11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 29 de abril de 2007

"Alta fidelidad" (2000).


-- "High Fidelity". Estados Unidos. Año 2000.
-- Dirección: Stephen Frears.
-- Actuación: John Cusack, Iben Hjejle, Todd Louiso, Jack Black, Lisa Bonet, Catherine Zeta Jones, Joan Cusack, Tim Robbins, Chris Rehmann, Ben Carr, Lili Taylor, Joelle Carter, Natasha Gregson Carter.
-- Guión: D.V. DeVincentis, Steve Pink, John Cusack y Scott Rosenberg, basados en la novela de Nick Hornby.
-- Banda Sonora: Howard Shore.

-- "Alta fidelidad" en IMDb.
-- "Alta fidelidad" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Todo el mundo se preocupa de que los niños no vean sexo ni mutilaciones en TV o en el cine, pero nadie se preocupa de las miles, literalmente miles, de canciones sobre corazones rotos, rechazos, dolor, miseria y pérdidas, que podrían influir en ellos... Quizás Rob Gordon fue uno de ellos. Este tipo es un loser de la Generación X, y se enorgullece de eso. Tiene una tienda de discos de vinilo en Chicago, y su vida sentimental pasa cayéndose a pedazos cada dos por tres. Su última conquista perdida es una abogada que ha evolucionado y madurado, y quiere más. Ese más que sólo un nuevo amor puede proporcionarle. Al principio, Rob Gordon se niega a incluirlo en sus Top 5 de Quiebres Amorosos, pero después se da cuenta de lo obvio: la chica ha llegado al Top One del Top Five. Y todo parece conspirar para que su vida se torne aún más miserable: la chica sigue yendo al apartamento una y otra vez, con el pretexto de retirar sus cosas, sus amigotes de la tienda de discos no lo dejan en paz (y uno de ellos, espantando a los clientes con sus modales de snob musical, está colaborando gentilmente en llevarlo a la quiebra), aparece una bella cantante que podría ser su nuevo romance, y además empieza un proceso de autoconocimiento interior que lo lleva a confrontar a sus antiguas conquistas, con resultados de lo más dispares cada una.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Como comentábamos a propósito de otros filmes Gener X como "May" o "La boda de mi mejor amigo", los nativos de finales de los '60s hasta mediados de los '70s fueron jóvenes irresponsables por allá a mediados de los '90s, pero al bordear el cambio de siglo crecieron (o no), ganaron poder adquisitivo, y empezaron a llegar las películas sobre "qué es lo que fue de los Gener X". En ese sentido, "Alta fidelidad" es un crudo retrato, acaso una caricatura, de esos Gener X que se niegan a admitir que los '90s acabaron, que no desean crecer y que siguen siendo Peter Panes autorreferentes y egocéntricos que van de genios perdedores por la vida, y usando sus fracasos personales como un sello o marca de identidad. Hay una palabra para definir eso: se llama patetismo. Y en esta película... ¡Dios Santo, que penosa y patética banda de... patéticos...! (no quería repetir la palabra para no sonar cacofónico, pero es que no me queda otro remedio).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Como decíamos, es una película sobre una subespecie de los Gen X. Los hay de varios tipos: el autista construyemuros ("May"), el triunfador egótico ("La boda de mi mejor amigo"), y el especimen que nos ocupa ahora, el snob sabelotodo. En este caso, el prota es un snob que lo sabe todo sobre música, y el filme no ahorra sutilezas para mostrar su miseria moral. Los personajes se enfrascan en sesudas conversaciones musicales, pero ¿alguien se da cuenta de que casi no se comenta otra música que no sea poprock '70 u '80, como si Vivaldi, Elvis o el folclor uighur fueran fenómenos de raigambre alienígena...? Y ni hablar del constante "yo, yo, yo, yo, yo" del personaje al hablar de sus relaciones sentimentales, disfrazado con tenues pontificaciones de carácter universalista sobre el mundo y sus circunstancias. No es raro que las mujeres se fastidien con semejante fantoche. El mérito en este acápite está en mostrar toda esa fatuidad, sin ser una película fatua en sí misma: al menos se toma la molestia de ser entretenida y no caer en un tono apologético que la hubiera desvirtuado profundamente.

-- La película está hecha con un primor exquisito. Se nota que el estado mayor detrás de este filme puso todo su corazón, cuidando hasta los más mínimos detalles del filme. Esto se ve desde las conversaciones musicales y la estupenda banda sonora, hasta el cameo de Bruce Springsteen, pasando por mostrar a toda clase de fauna musical, en una escena alternativa tan emblemática como Chicago. Estos tipos, en resumen, saben de qué están hablando, y les sale natural.

-- Stephen Frears. Este director sobreinflado por la crítica europea, ha tenido una trayectoria ciertamente irregular, desde sus filmes social-style en la Inglaterra tatcheriana ("Ropa limpia, negocios sucios", "Sammy y Rose se van a la cama"), pasando por la soporífera "Relaciones peligrosas", siguiendo por la solvente "Héroe por accidente" y la subvalorada "Mary Reilly". Aquí tiene una dirección discreta, tanto que no es fácil determinar hasta que punto pone de su persona, y hasta qué punto trabaja de mercenario a las órdenes del egotismo de John Cusack. Pero si la opción es la primera, se mimetizó tan camaleónicamente que en definitiva le hizo un bien al filme. Bravo por ellos (y por nosotros los espectadores).

-- El elenco es impagable. Se supone que es una película sobre caracteres egóticos de la Gener X, y en verdad que todos cumplen sobradamente en eso. John Cusack ofrece una estupenda interpretación del espantajo particular que encarna como personaje, e Iben Hjejle ofrece un adecuado contrapunto como la mujer de sus sueños (¿o pesadillas?). Tim Robbins compone un tercero en discordia sin manierismos de ninguna clase, mostrando la clase que siempre ha tenido como actor. Jack Black hace el payaso de siempre, con el carisma de siempre, y eso está bien (y es que quien no ha querido alguna vez echar a patadas a alguien de la propia tienda, por imbécil); se nota desde lo sacaron para rodar "Escuela de rock". Y conseguir que Catherine Zeta Jones interprete a una chica sabrosa y pesada (es decir, a ella misma, digámoslo todo) en un filme con apenas una aparición secundaria, después de haber lucido generosamente el físico en "La emboscada" y "La máscara del Zorro", es todo un logro. Por cierto, John Cusack y Catherine Zeta-Jones volvieron a cruzarse después, en el filme "La pareja del año".

IDEAL PARA: Mujeres que quieran comprender a su macho Gener X (¿macho, dije?), sociólogos sesudos, Gener X autorreferentes (perdonen el pleonasmo) y fanáticos de la música en general.

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