11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 28 de mayo de 2006

"El castillo andante" (2004).



-- "ハウルの動く城" ("Hauru no ugoku shiro", título original japonés), "Howl's Moving Castle" (título internacional en inglés), "El castillo ambulante" (título en España), "El increíble castillo vagabundo" (título en México). Japón. Año 2004.
-- Dirección: Hayao Miyazaki.
-- Actuación: Voces de (en el original japonés) Chieko Baisho, Takuya Kimura, Akihiro Miwa, Tatsuya Gashuin, Ryonosuke Kamiki, Mitsunori Isaki, Yo Oizumi, Akio Otsuka, Daijiro Harada, Haruko Kato.
-- Guión: Hayao Miyazaki, basado en la novela de Diana Wynne Jones.
-- Banda sonora: Joe Hisaishi.

¿DE QUÉ SE TRATA?

A ver, intentemos reseñarla sin matar la originalidad del argumento ni adelantar datos demasiado vitales... Partamos por la ambientación. Es la Mitteleuropa de comienzos del XX. Pero esta especie de Imperio Austrohúngaro con poblados suizos, palacios vieneses y paisajes alpinos, es una sociedad steampunk en donde coexisten amigablemente (o no tanto) las aeronaves de guerra propulsadas a vapor, y ciertas formas de magia relacionadas con los espíritus que vagan por los descampados. En medio de todo esto vive Sophie, una joven humilde que se dedica a la costura de sombreros para las damas elegantes. Un día cualquiera empiezan a pasarle muchas cosas raras. Es seguida por unos agentes imperiales muy... ¿"bulbosos", sería la palabra correcta? Es salvada por un misterioso joven hechicero. Es visitada por una malvada mujer que la hechiza y convierte en vieja. Y como vieja, debe partir a la búsqueda del misterioso castillo andante, una especie de fortaleza a vapor que oculta a varios misteriosos habitantes: un espantapájaros saltarín, un demonio que crepita en el fuego, un niño que sabe menos magia de lo que le gustaría, y un misterioso hechicero que es la clave de muchos entuertos que ocurren por los alrededores. Y si piensan que he destripado el argumento, alégrense: he reseñado sólo los primeros veinte minutos de trama, y queda una hora cuarenta por delante en donde ocurre de todo (bien, casi de todo: sexo no hay).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Pese a hacer "filmes de monitos", hace tiempo que debería haberse dejado de defender a Hayao Miyazaki como un gran cineasta, por innecesario: su obra lo ubica en la misma galería en que podría encontrarse a titanes como Bergman, Tarkovski o Kurosawa, cineastas con los cuales guarda más de un punto de relación. Puede decirse que Miyazaki, director de joyas como "Nausicaa del valle del viento", "Mi amigo Totoro", "Porco Rosso", "La princesa Mononoke" y "El viaje de Chihiro", es el gran cineasta de lo onírico y lo surrealista, con sus universos que mezclan magia, destino y autorrealización. Por tanto, sus filmes con absolutamente atemporales, conectando con dimensiones mucho más profundas que el aquí y el ahora. En "El castillo andante" encontramos, eso sí, de manera no demasiado velada, un fortísimo alegato contra la guerra. De creerle a Miyazaki, entonces las guerras no las gana nadie, porque sólo traen dolor y sufrimiento. Sólo la paz puede garantizar la felicidad de los personajes. Tema desgraciadamente muy de moda, y si no, díganselo a los muertitos que se están apilando hoy por hoy en las calles de Irak.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una joya de animación, por donde se mire. Miyazaki mezcla sabiamente la animación tradicional con los efectos especiales por computadora, sin abusar de estos últimos, y consigue crear una hermosísima imaginería visual, mezclando elementos tan disímiles como los paisajes de los Alpes, las máquinas steampunk y los efectos mágicos propios del manga japonés. Recordemos, por cierto, que ya Miyazaki había trabajado como dibujante de escenas en la serie de TV "Heidi", y algo de reminiscencia hay al respecto.

-- Los personajes están diseñados con todo cariño y amor. Son complejos, tienen preocupaciones y una fuerte carga dramática, pero en principio hay bondad dentro de todos ellos. Incluso los "villanos oficiales" de la historia, a las últimas resultan no ser tan maldadosos como aparentan, y sus villanías responden a móviles bastante humanos y terrenales.

-- Es un filme steampunk. ¿Stemqué? Steampunk. Para los no enterados: esa clase de historia paralela a la nuestra, en donde la tecnología a vapor se ha desarrollado al máximo. Considerando lo tacaño que el cine ha sido con el steampunk (léase filmes de baja estofa y pocas entrañas como "Wild Wild West" o "La liga de los caballeros extraordinarios"), tener "El castillo andante" es no sólo una buena noticia, sino también un lujo.

-- Es también una bellísima historia de amor. Cuando decimos "bellísima", queremos expresar conceptos tales como tacto, sutileza, emoción contenida, y no lacrimogenia desatada ni cursilería ramplona. Es evidente que la pareja protagónica está enamorada, pero cada uno está tan perdido dentro de sí mismo, que no encuentra la vía para sacar esa emoción hacia el exterior. Todo esto se grafica con un tino extraordinario, y con un final enormemente lírico.

IDEAL PARA: Ver un filme con madera de clásico.

"El Fantasma de la Opera" (2004).


-- "The Phantom of the Opera". Inglaterra / Estados Unidos. Año 2004.
-- Dirección: Joel Schumacher.
-- Actuación: Gerard Butler, Emmy Rossum, Patrick Wilson, Miranda Richardson, Minnie Driver, Ciarán Hinds, Simon Callow, Victor McGuire, Jennifer Ellison, Murray Melvin, Kevin McNally, James Fleet, Imogen Bain, Miles Western, Judith Paris.
-- Guión: Andrew Lloyd Webber y Joel Schumacher, sobre el musical del primero, basado en la novela de Gaston Leroux.
-- Banda Sonora: Andrew Lloyd Weber y Charles Hart.

-- "El Fantasma de la Opera" en IMDb.
-- "El Fantasma de la Opera" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un incendio ha consumido el Teatro de la Opera de París. Se subastan distintos objetos. Dos personas, ancianas ambas, pujan por ellos: un Vizconde, y una Madame. De pronto aparece un imponente candelabro, y ambos recuerdan, recuerdan, una sórdida leyenda asociada a dicho candelabro, un misterio nunca bien resuelto, del cual sólo ellos conocen la respuesta... Una leyenda que gira en torno a una joven cantante de ópera en ascenso llamada Christine Daié... A su enamorado el joven Vizconde... a un misterioso personaje conocido tan sólo como el Fantasma, que ronda por los sótanos de la Opera de París... a un misterioso ángel de la música que ha ido guiando a Christine con lecciones de canto para ser la estrella principal del espectáculo... A todo un mundo que existe detrás del espejo, y que lleva a los oscuros dominios de un terrorífico mago... A una serie de accidentes provocados por alguien que firma sus cartas como "el Fantasma de la Opera"... A un romance imposible entre la santidad y las tinieblas, entre la luz y la oscuridad...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Desde su publicación en 1911, la novela "El Fantasma de la Opera" de Gaston Leroux ha gozado de una popularidad quizás no demasiado elevada, pero sí de la adhesión de un reducido grupo de fanáticos que la han hecho perdurar como una pieza rara e insólita dentro de la literatura de aquellos años, y que le ha valido adaptaciones fílmicas de todos los presupuestos y calañas posibles. El prolífico Andrew Lloyd Weber la adaptó para un exitoso musical de Broadway, pero su ambición llegaba más lejos. Deseaba verla concretada algún día en forma de una gran película, filmada con toda la suntuosidad que la historia requería. No era la primera vez que una de Lloyd Weber pasaba de Broadway a Hollywood: ya ese viaje lo habían emprendido "Jesucristo superestrella" y "Evita", y con un éxito bastante aceptable. La producción de "El Fantasma de la Opera" tomó una enorme cantidad de tiempo, pero consiguió fichar a Joel Schumacher, quien ha tenido una carrera fílmica sumamente irregular con filmes interesantísimos como "Un día de furia" o "Enlace mortal", junto con bodrios inenarrables como "Batman eternamente", "Batman y Robin" u "8 milímetros". El resultado es una ópera gótica hecha cine, una de las mejores pelis del año 2004, que ofrece todo lo que el buen cine puede dar de sí: un gran espectáculo. Una lástima que en su tiempo haya tenido un desempeño bastante discreto, en particular considerando que lo gótico es tópico de moda; merecía mejor suerte que muchos subproductos fílmicos pretenciosamente intelectuales, o desvergonzadamente faltos de calidad.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Básicamente, es un musical filmado. Es la obra de Andrew Lloyd Weber, entera. Cantada. Y la partitura de Lloyd Weber, aunque bastante básica, efectista y limitada a cuatro o cinco temas que se repiten constantemente (el de Christine, el del Fantasma, el de ambos, la pieza operática... y creo que me faltan uno o dos leit motivs musicales) está compuesta con una fuerza emotiva tal, que cuesta no remecerse con momentos memorables como el dueto entre el Fantasma y Christine ("The Phaaaaaaaantom of the Opera is there... inside your mind...").

-- Joel Schumacher está más acertado que nunca. Este realizador que trata de meter cuñas gays y preciosistas en todas las películas que toca, aquí está a sus anchas, porque el ambiente que debe describir es justamente el encanto sofisticado, suntuoso y decadente de finales del XIX. O sea, muchas cortinas, muchos encajes, muchos decorados en las paredes, y un encanto decadentista particular. Consigue construir bien la ambigüedad entre el "mundo de arriba" y el "mundo de abajo", ambos al mismo tiempo tan distintos y tan iguales.

-- La elección de los intérpretes no puede estar más acertada, más aún si se considera que todos ellos cantan al natural, sin doblajes (con la obvia excepción de Minnie Driver, que aunque tiene estudios operísticos, según sabemos, fue reforzada con el doblaje de una cantante de ópera especialmente contratada para el efecto). Inclinarse por actores desconocidos fue la mejor garantía de que los grandes nombres no opacaran la historia. Emmy Rossum está magnífica como la ingenua Christine, Gerard Butler encarna a un Fantasma plagado de mala leche, y Wilson encarna muy bien a un Raoul que puede ser heroico y valiente, pero también chulesco y petulante. Miranda Richardson y Minnie Driver dan lo mejor de sí, como siempre, construyendo secundarios que brillan por peso propio, pero sin opacar la historia de verdad.

-- Es una película llena de secuencias que a primera vista es difícil sacarles mayor provecho, pero que están bellamente resueltas: el dueto de Christine y el Fantasma ("The Phantom of the Opera"), la canción de amor entre Raoul y Christine, la mascarada, el duelo a espadas, la escena del candelabro... La única palabra que cabe para describir todo esto es simplemente "hermoso".

IDEAL PARA: Ver una gran y oscura historia de amor.

viernes, 26 de mayo de 2006

"Misión Imposible III" (2006).


-- "Mision: Impossible III".
-- Dirección: J.J. Abrams.
-- Actuación: Tom Cruise, Ving Rhames, Keri Russell, Philip Seymour Hoffman, Bahar Soomekh, Jonathan Rhys Meyers, Billy Crudup, Simon Pegg, Michelle Monaghan, Maggie Q. Estados Unidos. Año 2006.
-- Guión: Alex Kurtzman, Roberto Orci y J.J. Abrams, basados en la serie televisiva creada por Bruce Geller.
-- Banda Sonora: Michael Giacchino.

-- "Misión Imposible III" en IMDb.
-- "Misión Imposible III" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El agente Ethan Hunt (interpretado por, ¿no adivinan quién?, ¡sí, Tom Cruise!) está a punto de contraer matrimonio, pero el deber se interpone. Una agente a la que él mismo ha entrenado y recomendado, se pierde en Alemania, en medio de la persecusión a un importante traficante de armas. El agente Hunt lleva a cabo una misión de rescate que sale todo lo mal que puede salir. Como queda bastante mal parado, pues bien, la única solución es ir derechamente a por el traficante de armas él mismo y su equipo (¿y por qué no lo hizo el resto de la agencia? Pues bien, inepcia oficial, que le llaman...). Llevan a cabo un operativo completo en Roma, más precisamente en el interior de la ciudadela del Vaticano, y las cosas resultan... ¿cómo resultan...? Pues bien, todo es enormemente más complicado de lo que parece. El asunto gira en torno a la enigmática Pata de Conejo, un misterio tan misterioso que ni la propia Fuerza Misión Imposible sabe de qué va la cosa, pero como el asunto es fregar a los malos, entonces hay que ir a por ella (como cierto anillito forjado por el Mal en el Monte del Destino, en cierta saga tolkeniana). Y créanme, el asunto se enturbia de veras, porque el traficante de armas, de que es malo, es malo. De los de en serio. De los que te meten una pastillita de nitroglicerina por la nariz para volarte la cabeza desde adentro, a control remoto.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por allá por el lejano 1996, un actor chulesco llamado Tom Cruise había comprado los derechos de la antigua serie sesentera "Misión Imposible" y había proyectado llevarla al cine. Tanto la decente "Misión Imposible" como la horripilante "Misión Imposible II" había sido éxitos de taquilla, y era raro que "Misión Imposible III" se tardara tanto. Pero llegó. La primera tenía un regusto ligero (más bien "light") a la serie de TV, y la segunda tenía un parecido puramente casual. Tomando nota de lo que pasa cuando encargas un filme al decadente Brian de Palma o al sobradísimo John Woo, Tom Cruise encargó la faena para la tercera a J. J. Abrams, tipo sin experiencia en el cine (como no sean los guiones de "Armagedón" y "Eternamente joven"), pero que en televisión tenía un envidiable currículum como el prohombre tras "Felicity", "Alias" y "Lost", y por tanto, hombre en la actualidad al tope de la bandera. Por otra parte, después del follón de las Torres Gemelas, el mundo se ha vuelto un lugar mucho más turbio para vivir, y eso también se ve reflejado en esta película, muy influida por tópicos como "la lucha contra el terrorismo" y similares. O sea, ver a traficantes de armas caminando por el Vaticano, hombres del gobierno de Estados Unidos taficando con los malos para salvar la Seguridad Nacional (¿?), acciones contra China... Muy ficción será esta película (y a veces harto ficticia), pero de fondo hay más de algún guiño a la situación geopolítica actual para erizar los pelos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- J.J. Abrams. Es que la película entera es prácticamente su obra. ¡Si hasta consiguió que Tom Cruise no robara indiscriminadamente cámara! Escribió un guión que, digámoslo ya, quizás no merece el calificativo de "inteligente", pero que sí es bastante funcional. También la filmó como si fuera un capítulo de "Lost", y el resultado es francamente bueno. Y para colmo llamó para la banda sonora a Michael Giacchino, responsable del la música incidental de "Lost". Y para que no digan, Keri Russell había sido anteriormente la protagonista de "Felicity", para que todo quede en familia...

-- Es un filme de acción tópico, y ninguna de sus escenas supondrá ninguna revolución, pero la estructura de guión elegida le añade un sentido ciertamente trágico. La simple inserción de la secuencia inicial en dicho lugar la convierte en una historia bastante sobrecogedora. Eso es un logro. Pocas películas de acción, hoy en día (por no decir ninguna) consiguen ese efecto. Ahora sí que parece que la Fuerza Misión Imposible realiza misiones imposibles.

-- Chicas bonitas. No hay sexo, pero se ven sexies. Keri Russell se ve bastante libidinosa como chica dura, Maggie Q luce un vestidito digno de una peli softcore de alto presupuesto (lástima que no se lo quite), Michelle Monaghan da bien el tipo de "belleza casera", e incluso hasta la jefa de seguridad del malo, a pesar de lo poco que aparece, se hace notar.

-- Michael Giacchino. Ya dijimos que compuso la banda sonora de "Lost", pero no mencionamos su increíble trabajo en, valga la redundancia, "Los Increíbles". Acá es bastante respetuoso a la canción original, algo que se agradece por cierto, y compone una banda sonora bastante discreta, pero que acompaña notablemente bien. Y es que es obvio que Giacchino se siente muy cómodo con esos sones que homenajean a las series antiguas de espías (el soundtrack de "Los Increíbles" homenajeaba abiertamente a Monty Norman y John Barry, compositores de las bandas sonoras de James Bond).

IDEAL PARA: Ver una película de acción que funciona distrayendo un par de horas.

"En buena compañía" (2004).


-- "In Good Company". Estados Unidos. Año 2004.
-- Dirección: Paul Weitz.
-- Actuación: Dennis Quaid, Topher Grace, Scarlett Johansson, Marg Helgenbergen, Selma Blair, Malcolm McDowell.
-- Guión: Paul Weitz.
-- Banda Sonora: Damien Rice y Stephen Trask.

-- "En buena compañía" en IMDb.
-- "En buena compañía" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Dan Foreman es el ejecutivo medio de cierta edad, en proceso de envejecimiento. Su puesto de trabajo en el departamento de ventas de la revista Sports America parece inamovible, hasta que el magazine es adquirido por un súpermegaconglomerado económico de estética e ideales seminazistoides (¡sinergía!, ¡unión!, esa clase de cosas). En consecuencia, llega al cargo de jefe un imberbe que va derecho a la escalera del éxito de los yuppies (¡oye, los '80s terminaron!). Sucede lo inevitable: el macho viejo con experiencia debe soportar el embate del macho joven ascendente en la manada. El viejo accede a degradarse porque tiene una familia que mantener, pero el joven no es exactamente un tiburón, oh, no, de ninguna manera. El sólo quiere hacer las cosas correctamente, y en el fondo, debajo de capas y capas de timidez, y de más de un poco de joputería de paso, demuestra tener un corazoncito de oro. Primero se aprovecha del vejete, extorsionándolo (o trabajo de asesor, o la calle), pero después descubre que la hija del vejete está de muy buen ver (siendo Scarlett Johansson, quien puede culparlo). Y comienza un romance clandestino. Al papá, maldita la gracia que le hace ver al jovencito invadiendo todas las parcelas de su vida. Así es que se dispone a (¡¡¡CHACHÁN!!!) enseñarle un par de profundas lecciones sobre lo que es la vida, etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Grandes corporaciones. Están por todas partes. Conocemos sus mecanismos para hacerlas tan rentables: compran una empresa, despiden a la mitad del personal, y hacen trabajar el doble al resto por la misma paga, y el que reviente no importa porque allá afuera hay cincuenta o cien veces la cantidad de trabajadores despedidos, que matarían y se dejarían sodomizar por ese mismo puesto. "En buena compañía" es una visión humanitarista, en formato de comedia post-grunge noventera, sobre este fenómeno social en donde lo nuevo amenaza comerse a lo viejo, y cosas así.

¿POR QUÉ VERLA?

-- A pesar de lo deprimente de su tema, la película se la juega por un tono de comedia seria que le viene bastante bien. No es un drama (no mucho, por lo menos), ni tampoco es una comedia del absurdo, sino una historia ligera y no demasiado trufada de chistes fáciles. Comedia de situaciones, que las llaman.

-- Dennis Quaid. Este actor envejece y envejece y envejece, y sigue sin darle el palo al gato con un rol que lo catapulte a una fama verdadera. O acaso no quiere, lo que es una opción de vida válida y respetable, por lo demás. Lo que no cabe duda, es que Quaid es uno de los mejores actores de su generación, injustamente postergado, y aquí muestra una vez más su talento y bonhomía para hacer personajes con características positivas y negativas a un tiempo. Le acompaña muy bien Topher Grace, en uno de sus primeros roles importantes en el cine, como el niñato rico y mimado que en realidad anda desorientado por la vida como una vaca en un concierto de cámara. A cambio, Scarlett Johansson no está demasiado lucida, y no pasa del discreto rol de la musa del chico y la niña de los ojos del padre; no es que no esté linda como siempre, sino que el papel de ella es tópico a más no poder, y ella, en esta ocasión al menos, no se esfuerza excesivamente por sacarle partido. No se fijen mucho ni en Selma Blair ni en Malcolm McDowell, cuas fugaces apariciones son casi cameos de ellos interpretándose a sí mismos, o en todo caso, a sus roles estereotipados de siempre.

-- La trama tiene su gracia, aunque en verdad se nos venden dos historias por el precio de una (la lucha intracorporativa de los machos alfa, y el romance del jefe joven con la hija del empleado viejo). Ambas no juntan ni pegan mucho, pero componen un cuadro divertido, y resuelto de manera no diremos enérgica, pero sí eficiente.

-- Tiene moralina, pero no se revuelca en ella. Lo justo y preciso para que entendamos el mensaje entre líneas, sin atosigarnos con un discurso pedagógico sobre las virtudes del humanitarismo vs. la lacra social de las megacorporaciones.

IDEAL PARA: Ver una comedia corporativa con actores carismáticos en el reparto.

viernes, 19 de mayo de 2006

ESPECIAL MENSUAL Nº 3: VIAJE A LAS ESTRELLAS (PARTE 2).

En Marzo pasado, para nuestro primer mes, hicimos un especial de "cine clásico". En Abril pasado, para nuestro segundo, hicimos como especial la primera parte de "Viaje a las estrellas". Ahora, en Mayo, al cumplir tres meses de vida, Cine 9009 publica la segunda parte del especial de "Viaje a las estrellas", con las cinco películas restantes. Es de recordar que Viaje a las Estrellas se acerca peligrosamente a la cuarentena, y para quienes apostaban a que estaba muerta, después de la cancelación de todas sus series de TV y una película "de despedida" como pretendió ser la última hasta la fecha, pues bien, hay proyectos para hacer "Viaje a las estrellas XI", o como se llame. Vendría de la mano de J.J. Abrams, conocido por proyectos televisivos interesantes como "Alias" y "Lost", y también por hacerse sus pinitos en "Misión Imposible 3", así es que a cruzar los dedos por una de las sagas más interesantes de todos los tiempos.
Las películas de este segundo especial son:

"Viaje a las estrellas VI: El país desconocido".
"Viaje a las estrellas: La nueva generación".
"Viaje a las estrellas: Primer contacto".
"Viaje a las estrellas: Insurrección".
"Viaje a las estrellas: Némesis".

Y para quienes no se acuerden, las del primer especial fueron:

Viaje a las estrellas: La película.
Viaje a las estrellas II: La ira de Khan.
Viaje a las estrellas III: La búsqueda de Spock.
Viaje a las estrellas IV: El regreso a casa.
Viaje a las estrellas V: La última frontera.


¡Ah! Por ahí hubo algunas quejas de los fanáticos jedis, sobre por qué le dimos especial a "Star Trek", y hasta el momento no hemos hablado nada de "Star Wars". ¿Saben una cosa? Tienen razón. Por el momento no hay planes concretos para publicar sobre el particular en Cine 9009, pero tenemos el pedido muy en mente, así es que, con algo de tiempo, postearemos algo. Por lo pronto no será un especial del próximo mes, porque para desmarcarnos un poco del cine espacial (al que hemos dedicado además "Solaris", la primera y el remake, "Aeon Flux", "Héroes fuera de órbita" y otras más), haremos un especial de temática diferente para Junio. Pero los fanáticos starwarseros, un poco de paciencia, que no han caído en el olvido. Palabra de Capitán Gato (sí, los gatos tenemos palabra, ¿bien?).

"Viaje a las estrellas: Némesis" (2002).


-- "Star Trek: Nemesis". Dirigida por Stuart Baird. Protagonizada por Año 2002.
-- Dirección: Stuart Baird.
-- Actuación: Patrick Stewart, Jonathan Frakes, Brent Spiner, LeVar Burton, Michael Dorn, Marina Sirtis, Gates McFadden, Tom Hardy, Ron Perlman, Dina Meyer. Estados Unidos.
-- Guión: John Logan, sobre una historia de éste, Brent Spiner y Rick Berman, basados en la serie de televisión creada por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Jerry Goldsmith.

-- "Star Trek: Némesis" en IMDb.
-- "Star Trek: Némesis" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El Enterprise emprende rumbo hacia el Imperio Romulano, el que iba faltando en la macromegasaga cósmica Star Trek (ya habían aparecido los borg, y por favor, ¡ya no más klingons!). Se supone que debería venir la paz o algo así, algo bastante improbable porque si todos los enemigos de la Federación se hacen amigos, ya no se pueden hacer más películas Star Trek (o eso, o se inventan villanos nuevos). Nada más llegar hasta donde los romulanos, se encuentran con que éstos son manipulados por un indeseable llamado Shinzon, que tiene sendos planes para hacer caldo con los humanitos. Y ahí no acaba la cosa: Shinzon no es un romulano, sino que es humano. Peor aún: Shinzon es (¡¡¡CHACHÁN!!!) un clon del Capitán Picard. Ahora la tripulación del Enterprise lucha no sólo para salvar a la Federación, sino tambiuén para preservar el patrimonio genético de su bienamado capitán, y que, oiga usted, tiene que valer un dineral, toda vez que él es el único que sabe actuar en toda la Nueva Generación...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Esta película tenía que ser icónica, por varias razones. En primera, los filmes de la Nueva Generación no habían funcionado tan bien en taquilla ni en crítica (y con razón) como los clásicos con Kirk y compañía. En segunda, aunque habían tenido un momento álgido con "Primer contacto", lo cierto es que después del despeñadero que había sido "Insurrección" era difícil pensar en continuar la saga, así es que se acababa la gallina de los huevos de oro, máxime considerando que por ese tiempo se había cancelado la serie "Star Trek: Voyager", y "Enterprise" había comenzado de manera harto vacilante. En tercera, la Nueva Generación ya estaba pasando a la jubilación, y la pechugona Marina Sirtis ya estaba envejeciéndose en su rol de alienígena empática, así como antaño a Nichelle Nichols habían comenzado a pesarle los años desde que se calzara la minifalda de Uhura. En cuarta, era la décima película, y en nuestro sistema de notación numérica índicoarábigo de base 10 y con cero, era mejor tener un "Viaje a las estrellas 10" que quedarse en un "Viaje a las estrellas 9", particularmente si ese "9" había sido un producto tan infame como "Insurrección". Así es que se dejaron de tratar de emular cosas filosóficas, y se fueron a la carne, a lo esencial, o sea, a una historia puramente mitológica, con un villano también mitológico en Star Trek, cuales eran los incomprendidos romulanos. El resultado, pues bien... Fue mejor que "Insurrección", pero no es mucho decir, porque en realidad cualquier película, trekkie o no, es mejor que ésta, con algunas deshonrosas excepciones.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Se habían imaginado ustedes alguna vez ver una película de "Star Trek" gótica...? Esta lo es. Estando por todo lo alto la moda gótica, Star Trek se sumó. La trama de "viaja al Imperio Romulano para sacar de ahí al villano" es la versión trekkie del viejo cuento del castillo del vampiro. Los decorados son oscuros, los trajes amplios, la apariencia de los villanos es vampírica. De lejos, lo mejor y más recomendable de esta película es el apartado visual, distante años luz de la característica estética iluminada de las películas anteriores y las series de televisión. Incluso el propio villano, Shinzon, entabla una especie de relación vampírica con el Capitán Picard, ya que pretende capturarle para sustraerle el ADN que le permitirá escapar de una enfermedad degenerativa incurable (un villano víctima de una maldición gótica: la muerte inminente). Ya por el puro planteamiento, inusual en Star Trek, esta película merece un visionado, aunque la trama no sea arreglada de la mejor manera (al final todo acaba en la clásica batallita entre naves espaciales, por cierto bastante cutre y predecible), y no se ahonde mayormente en la relación entre el héroe y el villano, que prometía dar mucho jugo de sí, y al final quedó en pulpa molida. Pero en fin.

IDEAL PARA: Ver una de Star Trek con sucedáneos de vampiros y castillos góticos. Y que además parece ser la última de la Nueva Generación, y así como va el asunto, también la última de Star Trek, al menos en muchos años [UPGRADE 19-IX-2013: Fue la última en siete años, y luego vino reboot].

"Viaje a las estrellas: Insurrección" (1998).


-- "Star Trek: Insurrection". Estados Unidos. Año 1998.
-- Dirección: Jonathan Frakes.
-- Actuación: Patrick Stewart, Jonathan Frakes, Brent Spiner, LeVar Burton, Michael Dorn, Gates McFadden, Marina Sirtis, F. Murray Abraham.
-- Guión: Michael Piller, sobre una historia de éste y de Rick Berman, sobre la franquicia creada por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Jerry Goldsmith.

-- "Viaje a las estrellas: Insurrección" en IMDb.
-- "Viaje a las estrellas: Insurrección" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Esa aburrida cosa semiandrógina que responde al nombre de Comandante Data, o Lugarteniente Data, o lo que sea Data, descubre que hay un planetucho de tres al cuarto que rechaza toda clase de tecnología. La tripulación del Enterprise descubre de paso que hay un complot de la Federación en contra de dicho planetucho porque, verán, en él está la fuente de la inmortalidad o algo por el estilo. Vienen entonces una serie de batallitas en la superficie y en el espacio que no debieron haber sido demasiado vistosas, porque cometí la indelicadeza de maullar un par de veces, darme vueltas en mi cojín favorito, echarme, estirar las patas y afilar las garras, retraer las patas, acomodar la cabeza entre ellas y echar una buena pestañeada.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

"Viaje a las estrellas: Primer contacto" había sido una buena película trekkie, y en general, una buena película a secas, o por lo menos, de un nivel aceptablemente superior al promedio. Por lo que Jonathan Frakes quedó llamado automáticamente a dirigir por segunda vez, una secuela. La película iba a tocar algunos temas que vagamente estaban en el aire, como la posibilidad de Estados Unid... perdón, de la Federación de meterse en otros planetas sin respetar su desarrollo cultural, el espinoso temita de qué hacer cuando unos tercermundistas del espacio tienen una enorme riqueza biológica entre las manos que quizás no compartirían de buena gana, etcétera. La idea era esa. Y quien diga que la película estaba a destiempo o era una premonición del bochornoso follón que los yankis se han mandado en Irak desde 2003, olvidan que en 1998 los yankis estaban metidos hasta la yugular en Kosovo, por no hablar de los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas en la Amazonia, así que el tema era bien actual en ese tiempo, tanto como ahora.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Me gustaría decir que porque tenían una gran historia entre las manos. O porque el villano viene interpretado por el gran y único F. Murray Abraham (el villano de "Amadeus" y "El último héroe de acción"). O porque Patrick Stewart repite una vez más en el protagónico. O porque suponíamos que Jonathan Frakes podía dirigir mejor de lo que lo hizo, en particular por los buenos resultados de "Primer Contacto". Por cualquier cosa. Lo que sea. Cuando empecé a ronronear y cerré los ojos, llevaba ya media película (45 minutos a una hora, más o menos), y aún no pasaba nada interesante. Y cuando digo nada interesante, me refiero a: ninguna actuación decente, ningún personaje atractivo, ninguna estética novedosa, ninguna profundidad temática, ningún giro impactante de guión, nada. Soy un flojo gato de chalet, de eso no hay duda, y me fastidia esforzarme por presionar con la pata el botón para cambiar el control remoto del TV, o por pasarme de una sala a otra del multicine, por lo que prefiero ser optimista y encontrar aunque sea la quinta pata del yo para hacer que ver una película valga la pena. Pero en este caso, nada. Nada de nada. Realmente nada. Ofensivamente nada. Desoladoramente nada.

-- Quizás los trekkies la quieran ver. Puede que a alguno hasta le guste, vaya uno a saber.

IDEAL PARA: Maullar un par de veces, darse vueltas en el cojín favorito, echarse, estirar las patas y afilar las garras, retraer las patas, acomodar la cabeza entre ellas y echar una buena pestañeada, o lo que sea que ustedes los humanos hagan en reemplazo de todos los pasos anteriormente mencionados.

"Viaje a las estrellas: Primer contacto" (1996).


-- "Star Trek: First Contact". Estados Unidos. Año 1996.
-- Dirección: Jonathan Frakes.
-- Actuación: Patrick Stewart, Jonathan Frakes, Brent Spiner, LeVar Burton, Michael Dorn, Gates McFadden, Marina Sirtis, James Cromwell, Alice Krige.
-- Guión: Brannon Braga y Ronald D. Moore, sobre una historia de estos dos y de Rick Berman, basados en la franquicia creada por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Jerry Goldsmith.

-- "Viaje a las estrellas: Primer contacto" en IMDb.
-- "Viaje a las estrellas: Primer contacto" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Los borg, los villanos más pintorescos de "Viaje a las estrellas" desde que los klingon aparecieron tomando sopa, atacan a la Tierra misma. Luego de una vistosa batalla espacial en que un cubo borg entero es reventado en el espacio, por iniciativa del Capitán Picard (que fue asimilado por los borg otrora y pasó una temporadita como Locutus, según vimos, o según vieron otros en la serie televisiva mejor dicho, que yo me enteré por Internet, si tan friki no soy). Pero los borg sobreviven, y envían una sonda al pasado, por esas convenientes disrupciones temporales que aparecen cuando les conviene a los guionistas, asimilando a la Tierra entera un par de siglos antes de la batalla. Con los últimos restos de cachilupicronopartículas de la estela borg, el Enterprise se lanza valientemente. Ahora, la batalla entre borgs y humanos se prolonga en el siglo XXI, y el blanco borg es bien claro: desean impedir el "primer contacto", cuando los humanos descubren otra raza alienígena (los vulcanos), para que la Federación nunca llegue a nacer, y así no haya contrapeso posible para su poder. Con lo que la tripulación del Enterprise tendrá el honor de conocer nada menos que a Zephran Cochrane, creador del vuelo wapr, y por tanto, el Werner von Braun y Louis Armstrong del siglo XXI, todo en uno. Y, además de lidiar contra los odiosos borg, deberán hacerlo con un héroe que, pues bien... simplemente no tiene pasta de héroe.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después de la no muy decente "Viaje a las estrellas: La nueva generación", había que enrielar la saga de nuevo, si los productores querían seguir pariendo películas y ganando con ello. Esta vez fue Jonathan Frakes, el sucedáneo liofilizado de Charlon Heston que es el Comandante Riker en la serie, el encargado de la dirección. Y, francamente, Frakes tiene más habilidad e instinto como director, que talento y presencia actoral. En general, el resultado fue todo lo bueno que se puede, contando con la triste presencia de los "I was a teenager Star Trek" en vez de la vieja guardia de la serie primitiva.

¿POR QUÉ VERLA?

-- En primera, es una space opera bastante aceptable. Hay una buena escena de batalla espacial al comienzo, imponente destrucción de cubo borg incluida, y después hay algunas logradas secuencias de enfrentamientos cuerpo a cuerpo entre borg y humanos, incluyendo una en ambiente gravedad cero.

-- La caracterización de los borg como villanos cyberpunk es verdaderamente atemorizante. La amenaza borg es tanto más inquietante porque no te van a matar físicamente como un klingon o un romulano al uso, sino que te sumirán en un estado zombie de muerte en vida llamado "asimilación", en donde serás mitad humano y mitad máquina, y sin voluntad propia, dependiente para todo de "la Colmena". Una idea cargada de implicancias filosóficas, que la película explota hábilmente, mostrando que hasta la más rígida estructura jerárquica de partido necesita de un poco de individualidad para ser flexible y sobrevivir.

-- El drama principal de la película es un trasunto del viejo tema de "Moby Dick". El Capitán Picard ha sido asimilado por los borg y recuperado después para la Humanidad, y no olvida esta experiencia traumática que para él es casi una mutilación, así es que su cacería contra los borg es, más que una lucha por la justicia o por la supervivencia humana, casi una pulsión demoníaca, al estilo del Capitán Achab contra Moby Dick. Esto, potenciado al máximo por la adecuada interpretación de Patrick Stewart, que como es habitual, se merienda a la barbacoa a todo el resto de la tripul... perdón, del elenco.

-- Hay también un fuerte elemento desmitificador en la serie, al mostrar la enorme dicotomía que suele haber entre los registros históricos, siempre apologéticos y con aromas de santidad, y la cruda realidad de que nuestros héroes y personajes históricos de siempre eran seres humanos con muchas miserias y cadáveres escondidos en el armario. Así, el glorioso "primer contacto" de humanos y vulcanos se produce no como una aventura épica gloriosa, sino como fruto de la más pura casualidad (verán, la Humanidad era pobre como rata de iglesia, venía saliendo de una guerra nuclear, y casualmente pasaba una nave vulcana cuando Cochrane hizo su experimento warp). Y el propio Zephram Cochrane, admirado por la tripulación del Enterprise como una especie de Newton o Einstein de la astronáutica, es en realidad un vejete tímido e inseguro, que se refugia en el alcohol, y que jamás hubiera llegado a ninguna parte de no ser por la providencial ayudita que le prestan quienes le admiran como un gran personaje histórico. A esto contribuye, por supuesto, la cuidada interpretación del gran James Cromwell.

-- La estética es todo lo cuidada que se puede, luchando una vez más contra ciertas evidentes limitaciones presupuestarias (el látex en los implantes faciales campea a sus anchas). Y eso también se agradece.

-- Y para los trekkies, finalmente, la gran oportunidad de ver un episodio histórico: la primera vez que los vulcanos y los humanos se encuentran cara a cara, y los vulcanos hacen ese gracioso saludito de "larga vida y prosperidad".

IDEAL PARA: Ver una película de aventuras "como las de siempre", entrañable y humana, y además, con ideas y conceptos de cierta profundidad.

"Viaje a las estrellas: La nueva generación" (1994)


-- "Star Trek: Generations". Estados Unidos. Año 1994.
-- Dirección: David Carson.
-- Actuación: Patrick Stewart, William Shatner, Jonathan Frakes, Brent Spiner, Levar Burton, Michael Dorn, Gates McFadden, Marina Sirtis, Malcolm McDowell, James Doohan, Walter Koenig, Alan Ruck, Whoopi Goldberg, Jacqueline Kim, Patti Yasutake, Barbara March, Gwynyth Walsh, Chris J. Miller, Tim Russ, Majel Barrett (voz de la computadora del Enterprise).
-- Guión: Ronald D. Moore y Brannon Braga, basados en una historia de estos dos y de Rick Berman, sobre el universo narrativo creado por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Dennis McCarthy.

-- "Viaje a las Estrellas: La nueva generación" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas: La nueva generación" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Fecha estelar... ejem... nosécuánto, quémeimporta. El caso es que ésta es de esas películas "con prólogo" varios años antes. El nuevo Enterprise número algoguiónalgo (¡si quieren detalles, pregúntenle a un friki, caramba!) parte con algunos miembros de la viejísima tripulación del Enterprise, ahora con evidentes problemas reumáticos, artríticos, de hipertensión y visuales (la edad, que le dicen). Se suponía que iba a ser un vuelo de rutina (siempre se supone lo mismo), pero aparecen los problemas (siempre aparecen). Se topan con una fuente de energía, el nexus, que casi hace pedazos la navecita, que se salva porque Kirk hace el héroe... y desaparece en el intento. Muchos años después, ya en tierras, o aguas, o espacio mejor dicho, de "La nueva generación", la penosa tripulación del Capitán Picard acude para investigar un misterioso incidente que involucra a una nube nexus. Descubren que la dichosa nube aniquila planetas y estrellas allí donde se cruza, y peor aún, anda un científico alienígena dando vueltas que le importa un carajo reventar civilizaciones completas si con ello consigue ponerse en el camino del nexus, porque verán, el dichoso nexus es en realidad un portal hacia la dicha y felicidad eterna. La única esperanza del Capitán Picard para parar al alienígena tan loco que no le importa sacrificar cualquier cosa a cambio de felicidad eterna, es encontrarse con, ¿adivinan quién...? Sí, Kirk no estaba muerto. Así es que, en mejor estilo de cómics cross-over como "Superman contra Olafo", ambos unen fuerzas para detener al científico loco que, a pesar de ser alienígena, tiene los humanísimos rasgos de Malcolm McDowell.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Después de que en "Viaje a las estrellas VI" el elenco antiguo de la serie se había despedido, había un problema para continuar haciendo películas: ¿cómo metemos a la nueva generación? Eso, en particular teniendo en cuenta que, a diferencia de los carismáticos actores alrededor de Shatner, Nimoy y Kelley, la gente alrededor de Picard son una panda de inútiles y desangelados que parecieran sobrevivir capítulo a capítulo de la serie televisiva más por deus ex machina del guionista que por cualidades heroicas propias. La mejor solución: los veteranos apadrinan a los noveles. Eso impone hacer un cruce entre actores separados por el tiempo, pero como esto es una de Sci-Fi, pues bien, se inventa un fenómeno espaciotemporal que conecte ambos tiempos, y asunto arreglado. Ojalá hubieran llamado a Nicholas Meyer (director de "Viaje a las estrellas II" y "Viaje a las estrellas VI"), porque el resultado hubiera sido mejor; en vez de eso convocaron a un donnadie cuyo currículum, no por casualidad, está constituido mayoritariamente por episodios para series de TV. Los resultados (¿cuáles?) están a la vista.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es de visionado obligado para cualquiera que quiera interiorizarse en los pormenores de "Viaje a las estrellas", fundamentalmente porque es la película en donde ambas tripulaciones se cruzan. A la mala, con fórceps, pero se cruzan.

-- El concepto básico (una distorsión espaciotemporal en cuyo interior se encuentra la felicidad absoluta) es sumamente poderoso. ¡Qué no hubiera hecho Tarkovski con un material así entre las manos! Por desgracia, esta película es el clásico exponente de "buena idea chapuceramente desarrollada". Hay tantos personajes que entran y salen del nexus casi a voluntad, que uno puede buenamente preguntarse qué tan absoluta era esa supuesta felicidad absoluta, si quienes entran no tienen ninguna dificultad aparente en salir de allí (se supone que debería costarme un mundo abandonar un lugar que teóricamente es más divertido incluso que las 72 huríes del Paraíso).

-- Es una nueva muestra de la vulgaridad cowboy yanki del Capitán Kirk. O sea, vemos claramente que para él, la felicidad absoluta es un ranchito aislado en el Medio Oeste americano. No un puesto en Oxford, no un lugar en un laboratorio científico, no escribiendo libros ni componiendo música, ni siquiera su trabajo de siempre de salvar la galaxia desde un puente de mando. Nada de eso. La felicidad suya es "quiero una granja y déjenme en paz".

-- Malcolm McDowell. Para los fanáticos de Malcolm McDowell. O sea, hace el mismo villano de siempre. Quienes gusten de ver a Malcolm McDowell haciendo el mismo villano de siempre estarán de plácemes una vez más. Quienes empiecen a cansarse de ver al mismo canoso poniendo cara de pasado de roscas, pues bien, ejem...

IDEAL PARA: Hacerse una idea de qué podría pasar cuando le encargas pintar la "Mona Lisa" o "El nacimiento de Venus" al maestro de brocha gorda que hace carteles dos esquinas más abajo de tu casa.

"Viaje a las estrellas VI: El país desconocido" (1991)


-- "Star Trek VI: The Undiscovered Country". Estados Unidos. Año 1991.
-- Dirección: Nicholas Meyer.
-- Actuación: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan, Walter Koenig, Nichelle Nichols, George Takei, Kim Cattrall, Mark Lenard, Grace Lee Whitney, Brock Peters, Leon Russom, Kurtwood Smith, Christopher Plummer, Rosanna DeSoto.
-- Guión: Nicholas Meyer y Denny Martin Flinn, basados en una historia de Leonard Nimoy, Lawrence Konner y Mark Rosenthal, sobre los personajes creados por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Cliff Eidelman.

-- "Viaje a las Estrellas VI: El país desconocido" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas VI: El país desconocido" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un accidentito de menor cuantía (la luna klingon Praxis que explota, nada del otro jueves, tratándose de una saga megagaláctica) deja al planeta natal klingon a punto de irse al demonio en 50 años por destrucción de su capa de ozono. Su única alternativa de supervivencia es terminar su interminable guerra contra la Federación, y unirse a ella. Con la miopía característica de los altos mandos militares de todos los tiempos y lugares, la Flota Estelar envía en misión diplomática a... ¿quién? Al Capitán Kirk. Un error no sólo porque el Capitán Kirk es vulgar y cutre, y además tiene un largo y nutrido historial de desobedecer órdenes, sino también porque su hijo bast... perdón, ilegítimo, fue asesinado por klingons en una película anterior. Como suele pasar, las cosas se ponen un poco complicadas para la gente de la Enterprise porque, ¡ups!, un torpedo fotónico aparentemente disparado desde el chiche volante de Kirk impacta contra la nave diplomática, y los diplomáticos klingon mueren asesinados. Kirk acaba con sus huesos, después de un simulacro de juicio, en Rura Penthe, el odioso y cartonpiédrico asteroide prisión klingon, mientras que su tripulación se desvive por probar su inocencia, ya que se prepara nada menos que un atentado político para desbaratar cualquier posibilidad de paz con los klingon. Ahora viene lo bueno: probar la inocencia de Kirk y los suyos, descubrir a los complotadores contra la paz, y por añadidura, en tiempo limitado porque se acerca la conferencia de paz, y para ese día tiene que estar todo listo y ajustado. O sea, más o menos lo de siempre.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Con su brillante astracanada de "Viaje a las estrellas V", William Shatner había dejado la saga trekkie al borde del abismo. Se imponían medidas de emergencia para proteger a la saga de su principal protagonista. Aprovechando que se acercaba la celebración de los 25 años de la serie televisiva, apostaron por una nueva película, basándose en una historia de Leonard Nimoy, y para no correr riesgos, llamaron a Nicholas Meyer, quien ya había hecho sus pinitos en "La ira de Khan". Además, usaron un tema por ese entonces taquillerísimo, cual es el final de la Guerra Fría, emblematizado en la rendición de los soviet... ejem, los klingon, a la Federación, después de un accidente sospechosamente parecido a lo de Chernobyl. Y para hacer más querible la película, dijeron que sería la última con el elenco de la serie televisiva original, con lo que mataban varios pájaros de un tiro: le daban publicidad al asunto, convocaban a los trekkies, celebraban 25 años, y jubilaban a un grupo de vejetes que hacía rato habían cumplido con sus ciclos vitales. Algo no tan arriesgado, porque en la época la serie de relevo, "La nueva generación", llevaba cuatro o cinco años en TV, y por tanto, tenían elenco de reemplazo para seguir explotando la gallina de los huevos de oro. Además, ya en esa serie se había mostrado a un klingon a bordo del Enterprise, así es que había que explicar cómo se había alcanzado la paz, ¿y qué mejor que hacerlo en la película de despedida, como "grande finale"...?

¿POR QUÉ VERLA?

-- La película es todo lo buena que puede ser, habida cuenta de que el presupuesto fue más bien sobrio (o sea, mejor obviemos el sucedáneo de Asamblea de las Naciones Unidas en versión galáctica construida en glorioso cartón piedra, la seguidilla de escenas en primeros planos para que no se note la carpintería, o los roñosos decorados de Rura Penthe). Incluso el presupuesto relativamente modesto ayudó a destacar la contraparte, las buenas ideas, incluyendo una trama que básicamente es una space opera normal y corriente, aunque de cierto espesor en cuanto a sus ideas.

-- Christopher Plummer (a quien hemos visto, entre otras, en "La novicia rebelde", y recientemente en "Syriana" y "Plan perfecto") le da cierta enjundia a un general klingon que es todo lo estereotipado que uno de su clase puede ser (uno de los errores conceptuales de la película es retratarlo como un nacionalista convencido, y a la vez, mostrar que es culto haciéndole declamar durante toda la película frases del humanísimo Shakespeare, en vez de hacer citas de algún destacado filósofo klingon). No es el personaje más memorable de "Viaje a las estrellas", pero es un personaje bastante aceptable, y eso gracias a su buen hacer.

-- Es una de las pocas películas de la saga que opta por una investigación policíaca en toda regla. No alcanza para película policial, pero sí ese nuevo enfoque en la historia ayuda a darle un aire fresco y renovador a la trama.

-- La película consigue trasponer los incidentes propios de la Perestroika y la glasnot terrestres al interior de la saga, sin que en ningún momento suene excesivamente forzado (bueh, salvo que omitamos lo acomodaticio de reventar una luna en órbita klingon para hacer entrar la historia en vereda). Y ahonda suficientemente bien en un tema crucial: las reacciones ante el cambio. No sólo viene la paz, sino que además, los viejos guerreros tienen que acostumbrarse a convivir con sus antiguos enemigos, olvidar rencillas particulares, dejar el patrioterismo barato atrás, y acostumbrarse a la idea de que si lo haces mal, puedes ganar la guerra y perder la paz. Por una vez en la vida, no existe la dicotomía "humanos buenos y klingons malos", sino que hay almas de buena voluntad a ambos lados de la frontera... y también mentes siniestras de los dos lados.

IDEAL PARA: Estudiar en clave cienciaficcionera lo que era el ambiente político en el período inmediatamente posterior al final de la Guerra Fría.

miércoles, 17 de mayo de 2006

¿Quieres ser John Malkovich? (1999).


-- "Being John Malkovich". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Spike Jonze.
-- Actuación: John Cusack, Cameron Diaz, Catherine Keener, John Malkovich, Ned Bellamy, Eric Weinstein, Madison Lanc, Octavia Spencer, Mary Kay Place, Orson Bean, K.K. Dodds, Reginald C. Hayes, Byrne Piven, Judith Wetzell, Kevin Carroll.
-- Guión: Charlie Kaufman.
-- Banda Sonora: Carter Burwell.

-- "¿Quieres ser John Malkovich?" en IMDb.
-- "¿Quieres ser John Malkovich?" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El prota es un titiritero. Fracasado. Loser. Perdedor. Está casado con una chica que es veterinaria, y que jamás se arregla para él (bueh, él tampoco lo hace, pero él es el macho, ¿no?). Está obligado a buscar trabajo, y lo encuentra en un piso 7 1/2, en donde no hay espacio para pararse porque el techo es muy bajo. Trata de echarle los tejos a una perra (no a una hembra canina, sino a una mujer integrante de la subclase de mujeres conocidas vulgarmente como "perras"), pero la perra no le hace caso. Accidentalmente descubre en su oficina un túnel que lo llevará a la cabeza de, nada y nada menos, que John Malkovich. Con lo que sus problemas acaban de empezar, en particular cuando su esposa comience a interesarle la chica de la oficina y viceversa, pero sólo cuando una de ellas está en el pellejo de Malkovich... Y el titiritero intenta tomar venganza... Y las chicas intentan a su vez ganar la mano... y John Malkovich en medio de todo eso... ¡No hay furia como la de una mujer despechada!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los rebeldes individualistas grungies de comienzos de los '90 habían crecido para 1999, estaban ganando poder adquisitivo al ser jóvenes profesionales, y demandaban cine filosófico en el cual pudieran ver reflejadas sus tendencias intelectualoides. Charlie Kauffman (guionista) les dio en el gusto. Y mandó llamar a Spike Jonze, director de videoclips de bandas insignes de esa generación, como Beastie Boys, REM, Björk y The Chemical Brothers. ¿Es esta película un epígono de esos bellos tiempos, o la aurora de un nuevo tipo de cine? Más lo primero que lo segundo, probablemente.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La idea de la película es un delirio absoluto, y está realizada con perfección. Supongo que así se vería o sentiría estar en la cabeza de otra persona.

-- La trama es perversa. Absolutamente perversa. Tomen nota: el chico es un fracasado que quiere estar en la cabeza de un actor exitoso, su esposa se enamora de la tercera chica del triángulo cuando la ve desde la perspectiva de un hombre, a la vez esa chica desea a la esposa sólo cuando la esposa está poseyendo al hombre...

-- La parte filosófica no es demasiado pesada. Es decir, no hay discursos lateros de pseudofilósofos, como si hubiera sido cine europeo. La filosofía la pone el espectador, sintiéndose muy inteligente al conversar con sus amigotes, con una cerveza, sobre las conclusiones que emanan del filme.

-- En un minuto de la película, John Malkovich también se mete por el sendero y llega al interior de su propia cabeza. ¿Y qué encuentra...?

-- Y ya que estamos: John Malkovich se divierte a lo lindo. Se le nota divertido en la película, y eso le gana muchos enteros.

-- El resto de los actores también está bien. John Cusack está irreconocible, lo mismo que Cameron Diaz, lejos ambos del cliché del chico lindo-sensible y la chica bonita-tonta que interpretan siempre.

IDEAL PARA: Ver una película de hondas connotaciones filosóficas, sin tener que tragarse discursos de aburridas connotaciones filosóficas.

domingo, 14 de mayo de 2006

"Perversa luna de hiel" (1992).


-- "Bitter Moon". Francia / Inglaterra. Año 1992.
-- Dirección: Roman Polanski.
-- Actuación: Hugh Grant, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Peter Coyote, Victor Banerjee, Sophie Patel, Patrick Albenque, Smilja Mihailovitch, Leo Eckmann, Luca Vellani, Richard Dieux, Danny Wuyts, Daniel Dhubert, Nathalie Galán, Eric Gonzales.
-- Guión: Gérard Brach, John Brownjohn y Roman Polanski, con la colaboración de Jeff Gross, basados en la novela de Pascal Bruckner.
-- Banda Sonora: Vangelis.

-- "Perversa luna de hiel" en IMDb.
-- "Perversa luna de hiel" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un crucero a bordo del Mediterráneo, una pareja en su crítico séptimo año de matrimonio quiere renovar la relación en un viaje que los lleve hasta la India, la espiritualidad, el Maharishi, esas cosas. Encuentran una chica media muerta en los baños, y la atienden. Después, mientras la esposa se va a acostar, el esposo se la encuentra en el bar, y repuesta, bien repuesta, todo lo bien repuesta que podía estar Emmanuelle Seigner en aquellos años. La chica viaja con un inválido... perdón, no quise ser políticamente incorrecto, quise decir "con un discapacitado", y el discapacitado empieza a dar la lata sobre su relación con la chica, de cómo se conocieron, cosas así. El tipo no quiere escuchar, y no quiere, y no quiere, porque él es un caballerito muy flemático y muy british, pero bueno ya, escucha lo mismo. Se entera así del hermoso comienzo de la relación, el panorama idílico del mismo, su apertura hacia nuevos horizontes sexuales, el agotamiento de ese pozo petrolero, y después la larga, larga, laaaaaaaarga degradación subsiguiente.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Es difícil afirmar de un filme de Roman Polanski que son de una época en particular, como no sea por los detalles técnicos de las películas. Sus filmes tienden a girar en torno a la esencia de maldad que yace en todo ser humano, en ese caldero hirviente de perversión que aparece apenas por debajo cuando se triza el frágil hielo de nuestra ordenada y adocenada existencia racional. "Perversa luna de hiel" no tiene detalles particulares que la hagan un filme "de los '90s", como no sea en los actores, los peinados y el apartado puramente técnico. El infierno particular que se construyen los personajes es tan de ellos, que absorbe como un ciclón titánico todo lo que hay alrededor, lo fagocita y lo engulle hasta escupirlo como huesitos de aceitunas. En cuanto al trasfondo, pues bien... desde los '70s que Polanski ha producido filmes independientes en Europa, con mayor o menor fortuna. Pues, eso.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Pocas cintas han conseguido mostrar tan notablemente la degradación humana sin caer en el grotesque. O sea, todos vemos como los personajes han tocado fondo, y después, al descubrir el siguiente horror, veíamos que ese horror anterior eran tan solo el vestíbulo donde colgar los abrigos para pasar a la siguiente fase. La espiral descendente no para nunca, jamás, entre estos dos personajes (el minusválido y la chica psicodependiente) que están soldados con fierro hasta el día de su muerte. Y todo esto, con una elegancia suprema, una bella fotografía y actuaciones de primera línea.

-- Emmanuelle Seigner da bien el tipo de chica linda en la superficie, y psicótica perturbada en el fondo (tiene que darlo, no por nada es la señora Polanski en la vida real); aunque por su comportamiento infantil y la ya crecida edad de la actriz en aquellos días, cabe preguntarse si la "psicología del desarrollo" de la joven quedó atascado con alguna viruta entre los engranajes, o si Polanski no se pudo conseguir una más joven (o acaso le gusta que su esposa se afane con su actor principal). Peter Coyote está magistral como el escritor narcisista y decadente que encuentra placer sólo en el lado más retorcido de la existencia humana. Y de condimento vemos a Hugh Grant antes de hacerse famoso con "Cuatro bodas y un funeral" y a Kristin Scott Thomas antes de "El paciente inglés", casi como secundarios de lujo, y bien de lujo. Baste decir que aquí está el borrador original que Hugh Grant después intentaría remedar con resultados cada vez más autoparódicos en sus futuras cintas (otro ejemplo de degradación humana, vaya)...

-- Vangelis. Aunque no está a la altura de sus trabajos para "Blade Runner" o "1492: La conquista del paraíso", demuestra en este filme una vez su enorme ductibilidad componiendo bandas sonoras que mezclan elementos muy eclécticos (algo de chançon francesa, sones árabes) con un toque absolutamente personal.

IDEAL PARA: Regocijarse mirando como otros seres humanos la pasan peor que uno, y más encima, la gozan.

miércoles, 10 de mayo de 2006

"Límite" (2005)


-- "Límite". Chile. Año 2005.
-- Dirección: Nicolás Jullian.
-- Actuación: Adela Secall, Remigio Remedy, Ignacio Severín, Nicolás Rodríguez, Luis Dubó, Agustín Bermúdez, Ernesto Briones, Javier Castro, Sebastián Figueroa, Marcos Iuvara, Andrés Jullian, Loreto Salazar, Isadora Stock.
-- Guión: Nicolás Jullian.
-- Banda Sonora: ¿¿¿???

-- "Límite" en IMDb.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hay una persecusión en Valparaíso. Comienza en los cerros y acaba en la Playa Las Torpederas. El asunto pone sobre la pista a la Policía de Investigaciones sobre una banda de maleantes que está llevando dinero falsificado entre Chile y Argentina. Esta banda de falsificadores, por su parte, afronta problemas. Para dar el golpe necesitan gente. Aunque esa gente sea un yonki de mala catadura, o un tipo no demasiado contento con su, ejem, ocupación criminal. La cosa es grave porque hay involucrados políticos a ambos lados de la frontera, diputados bien sucios y metidos hasta el pescuezo en el negocio. Y el asunto se pone peor, porque el tipo que no está demasiado convencido de seguir en el negocio, conoce a la bella detective encargada de investigar el accidente automovilístico, y por tanto, se inicia un romance (o tienen sexo, al menos, como manda el lugar común). El escenario está servido para que un buen turrón de personajes comience a entrecruzarse unos con otros, y no todos ellos saldrán vivos de la situación.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Como decíamos a propósito de "Fuga", hace poco tiempo atrás, el cine chileno está experimentando una diversificación de estilos: al plano y opaco cine de marginales, herencia y resabio de los tenebrosos tiempos de la dictadura militar, ha sucedido el intento por crear comedias, policiales, e incluso una de karatekas ("Kiltro"). Policiales chilenos hay más bien pocos, y como no sea "Johnny Cien Pesos", de escasa enjundia. "Límite" es el intento por crear un policial de alturas. Por ambiciones, los chicos no se quedan: la trama aborda el tema de la falsificación monetaria, y los malos malosos son nada menos que prominentes prohombres de no una, sino dos Repúblicas distintas (diputados de Chile y Argentina). Pero las ambiciones son mala madera para construir escaleras al cielo: lo cierto es que este intento resultó más preñado de buenas intenciones, que colmado de resultados. Lo que la libra de recibir de una el calificativo de "mala película" son ciertos detalles puntuales, que quizás no alcanzan a redimirla (aunque eso es cuestión de gustos), pero sí le otorgan un cierto interés.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es un policial chileno, y eso vale algo. La trama es bastante alambicada y falla en mezclar perros con gatos (políticos en sus encumbrados despachos con suches de la calle), pero no andamos mejor con los telefilmes de TVN, así es que bien...

-- El acertado uso de locaciones. Es una película filmada de manera casi íntegra en Valparaíso, Viña del Mar y lugares aledaños, pero no cae en el cliché de la fotografía de postal ni en el Valparapuerto de los poetas que quisieran sodomizar a la ciudad novia del viento y otros porteñismos varios. Lo principal es la historia y los personajes, no el entorno, de manera que éste se articula en un todo orgánico con el resto de la película, en vez de caer en la viñeta de postal.

-- La manera de estirar los recursos. Es sorprendente lo que se consigue con unos pocos pesos bien invertidos. La película tiene tiroteos y accidentes automovilísticos, y, mire bien, en realidad no aparece ni lo uno ni lo otro: todas esas escenas están resueltas no con efectos especiales sino con un adecuado ejercicio de montaje. Vale, es lo que se hacía en el cine hollywoodense serie B años atrás, pero si funciona bien, no lo arregles. Además, es la prueba de que escasez de dinero no significa falta de creatividad. Con un presupuesto mucho más desahogado en actores y FXs, la mencionada "Fuga" consiguió mucho menos.

-- El humor involuntario. Se supone que la cosa va en serio, pero es que hay algunos lugares comunes que no pueden sino ser tomados con una sonrisa. Partiendo por el improbable personaje de detective dura que es interpretado con tan buen cuerpo como con tacañería de talento por Adela Secall, que supuestamente es muy inteligente (lo de inteligente se queda en husmear un poco y ver huellas digitales que a todos los otros se le pasaron), pero que en vez de tener una paranoia como deformación profesional, va y se encama con el primer extraño que se le cruza (¿y si hubiera resultado un psycho?). O la escena de sexo, que, ejem... Bien, está ahí porque una peli chilena tiene que tener sexo en alguna parte, ¿o no? O la manera tramposa de arreglar cosas en el guión (qué coincidencia que el "duro pero sensible" se entera de la muerte de su amigo cuando está con la chica policía).

-- Remigio Remedy. Hace su caracterización de durolindo de siempre, pero como el personaje era más o menos eso, pues bien, está en su salsa. No es exagerado decir que se roba la película íntegra, y con muy buen criterio, el director lo hace salir al ruedo todo lo que puede. Por cierto, su escondida motivación última crea una de las situaciones más bizarras que hemos visto en el cine ya no digamos chileno, sino en los policiales de todo el mundo, y es una lástima que ese filón haya sido guardado como cartita de último minuto en vez de ser explotado por todo lo alto a lo largo del filme; seguro que así la película hubiera sido vista en todo el mundo como una frikada de lo más surrealista.

-- Es bueno ver de malos a políticos estirados, aunque sea metidos en la trama con calzador. Y es que en el sistema político chileno, que algún chistoso optimate tiene la ocurrencia de calificar de "democrático", es bueno que de tarde en tarde se desacralice a nuestros esforzados servidores públicos (lo de "esforzado" es puro sarcasmo, por supuesto).

IDEAL PARA: Eh... Ejem... Digámoslo en estos términos: usted se arriesga. Y es que pagada la entrada del cine, pues bien, como reza el eslogan promocional, "no hay vuelta atrás"...

NOTA ADICIONAL: El estreno comercial de este filme fue en 2006, y así aparece en la web oficial de la película (www.limitelapelicula.cl). Sin embargo, por alguna extraña razón, en IMDB figura como del año 2005. Nos hemos atenido a la segunda fecha, por si hubiera sido exhibida antes de manera promocional en festivales o cosas así.

UPGRADE JULIO-2009: EL SITIO http://limitelapelicula.cl SE ENCUENTRA ACTUALMENTE CAÍDO. Y NO ES QUE LO ECHE DE MENOS, SI LE PREGUNTAN A SU SEGURO SERVIDOR EL GENERAL GATO.

domingo, 7 de mayo de 2006

"La era del hielo 2" (2006).


-- "Ice Age: The Meltdown". Estados Unidos. Año 2006.
-- Dirección: Carlos Saldanha.
-- Actuación: Ray Romano, John Leguizamo, Denis Leary, Seann William Scott, Josh Peck, Queen Latifah, Will Arnett, Jay Leno, Chris Wedge, Peter Ackerman, Caitlin Rose Anderson, Connor Anderson, Joseph Bologna, Jack Crocicchia, Peter DeSève.
-- Guión: Escrita por Gerry Swallow, sobre un guión de Peter Gaulke, Gerry Swallow y Jim Hecht, basados en una historia de los dos primeros.
-- Banda Sonora: John Powell.

-- "La Era del Hielo 2" en IMDb.
-- "La Era del Hielo 2" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Es la Prehistoria. Toda la Tierra está cubierta de hielo. ¿Toda? ¡No! Una humilde aldea de valientes mamíferos de la edad glacial ofrece todavía resistencia contra... Bien, al grano. Los mamíferos de la primera "Edad de Hielo" están gozando en un cálido resort, utilizando el hielo semifundido como una especie de gran parque acuático. Por puro accidente, el trío de protas de la primera descubre que ese bonito paraje está a punto de morir, porque el creciente calor y el deshielo están creando una represa natural sostenida por una delgada pared de hielo, que cuando se reviente, inundará todo el valle. La pandilla tendrá no sólo que alcanzar un punto seguro ubicado a tres días de distancia, antes de que en esos tres días la presa reviente, sino que además deberá enfrentar los retos y desafíos propios del crecimiento emocional que los personajes siempre experimentan en las secuelas de las películas de éxito: el mamut Manny debe reconstruir su corazoncito roto con una mamuta que (¡ups!) se cree una zarigüeya, el pesado perezoso Sid debe aprender a hacerse respetar porque por sus payasadas nadie lo aguanta (ni Capitán Gato al habla tampoco), y el dientes de sable Diego debe aprender a luchar contra su mayor miedo, cual es chapotear en el agua. ¡Ah! Y para amenizarlo todo, el deshielo soltó a un par de reptiles acuáticos antediluvianos puestos en la nevera, y que despertaron con mucho hambre. Por si hiciera falta mencionarlo: la ardilla Scratch también anda dando vueltas por ahí, fiel a su comportamiento obsesivo compulsivo hacia las bellotas.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En el año 2002, la película "La Era del Hielo" resultó un inesperado taquillazo. Inesperado, porque fue producto de una elaborada maniobra publicitaria, e inesperado también, porque todos quienes la vieron la recuerdan por las escasas y comiquísimas intervenciones de la ardilla Scratch y su bellota, y todo el resto a freir castañas. Con decir que el propio director Carlos Saldanha no quería hacerla, y finalmente accedió para hacerse un lugarcito desde el cual propulsar su proyecto estrella "Robots" (que se estrenó en 2005). Por supuesto que iba a venir la secuela. Por supuesto que tenía que tener más personajes, para vender más muñequitos. Por supuesto que si la primera trataba de la Tierra helándose, la segunda iba a ser sobre el deshielo (norma de las secuelas: debe ser lo opuesto de la primera, en lo posible). Lo que nadie dio por supuesto es que la secuela resultaría mejor que la original. Eso, y toques religiosos incluidos (léase la hilarante aparición final de Scratch), cortesía de la Era Bush en curso.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Ya lo dijimos, es mejor que la original. La primera iba de "Tres hombres y un biberón" en clave de compuanimación y punto. La segunda tiene una carga épica mucho más grande, por algunos ingredientes seguros en la taquilla: el desastre inminente, el Pueblo Elegido marchando hacia la Tierra Prometida (¿no decíamos que había tintes religiosos en la trama?), y en general, la acción repartida entre más personajes, lo que diluye las participaciones del insufrible trío protagónico, en particular las idiotas payasadas de Sid (ahora los payasos idiotas son un par de zarigüeyas que, por desgracia, son más difíciles de aplastar de lo que su pequeño tamaño a primera vista indicaría).

-- Diseño de personajes. El trío protagónico aparece profundizado. No mucho, pero algo al menos. Los secundarios nuevos son, con la excepción de las zarigüeyas y los reptiles depredadores de lo profundo, bastante llevaderos. La mamuta que se cree zarigüeya podría haber resultado una tostona de lo peor, pero resulta inesperadamente simpática y se roba la película en todas sus apariciones. Y los buitres que aparecen, listos para hacerse con el botín apenas el reventón de la presa deje el regüero de cadáveres, son descritos casi como una caricatura de funcionarios gubernamentales, más que como villanos de tomo y lomo. Mención especial para el bebé rapaz que nace del cascarón sólo para incordiar a la pobre ardilla Scratch.

-- La ardillita Scratch. Está menos graciosa que en la primera, porque aparece más y sus apariciones ya no tienen el factor sorpresa, pero sigue funcionando como contrapunto cómico del resto de la historia. Irónicamente, sus apariciones, tanto en la primera como en la segunda, a pesar de ser comicidad pura, como no están vinculadas a los personajes principales, tienen el efecto de realzar la épica, al crear un universo mucho más grande en donde pasan muchas otras cosas.

-- Gags graciosos. Una comedia sin gags graciosos es como un sandwich de queso sin pan ni queso. Y esta película tiene muchos gags graciosos.

IDEAL PARA: Reirse, reirse, reirse.

jueves, 4 de mayo de 2006

"El pago" (2003).


-- "Paycheck". Estados Unidos. Año 2003.
-- Dirección: John Woo.
-- Actuación: Ben Affleck, Aaron Eckhart, Uma Thurman, Paul Giamatti, Colm Feore, Joe Morton, Michael C. Hall, Peter Friedman, Kathryn Morris, Ivana Milicevic, Christopher Kennedy, Fulvio Cecere, John Cassini, Callum Keith Rennie, Michelle Harrison.
-- Guión: Dean Georgaris, basado en un cuento de Philip K. Dick.
-- Banda Sonora: John Powell.

-- "El pago" en IMDb.
-- "El pago" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Ben Affleck es un ingeniero que hace trabajitos de dudosa entidad moral, y para que después no recuerde absolutamente nada, le borran la memoria. Hasta que acepta un trabajo de tipo "un golpe más y te retiras, nene, por todo lo alto". Viniendo Uma Thurman en el paquete, el tipo no se la piensa dos veces y se va a meter allí donde no tendría que hacerlo. Dos años después despierta con la memoria borrada, y no es millonario ni tiene a Uma Thurman, sino apenas un paquete que tiene sólo chucherías: un clip, una bala, un encendedor, un spray, esa clase de mierda. Además se lo quieren cocinar, así que debe empezar a escapar. Algunas explosiones por aquí, algunas explosiones por allá, como condimento le profetizan su propia muerte, y al final (¿reventamos el final? Bueno, ya, si usted no quisiera leer el final, no vendría a este blog) se salva, se queda con la chica, y los malos mueren. Apuesto a que, sin haber visto la película, usted sabía que acababa así.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hubo una época, pasando el 2000, en donde se puso de moda adaptar a Phillip K. Dick. La idea rondaba desde los '80s, con adaptaciones como "Blade Runner" o "El vengador del futuro", adaptaciones que en todo caso eran bien por la tapa y la primera página y poco más. En el siglo XXI, con aquello de que la informática nos cambia la vida, todos somos simulacros en la red cuando asumimos un nick como "Capitán Gato" y nos ponemos a postear sobre cine, y todo eso, otra vez el viejo Dick se puso de moda (el Dick escritor, no el "dick" de "pajarito" en inglés, que ése siempre ha estado de moda). Ahí tienen "Sentencia previa" (la de Spielberg/Cruise) e "Impostor", de lejos esta última la mejor de la tríada que completa "El pago" (se supone que viene otra más, "Scanner Darkly", en algún minuto de 2006).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Admiradoras de Ben Affleck, que aunque no lo crean hay, pueden gozarlo. Estuvo candidateado a los Premios Razzies como Peor Actor por esta película y por "Daredevil", pero tratándose de estrógenos... ¿qué importa? Para los hombres no hay mucho, ya que Uma Thurman está bien deslavada, a años luz de la Venus del "Baron de Munchhausen" o la femme fatale de "Henry y June".

-- La trama está basada en Phillip K. Dick, y eso tiene que valer algo. La historia gira en torno a los temas típicos de Dick: qué es la realidad, qué es el tiempo, puede quebrarse el futuro o no, quién se comió mi queso. Todo eso, como pequeñas aceitunas flotando en una gran pizza de acción. O sea, poner a John Woo a dirigir una historia de Dick es como poner a Arnold Schwarzennegger a protagonizar una historia de Kafka o de Borges: "Aleph... encontraste tu Omega Man" (¡BANG, BANG!).

-- Y en realidad, no se me ocurren más razones. Las escenas de acción eran malas, el romance era químicamente nulo, el final era estúpido, o sea... ¡Verhoeven, cómo echamos de menos "El vengador del futuro"!

IDEAL PARA: Ver una adaptación menor de Philip K. Dick. Pero bien menor.

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