11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 20 de enero de 2008

"La mujer de mis pesadillas" (2007).


-- "The Heartbreak Kid". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Bobby Farrelly y Peter Farrelly.
-- Actuación: Ben Stiller, Malin Akerman, Michelle Monaghan, Jerry Stiller, Rob Corddry, Carlos Mencia, Scott Wilson, Ali Hillis, Polly Holliday, Danny R. McBride, Roy Jenkins, Nicol Paone, Stephanie Courtney, Amy Sloan, Jerry Sherman.
-- Guión: Scot Armstrong, Leslie Dixon, Bobby Farrelly, Peter Farrelly, Kevin Barnett, basados en el guión de Neil Simon, sobre la historia corta de Bruce Jay Friedman.
-- Banda Sonora: Bill Ryan y Brendan Ryan.

-- "La mujer de mis pesadillas" en IMDb.
-- "La mujer de mis pesadillas" en la Wikipedia en inglés.

ADVERTENCIA: Aunque siempre que se realiza un comentario más o menos informado y/o documentado de una peli se termina por espoilerear ésta, en este caso me siento especialmente motivado a advertirles. Este comentario tiene algunos spoiler bastante gordos, incluyendo alusiones a la resolución final. Si no la han visto y están planeando verla, absténganse de leer la presente reseña. Advertidos quedan.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Eddie Cantrow es un solterón de lo peor. Va a cumplir 40 años, y nada de nada con las chicas. Y por si acaso llegara a olvidársele que su vida es básicamente mierda planchá sobre cholguán, ahí está su padre para deprimirle el espíritu, y su mejor amigo (casado) para decirle que cómo es posible, que alguna vez hay que meter colocado y ganador. Pero nuestro Eddie, pobrecillo él, lo mejor que le sucede es ser invitado a... una boda. La de su antigua novia. Y él, valiente hombre (¡glup!)... ¡¡¡VA!!! Allí hace un desagradable descubrimiento, básicamente que todos están casados, y la mesa de solteros está poblada por... ejem... Algunos días después, ocurre un incidente: a una chica en la calle le zarrajanjan la cartera, y él trata de detener al ladrón. Y no puede. Pero trata, al menos. Consigue entonces arrancarle una sonrisa de amistad a la chica, ya que aunque fracasado, se ha portado como todo un héroe. Pero nuestro adorable perdedor, acostumbrado a las derrotas, ni siquiera discurre pedir el fononúmero. ¡Pero no importa! Ahí está su incombustible padre, que se las arregla para crear una situación, y entretanto la chica aparece... Y he aquí que ambos se encuentran lanzados al romance. Se la pasan de beso en beso durante seis semanas, y de pronto, ella avisa que las cosas se van a acabar, porque debe viajar a Holanda por un trabajo. Ante la perspectiva de que su chica ideal se vaya, quizás para siempre, Eddie empieza a pensar caracolinamente si debe casarse o no, pero ahí están nuevamente papá y amigo diciéndole: ¡¡¡No seas imbécil, es la chica ideal, es bonita, inteligente, y en particular, QUIERE ESTAR CONTIGO, POBRE DESECHO HUMANO!!! De manera que nuestro héroe se casa. Y se va de luna de miel. Y empieza a descubrir un par de cosas muy desagradables sobre la supuesta mujer perfecta a la cual ha desposado en sagrados himeneos. Como por ejemplo, que no sólo le gusta su favorito David Bowie, sino también toda clase de música bazofia sin discriminación de sexo, raza, estirpe o condición, y además lo descubre de la peor manera. O que cuando ingiere líquidos, tiene una poco escrupulosa tendencia a arrojarlos por la nariz. O la verdadera razón por la cual arroja líquidos por la nariz. O la verdadera naturaleza de su "trabajo" ecológico. O sus, ejem, extrañas apetencias sexuales. O su tendencia a escucharse a sí misma y no dejar que su flamante maridito diga nada. O su terquedad ante las situaciones más triviales. O su genio de p*** m****. Cuando de pronto el pobre hombre consigue sacar la cabeza a flote y respirar, descubre que a su lado, ¡oh, sorpresa!, en el centro vacacional, hay una chica linda que está haciéndole ojitos. Y comienzan las carreritas. Porque la chica es linda, quizás sea su chica soñada, encaja mucho mejor con ella que con la p**** de su esposa, y quizás es realmente ahora o nunca...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Sí, ya lo sé, Robert. "Rome is burning, son". Pero no está ardiendo porque George W. Bush trata de atinarle al retrete y le da al completo embaldosado del baño, con eso de atacar a Al Qaeda en Afganistán e Irak y otros lugares en donde nunca Al Qaeda estuvo. Está ardiendo porque el sexo es malo. Ya lo sabía bien la Cicciolina, que cuando a Saddam Husein se le ocurrió el Anchluss de Kuwait, le ofreció púbicam... perdón, públicamente, darle una noche de pasión a cambio de una retirada estratégica. La cuestión es, entonces, ¿cómo hacer que el buen sexo regrese a nuestras vidas...? Bien, una parte importante del buen sexo es la buena compenetración... sí, también esa clase de compenetración, pero en particular la que nace de los buenos sentimientos, la entrega hacia el otro, etcétera. O sea, todo lo que en este maldito tiempo ha dejado de existir. Como he insistido más de alguna vez (véase mi comentario sobre "El diario de Bridget Jones" para más noticias), el prototipo de mujer liberada que nos ha legado el feminismo sesentero no es una radiante nueva diosa con la que entablar un nuevo Pacto de Alianza, sino unas criaturas desorientadas y extraviadas, competitivas e individualistas, con las cuales no hay alianza posible de que funcione. Bien, una de las modelos femeninas que existen es la Bridget Jones que sigue empantanada en una mentalidad baby boom, de conseguirse un hombre para el fornicio, y tenderse en la cama pensando en Inglaterra (el caso de Bridget Jones) o en Chile (mis queridas compatriotas); reemplácese el país por el de procedencia de usted, amable lector, y ya tiene el punto. El otro modelo femenino es la perra infame que razona con los nueve dígitos superiores al cero del sistema decimal: "1.- Soy mujer; 2.- La mujer ha sido siempre oprimida por el hombre; 3.- El gusto por oprimir está en la naturaleza del macho; 4.- Si dejamos al macho controlar un poquito la relación, estamos perdidas; 5.- Luego, la supervivencia exige aplastar para no ser aplastada; 6.- Cualquier crítica en contrario de una fémina, es porque es tonta y no se ha liberado; 7.- Cualquier crítica en contrario de un varón, es porque trata de controlarnos; 8.- Luego, como nadie tiene argumentos para contradecirme, tengo la razón; 9.- Luego, la mujer es superior y debe aplastar al hombre, y como; 1.- Soy mujer; 2.- La mujer ha sido siempre..."; y etcétera. Frente a eso, ¿qué pueden hacer los hombres? Hay algunos que son unos carajos, vale, y se merecen un par de patadas por detrás y delante. Pero los otros, los buenos chicos, que son así de brutalmente descalificados, ¿qué pueden hacer? Hundirse en la espiral. Y así es como todos ustedes, humanitos, se van al despeñadero. Nada como ser gato, para aparearse en época de celo, y ahorrarse todos estos trámites...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es, quizás, la peli más profunda y dolorosa de los hermanos Farrelly, es la madre de las comedias antirrománticas, y desde luego que no se merece los comentarios incendiarios que ha desatado en todas partes. Los hermanos Farrelly se han construido una carrera con el desmadre políticamente incorrecto, a punta de pelis interesantes como "Loco por Mary", pasables como "Amor ciego", o derechamente bodriosas como "Irene, yo y mi otro yo". Pero hay aquí un elemento nuevo. Las pelis anteriores eran desmadre por el desmadre. Incluso en pelis como "Amor ciego" había regusto a moralina. Aquí, en cambio, no hay moralina. Lo que hay, es una cruda y descarnada visión sobre cómo están las relaciones de pareja hoy en día. Muchos han encontrado a esta peli repelente; bien mirado, lo repelente no es la peli en sí (no es una obra maestra, pero tampoco es mala, o por lo menos, no sensiblemente peor que otros subproductos hollywoodenses al uso), sino el retrato de una sociedad horrible, narcisista, egoísta y ególatra, plagada de seres que gritan a los cuatro vientos ¡AMÉNME, AMÉNME, RECONÓZCANME COMO SU SUPERIOR! (de ahí la profileración de blogos, YouTubes y fotologos autorreferentes que en el 99,9% de los casos no le importan a nadie, y que cuando su autor se percata de que nadie lo erige como su nuevo dios, suele abandonar sin ceremonia alguna), sin que en cambio se preocupen de ellos amar a nadie, y aunque esto es técnicamente una EEE ("Estrategia Evolutivamente Estable"), ¿cómo diablos se supone que funcione para nadie, si es que todos quieren lo que nadie está dispuesto a dar? En esta peli, como en la vida real, todos los personajes están encerrados en su burbuja y se construyen una realidad propia a medida, y cuando la realidad de a de veritas choca con ellos, se emperran con manía casi psicótica en amañarla, con distintas estrategias y un mismo resultado. Así, la esposa estalla en explosiones neuróticas cada vez que algo no sale como ella quiere, el maridito que aparece como una pobre e inocente víctima reacciona mintiendo y deslizándose furtivamente por los márgenes como una asquerosa rata de alcantarilla, y la tercera chica del triángulo en realidad se dedica toda la vida a negarse a ver aquello que no quiere ver. A la vez, no conocemos el trasfondo de la esposa malvada y no sabemos desde dónde salió tanta mala leche, pero sí que conocemos bien el trasfondo del "jovencito de la peli" (nunca peor dicho, sea de paso, porque este tipo, de honorable nada), ahogado por un padre dominante que lo descalifica cada vez que trata de pensar por su cuenta, y un "mejor amigo" que hace lo mismo, para desquitarse a su vez porque este mejor amigo está en las garras de una esposa que hace lo propio con él. Por otra parte, la "chica perfecta" que se niega a ver las cosas en alarde de escapismo psicológico, también vive en el seno de una familia represora y métomentodo, cuyo primo le hace la guerra al prota no porque el prota esté casado y sin siquiera darle una oportunidad, sino simplemente porque se le ha puesto entre ceja y ceja que su primita debe casarse con su mejor amigo, y punto, así es como son las cosas, y así decido yo, y yo sé lo que es mejor para ti, demonios. Como pueden ver, en realidad nobody loves nobody. Otra razón para que la gente la haya rechazado: prefieren una bonita fantasía edulcorada con Jennifer Lopez o Sandra Bullock en el protagónico y con final feliz de postre, a una peli valiente que se atreve a denunciar, por muy que sea en tono de comedia (negrísima, eso así, y más que un poco procaz en varias partes) los males del amor, o ese sucadáneo liofilizado que algunos envalentonados por la ignorancia aún se atreven a llamar así, en la civilización moderna.

-- Todo lo anterior hubiera podido dar para un drama desolador. En cierto modo lo es, en particular durante la traca final, en la que todo el panorama se vuelve tan deprimente y dark, que realmente podemos olvidarnos de que estamos frente a una comedia; eso, por no hablar del final, el cual después de que todo parecía más o menos enrielarse durante los últimos veinte o veinticinco minutos de peli, descubrimos que no hay salida posible, que estamos de regreso en la casilla número uno, y que nada va a cambiar en definitiva (además, ¡cómo Ben Stiller le hace eso a Eva Longoria, por Dios Santo, qué hombre criminal!).

-- Ben Stiller. Le debe la piedra miliar de su fama actual a los Farrelly con "Loco por Mary", vuelve otra vez con ellos, y hace un papel que, bien mirado, es casi el reverso de sus héroes idealistas aplastados por la vida. Estamos aquí ante una cruda parodia de personajes como el galán aproblemado, pero de buen corazón, que interpretara en "Mi novia Polly", y en otras comedias como adorable perdedor. A diferencia de sus otros papeles, en los cuales gracias a su gran corazón consigue salirse con la suya, aquí todo le sale merecidamente mal porque en el fondo es una rata de lo peor. Quizás por eso esta peli no le gustó a nadie; a lo mejor esperaban otro papel con Ben Stiller haciendo de gran héroe. Entiendan de una vez: ésta no es otra reconfortante fabulilla de Hollywood para venderte el día, sino un muestrario condensado de lo que tienes en la punta del tenedor.

-- El resto del elenco acompaña de lo más bien. Malin Akerman, con un currículum no muy vistoso, aquí muestra academia e interpretación, y posee un talento natural para la comedia, un poco en plan Cameron Díaz, pero con mala leche; consigue, entre otras cosas, el casi imposible de que su personaje, a pesar de todo lo vil y patético que puede llegar a ser, transmita también algunos buenos sentimientos, y hasta te caiga bien dentro de todo lo monstruosa que puede llegar a ser. Michelle Monaghan, por su parte, quien hizo roles pequeños en "La supremacía de Bourne" y "Sr. y Sra. Smith", y saltó a la fama como esposa de Tom Cruise en "Misión Imposible III", está aquí más bella que nunca, y consigue bien darle el tono vaporoso a su chica bella, pero frágil, pero... ¿ideal...? No se puede decir del resto que sean grandes figuras actorales, pero lo hacen bien, y se alinean bien con la trama y los personajes. Por cierto, mención aparte para el rapidísimo cameo de Leslie Easterbrook como la madre de la ex-novia del prota (la que se casa con otro y lo invita al matrimonio); sí, a sus venerables 58 años se conserva de lo más bien, la veterana actriz que fuera el sueño húmedo ochentero de muchos vistiendo la ceñidísima polera de la dura Sargento Debbie Callahan, en "Locademia de Policía" y secuelas.

IDEAL PARA: Entender por qué demonios el mundo sentimental está como está, los divorcios siguen aumentando, y los matrimonios disminuyendo, y en definitiva nadie está feliz con la vida sentimental que tiene (y también, porque nadie en realidad se merece la felicidad).

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