FINAL!!!, ¡¡¡SPOILER DEL FINAL!!!, ¡¡¡SPOILER DEL FINAL!!!))), y descubre que es una heroína de tomo y lomo, abandona su pueril rebelión Hannah Montana de no usar corsets para dedicarse a causas más loables, como por ejemplo viajar a China para promover políticas corporativas que, la peli no lo dice, pero en el contexto histórico podemos suponerlo, significará el expolio masivo del capitalismo británico sobre los pobres chinos, que nada le habían hecho a Alicia. (((FIN DEL SPOILER AQUÍ))). O sea, ver esta peli nos proporciona una inestimable ventana a la mentalidad inconsciente de los tiburones grandes y su manera de ver el mundo. En un futuro, cuando escriban la historia de comienzos del XXI, esta peli probablemente será inevitable. Lo que no habla de su calidad cinematográfica, sino de su posición como documento histórico, pero bueno, un valor es un valor, a fin de cuentas.

-- Vamos al apartado actoral. Las actuaciones están irregulares. La prota (una bastante verde Mia Wasikowska) hace como que actúa de chica victoriana, pero confunde encorsetamiento con recitar diálogos de manera plana y con cara de fruncida (¿acaso en la academia de actuación no te enseñaron a relajar el ceño, mujer?), aunque el ejercicio fetichista de verla con armadura de combate no creo que le haga mal a nadie. Johnny Depp, por su parte, aunque hace un honrado intento por construir un personaje que no sea el Sombrerero Loco simplemente chiflado de la obra original, debo decir que es un personaje fallido, porque tratan de hacerlo oscilar entre el genio barrido por la tragedia, y el loco de perillas, y como ambas condiciones se excluyen mutuamente, el personaje naufraga por mucho Depp que le pongan (por cierto, no debe ser casualidad que este personaje tenga a ratos más protagonismo que la propia Alicia, si al final este genio que no está loco sino que es incomprendido es al final el personaje más burtoniano de todos). La que se roba la peli entera de principio a fin, con un personaje que parece un refinamiento de Bellatrix Lestrange (y dadas las circunstancias, ¿quién se queja por eso?), es Helena Bonham Carter, con una villana estupenda. La Reina Blanca, por su parte, viene interpretada por una Anne Hathaway pasadísima de roscas, y a ratos es difícil decidir si es el mejor papel de su vida, o si la chica se está mandando un cachondeo monumental a costillas de todo el proyecto para su propia risilla personal. Y el siempre salidorro Crispin Glover, que hubiera sido también un aceptable Sombrerero Loco (sí, ya saben, el Flaco Tenebroso de "Los Angeles de Charlie" y el papi de Michael J. Fox en "Volver al futuro") es el henchman de rigor, no demasiado amenazador ni siniestro en realidad, pero levantando asimismo a punta de weirdness un rol bastante plano en el papel. Los que la vieron doblada al español, se perdieron al gran Alan Rickman como la Oruga (un poco como su rol de Severus Snipe en lo de Harry Potter, todo sea dicho, pero una vez más sea dicho, quién se queja), a Stephen Fry como un Gato de Cheshire mucho más inquietante que la "Alicia en el País de las Maravillas" de 1951, y a Timothy Spall como el sabueso Bayard, un personaje un poco fuera de lugar en el contexto general, pero que aún así nos proporciona uno de los momentos más entrañables de la peli.

-- En el apartado técnico estamos en el área más segura. Solíamos decir que Hollywood nunca podía fallar acá porque con inyecciones tan brutales de dinero, es imposible que no saliera algo espectacular de todo aunque sea por paisajes y extras haciendo bulto, pero después de las peleas pésimamente coreografiadas de "Transformers" o "Quantum of Solace", ya es cosa de írselo preguntando. Acá, al menos, eso no pasa. Cada centavo invertido es un centavo bien invertido. La imaginería visual es simplemente magnífica y tiene personalidad propia, en vez de decantarse por la imitación servil de los grabados de Tenniel (aunque hay varias alusiones, como era inevitable, claro está), o por la blandenguería visual de la "Alicia en el País de las Maravillas" de 1951. Y Danny Elfman, por su parte, que hace rato vive de las rentas y se imita de cuando en cuando a sí mismo, acá al menos trata de construir una banda sonora con empaque, y a rasgos generales lo logra. El "Alice's Theme" con el que cierra la peli es simplemente magnífico... aunque, bueno, cualquier cosa es magnífica después de escuchar los aullidos ferales que Avril Lavigne trata de hacernos tragar como "canción", apenas empezada la secuencia de créditos.

IDEAL PARA: Pasar un rato relajado, con expectativas moderaditas.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS":

-- "Termina siendo “Alice in Wonderland” una película más de fantasía y aventuras" en Extracine.
-- "“Alicia en el País de las Maravillas” – En los límites de lo infumable" en Tierra de Cinéfagos.
-- "Alicia en el País de las Maravillas (2010)" en Quesito Rosa.
-- ""ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS" DE TIM BURTON / Excentricidad barroca frenta al surrealismo total de Lewis Carroll. Sobre las adaptaciones..." en (relatos agridulces) de Cine y Otras Culturas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me duele reconocerlo porque soy admirador de Burton pero desde el Planeta de lo simios ( excetuando Big Fish y sweene tood ) este director no levanta cabeza.

y eso que siempre pense que burton deveria hacer alicia devido a lo cercano en estilo.Alicia ha sido sin duda una de las peores decepciones que me he llevado este año. Confiaba que Burton hiciese cuando menos un trabajo aceptable, y lo hice pero que no apostara todas las fichas a la carta del impacto visua, pero precisamente en ese campo esta lo único salvable de este film, visualmente hermoso.

No talvez no es eso es que enralidado todo para mi esta bien, los actores estan regulares no excelentes pero no estan mal alicia esta mas buena que el queso, la reina de corazones me gusta y la trama es interesantes pero simplemente como te lo dije antes no es mi alicia a veces parece mas incluso Las crónicas de Narnia u icluso me parece estar en otro cuento solo que con los personajes de alicia. Y los huecos que tiene simplemente imperdonables como lo de no reconocer a alicia teniendola enfrente cuando dice que la reconoceria donde fuera teniedola de espaldas.


Que por sierto las de cronicas de narnia si estan correctas y si lei el libro y vi la pelicula de narnia (las dos) y si me gustaron la adaptaron bien no me senti timado por narnia.
Saludos.

General Gato dijo...

Bueno, que ésta iba a ser una Alicia ñoña y no excesivamente parecida a la de Carroll, era algo que se olfateaba, si donde Disney está metido... Que Tim Burton se iba a hacer la bajada de pantalones por un suculento cheque, también era previsible debido a lo de "El planeta de los simios", que fue más o menos la misma cosa. Lo que sí encuentro imperdonable, es que reemplacen las viñetas surrealistas de la Alicia original por una peli de acción y aventuras al estilo Narnia (hasta ahí nada de malo, las reinterpretaciones son juego válido), y para colmo resulte ser una mediocre peli de acción y aventuras. Si te van a reinventar el personaje y las situaciones, lo mínimo que uno tiene derecho a pedir por los 2400 del cine (en día rebajado y en 2D) es que al menos la reinvención sea eso justamente, inventiva, y creo que eso falló acá. Aunque el público en masa no pareció opinar eso, o de lo contrario no se explican los 1000 millones a nivel mundial, o la paliza a "The Dark Knight". ¿Habrán sido los niños...? En fin, así va el mundo...

Mr. OpusCante dijo...

Acertado aquello de la protagonista, al terminar de ver la peli acabé igual de fruncido que ella. Aunque como espectáculo visual no me desagradó nada en cuanto se pone su armadura...

Una pena que Burton se haya vendido de esta forma.

Gracias por sus excelentes reseñas, General.

General Gato dijo...

Creo que el principal problema es que mucha gente fue a verla como "una de Tim Burton", y claro, visto así la peli es una decepción mayúscula en comparación al Burton noventero (aunque desde "El planeta de los simios" y exceptuando la estupenda "El gran pez", el pobre anda a los tumbos). Pero si se lo toma como una especie de sucedáneo de las Crónicas de Narnia, pues que no pasa nada. Tampoco es que sea lo bruto de buena, pero al menos se hace más tolerable. Y sí, una pena que se haya vendido. Prefiero pensar que es por necesidad y que nadie le financia sus proyectos más locos hoy en día, y hay que parar la olla al final del día, pero sigue siendo una pena.

Gracias por las felicitaciones, y seguimos al pie de la trinchera como de costumbre.

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