11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 7 de noviembre de 2010

"Red social" (2010).


-- "The Social Network". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: David Fincher.
-- Actuación: Jesse Eisenberg, Andrew Garfield, Brenda Song, Justin Timberlake, Rooney Mara, Armie Hammer, Josh Pence, Max Minghella, Rashida Jones, Joseph Mazzello, Dustin Fitzsimons, Patrick Mapel, Douglas Urbanski, Wallace Langham, Dakota Johnson, Malese Jow, Denise Grayson, Trevor Wright, John Getz, Shelby Young.
-- Guión: Aaron Sorkin, basado en el libro de Ben Mezrich.
-- Banda Sonora: Trent Reznor y Atticus Ross.

-- "Red social" en IMDb.
-- "Red social" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En el remoto y paleolítico pasado: el año 2003 (en estos tiempos de Internet, casi una década es casi una eternidad). Dos adolescentes conversan a ritmo de metralleta, para dejar marcado que el diálogo es INTELIGENTE (según David Fincher es porque quería comprimir la mayor cantidad de guión posible en un corte de dos horas a rajatabla, pero a ver si esa excusa no es una tapadera para el culturetismo puro y duro). Resulta que él es un snob obsesionado con trepar, ser aceptado en los clubes de la alta, etcétera, y como la mayor parte de los pringados que tienen lección-que-aprender en estas pelis, la chica buena de alma y buenorra de cuerpo que le tiene santa paciencia, acaba por mandarlo todo a huevos (metafóricamente hablando, claro, aunque con Rooney Mara, no me habría ofendido si fuera literal), y se para de la mesa para nunca más volver. El, en contravención al Principio #1 del Manual del Buen Follador, que dice mantenga la calma y tranquilidad, va y suelta en su blog (¡sí, mis pequeños, ya existían blogs en 2003! Aunque esos tiempos primitivos aún no estaban preparados para Cine 9009, que empezó en 2006, o sea, tres eras históricas después) que la chica es una esto-y-aquello, después de lo cual, no hace falta un genio experto en programar líneas de software para verlo, sus posibilidades de volver a haerle apertura de piernas a la chica acaban para siempre. ¿Y qué hace él? Si fuera una peli sobre un adolescente cualquiera iría a emborracharse y buscar ersatz para follar, pero no es un adolescente cualquiera, es un inadaptado que vive en su mundo de computadoras y etcétera, de manera que sublima la tensión sexual no resuelta escribiendo líneas de programa con sus amigotes también hombres. Y colapsando el sistema computacional de Harvard de paso, que como buena universidad, se cree que se las puede todas y no cree que un delincuente cibernético sea una amenaza hasta que la amenaza se vuelva realidad. Pero nuestro prota es salvado in extremis por un par de gemelos (sí, gemelos, leñe, interpretados por dos actores a uno de los cuales le fotochopearon la cara para hacerla desaparecer y copy-and-paste la otra encima), que le ofrecen entrar a la fraternidad más chupi de Harvard si les diseña un programa para ellos. Pero este pringao, como que no le entusiasma eso de trabajar para las élites y recibir una puta palmadita en la espalda mientras los otros se embolsican dinero a sus costillas sin hacer nada, estúpidos patanes de mierda de aristócratas, así es que va y se roba el proyecto. Con un par. El proyecto es una red social parecida a MySpace, y termina llamándose Facebook. Y nuestro prota es Mark Zuckerberg. O mejor dicho, un actor impersonando a Mark Zuckerberg, porque el verdadero Mark Zuckerberg, que créanlo o no tratándose de un biopic, aún está vivo (pero tiene 26 años, o sea, casi con un pie en la tumba en esto de los jóvenes estrellas de Internet). Aunque la peli dice que es el Mark Zuckerberg de verdad. Bueno, aunque el personaje de la peli no se pareciera mucho a la persona de verdad, aún tienen algo en común: tanto Mark Zuckerberg como Jesse Eisenberg, el actor que lo interpreta, son judíos (aunque como buenos supervivientes, reniegan de su condición judía). Por si usted no lo había adivinado por esos apellidos con tanta prosapia.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En conjunto con Google/Gmail, Blogger, YouTube y Wikipedia, Facebook conforma el Quinteto de la Muerte en materia de Internet, por lo menos tratándose del 2010 (cómo evoluciona esto, en los tempranos 2000s los espectaculares eran Yahoo, AOL, Napster y GeoCities, y del Quinteto, sólo Google comenzaba a levantar cabeza robándole punto a punto el mercado de buscadores a Yahoo). ¿Las razones del éxito? Los 15 minutos de fama: en un mundo en que todos se aproximan peligrosamente a la masificación y por lo tanto a la anodinia, en que incluso en una actividad tan fácil como hablar de cine puedes ser superado por 100 blogueros mejores que tú, por no hablar del General Gato que esto escribe, ¿cómo puedes diferenciarte del resto para hacer lucir tu lugar? ¿Y cómo hacerlo escurriéndote hacia la parte de la derecha de la campana de Gauss, luciéndote como potencial follable, en vez de a la pringada parte izquierda de los que son patéticos tratando de lucirse y luciendo, bueno, patéticos...? Una posibilidad es participando en una red social. Una que sea cool, no una que dé lástima como MySpace (que iba de red social y acabó como sumidero de bandas musicales wannabies). Y luego, adquiriendo amigos y luciendo tus mamarrachos, er... tus fotos y cuitas personales frente a ellos. Claro, la gente es tan imbécil que postea en Facebook segura de que otros les contestan, cuando en realidad al apretar I Like o al comentar, se están escuchando a sí mismos. O sea, la cosa no es que se diga "eres cool", sino "eres casi tan cool como yo, que soy muy cool". Facebook consiguió ser así de cool. Bueno, casi. Después de todo, General Gato quien esto escribe no tiene perfil de Facebook, y no tiene prisa en agenciarse uno, gracias (sí, te lo digo a tí, anónimo bloguero que me has enviado como 75 invitaciones JOIN TO THE FACEBOOK ARMY). Supongo que era cuestión de tiempo antes de que alguien discurriera hacer una peli sobre Facebook. O sea, si se habla de una peli sobre Combate Naval, el jueguito ése del tocado y hundido, pues entonces... Acá en Chile, algunos iluminados se inspiraron y terminaron sacando una peli llamada "Qué pena tu vida", acerca de relaciones humanas en la era de Facebook, que no hemos visto, ni tenemos prisa en ello, porque en Cine 9009 odiamos a los que quieren ser cool hablando sobre lo cool que es Facebook. Bueh, quizás algún día la vea, pero ese día no será hoy. El caso es que cuando se supo que David Fincher estaba detrás del asunto, todo el mundo esperaba una frikada. ¿Sería algo así como "TRON", con los protas atrapados en su propio perfil de Facebook o algo así...? Andando el tiempo se supo que era sobre la fundación de Facebook, una apasionante historia épica sobre llene usted la forma 31J frente al funcionario gangoso y gris de turno para obtener el préstamo del banco agrario de Loserville (como "Los piratas de Silicon Valley", pero con un prota incluso más opaco como personaje que Bill Gates, que al menos es paralítico y habla a trav... er... ah, no, ése es Stephen Hawking, perdón). Y ahora que llegó, ya sabemos sobre qué era el asunto: sobre Facebook mismo. Así, como suena. Y sólo tardaron menos de una década. Después de cien años de cine y dos mil de ajedrez, nadie consigue una peli que explique bien el espíritu mismo de lo que significa jugar ajedrez. Y así nos va...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Y al final, ¿de qué diablos se trata esta peli? ¿Es tan entretenida o apasionante como debería ser? Bueeeeeeno, eso depende. Es una peli sobre Facebook. ¡Pero, bueno, mi General, en qué quedamos! ¿Es sobre Facebook o sobre la fundación de Facebook? Er... más lo primero que lo segundo. Déjenme explicarlo de esta manera. ¿Conocen ustedes la teoría del macguffin? Si han seguido hercúleamente posteo tras posteo el derrotero de Cine 9009, ya deberían estar familiarizados. Pero para instruir al ignorant... er... para refrescar la memoria, quise decir, repasemos. Un macguffin es un elemento que es esencial a la trama porque los protas están dispuestos a despellejarse mutuamente por él, pero cuya naturaleza misma no le aporta nada a la peli. Es típicamente el tesoro de las pelis de exploradores, piratas o Indiana Jones: da lo mismo si es un galeón con monedas de oro, el Santo Grial o el manuscrito de esto-o-aquello, lo importante es que es tan valioso como para matar y/o follar por él. ¿Y cuál es el macguffin de esta peli? ¿Facebook? ¿Acaso nos está diciendo que Facebook es el objeto que está puesto ahí para que los protas tengan excusa para traicionarse y desmembrarse entre sí? Hasta cierto punto sí, pero yo diría que es más exacto al revés: en realidad es la historia del surgimiento y desarrollo de Facebook, y los personajes a su alrededor, los que son la excusa para lo que verdaderamente interesa en esta peli: Facebook mismo. A través de diversas etapas o jalones, vamos apreciando lo que en realidad existe en la trastienda de Facebook: la voluntad de aprovecharse del deseo casi enfermizo de la gente por obtener fama y reconocimiento, por ser ALGUIEN en una sociedad que los condena al follow the leader. En esto, la peli es brutalmente sincera: se dice o se insinúa en más de una ocasión que Facebook tiene que ver con ser cool, y vale la pena ser cool para tener... ¿dinero, reconocimiento, poder...? Sí, también, pero para qué tener dinero, reconocimiento, poder... Bueno, para conseguir hembras, ¿por qué no? (esta peli no se anda con rodeos: los machos son depredadores sexuales y las chicas son trofeos, así de simple... lo dijo la peli y no yo, por si acaso, ¿eh?). El jodido prota (Mark Zuckerberg, a quien nunca le vino mejor el chiste friki de llamarlo Mark Sucker-berg) trata de pertenecer a un club de élite para ser ALGUIEN, y como no lo dejan (o mejor dicho, le prometen que lo dejarán si es lamebotas, hace su trabajo tranquilo, y aún así lo será con condescendencia), se inventa Facebook, su propio club de amigos. Y a través de él, trata de regresar a la chica que trapeó con él en primer lugar (merecidamente: es un pringao). Mientras avanza la peli, las peripecias de los personajes importan cada vez menos, se transforman cada vez más en una excusa, para mostrar la siniestra realidad de Facebook: no estás más acompañado por tener millones de amigos, no eres más querido porque aceptas a cualquier infeliz en tu nómina, y definitivamente Facebook es pura ortopedia pero sin una buena materia prima por tu parte (inteligencia, simpatía, carisma... ya sabes, esas pequeñas ventajitas darwinianas que te permiten abrirte paso por la jungla de la vida), seguirás siendo matado y poco cool el resto de tu vida. ¿Triste? Welcome to your life, kid... "Red social" consigue así el casi imposible de ser una peli de abstracción casi pura, dentro de los parámetros más canónicos del subgénero del biopic, en donde la trama misma es una mera excusa al servicio del retrato de un mundo cada vez más deshumanizado y robotizado, en donde la gente prefiere poner a Facebook como biombo entre ellos y otras personas, y en donde en definitiva los afectos humanos han desaparecido casi por completo. Facebook es hijo de esta civilización alienada e individualista, y al mismo tiempo potencia estos aspectos hasta el paroxismo. El final es enormemente revelador: (((SPOILER DEL FINAL, LEÑE, SI NO QUIERES SABER CÓMO TERMINA SÁLTATE AL SIGUIENTE PÁRRAFO... Y NO, EL PROTA NO MUERE, QUE MARK ZUCKERBERG TODAVÍA ESTÁ VIVO, HOMBRE))) Después de que sus abogados llegan a un arreglo para evitar un juicio con su ex-mejor amigo, a Mark Zuckerberg le escupen a la cara que "no eres un cabrón... sólo tratas demasiado duro de serlo", por lo que volvemos al punto de partida de que uno de los hombres más poderosos de Internet no es más que el mismo pringao del inicio, y lo demuestra enviándole en plan mamón una invitación de Facebook a su antiguo amolcito que lo ha dejado justamente por eso, por pringao. Porque las relaciones humanas verdaderas no tienen precio. Para todo lo demás, existe... Facebook. Y luego, un cartelito informándonos que parte del acabo de los juicios fueron acuerdos de confidencialidad, lo que hace preguntarse de dónde demonios salió la información que nutre esta peli si se supone que ninguno de los involucrados habló... ¡O sea, quizás al final toda la peli sea ficción, y lo único real que hemos visto sea justamente Facebook! Simple y brillante, la receta segura para la calidad (((FIN DEL SPOILER - FIN DEL SPOILER - FIN DEL SPOILER - FIN DEL SP...))).

-- La peli también pone sobre el tapete (aunque de manera un tanto oblicua) un tema importante de nuestro tiempo. En los viejos tiempos de la invención, en que la ciencia no estaba desarrollada, en que no se necesitaban medios exhorbitantes (financieros y tecnológicos) para producir nueva tecnología, y en que los científicos trabajaban de manera casi aislada debido a la lentitud e ineficiencia de las comunicaciones, podían perfectamente surgir genios e iluminados que con una idea genial, cambiaran al mundo. Claro, hay mucho de mitología en eso (nos educan para considerar héroes a Watts, Newton o Darwin, pero a poco escarbar descubres que eran los tipos justos en el momento justo porque ya había predecesores marcando el camino), pero seguía siendo una verdad. El concepto de patente industrial se basa un poco en eso: eres un genio que inventa algo nuevo, te damos tu patente para ti en exclusiva. Pero hoy en día no es tan simple. Las ideas están allá afuera, es difícil ir un paso adelante, las inspiraciones vienen de todos lados y las nuevas ideas que serán revolucionarias a menudo son constructos de conceptos que vienen desde las fuentes más dispares. Si hemos de creer a la peli de Facebook, eso fue lo que pasó, por más que la peli nos trate de vender la moto de que en realidad fue Mark Zuckerberg el genio y todos los demás se chupaban el dedo (algo obligado, porque después de todo, el público está acostumbrado a que le cuenten así el cuento del héroe inventor en contra de un mundo de tarados, y así se identifica mejor con el prota), cuando si se rasca un poco en la propia peli, se ve que cada gramo de inspiración para Facebook fue construido desde diferentes puntos, y Mark Zuckerberg habrá escrito el código, pero fue más bien el catalizador de algo que ya existía allá afuera en pleno desarrollo como una locomotora a toda máquina. Y esto es clave: la peli misma se estructura como gigantescos flashbacks desde "el presente" que son los juicios en que la cuestión clave debatida es, en último término, quién fue el inventor de Facebook. Y al terminar, la cosa sigue un poco en el aire, no porque la peli no tenga un final, sino porque el espectador puede calibrar con libertad hasta qué punto, a partir de los antecedentes ofrecidos, Zuckerberg era un genio (o ES, ya lo estoy matando prematuramente), y hasta qué punto no.

-- David Fincher y Aaron Sorkin. El director de "Los siete pecados capitales", "El Club de la Pelea", "Zodíaco" y "El curioso caso de Benjamin Button" une fuerzas por primera vez con el guionista de "Cuestión de honor", "Mi querido Presidente" y "The West Wing", y el resultado sólo puede ser calificado como algo parecido a una colisión de trenes. El guión de Aaron Sorkin es sólido como una roca, a pesar de hiperventilarse un poco a ratos, y consigue el milagro que señalábamos anteriormente, de convertirse en un despiadado retrato de Facebook a través del macguffin de sus fundadores. David Fincher, por su parte, contrariando su tendencia a la fotografía provocadora y ultraesteticista que lo instaló como ícono del cine postmoderno rompedor post-MTV, ahora se decanta por un estilo de dirección mucho más sobrio, diríase incluso "clásico", aunque sin perder el gusto por la obsesión ni los detalles. Una elección conscientemente desmitificadora: mientras que pelis como "Los siete pecados capitales" y "El Club de la Pelea" jugaban con la estética videoclipera para referir una historia del "mundo venidero" (un capitalismo cada vez más deshumanizado, un Occidente cada vez más individualista, un mundo cada vez más nihilista), en "Red social" pareciera haberse dado cuenta de que ese mundo por venir en realidad ya vino y se llama Facebook, y por lo tanto, para seguir manteniendo distancias, no puede rodar al estilo MTV (algo que otro director menos enterado o consciente hubiera hecho, si después de todo... ¡es Facebook! ¡Interné!), sino que, siempre a contracorriente, siempre rebelándose, vuelve al pasado, al cine hollywoodense con regusto a '70s (¿herencia de "Zodíaco", quizás?), muy mesurado y que lo sacrifica todo en estética a mayor gloria del guión, consiguiendo así el efecto de distanciamiento que es una marca de fábrica del cine de Fincher. Resulta irónico que la renovación del cine postmoderno venga precisamente desde las aguas del cine moderno, anterior a la postmodernidad, casi como renegando de ese mundo al que por fin llegamos a inicios del XXI. Con "Red social", David Fincher completa una trilogía (iniciada con "Zodíaco" y con "El curioso caso de Benjamin Button"... a menos que decida seguir con otra peli en la misma tendencia) en que baja un poco los pies a la tierra, se mide a sí mismo, y cambia el retrato de personajes llevados al límite por el de tipos más comunes y corrientes tratando de hacer las paces con un mundo que se les antoja extraño y casi alienígena, todo ello con toques mucho más clásicos y retrosetenteros que sus más "provocadoras" primeras pelis.

-- El soundtrack. Aunque es inevitable el uso de canciones rockeras de todo tipo por aquí y por allá, para la música incidental Fincher tomó una opción inusual: contrató a dos cabezas pensantes de la electrónica como son Trent Reznor (sí, joer, el tipo de Nine Inch Nails) y Atticus Ross. El soundtrack resultante es calmado, melancólico, inquietante, y sobre todo muy atmosférico. El uso de sonidos más o menos saturados, de electrónica ambient, de manera soterrada en algunas escenas, integrándose de manera casi orgánica con las mismas, le da a la peli una textura muy extraña, alienada, muy ad-hoc a lo que se supone es Facebook mismo cuando uno se distancia de esa puñetera interfaz azul.

IDEAL PARA: Entender un poco la cacofonía infernal de la feisbuquización y la internetización del mundo.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "RED SOCIAL":

-- "La red social" en El Blog de Int.
-- "La Red Social" en La Página Definitiva.
-- "“The social Network” -Actualizar, actualizar, actualizar…-" en Tierra de Cinéfagos.
-- "'La red social' de David Fincher" en Bilistorias.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

4 comentarios:

Piru dijo...

No he visto todavía el film, pero la mezcla Aaron Sorkin y David Fincher tiene que ser explosiva

General Gato dijo...

Lo es. En valoración estrictamente personal, es la mejor peli estreno en lo que va del año (y con lo poco que queda del mismo, es posible que el listón se quede ahí). Saludos.

Federico Desocn dijo...

Muy interesante la película, a decir verdad no es buena, sino interesante. Es sobre facebook, esa red social que habita media internet.
Hoy todo pasa por facebook o twitter, miren si será así que justo estaba pintando muros de amigos mientras leía la nota...en fin se las dejo para que se diviertan también http://www.originals-artistcollaboration.com abrazoo

General Gato dijo...

Facebook y Twitter nos han cambiado la vida y nuestra manera de relacionarnos hasta lo inconcebible, pero lo triste de la peli es que por debajo, las personas siguen siendo las mismas. La tesis de la peli es que Facebook hace negocio explotando las debilidades sociales de la gente... a una escala que es una de las empresas más valiosas del planeta. Triste si se lo piensa...

Saludos.

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