11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 26 de abril de 2009

"Frankenstein" (1994)


-- "Mary Shelley's Frankenstein". Estados Unidos / Inglaterra / Japón. Año 1994.
-- Dirección: Kenneth Branagh.
-- Actuación: Robert De Niro, Kenneth Branagh, Tom Hulce, Helena Bonham Carter, Aidan Quinn, Ian Holm, Richard Briers, John Cleese, Robert Hardy, Cherie Lunghi, Celia Imrie, Trevyn McDowell, Gerard Horan, Mark Hadfield, Joanna Roth.
-- Guión: Steph Lady y Frank Darabont, basados en la novela de Mary Shelley.
-- Banda Sonora: Patrick Doyle.

-- "Frankenstein" en IMDb.
-- "Frankenstein" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Uno de esos cartelitos informativos de toda la vida nos informa que estamos en la aurora del siglo XIX, una época de grandes progresos científicos y tecnológicos por delante (se ve que no han vivido en el XX). Hay gente maníaca por todas partes que trata de conseguir lo inconseguible. Como cierto capitán que un día emprende un viajecito con su nave y sus tripulantes, cegado por el sueño de ser el primero que alcanzará el Artico. Pero queda atrapado en los hielos. La tripulación, que mejor volvamos, que la cosa está peligrosa y no queremos ser cubitos de hielo para morsas. El capitán, que no, que me gasté todos los ahorros en hacerme famoso, joer, así es que a aguantarse, que serán parte de la Historia. En eso aparece un hombre en medio de los hielos eternos. El capitán lo sube a bordo y de entrada, después de un poco de conversación por aquello de quebrar el (mucho) hielo, le espeta que él llegará al Artico, el hombre conseguirá cruzar todas las fronteras de la ciencia, nada detiene al progreso, etcétera. El peregrino de los hielos le replica entonces contándole su propia historia... una en la que perdió a su madre desde pequeño y quedó con fijación edípica todo el resto de su vida... una en la que se crió con su hermana y vio que estaba buena, y decidió bendecirla con su propia simiente (matrimonio mediante, que era el XIX, demonios)... una en que viajó lejos, para estudiar Medicina... una en que se decidió a realizar una serie de experimentos de esos que en la serie B de toda la vida llaman "prohibidos para el conocimiento del hombre"... una en que creó a cierta criatura fea como el hambre y triste como la mentira, que después se larga a recorrer los campos, odiado por la maldad y la incomprensión de los seres humanos... una en que la criatura descubre que su Creador está feliz y chachipiruli... una en que la Criatura le dará a su Creador una pequeñita y terrorífica lección de paternidad responsable... Caray, ya me entusiasmé.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En los '80s, "terror" era sinónimo de casquería estilo "Martes 13" o el remake de "La mancha voraz" o... (¡¡¡horror!!!) el remake de "El museo de cera". Ningún director respetable iba a meterse en esas aguas. Lo que la llevaba para ser respetable era la comedia sobre yuppies, la ciencia ficción con pretensiones ("Blade Runner", "Terminator"), o Vietnam ("Pelotón"). Pero llegaron los turbios '90s. Francis Ford Coppola le puso la lápida al cine glam ochentero con su "Drácula" ("...de Bram Stoker" en el título original inglés, para que se sepa, es chateau con denominación de origen), y pues bien, ya que la cosa funcionó tan bien, forrémonos con otra de monstruos. Y si ya habían sacado el "Drácula de Bram Stoker", ¿por qué no el "Frankenstein de Mary Shelley"? (Tal es el título original en inglés de ésta). Desgraciadamente, el tiro salió fallido. No porque la película sea mala, que no lo es. De hecho, es envidiablemente buena, es la versión de la novela de Mary Shelley que desde siempre debió haberse rodado (la dupleta de James Whale conformada por "Frankenstein" y "La novia de Frankenstein" es buena, sin duda, pero cualquier parecido con el material literario original es pura coincidencia)... pero simplemente suena demasiado a "secuela", a "queremos repetir el chiste", y no se esfuerzan más. No es que sea mala, es que el "Drácula" de Ford Coppola había dejado la vara demasiado alta, y por esa medida fue juzgada. Así, esta peli fue un éxito comercial más bien modesto, y las críticas fueron variadas. Para colmo, a diferencia de Drácula, un monstruo con una enorme conexión con los miedos y anhelos secretos propios del naciente movimiento darkgoth noventero, que abandonaba el synthpop para entrar en las procelosas aguas del Doom y el Black, Frankenstein y su discurso neocon "SCIENCE, THOU SHALL NO PASS!!!", en plena época del Proyecto Genoma y cercano ya el tiempo de Dolly, pues bien, no tenía mucha oportunidad, que digamos. Lástima por un monstruo clásico, por supuesto.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una estupenda y muy fiel adaptación de la historia original de Mary Shelley. Reducida por años de terrorismo cinematográfico a ser simplemente una historia de miedo, la novela original es mucho, pero mucho más que eso: es un discurso sobre los peligros de la ciencia, es una reflexión sobre el papel del ser humano frente a Dios (suponiendo que exista), es una catarsis sobre los traumas de la propia Mary Shelley con su padre, es una gran historia romántica (en el sentido de Romanticismo Literario, aunque también tiene lo suyo de ñaruñaru)... No en balde, Brian Aldiss (gran historiador de la ciencia ficción, amén de escritor) la considera como la primera novela de ciencia ficción de la historia, porque Victor Frankenstein es el primer sabio literario que no es un alquimista o brujo como Fausto, sino un científico que trabaja con las ideas y conceptos propios de la ciencia moderna. Todos esos aspectos están brillantemente tratados en la peli. Hay varias desviaciones de la historia original, eso sí, como por ejemplo responsabilizar a una suerte de complejo edípico con la muerte de la madre, el afán de Frankenstein por darle vida a los cadáveres, pero eso es explicable (que no justificable, tómese nota) por el Zeitgeist de la época, necesitado de un móvil personal para el héroe (en la novela original, es simplemente el orgullo insensato de Victor Frankenstein por "ir en pos del conocimiento prohibido" lo que desencadena toda la tragedia).

-- La dirección de Kenneth Branagh es bastante funcional. No tiene alardes personalistas, eso sí, y peca de quizás demasiado clasicismo. Bueno, tengamos en cuenta que Branagh es actor shakesperiano, y ha dirigido más de una adaptación del bardo del XVI al cine ("Enrique V", "Mucho ruido y pocas nueces", "Hamlet"...), y por ende, es lógico que prefiera una adaptación neoclásica a rabiar. Aunque el resultado de esto es que su labor estética es débil y no se sale del estándar "peli de época", su dirección de actores es grandiosa, y consigue que un elenco muy sólido entregue grandes papeles, sin que al mismo tiempo los desplantes actorales de cada cual se roben la peli, a costa de la historia de la misma. Branagh está quizás un poco excesivo, pero Helena Bonham Carter acompaña la mar de bien, con una estupenda química entre ambos (de hecho, para el rol Kenneth Branagh quería a su por entonces esposa Emma Thompson, pero ella no pudo porque tenía que ir al elenco de "Carrington", y Branagh, ni corto ni perezoso, no sólo contrató a Helena Bonham Carter sino que además empezaron una relación más que actoral, que duró unos cinco años, y que a Branagh le significó el divorcio... ¡qué diablos, el chismorreo es parte del encanto del cine!). Tom Hulce, el antiguo prota de "Amadeus", está también muy fino. Aidan Quinn, otro de esos actorazos a quienes nunca llegó su gran papel, interpreta al capitán del barco, y lo hace con su solvencia habitual. Justine Moritz aparece poquito, en las encantadoras manos de Trevyn McDowell, y por desgracia la chica se perdió después de esta peli. Y cerremos con el venerable Ian Holm, bien conocido por ser Bilbo Baggins en "El Señor de los Anillos", y que aquí hace un emotivo rol como el padre de Frankenstein (y que Kenneth Branagh te elija para que interpretes a su padre, es casi como que te levanten una estatua en vida).

-- En apartado especial debemos destacar a la Criatura. A diferencia de otras versiones del mito, en las cuales el Monstruo es un asesino porque es estúpido o criminal, en este caso respetan bien la idea de Mary Shelley, según la cual es alguien intrínsecamente bondadoso por naturaleza, y un alma sensible por añadidura, y es el desprecio, odio, incomprensión y animosidad de los seres humanos "normales" quienes le empujan a la tristeza primero, la amargura después, y el crimen al último. Su look también escapa por completo al grandote verde tipo "¡oye tú, el del tornillo en el cuello!", y está también muy cercano a la novela, dándole la fisonomía propia de alguien que, a fin de cuentas, está hecho de pedazos de cadáveres. El detalle final es que viene interpretado por Robert De Niro, desbordándose a sí mismo. Repasemos un poco. De Niro es, qué duda cabe, un gran actorazo, incluso en su etapa de "para qué esforzarme si ya soy famoso" en que cayó del 2000 en adelante, pero incluso en sus grandes roles, uno se queda con la sensación de "Robert De Niro haciendo de...". En "Cabo de miedo", por mencionar un ejemplo de aquellos años, el indestructible supervillano Max Cady viene bien interpretado, pero sigue siendo "Robert De Niro haciendo de Max Cady" (la comparación no es casual; en "Cabo de miedo",
al igual que en la historia de Frankenstein, Max Cady es también una especie de Monstruo, y su "creador" no es un científico sino un abogado, que cree haberse deshecho de él para siempre... hasta que el Monstruo vuelve). Aquí se te olvida quién está actuando; no ves al actor, sino al personaje, de cuerpo entero. Debe ser uno de los mejores roles de De Niro. Su actuación está llena de sensibilidad, sabe transmitir un sentido de inteligencia más allá de la torpeza motora, es socarrón, y cuando corresponde, realmente te mete miedo en el cuerpo. Viéndolo, tienes esa gran sensación de la novela original, de que en el fondo Frankenstein y la Criatura podrían haber sido grandes amigos o camaradas debido a que son más parecidos de lo que luce a simple vista, y que todos sus problemas se podrían arreglar con un cachito de comprensión. Pero, ¡ay!, ¡así es como las personas son...!

IDEAL PARA: Ver la que probablemente por muchos años sea la adaptación definitiva de la novela de Mary Shelley.

VIDEOS.

-- Comienzo de la peli [en inglés, sin subtítulos].



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