11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 30 de julio de 2009

"El bucanero" (1958).


-- "The Buccaneer". Estados Unidos. Año 1958.
-- Dirección: Anthony Quinn.
-- Actuación: Yul Brynner, Claire Bloom, Charles Boyer, Inger Stevens, Henry Hull, E.G. Marshall, Charlton Heston, Lorne Greene, Ted de Corsia, Douglass Dumbrille, Robert F. Simon, Sir Lancelot, Fran Jeffries, John Dierkes, Ken Miller.
-- Guión: Bernice Mosk y Jesse Lasky Jr., basados en el guión de Harold Lamb, Edwin Justus Mayer y C. Gardner Sullivan, sobre la adaptación de Jeanie Macpherson, de la novela de Lyle Saxon.
-- Banda Sonora: Elmer Bernstein.

-- "El bucanero" en IMDb.
-- "El bucanero" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¡Piratas! Piratas surcan los mares y venden el producto de sus trapacerías para hacerse ricos y disfrutar la vida. En Estados Unidos, en 1812, un pirat... ¡¡¡MOMENTORRRRRRLLL, MI GENERAL!!! ¿Piratas en EEUU-1812? ¿No querrá decir "Mar Caribe, siglo XVII", que es más o menos donde se ambientaban todas las de piratas que se rodaron en los '50s? Mi estimado lector, usted leyó bien... After all, había piratas en la antigua Fenicia también, y de haberlo, háylos en Somalía ahora mismo, ¿no? Bueno, en qué estaba, ya perdí el hilo. Bien. Piratas, Estados Unidos, 1812. Los pantanos de Nueva Orléans cobija a esa raza de sabañones sociales que son los piratas, y están más que bien asentados porque lo han hecho su barrio chilongo, y ¡ay que entren las fuerzas de orden y seguridad! (el ejército de los Yueséi, léase). El jefe de ellos es Jean Lafitte, quién le echa los tejos, ahí es nada, miren lo que es la chulería, a la hija del Gobernador (lo dicho, a las nenas peloláis les gustan los malandrajosos). Hasta ahí todo sería Sandokán tratando de meterse en las piernas de la Perla de Labuán (estoy citando a Sandokán... ¡¡¡SOY el pibe del ayer!!!). Pero es que resulta, los ingleses acaban de hacer arder a Washington hasta las cenizas, con una eficacia que ni el ID4 de Roland Emmerich, oigan (bueno, eso se supone porque es off-screen, pero si leen libros de historia...). Y ahora los malvados ingleses marchan sobre... ¡¡¡NUEVA ORLÉANS!!! La única esperanza de salvación para los nuevaorleaninos es que dos ímprobas fuerzas, la del ciclónico General Andrew Jackson, y la del tempestuoso Jean Lafitte, hagan frente común para parar a este british pre-Katrina. ¿Conseguirán ambos aniquilar a los enemigos de la Libertad y la Democracia? Y, más importante aún... ¿Conseguirá nuestro heroico bucanero que los nacientes Estados Unidos acepten a sus fieros del mar como compatriotas con plenos derechos de acuerdo a la Carta Fundamental?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¿James Cameron? ¿Roland Emmerich? ¿los Wachowski? ¿McG? Plssssss... El único, grande y quintaesencial en materia de cine de acción, es el imperecedero Cecil B. DeMille. Su cine hoy en día huele un tanto a rancio, qué duda cabe, pero si hay alguien a quién le copian descaradamente ideas (y a veces pelis completas, como que "El príncipe de Egipto" es un remake bastardo de "Los diez mandamientos"), es al bueno de Cecil B. DeMille, quién ya hacía pelis en el cine mudo, y se transformó después en sinónimo de apoteosis, escenas de masas, etcétera (la fórmula "acción overthetop + héroe chulo + tías buenas" no la inventó Michael Bay, para que vean). Mel Brooks lo homenajea indirectamente en "Locuras en el Oeste", cuando su personaje Waco Kid, para dárselas de cachas, dice "he matado a más gente que Cecil B. DeMille"... Y por si eso no los convence... Cecil B. DeMille tiene el récord de ser el único que ha abierto las aguas del Mar Rojo... ¡¡¡DOS VECES!!! (en "Los diez mandamientos" de 1923 y su remake "Los diez mandamientos" de 1956). En 1938, Cecil B. DeMille había rodado una peli llamada "El bucanero", y decidió que buena hora había llegado para un remake. Después de todo, si bien le había ido con "Los diez mandamientos", ¿por qué un segundo remake iba a hacerle algún mal? El problema es que durante el rodaje de "Los diez mandamientos", Cecil B. DeMille había sufrido un grave infarto, y su afán por terminar las peripecias de Moisés en el Sinaí le llevaron a descuidarse y enfermar aún más gravemente (hay quién insinúa, y en eso estoy de acuerdo, que "Los diez mandamientos" es prácticamente el testamento fílmico de Cecil B. DeMille, y la demostración más poderosa de lo que es su concepto del cine como entretenimiento... concepto que sigue siendo el mismo de los actuales blockbusters que se venden como lo más chupi jamás hecho; el problema es que esto le impedía a Cecil B. DeMille rodar nuevas pelis, y de hecho, ya no rodó más). La dirección del proyecto cayó en las manos de quien por entonces era su yerno, un jovencísimo y por entonces encasillado en papeles de indio... ¡Anthony Quinn! (para que no acusen nepotismo). Y el resultado fue... Bien, digamos que por suerte no la dirigió Cecil B. DeMille. De incluir ésta en su filmografía oficial, habría sido un serio retroceso desde "Los diez mandamientos", aunque no fuera sino porque la otra había dejado la vara muy alta, y éste es un entretenimiento discreto (no menos que eso, pero tampoco más). Aunque todo acá huele, respira y se ve como si Cecil B. DeMille la hubiera dirigido. En fin, misterios del cine...

¿POR QUÉ VERLA?

-- A pesar de lo que sugiere el título, no es la clásica peli de piratas al uso. Hagamos memoria: entre los '30s y los '50s, un contingente importante del "cine de aventuras" eran las pelis de piratas, en las cuales un heroico capitán pirata, siguiendo el estereotipo robinhoodesco de forajido-pero-noble, escoltado por su fiel y leal tripulación, plantaban cara a imperios completos (el Imperio Español, usualmente, si después de todo estas pelis eran hechas en países anglosajones) y sus malvados funcionarios-capitanes-espadachines (esquema plagiad... perdón, revisitado en "Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra" y sus secuelas). "El bucanero" se sale un poco de estos márgenes. Pero claro, está ambientada en 1812, cuando la piratería más clásica, la del Mar Caribe, ya estaba in extremis (Lafitte tiene fama, de hecho, de ser el último gran pirata del Caribe). El contexto no son plácidos mares bien vigilados por galeones españoles y desafiados por piratas, sino la Guerra Anglonorteamericana de 1812, escenario por lo demás no demasiado visitado por el cine yanketa de pro, quizás porque en esa ocasión los británicos le infligieron a los yankis la humillación suprema de tiznarle a negro carbón la Casa Blanca por fuego mediante, y el contragolpe no fue una espectacular batalla como en "El día de la independencia" sino apenas la defensa desesperada de la por entonces más bien soñolienta y señorial Nueva Orléans. De modo que si andas buscando "cine de piratas", esta peli puede ser cuando menos un poco rara. De hecho, la única escena de acción auténticamente naval aparece al comienzo, y ni siquiera la protagoniza Lafitte en persona. Quizás esto influyó en la mala recepción y crítica aún peor que tuvo el film. Bueno, esto y otras cosas, todo hay que decirlo. Pero si nos salimos del marco de "una de piratas", esta peli también tiene sus galones.

-- A pesar de que oficialmente Cecil B. DeMille estaba en casita gozando de una merecida licencia por descanso de cuatro décadas y media de director, el toque demillesco está bien patente a lo largo de toda la peli. Vemos personajes y situaciones heroicas y miguelangelescas, más titánicas que la vida, en combinación con el humor un poco chusco, pero siempre efectivo, que es marca de fábrica de DeMille. También vemos claramente su sentido de lo melodramático (la resolución final de la historia es melodrama puro, y por una vez, no demasiado bien llevado, aunque la inmensidad de Yul Brynner saca avante una escena potencialmente muy ridícula). Y por si nos olvidamos del detalle, resulta que Elmer Bernstein, que compusiera el soundtrack de "Los diez mandamientos", compone una banda sonora a la que le es imposible negar el parentesco. Es este toque demillesco, quizás un tanto populachero, pero siempre con la sensibilidad justa, lo que permite salvar las apariencias de una peli que, de otro modo, no tendría mucho sentido repasar hoy en día.

-- Yul Brynner. De haber interpretado a Ramsés en "Los diez mandamientos", y frescos sus roles en "Anastasia" y "Los hermanos Karamazov", tomó el protagónico para sí, e hizo de Jean Lafitte más que un personaje, casi una fuerza de la naturaleza, infundiéndole nobleza y respeto a partes iguales. Lo vemos caerse y levantarse, jugársela por los suyos con una eficacia que ya se la quisiera Jack Bauer, y además tener en la mano a dos chicas por falta de una. Por si fuera poco, y como curiosidad, resulta que quién defiende la idea de que América es el crisol de raza, y una visión democrática de su Constitución y Gobierno, es él, no los estiradetes politicastros y milicos de Nueva Orléans que tratan de cazarlo como su deporte favorito (quizás esto también representó una buena patada en el hígado para los bienpensantes yanketas de pro, tan conservadores y eisenhowerianos en los '50s). Uno puede buenamente preguntarse qué clase de desastre hubiera sido esta peli, si no hubiera contado con los excelentes oficios de Yul Brynner en la marquesina, y si no pasa como otra edulcorada fantasía aventurera pseudohistórica como tantas se hicieron en esos años, es justamente gracias a él.

-- El resto del elenco está, no diremos que superlativo, pero sí estupendamente ajustados a sus cometidos. Inger Stevens como la hija del Gobernador está bien (¡y buena!) sin sobresalientes, en un rol que, digámoslo en su defensa, es un tanto tópico, pero a cambio tenemos a una Claire Bloom inmensa moviendo el cotarro como la chica pirata que odia-pero-ama a Lafitte (pasa como spoiler, pero es que vean la peli, y no me digan que desde la primera escena en que aparece, no se ve venir). Charlton Heston hace una aparición de cortesía como el General Andrew Jackson, convenientemente upgradeado para que aparezca heroico como corresponde (el Andrew Jackson histórico parece que era un soldado valiente, pero también un borrachín de cuidado, y de la orgía etílica en que despellejaron viva a la pobre Casa Blanca cuando lo eligieron Presidente en 1835, ni hablemos...), y la verdad es que lo hace bien cuando puede olvidarse de que un par de añitos antes era Moisés (sí, Brynner y Heston repiten colaboración desde "Los diez mandamientos", también). Más para la trivia, mencionemos que aparece ¡Lorne Green! (el recordado patriarca de la familia Cartwright en "Bonanza")... ¡y haciendo un papel de villano!

IDEAL PARA: Ver una peli de piratas un tanto atípica y quizás no superlativa, pero sí más que interesante de repasar.

VIDEOS.

-- Inicio de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 26 de julio de 2009

"La última legión" (2007).


-- "The Last Legion". Inglaterra / Italia / Francia / Tunicia. Año 2007.
-- Dirección: Doug Lefler.
-- Actuación: Colin Firth, Ben Kingsley, Aishwarya Rai, Peter Mullan, Kevin McKidd, John Hannah, Iain Glen, Thomas Sangster, Rupert Friend, Nonso Anozie, Owen Teale, Alexander Siddig, Robert Pugh, James Cosmo, Harry Van Gorkum.
-- Guión: Jez Butterworth y Tom Butterworth, basados en una historia de Carlo Carlei, Peter Rader y Valerio Manfredi.
-- Banda Sonora: Patrick Doyle.

-- "La última legión" en IMDb.
-- "La última legión" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Estáis en la ciudad de Roma, en el año 460 d.C. Ingresáis a la misma. Veis edificios con columnas por aquí y edificios con columnas por allá, estatuas, gentes por las calles... Y descubrís un rapazuelo que trata de robar vuestra espada. ¿Qué hacéis? Ah, bien. Le castigáis. Perfecto. Bueno, resulta que aparece un filósofo que dice esto-o-aquello, y que se lo lleva. Bien, habéis de saber que las cosas en Roma están revueltas. La ciudad está en manos de Orestes, pero éste es vilmente extorsionado por Odoacro, un jefe bárbaro que trata de sacar tajada del asunto y quedarse con un tercio de Italia. Bueno, resulta que Orestes entroniza a su propio hijo como rey... ¡que es el rapazuelo que os trató de robar la espada! Y os nombran a vosotros como sus guardianes. ¿Qué hacéis? Ah, obedecéis. Bien. ¡Pero cuidado! ¡Odoacro y sus bárbaros atacan! ¡Rápido, qué hacéis! Desenfundáis vuestras espadas. Bien. A ver, veamos una tirada de reacción... No, mal-mal-mal. Ellos atacan primero. A ver, los bárbaros portan espadas bastardas 2d6+4, y hachas de combate 3d8+1, y ustedes espadas cortas 1d6+1. Veamos la tirada... ¡No! Falla. Caéis todos muertos, prisioneros o inconscientes. A la mañana siguiente, descubrís que el malvado Odoacro ha consumado su golpe de estado, se ha cepillado a Orestes, ha capturado al rapazuelo Emperador, que por cierto se llama Rómulo Augústulo, y lo ha enviado a la isla de Capri, que es una especie de superfortaleza romana. Y todos los romanos de sangre y raza se han hecho los desentendidos. ¿Qué hacéis? ¡Vais al rescate! ¡Bien, así me gusta! Partís entonces a Capri, y... A ver, dónde tengo el mapa del Dungeon... Sí, aquí está. Veamos. Están llegando a Capri, y...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En un lugar de Italia, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo vivía un escritor italiano llamado Valerio Massimo Manfredi, que del poco dormir y el mucho arqueologizar, se le secó el seso. Y dióse entonces por dar de presentes aquellas historias pasadas, aquellos Alejandros y Perícleses, aquellos Césares y Escipióneses, de manera tal que, viviendo más en tales requiebros que en los tiempos nuestros, dióse en oficiar de cronista de tales fechos, de guisa tal que, publicando libros sobre tales ellos, de buen nombre hicióse pronto en el zoco editorial. Mas, alcanzóle finalmente el éxito no con novelas individuales, sino con la publicación de una trilogía sobre Alejandro Magno, que por esos mismos años poniéndose de moda las trilogías gracias a "La amenaza fantasma", vendióse razonablemente bien, y dióse entonces su editor en verter en masa las obras de Manfredi al español, asustando a todos aquellos quienes, con ingenuidad, creído habíamos de que con tantas priesas Manfredi conseguía urdir tramas y novelas, aún con tantos entusiasmos bebiendo de las aguas Plutarco, Heródoto y Tucídides en el proceso. Y como las cosas llevan de la una a la otra, arriesgándose los productores de "Gladiador" con resucitar el peplum y los de "El Señor de los Anillos" con hacer un blockbuster de hachas y espadas en vez de sables lásers y rayos lásers, y coronando de victoria económica tales desvelos, arrojáronse todos los productores en masa a abrevar de tales aguas. Y encontróse el productor Dino de Laurentiis, asesorado, quién sabe con cuánta mano mora, por su infatigable hija la productora Raffaela de Laurentiis, con la idea de hacer su propio peplum de romanos, reverdeciendo acaso con lágrimas de nostalgia su época de fáctotum tras ítalomachadas como "Ulises", "Atila", "Barrabás" o "La Biblia". Prisa dierónse en llamar a Valerio Massimo Manfredi, para un tratamiento sobre la caída del Imperio Romano, mas el proyecto, por revueltas de Hollywood, no salió. Mas, entusiasmado Manfredi por la propuesta, y tomando la idea por propia, él que la había desarrollado a medias, en publicar una novela decidió invertirla. Obteniendo éxito con "La última legión", renovóse así el interés de los Laurentiis por adaptarla al cine. De esta manera, un tanto agonizante ya el espíritu peplumita redivivo de los 2000s para el año 2007, estrenóse "La última legión" en los cines. Dándose un batatazo en la taquilla y pasando directamente a DVD en muchos países, así como cayendo en ignominiosa derrota ante la crítica. Pero se lo perdonamos a Dino de Laurentiis, productor inmenso como la vida en sus múltiples aciertos, así como llevadero en sus errores, por habernos dado un último peplum de él, de uno de los maestros de la época de oro.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Tengo la impresión de que esta peli fue vista por todo el mundo como un ciclópeo blockbuster sobre la caída del Imperio Romano, de manera tal que cuando llegaron al cine y se encontraron con decorados de cartón piedra (bueno, lo que pasa hoy por cartón piedra, que es el CGI pobre a lo "Arturo Prat"), con la muy indostánica Aishwarya Rai blandiendo espadas y con un refrito de peplum con leyenda artúrica a lo "El Rey Arturo" del 2004, pero en pobre, se quedaron con un enorme WTF en la boca. Pero si nos quitamos las expectativas y aceptamos esta peli como lo que es, resulta que es harto mejor de lo que el grueso del público opina. No quiero decir que sea buena o revolucionaria, o que alguien no aficionado al cine histórico va a ir y quedar con una sonrisa de grato asombro. Pero a cambio, esta peli ofrece entretención pura y simple, y de la buena. No le busquen cuatro pies al gato, y se la disfrutarán como chinos. Es notorio que el director Doug Lefler venía del medio televisivo, y ya tenía experiencia en otros Sword & Sandals como "Hércules", "Xena" e incluso la malograda "Mortal Kombat: Conquest" (¡!), porque a la peli le imprime un ritmo endiablado, y cuando hay riesgo de que las cosas se tornen aburridas o monótonas, lía todos los bártulos que puede, y a otra escena se ha dicho. El cruce de los Alpes, por ejemplo, lo resuelve con una toma fugaz, en vez de engolosinarse con un plano secuencia de tres minutos para hacerlo más épico, como lo hubiera hecho un Peter Jackson al uso (sí, me he gozado "La comunidad del Anillo" cada una de las tres veces que la he visto, pero ¡por Bastet que se me hace soporífera la secuencia en las montañas!). La peli entera, con un argumento bastante extenso si se mira bien, dura algo más de horita y media, y eso se agradece. Además, se toma lo suficientemente en serio a sí misma como para que nos interesen las (improbables) peripecias de los personajes, pero sin tanta solemnidad que se hagan demasiado evidente los fallos que llevarían al filme al ridículo más supino. ¿Actuaciones mediocres de algunos grandes como Colin Firth o Ben "Gandhi" Kingsley, o diálogos a ratos un tanto ramplones? Bueno, no es para tanto tampoco, si es que sus personajes tampoco tienen la psicología más fina del mercado. Lo dicho, esta peli es puro entretenimiento matinero, y como eso funciona de maravillas. A ratos, hasta me emocionaba acordándome de aquellas viejas partidas de AD&D que alguna vez me dio por jugar, cuando estaba en eso del vicio rolero. Bueno, ahora los roleros se la vacilan con "Vampiro: La mascarada" o subproductos peores, de manera que es poco probable le encuentren la gracia a esto. Pero en fin...

-- Puede que el argumento parezca tarado (la espada de Julio César que el último Emperador de Roma casualmente encuentra y lleva a Britania, se transforma por la magia del crossover en la Excalibur del Rey Arturo), pero si bien no puede decirse que tenga una base histórica, sí al menos tiene una base legendaria, toda vez que las primeras versiones del mito artúrico se le deben a los cronistas británicos Gildas (escribió "La ruina de Britania" hacia 550) y Nennius (escribió "La historia de los británicos" hacia 830), que sí apuntan la conexión entre la tradición romana y la anglosajona artúrica (los textos de Gildas y Nennius pretenden ser históricos, pero hoy en día se puede buenamente suponer que incluyen un baturrillo de cosas inventadas, allí donde no había mayores antecedentes o la historia original era muy prosaica, además a Gildas se le pueden achacar varios errores de bulto, incluyendo denunciar la construcción de la Muralla de Antonino hacia el año 400, o sea, dos siglos y medio después de la fecha de su erección). Como puede apreciarse, esta peli gira más o menos en torno a la misma filosofía que "El rey Arturo"... pero mucho más entretenida, toda vez que se toma con mucha menos solemnidad.

-- Aishwarya Rai. Sí, su personaje de una chica indostánica entrenada en artes marciales al servicio del Imperio Bizantino está acá más perdida que Bruce Lee en "Sinuhé el Egipcio", y sí, su personaje es una poochie de respeto que opaca peligrosamente a los verdaderos héroes de la función, pero... ¡Es Aishwarya Rai, demonios! Esas curvas bajo esos ojos verdes... Esa escena en la que emerge lentamente del agua y nos muestra que su personaje misterioso es una chica (reminiscente a la de Angelina Jolie en "Beowulf", pero mucho más sexy)... Ese continuo ejercicio fetichista de verla en cota de cuero pateando traseros o zanjando panzas con una espada... Esa manera en que mira como corderito degollado a un Colin Firth que no parece darse cuenta de que de verdad - DE VERDAD - quieren con él... Ay, mamá, qué fácil soy de convencer... Bueno, esta es una razón para chicos, claro, pero no me imagino a una chica queriendo - realmente queriendo - ver una peli de espadas y sandalias.

IDEAL PARA: Roleros de corazón.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Aishwarya Rai pateando traseros [en... a quién diablos le importa el idioma].

jueves, 23 de julio de 2009

"En el nombre del Rey" (2007).


-- "In the Name of the King: A Dungeon Siege Tale". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Uwe Boll.
-- Actuación: Jason Statham, Leelee Sobieski, John Rhys-Davies, Ron Perlman, Claire Forlani, Kristanna Loken, Matthew Lillard, Brian J. White, Mike Dopud, Will Sanderson, Tania Saulnier, Ray Liotta, Burt Reynolds, Gabrielle Rose, Terence Kelly.
-- Guión: Doug Taylor, sobre una historia de Jason Rappaport, Dan Stroncak y Doug Taylor, basados en el videojuego desarrollado por Chris Taylor.
-- Banda Sonora: Jessica de Rooij y Henning Lohner.

-- "En el nombre del Rey" en IMDb.
-- "En el nombre del Rey" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Algo huele podrido en el Reino de Ehb... ¡¡¡Y EL GRANJERO VA A LIMPIAR LA BASURA!!! "Contén tu mano, justo Granjero"; "Quién dice que soy justo"... Nadie le dirá "buenas noches" a este dulce Granjero... "¿Ser o no ser? No hay problema" (¡¡¡BUM!!!). El Granjero (seriously, el pobre es tan pobre que ni para comprarse un nombre le alcanza, aunque, ¡no desesperéis!, ya veréis cómo se gana uno en el transcurso de la peli... si es que aguantan viéndola) tiene una familia, y es querendón y amoroso con la misma. Hasta que aparecen... ¡¡¡Los Uruk-Hai!!! Er... perdón, quise decir... ¡¡¡Los orcos!!! Er... esteeeeee... tampoco. Quise decir: "¡¡¡Los Krug!!!". Verán, los krug son seres grandes y deformes (como los orcos), armados con espadas (como los orcos), incapaces de pensar y máquinas de matar (como los orcos), que vienen desde más allá de las fronteras (como los orcos) y son básicamente malvados puestos a morralla para que el bueno ejercite sus pectorales cargándoselos (como los orcos, si es que me la ponen a huevo para cachondearme). Los krug masacran la inocente aldea del Granjero, y de paso le secuestran a la señora, además de matarle al crío. Big mistake. Porque Jack Slater... perdón, el Granjero, va a tomar la justicia por su propia mano. Pasando olímpicamente del rey, que es todo lo buen chato que se quiera, pero es un patán a cuyo mago imperial le están comiendo limpiamente la hija el villano, nada menos, y cuyo propio sobrino conspira en su contra. Poco a poco, el destino del Granjero y el destino del Rey irán confluyendo uno con otro, para en conjunto, plantarle cara a la adversidad y enseñarles que con los sagrados valores de América (Patria y Familia) no se juega, caramba. Por cierto, ¿ya les dije que todo esto transcurre en una ambientación medieval? Bien, no les dije. Bueno, ahora se los digo, todo esto es en ambientación medieval. Y, dicho esto, ¿ya les dije que en la peli aparecen ninjas...? (No, no estoy de joda, de verdad aparecen ninjas en una de fantasía medieval: lo dicho, me ponen el cachondeo a huevo).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¿Cómo diablos se las arregla el patán de Uwe Boll para rodar peli tras peli tras peli, con lo escabroso que es conseguir financiamiento, a pesar de que cada una de ellas va desde su estreno en derechura al Bottom-250 de IMDb? A su haber tiene dos insignes adaptaciones de videojuegos, insignes por la cantidad de malas críticas cosechadas, incluyendo "Alone in the Dark" y "BloodRayne". La única explicación para el misterio, me figuro yo desde mi mullida colcha, es que cuestan lo suficientemente barato y recaudan lo suficiente en su paso como carne de tienda de DVD, para que los productores sigan pendientes de facilitarle dinero para perpetrar sus barrabasadas (podríamos mandarlos a la cárcel por asociación ilícita). El caso es que algún genio de esos que no faltan, dijo que sería buena idea pasarle un videojuego de ésos pseudomedievales, un tal "Dungeon Siege", sacado en la cresta de la ola de "WarCraft", a ver qué hace con esto. Total, si la cosa no renta en el cine, ya habrán incautos a los cuales les ponemos un afiche pseudoTLOTR que se arrendarán el DVD. Porque, es que oigan, es de ver esta peli y no creer que la civilización humana alguna vez escribió el Génesis, la Ilíada, la Odisea, el Kalevala o el Ramayana, porque cómo el director no se pega su empapadita a conciencia (Tolkien lo hizo para escribir TLOTR, sin ir más lejos)... o peor aún, el público no intenta saltar de aquí a algún material un poco más elevado o interesante. ¿Y quieren saber cuál es la peor parte? Que un heroico servidor, puesto a cumplir su misión autoimpuesta de comentar todas las pelis que vea indiscriminadamente, sin parar mientes en si son buenas o malas (hemos comentado "El ciudadano Kane" y "Dirty Love" en un mismo blog, eso es democracia pura, ¿OK?), también tiene que escribir esta reseña. Bueno, al menos me proporciona algunas horas de cachondeo el asunto... Peor les va a los que la ven y no tienen otra salida sino el suicidio (o escribir un blog sin el talento derrochado en Cine 9009, hehehé).

¿POR QUÉ VERLA?

-- La primera interrogante que se me viene a la mente es... ¿cómo se las arreglaron para engañar a un elenco tan grande de actores y meterlos de lleno en este sumidero? ¿Es que ninguno, trabajando en la industria del cine, tenía noticias de que Uwe Boll es un hombre constantemente postulado a los Premios Razzies? ¿O tanto necesitaban el dinero para los garbanzos que cualquier cosa les pusieran por delante las tomaban (esto o "me bajo los pantalones por comida")? Lo curioso es que lo intentan. Casi todos, pero lo intentan. Jason Statham es el prota, cambiando el impecable terno de Frank Martin en "El transportador" y secuelas para hacer el macarra en la Edad Media, con una seriedad que se la quisiera Mátrix en "Comando" cuando le secuestran a Alyssa Milano (bueno, en ésa se la secuestran y aquí matan al crío... qué bueno porque pintaba para insoportable el desgraciao, y tener otro de esos insufribles bajitos como en "La momia"...). Su mejor amigo es Ron Perlman (¿no puede aguantarse sin trabajar una temporada hasta que hagan una eventual "Hellboy 3"?). El rey es Burt Reynolds, y francamente no se esfuerza mucho (llamen en su lugar al Senescal de Gondor, oí que después de "El regreso del Rey" se quedó cesante...). El mago de la corte es John Rhys-Davies (¡sí, el enano de "El Señor de los Anillos", para que el rip-off the TLOTR quede en familia!), que trata de hacer lo que puede, lo que, considerando que su papel es un Gandalf de rebajas, no es mucho. Su lúbrica hija es una Leelee Sobieski que alguna vez fue una joven promesa fílmica, y que aquí firma oficialmente su propio certificado de defunción, en lo que a carrera fílmica se refiere (bueno, ver sus formas en una muy ceñida armadura es un ejercicio fetish que no le hace mal a nadie, ehm). Claire Forlani, otra antigua joven promesa a quién el tren rumbo a Hollywood está dejando abajo por el maldito tema de la edad ("Ratas de mall", "¿Conoces a Joe Black?", "Hombres Misteriosos", ¿recuerdan esos años locos?) como la esposa del Granjero actúa bien, pero como su rol es ser la jovencita sumisa puesta en las garras del villano para ser rescatada, no es que haga mucho en realidad. Kristanna Loken tiene un papel meramente testimonial, con un traje fetish que no alcanza a disimular la falta de busto (bueno, la cara de loba en celo no se le despinta desde "Terminator 3: La rebelión de las máquinas"). Y por el lado de los villanos tenemos a Matthew Lillard como un afeminado sobrinito wannabe Cómodo en "Gladiador", cuyas maquinaciones no llevan nunca jamás a ninguna parte (vaya efectivo este villano para mover el cotarro), y como supreme mastermind of evil a... señores... por favor... lo que voy a decir es cierto, lo juro por Bastet... ¡¡¡RAY LIOTTA!!! Y no es que Ray Liotta no se esfuerce en conseguir caras y poses de malvado (malvado de opereta, vale, pero es tan bajo el nivel de todo esto que, qué más da), pero es que el sangrante diálogo final en donde explica sus motivaciones... Diré que cuando lo acusan de estar loco, responde que sí, que está loco, y lo alabarán después por su locura (y pensar que Anthony Quinn se cachondeaba de lo lindo de ese cliché en "El último héroe en acción", cuando decía "y dónde está escrito que yo sea el villano, ¿lo tengo tatuado en la frente acaso...?"). En serio, esta peli tiene un elencote. Y miren cómo lo malgastan.

-- Si el elenco es un caso de oportunidades desperdiciadas (bueno, en el caso de Burt Reynolds tachen lo de "oportunidades" y quédense con la segunda palabra), farrearse la historia no tiene perdón de Bastet. Y conste que el guión tenía ideas. Poner a la princesa de turno encamada con el villano, en una época en donde se supone que todas las princesas de cuento son castas y virginales, podía dar de sí. Pintar que el mago de la corte y el mago del villano son los últimos de su casta podía dar enjundia de sí. Darle más protagonismo al sobrinito intrigante hubiera revuelto las cosas. Y no. Dale con ripofear "El Señor de los Anillos". Porque: el Granjero con su familia es en espíritu lo mismo que ver a los hobbits (incluso hasta la música en esta secuencia parece un calco barato de la partitura de Howard Shore); los krug, por más que los llamen krugs en la peli y en los documentos oficiales, son los orcos de toda la vida; el rey en peligro es Theoden; el mago bueno contra el mago malo es Gandalf contra Saruman; el viaje de rescate es el de la Comunidad del Anillo (pero con tres en vez de siete... ¡desventajas del menor presupuesto!); los tipos en el bosque son los elfos en carácter y cumplen la función de los ents en lo narrativo; y la batalla final a dos bandas, el ejército a un lado y el prota en solitario al otro, es la batalla de Aragorn a las puertas de Mordor y el arroje del anillo al Monte del Destino en "El regreso del Rey". Bueno, al menos eso puede contar como una ventaja. En lo de Peter Jackson & CIA tenías que tragarte diez horas de peli, mientras que esto dura sus dos horitas redondeadas (hay una versión direct-to-DVD con 30-45 minutos adicionales que, Uwe Boll reclama, y lo dice con toda la seriedad del mundo, hay que ver a la gente cómo se compra solita su propio pasaje a la nada, que expande mucho más el universo narrativo, pero vuestro servidor el General Gato no será tan sacrificado como para marchar a esas áridas tierras del Desierto de los Buitres Cinéfilos para verificarlo).

-- ¿Ya mencioné que los krugs son tan malvados que se encienden en fuego ellos mismos para arrojarse en catapultas y quemar a los buenos? Gran detalle cutre éste. Y, además... ¿ya mencioné que salen ninjas? Sí, si lo mencioné, pero es que no me aguanto, así es que... ¿ya mencioné que salen ninjas? ¡Sí, en serio, salen ninjas en una pijada medieval!

IDEAL PARA: Ociosos.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Trailer de la peli [en español].

domingo, 19 de julio de 2009

"Enamórate de mí" (2006).


-- "Hors de prix" (título original en francés), "Priceless" (título internacional en inglés), "Mujer de lujo" (título en Argentina), "Un engaño de lujo" (título en España). Francia. Año 2006.
-- Dirección: Pierre Salvadori.
-- Actuación: Audrey Tautou, Gad Elmaleh, Marie-Christine Adam, Vernon Dobtcheff, Jacques Spiesser, Annelise Hesme, Charlotte Vermeil, Claudine Baschet, Laurent Claret, Jean de Coninck, Blandine Pélissier, Philippe Vendan-Borin, Bernard Bourdeau, Didier Brice, Laurent Mouton.
-- Guión: Benoît Graffin y Pierre Salvadori.
-- Banda Sonora: Camille Bazbaz.

-- "Enamórate de mí" en IMDb.
-- "Enamórate de mí" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Todo progreso en la evolución de las especies marca también un progreso en la evolución de sus correspondientes parásitos. Mientras los gloriosos millonarios, símbolos y emblema del capitalismo que tantas bendiciones ha traído a la Tierra poniendo riqueza en los bolsillos de todos (bueno, de algunos más que otros, en particular de los wallstreetitos de toda la vida, OK, pero ¡no sean malagradecidos, que al menos tienen luz y agua potable, caramba!), ha prosperado también toda una subfauna de criaturas pupulando alrededor. Levanta una piedra en el jardín de un millonario, y los encuentras. Entre esta fauna podemos consignar a la mucama, a la lavandera, a la baby-sitter, al mozo de cuadra, al esclavo que susurra "acuérdate que eres mortal" (empleo en desuso éste, en realidad)... Y a los mozos de hotel que sirven martinis shaken and no stirren, y a las trepadoras que hacen como que se enamoran de algún vejete con money-money-money, always money, it's the richman's world, para obtener a cambio joyas, vestidos, suscripciones a "Astrobiological Magazine" (si, esto último fue un sutil y oscuro sarcasmo, ¿y?). Uno de estos mozos de hotel trabaja de cantinero, elaborando vaporosas bebidas para los millonarios que son su ser y razón de sustento. Hasta que, a las vaporosas de la madrugada, aparece una dama-de-éstas. Sólo que por las circunstancias, él no sabe que ella es una trepahombres, y ella no sabe que él es un alcoholizador mercenario a sueldo. El, hecho todo timidez frente al físico contundente de ella (Audrey Tautou never-seen-so...), es víctima de las tretas arteras de seducción de ella, que cree nuestro hombre está forrao, y ambos terminan encamados. El asunto no tendría consecuencias, de no ser porque un año después, y por esos azares del destino y de las comedias románticas, se reencuentran. Y ella le da un segundo preview a él, creyendo que la capacidad de pago de éste es prime y no subprime. Pero el vejete con el que está ella, se entera y la envía con cajas destempladas al frío mundo exterior. Ahora, ella está sola y por su cuenta, armada sólo con una libreta telefónica, lista para tomar por asalto a cualquier otro hombre que se le cruce en el camino. ¿Y nuestro heroico galán el sirvecocteles...? Ahí, el tarado, con ojitos de bovino, gastándose un pastón en la chica, y ella muy bien gracias, que si él es tarado para gastárselo... De esta manera, también él acaba en la calle, sin un solo franco. Ya sólo le queda una sola cosa por vender. Y como dicen, nunca mandes a una mujer a hacer el trabajo de un hombre: lejos de ser inconveniente, la naifeté de nuestro galán le abrirá una inesperada carrera como chulopiscinas, que podría llevarle no sólo dinero y prebendas sino también... ¿el corazón de la trepahombres...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El arte del hetairismo es viejo como... No diré como la Biblia, pero sí al menos como la Atenas de Pericles, en donde el mencionado Pericles se reforcilaba entre Peloponeso y Persia con la famosa Aspasia de Mileto, que como buena hetaira, no sólo conocía el arte de hacer cosillas inmundas para su hombre, sino que además era culta, tenía conversación y hacía socialité con los más grandes pensadores de su tiempo (no todos los griegos eran maricotas, para que vean). El paso del tiempo ha tratado mal el viejo arte del geishismo. Porque después de todo es un negocio, ellas son la oferta sexual y ellos la demanda, la oferta es refleja de la demanda (Economía 01, kids...), y si la demanda se deprime (los tipos cultos y refinados de finales del XX y comienzos del XXI son reemplazados por esnobs que compran discos de jazz o de cult-rock sin entenderlos ni disfrutarlos, pero que queda guay escucharlos...), la oferta debe adaptarse a la demanda o sucumbir. En paralelo, con esto de la liberación femenina, las mujeres no sólo han obtenido derecho al sufragio, a que el pater familias lave cagaos de guagua, y al patrimonio reservado de la mujer casada, sino también a contratar con sus propios medios económicos a sus propios vibradores con patas (bueno, nadie dijo que con la liberación las mujeres heredarían todas las virtudes de los hombres sin sus defectos, que esto no es beneficio de inventario, joer). Aumentado el poder económico de los demandantes, abiertas nuevas perspectivas con el incipiente mercado femenino y el de los y las homos, y rebajados los requisitos de titularidad para ser chula de lujo o putopiscinas (¡y es que ahora ya no exigen ni Cuarto Medio...!), parecen venirse buenos tiempos para este sexy mecanismo de redistribución de la riqueza. Así le va al mundo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Dicen que con esta peli querían hacer una especie de remake bastardo de "Desayuno con diamantes". Bueno, la pretensión de llegar a tanto es un poco escandalosa, OK, y de la comparación sale resentida. Pero si nos olvidamos del intento de hacer pasar a Audrey Tautou por Audrey Hepburn (la Tautou es plato fino, pero es que la Hepburn... es mucha Hepburn), la peli se defiende de lo más bien. La primera media hora es oscura, y uno puede muy bien preguntarse qué de comedia tiene el asunto, porque es un descenso cada vez peor a los infiernos. Pero una vez llegados a los tenebrosos avernos del vendecuerpismo... ¡qué tibiecito se está ahí! No es una comedia desopilante que vaya a matarte de risa, pero la vena de sarcasmo corrosivo ya no abandona ni por un minuto. Es como una Novela Picaresca con dos modernos Lazarillos de Tormes que no venden sus servicios como criados sino como calientacamas. Quizás no haya ningún chiste ni secuencia memorable, y el final sea hasta forzado de lo pasteloso, pero... Si es por comparaciones, lo mejor que pudo sacar Hollywood en materia de trade body for money es "Mujer bonita", y esta peli la barre de lejos porque no pretende ser una historia de Cenicienta ni mucho menos. O acaso, el verdadero romance está entre los cenicientos, y no vemos príncipes richardgerescos listos a salvar a Julias Roberts ingenuas de sus cadenas de opresión sexual (mmmmmm... Julia Roberts en cadenas... mmmmmm...). Aquí los millonarios lo tienen todo y lo compran todo y no tienen románticos y hollywoodenses ataques de conciencia. Sátira social garantizada.

-- Audrey Tautou. Que las minorras ingenuotas y optimistabalbas se queden con "Amelie" (o, para quedar más guay y sonar más cursi, "El fabuloso destino de Amelie Poulain"). Es el Síndrome Serena: Elizabeth Montgomery estaba buenoide como Samantha en "La Hechizada", pero cuando de verdad aceleraba a cien era cuando se ponía su peluquín negro y hacía maldades como la prima Serena. Las chicas buenas se van al cielo, las malas van a todas partes. Y esta Tautou sí que va a todas partes. Olvidémosnos de su detestable paso por "El Código Da Vinci" (por no hablar de que, como buena chica Bond, acompaña a Robert Langton sólo en ésa, y no se le verá el pellejo en "Angeles y demonios"). A pesar de que su personaje es en principio abiertamente repelente (hay que ver como abusa del pobrecillo barman...), Audrey Tautou consigue hacerlo simpático, y llega a doler cuando por pasarse de lista se le salen de madre las situaciones. Admitámoslo, esta peli de pícaros ventilavergüenzas no hubiera sido lo mismo sin ella.

-- Gad Elmaleh. Está simplemente estupendo en su rol. Al principio, cuando es un tímido camarero que blah-blah-blah, es un tanto detestable, y después, cuando se deja hundir a los abismos de la sordidez, uno puede preguntarse de qué se tomó. No se preocupen, que pronto rebota y se recupera en plena forma. Antihéroes románticos como éste no se ven en el cine de Hollywood. Al señor Elmaleh lo habíamos visto ya en "Mi otro yo", también escorzando entre el Escila y Caribdis de varios millonarios listos a jugar su juego con los pobres peones de todos los días... Y saliéndose con la suya. Gran tipo, oigan.

-- Escenas memorables. Audrey Tautou enseñándole a Gad Elmaleh cómo ser un buen p***. Audrey Tautou en bikini (ehm...). Gad Elmaleh fungiendo de Príncipe de Quéteimportastein... La familia con niñitos petrificada frente a Gad Elmaleh en camita (con la chica haciendo cositas, se entiende). Gad Elmaleh condicionado como botones incluso después de renunciar. O domesticando a la fiera de su ama. Las caras de la Tautou viendo como el poco aprovechable Gad Elmaleh prospera y le va bien en el negocio de prestación de servicios íntimos...

IDEAL PARA: Ver una estupenda comedia picaresca francesa de lujo.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en francés, sin subtítulos].



-- A ver quién hace caer a quién [en francés, sin subtítulos].

jueves, 16 de julio de 2009

"Mujer bonita" (1990).


-- "Pretty Woman". Estados Unidos. Año 1990.
-- Dirección: Garry Marshall.
-- Actuación: Richard Gere, Julia Roberts, Ralph Bellamy, Jason Alexander, Laura San Giacomo, Alex Hyde-White, Amy Yasbeck, Elinor Donahue, Hector Elizondo, Judith Baldwin, Jason Randal, Bill Applebaum, Tracy Bjork, Gary Greene, Billy Gallo.
-- Guión: J.F. Lawton.
-- Banda Sonora: James Newton Howard.

-- "Mujer bonita" en IMDb.
-- "Mujer bonita" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En Beverly Hills, uno de esos prototípicos tiburones de empresa que no se da fiesta porque en las fiestas se pone a hablar por teléfono para ver cómo amasar más dinero (¿y qué tiene eso de malo? Cada uno es feliz a su manera...), paga su correspondiente costo de oportunidad cuando su noviecita le representa que nunca estás, que nunca te veo y todas esas cosas. Y lo patea. Por teléfono. El hombre se mosquea porque, ya saben, es un empresario, y está en los genes del empresariado el mosquearse cuando se pierde una inversión, cualquier inversión, incluyendo invertir en féminas. Y toma prestado el automóvil de su amigo. Y se larga. Y como está en otra ciudad, se pierde. Llega entonces hasta una calle en la que laboran algunas chicas pay-per-view. Una de esas chicas está mosqueada a su vez porque su amigota se está fumando el cash de la renta (o jalando, o inyectando, yo qué sé), y se monta al vehículo del tipo. Y se queda sorprendida porque, verán, el tipo es buena gente y decente, nada que ver con los tiburones corporativos estilo Gordon Gekko, y se la lleva, se la lleva, se la lleva... por 20 dólares le dirá dónde está su destino (bueno, imagino que 20 dólares compraban muchas cosas en ese tiempo). Una vez en el hotel finolis donde él está alojado, él se queda pensando, le pesa la chica ésa malagradecía porque él estaba dedicado a juntar el money para el nidito de amor y ella sale con los chocolates y las rosas, miren que ingrata, y decide que se va a llevar a la chica de alquiler a su habitación. Pero no para follársela como Dios manda, ¡oh, no!, porque el tipo tendrá dinero y poder, pero es que oigan, en el fondo es buen chato, y decide que la tendrá puramente de compañía. Y ella se encandila con el estilo de vida y con el trato galán del sujeto, y él por su parte se empapa de ese Freigeist de la chica, tan diferente a sus estiradetes amigos, los opuestos se atraen, y le ofrece entonces un contrato para acompañarlo por una semana. Una semana que cambiará sus vidas forever and ever y etcétera. Ustedes los humanitos sí que saben complicársela, nosotros los gatos pasamos por el peak hormonal del apareamiento y el resto del tiempo es comer y dormir. ¿Para eso inventaron la civilización...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los madonnescos y estucados '80s terminaron, en cierto sentido, en ese día de 1994 en que Kurt Cobain tuvo el buen sentido y gusto de pegarse un tiro para vender más discos de Nirvana (¡un momento, estaba muerto! ¿Cómo iba a profitar de ese incremento de ganancias...? Hmmmmmm...). Pero hasta entonces venía esa especie de resaca de los '80s que fueron los tempranos '90s, la época en que "Melrose Place" aún no desplazaba del foco a su madre putativa "Beverly Hills 90210", y en que Estados Unidos estaba de cabeza buscando al asesino de Laura Palmer en esa mezcla de slasher ochentero con espíritu indie grungie noventero que fue "Twin Peaks". Y para demostrar que los '80s no estaban muertos, he aquí la peli capital de esa época de transición. Interpretada por ese ídolo tardíosetentero y tempranoochentero que fue Richard Gere ("Gigoló americano", "Reto al destino"...) con la por ese entonces ascendente Julia Roberts, que había hecho de secundaria en "Línea mortal". Circulaba por ahí un guión sobre la oscura y darkie vida de las hembras de lujo, pero cuando los productores lo vieron dijeron "no-no-no, muy deprimente, esto es Hollywood, la fábrica de sueños"... Así es que reescribieron todo el material para que fuera una comedia romántica. El casting de actores fue otro parto porque ninguna actriz quería hacer el papel de ramera, y ningún actor quería aparecer levantándose a una ramera. Entre las descartadas estuvieron Molly Ringwald (no quiso), Valeria Golino (consideró que su acento italiano no ayudaba), Meg Ryan (¡Disney la quería!), y Daryl Hannah (consideró que el rol denigraba a las mujeres), y entre los descartados estuvieron Christopher Reeves (¡!) y Al Pacino (¡¡!!). El resultado: la peli consagró una fórmula (creyeron hacerla de oro repitiendo Gere-Roberts en "Novia fugitiva", con los deprimentes resultados que son de dominio público), y catapultó a Julia Roberts a la fama internacional como la prostituta con el corazón de oro y la convirtió en ídola tempranonoventera (bueno, ella y también Shelley Michelle, que le prestó el cuerpo a la Roberts en todas las escenas más contundentes, y que le labró también un nombrecillo en la serie B...).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Hay cosas que funcionan, funcionaron y funcionarán siempre, desde que el hombre es hombre y hasta la completa extinción de la Humanidad, y una de esas cosas es fabricar sueños para los wannabes. Si no puedes ser un agente secreto, un guerrero bárbaro o un místico desaforado, siempre puedes vivir la experiencia vicaria a través de "El satánico Doctor No", "Conan el Bárbaro" o "Los diez mandamientos". Uno de esos patrones comunes es la historia de la Cenicienta (la trama que tanto hizo por la carrera de Thalía) sobre la chica pobre que se enamora de un príncipe y, matrimonio mediante, asciende en la escala social a la par que es redimida, y todo eso por gratis, sin hacer nada, simplemente porque es una buena chica igualita a las chicas de la platea (bueno, en "Por siempre" al menos Drew Barrymore tenía que currársela más... Pero en todas las otras, las chicas pueden decir "pobrecilla, cómo sufre inmerecidamente siendo tan noble y buena, si es igualita a mí", aunque la que dice eso sea una bruja de cuidado en la vida real). "Mujer bonita" no es más que otra reversión de la Cenicienta, ahora Beverly Hills-style, y la apreciación de la peli va directamente relacionado con esto. O sea, quién espere gran cine aquí está perdiendo el tiempo. Pero quién ande a la siga de una buena historia popular o que le cuenten un buen cuento de hadas, aquí está en su salsa. Porque están todos los ingredientes de la historia de la Cenicienta (bueno, no hay hermanastra a la vista, y la amiguete podrá ser una yonki de esnifárselo todo, pero al último es más buena que el pan y ni envidia siente de que su mejor amiga se ligue a un millonario forrado en dólares), y trabajados con mimo y esfuerzo. Como dijo Homero Simpson (bueno, lo hizo apuntando implícitamente a "Novia fugitiva", pero aquí también se aplica): "¡Pero qué imbecilidad, si al final todos sabemos que Julia Roberts se va a quedar con Richard Gere!". Sí, lo sabemos, pero el tramo intermedio... Es puro sueño romántico, comme il faut, y eso también vale algo. Y si no lo creen, vean el desaguisado que hizo Jennifer Lopez cuando trató de coronarse como la Julia Roberts latina en "Sueño de amor", y convirtió el tema de la Mujer Bonita en una pesadilla de amor, o de-lo-que-sea.

-- La peli tiene su remoquete de crítica social ciertamente implícita. ¡Oh, no nos fijemos en ese Gordon Gekko de buen corazón que es Richard Gere, que esto no es "Wall Street"! Pero las secuencias de la chica pobre-pero-honesta caminando en ese mundo de vanagloria y superficialidad (las escenas en las boutiques caras, memorables todas) dan para restregar por la cara todo lo estiradetes y despectivos que son los ricos en realidad. Nunca sabrás si ese rico tan campechano y buena gente realmente lo es, hasta que lo encuentres enfrentado a un pobre, y en esta peli eso es evidente. Sabemos que Richard Gere es buena gente porque trata a la prostituta como persona, y cuando mete las patas hasta el trasero, no la manda a freir espárragos como un monetarista cualquiera, sino que reflexiona, trata de entenderla, etcétera.

-- Julia Roberts. Como decíamos, esta peli la puso en la primera línea de las actrices hollywoodenses, y con justicia. Su interpretación es avasalladora y carismática. Bueno, no hagamos demasiado caso de algunos rumores sobre cómo la ayudaron a actuar (como que por ejemplo le hicieron cosquillas en los pies para sacarle una carcajada histérica, en una escena). En esos años Julia Roberts se esforzaba por sacar buenos roles, y con los años ha demostrado ser una actriz más que fina (aunque se haya encasillado en roles de pesada como "Erin Brockovich" o "La gran estafa", todo hay que decirlo, pero también está su magnífico e incomprendido rol en "El secreto de Mary Reilly"), pero cuando todavía la cuenta bancaria estaba a medio llenar, tenía que trabajar el doble para quedarse donde mismo. Y esta peli sigue siendo un ineludible en su filmografía. Y a Richard Gere no lo mencionamos no porque no lo haya hecho bien, sino porque la Roberts básicamente se lo come con zapatos. Bueno, ayuda también que su rol en sí mismo es poco creíble, incluso en un cuento de hadas como éste (o sea, el tipo lo tiene todo, fama, fortuna, se comporta como un niñito mimado, ¿y de pronto desarrolla un ataque de conciencia y se vuelve un emprendedor después de haber sido un maldito especulador revientaBolsas...? Pleeeeeeaaaaaase...). Pero cumple bien.

-- Entre los secundarios tenemos a Laura San Giacomo al tope de la bandera, insigne secundaria antes de esta peli, y después de esta peli también (algunos la conocen por la serie de TV "Just Shoot Me", otros por haber sido hermana de Andie McDowell en "Sexo, mentiras y video"). A diferencia de la Roberts, Laura San Giacomo sí que es una ramera un poco más creíble, con ese vestuario más descafeinado, con sus modales de niñata guarra y con su correspondiente repertorio de adicciones (se supone que el personaje de la Roberts, en el darkie guión original, iba a ser algo así). Y Héctor Elizondo, como el jefe del hotel, también está c'est magnifique, qué vamos a decir, aunque su rol también sea un tanto increíble, pero... ¡cuánta bonhomía, el hombre!

IDEAL PARA: Verla con el correspondiente palomo o paloma y ponerse después a palomear arrurrú.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 12 de julio de 2009

"La Era del Hielo 3" (2009).


-- "Ice Age: Dawn of the Dinosaurs". Estados Unidos. Año 2009.
-- Dirección: Carlos Saldanha, Mike Thurmeier (como codirector).
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Ray Romano, John Leguizamo, Denis Leary, Queen Latifah, Seann William Scott, Josh Peck, Chris Wedge, Simon Pegg, Karen Disher, Bill Hader.
-- Guión: Michael Berg, Peter Ackerman y Yoni Brenner.
-- Banda Sonora: John Powell.

-- "La Era del Hielo 3" en IMDb.
-- "La Era del Hielo 3" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Después del hielo y del deshielo de las anteriores entreg... de las pasadas aventuras, perdón, la vida de los mamíferos pleistocénicos prosigue más o menos como de costumbre. O algo así. Porque Manny ha estado haciendo, ya saben, cositas, y a resultas de eso Ellie, la mamuta que se echó en la entrega anterior, está en "estado interesante". Y Manny, el mamut al que todos los Uberkatzen adorábamos porque lo veíamos y maullábamos "sí, en verdad uno es un poco como Manny", se ha degradado a un estropajo mamón al que se le caen las babitas, sobreprotector, y... bueno, que por esfuerzo no se quede, muchachote. Diego, el tigre dientes de sable que se robaba la peli en la primera... (bueno, no, pero hago barra, si entre felinos nos defendemos, ¿vale?) ...y que en la segunda era un secundario de lujo, ahora va camino a terciario porque eso de correr y decirle "you've got to ask yourself one question: do I feel lucky? Well... do yah, antílope...?" ya son tiempos idos. Y Sid... Bueno, nuestro adorable (entrecomillen lo anterior, por favor) perezoso sigue... bueno, es Sid, qué más esperan, si han visto cualquiera de las dos anteriores me entienden. El caso es que como todos tienen sus problemas, a Sid eso del sanguijuelismo emocional no le funciona, y cuando encuentra un puñado de huevos, tiene la muy mala idea de querer quedárselos para ser su papuchi. Sí, al tarado nadie le enseñó que el ornitorrinco es el mamífero que pare por huevos, no el perezoso, pero como decíamos... es Sid. Por supuesto que los huevos deciden salir a buen mundo, y tienen un aspecto, huh... preocupantemente reptiliano. Sid hace algunas payasadas más, pero no le durará mucho el festín: mamá sauria decide salir de su cubil y buscar al malparido que le ha sacado los huevos del canasto. Y algunos mamíferos la pagarán. En el momento clave, Sid tiene la muy mala idea (y van...) de ponerse entre ella y los huevos, y dice: "¡Antes de llevártelos, tendrás que pasar por sobre mi cadáver...!" (es lo que tiene vivir veinte mil años antes de que hayan rodado las de Jurassic Park). Y ahí tienen, cinco minutos después, a todo el resto de la panda yendo a rescatar de las mandíbulas de una furiosa mamasauria, a un tipo que haría bien en quedarse inrescatado. En fin, supongo que sin Sid, como que esta peli no funcionaría, y de una Era del Hielo 4 ni hablar...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El año 2002, un poco a desgana y casi como por encargo, al director Carlos Saldanha le cayó un proyecto de animación que cristalizó en "La Era del Hielo". De hecho, el hombre sólo accedió por meintrias tanto, porque si le iba bien, capaz que le dieran pase libre para realizar lo que siempre había soñado, su (finalmente aburrida) fantasía retrofuturista "Robots". Por alguna razón que se me escapa (hablamos de una peli prehistórica sin dinosaurios, y los cazadores prehistopitecos apenas aparecen), la peli resultó terriblemente vendedora, y dio origen a un "La Era del Hielo 2". Y ahora, a una "Era del Hielo 3". Y con un poco de suerte, a algún puñadito de secuelas más, hasta que la franquicia no sea redituable. Y cuando llegue ese punto, siempre queda el direct-to-DVD. Y después, el reboot...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli es un hito histórico. No dentro de la saga, por supuesto, que quienes la han seguido hasta acá descubrirán que sigue siendo más o menos lo mismo de siempre. Me refiero a aquello de que... bueno... ya saben que lo de "segundas partes nunca fueron buenas" se ha corrido a las terceras. Todos sabemos el enorme bajón de calidad (cuando no hundimiento definitivo) han representado para sus respectivas sagas cosas como "Rocky III", "Viaje a las Estrellas III", "El regreso del Jedi", "Superman III", "El Padrino III", "Batman eternamente", "Terminator 3: La rebelión de las máquinas", "Spiderman 3", "Shrek Tercero", "Inframundo: La rebelión de los lycans", "Resident Evil: Extinción"... Y de pronto, contra toda esperanza, violando las sagradas y no escritas leyes de la cinematografía, nos encontramos con una tercera parte que... ¡sí funciona! Y no sólo eso, sino que además... ¡se come con zapatos a las otras dos juntas! Porque admitámoslo, "La Era del Hielo" era un tanto laterilla, y "La Era del Hielo 2" se defendía mejor pero abusaba de sus recursos (ya saben: si quieren Scrat, pues Scrat hasta que revienten...), mientras que aquí, los tipos detrás del proyecto se notan felices y cómodos, están en su medio ambiente natural, y hacen la primera entrega de esta saga de la que uno puede decir "pusieron cariño en esto, joer". Aquí no se liaron demasiado, y utilizaron una premisa simple hasta la desvergüenza: uno del grupo es secuestrado y llevado lejos, y el resto tiene que ir al rescate a través de un mundo exótico y mortal. Nada que no se le haya ocurrido por cuerda separada a cualquier guionista de series dominicales de matiné en los años '30s. Y le sumaron a esto los siempre vendedores dinosaurios, en la dosis justa (pierdan el miedo, aquí aparecen dinosaurios, pero son los justitos que corresponden, y están al servicio de la trama, no como esas pelis con bichos que hacen cameos starwaseros para vender después el dichoso muñequito). Y luego, a parir chistes como locos. El cóctel final es una ruleta de hora y media de carcajada tras carcajada tras carcajada, algo que no se podía predicar con mucha soltura de las dos entregas anteriores. Es cierto que esta peli no tiene un hondo contenido, ni estupendos bocetos psicológicos de sus personajes, ni ingeniosos metatextos a lo "Shrek", o una parábola moral sobre el ser humano (que esto no es "WALL-E", para que nos entendamos), pero tampoco pretende ser más que eso. Es diversión pura, simple y honesta, y dentro de esta simplicidad, se goza estupendamente bien. Los niños se divertirán viendo a sus héroes favoritos correr y saltar en medio de dinosaurios, y los adultos se podrán reir a carcajadas con más de algún chiste soltado con mala baba. Incluso los diálogos están en su salsa. Una peli hecha con pura filosofía de entretenimiento popcornero, pero del bueno, del que de verdad te transporta a otro mundo y te hace disfrutar y gozar con él.

-- Scrat. Vamos, ustedes querían que hablara de la ardilla, ¿verdad? Sí, aparece. Como el secundario de lujo de siempre. Pero ahora upgradeada. No sólo porque aparece una ardillesa que utiliza todas las aviesas y viperinas armas femeninas de toda la vida con él para quedarse con la bellota, sino también porque sus brevísimas apariciones ahora son otra cosa. Mientras que en las dos entregas anteriores Scrat era una especie de gag recurrente, ahora ha devenido en verdaderos cortometrajes insertos dentro de la peli. (SPOILER A CONTINUACIÓN:) La escena en que Scrat se pone a bailar tango, por ejemplo, pasa como una de las mejores secuencias de animación de la década, con toda la carga de amor-odio que se le supone al tango arrabalero de toda la vida. (:FIN DEL SPOILER).

-- Buck. Cuando pensábamos que Ellie, objeto de irrisión en "La Era del Hielo 2" por ser la mamut-que-se-cree-zarigüeya, iba rumbo a la puchización siendo over-the-top en esta peli, aparece esa especie de Cocodrilo Dundee fumao que se roba todo el Poochie para sí. Y sí, lo odiamos. A muerte. Pero a medida que avanza la trama, algunos de los momentos más hilarantes de la peli se hacen a costa suya, y eso restablece los equilibrios. Al último, hasta nos resulta querible esta pobre paleocomadreja obligada a permanecer en un mundo que lo ha vuelto loco... y en donde parece muy feliz y haberse encontrado a sí mismo. Ojalá no aparezca en La Era del Hielo 4, porque correrían el serio riesgo de romper el buen recuerdo que nos deja el personaje (¡Qué! ¿Alguien duda acaso de que harán una Era del Hielo 4?).

IDEAL PARA: Reirse a carcajadas.

jueves, 9 de julio de 2009

"El Vengador Fantasma" (2007).


-- "Ghost Rider". Estados Unidos. Año 2007.
-- Dirección: Mark Steven Johnson.
-- Actuación: Nicolas Cage, Eva Mendes, Wes Bentley, Sam Elliot, Brett Culen, Peter Fonda, Donal Logue, Kenneth Ramson, Matt Long, Raquel Alessi, Daniel Frederiksen, Laurence Breuls, Mathew Wilkinson, Rebel Wilson.
-- Guión: Mark Steven Johnson.
-- Banda Sonora: Christopher Young.

-- "El Vengador Fantasma" en IMDb.
-- "El Vengador Fantasma" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Johnny Blaze trabaja como acróbata en motocicleta, y es joven e inexperto. O sea, el nuevo amigo de los prepúberes que a sus tiernos 12 juran de estómago que se las saben todas sobre el mundo. Al contrario de los niñatos de su edad, él es muy amiguete con su padre, lo que es condena a muerte segura para el pobre viejo, porque si el niñato no es enemigo de su padre no hay drama, así es que drama hay que sacar de alguna parte, aunque sea matando a algún secundario. Resulta que daddy tiene cáncer, y a Johnny Blaze se le aparece un tipo diciéndole "¡Pero hombre...! Mira nada más... Puedes salvarlo y sólo me tienes que hacer una pequeña ventita... tu alma". El imbécil ni siquiera se le ocurre pensar para qué diablos le quieren comprar algo tan etéreo como un alma (al cretinoide de esa peli en que Elizabeth Hurley era el Diablo, al menos sí se le ocurrió... y luego hablan mal de esa peli), ni tampoco se acuerda de eso de que "no hables con extraños", ni que acepte a ojos cerrados una oferta sin leer el contrato, así es que llega y firma. Así es como se compran casas con cuatro hipotecas encima a sesenta años plazo, digo yo. Como suele pasar, el ofertante, un tal Mefistófeles (otro error: este tipo no ha leído literatura clásica y no sabe por tanto la de put***s que Mefistófeles le hizo a Fausto), se las apaña para engañar a nuestro prota, el que queda vinculao por un contrato estilo "vengo a sacar una cuenta de ahorros en su honorable Banco...", sin sacar nada de provecho a cambio (ya ven: nuestro Johnny Blaze está listo para comprar un electrodoméstico en chorropetecientas cuotas mensuales reajustables, amortizables, embargables y ejecutables). Pasan los años, Johnny Blaze se pone a hacer el payaso (incluso más), pero las cosas no serán tan fáciles para él. Porque la chica que le gustaba de joven, regresa más madurona, enmujerecida y siliconizada, y quiere puro calentarle la motocicleta. Y porque también llega al town un demonio que busca un McGuffin que sirva para atizarse a palos con el prota. Y Mefistófeles ha regresado para gritarle a nuestro prota: "¡O me cumples el contrato, o te echo encima a toos los abogaos... y son toos míos, que pa' eso soy Mefistófeles!". Ahora, a Johnny Blaze no le quedará más remedio que convertirse en... ¡El Vengador Fantasma! ¡¡¡TIEMBLEN, CIUDADANOS, EL VENGADOR DEL INFIERNO ESTÁ AQUÍ...!!! Bueh, en realidad no tiemblen tanto, el infierno ya no es lo que solía ser, y eso es patente en esta peli...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Eso de los superhéroes excluidos del sistema, pero p***s de idealista, estaba bien para los '60s con el Girl Power, la Rebelión de las Flores, el vuelve a tu pipa hippie y todo eso. Pero en los '70s el asunto se puso un poco más sombrío, cuando Richard "no entiendo por qué las elecciones presidenciales libres e informadas deberían ser un requisito para una sociedad democrática" Nixon fue puesto en evidencia por tratar de hacer trampa en las elecciones (eran otros tiempos, Bush la hizo peor y no le pasó nada), vino Watergate, la pérdida de la fe en la democracia... En esos tiempos empezó a prosperar el mercado de historietas de terror, y los vampiros, hombres lobos, demonios y burócratas de la oficina de impuestos volvieron a saltar al candelero. En esos tiempos surgió en la Marvel una historia sobre un chulo motociclista que trabajaba... ¡UAAAAAÁ! ¡¡¡PARA EL INFIERNO!!! ¡¡¡TENGAN MIEDO!!! El Motociclista Fantasma encajó muy bien en una década con el Demonio pisando fuerte por ahí ("El exorcista", "El bebé de Rosemary", "La profecía", el terror berreta italiano serie B...), pero nunca fue un compañero muy amigable respecto de los superhéroes (¿se lo imaginan sentao con su calaquita hablando de tú a tú sobre salvar el mundo con Iron Man y el Capitán América en la mesa de trabajo de los Vengadores...?). De hecho, la racha de adaptaciones Marvel partió con un antihéroe también medio demoníaco (medio vampírico, en realidad) como lo era Blade ("Blade" y secuelas, precisamente), pero después "X-Men", "Spiderman" y respectivas secuelas, además de "Los 4 Fantásticos", "Daredevil", etcétera, se llevaron el palo al agua. Acabándose ya los héroes de la casa, hubo que buscar nuevas ubres para estrujar la vaca, y sacaron del pantano al pobre Motorista Fantasma. Y para rodarla llamaron a Mark Steven Johnson, que ya se había hecho sus pinitos en la no muy buena pero sí muy entretenida "Daredevil" (fanáticos aparte, como siempre). "El Motorista Fantasma" resultó igual de mala, pero en fin, no tan entretenida. Quizás no entretenida en lo absoluto. Pero no digo más, porque ése tiene pacto con el demonio, así es que...

¿POR QUÉ VERLA?

-- No se me ocurren muchas razones valederas. Actúa Nicolas Cage, o soberactúa mejor dicho en su más rancia tradición (pero... ¿quién rayos fue el majareta que dijo "¡Nicolas Cage es nuestro Ghost Rider!"? Bueno, al menos nos la sacamos barata, recordemos que hubo una época en que se lo candidateó seriamente para reemplazar a Christopher Reeves como Superman...). Habrá quien quiera babearse con Eva Mendes, y si bien aparece lúbrica en algunas escenas, la verdad es que... no sé... Las comparaciones son odiosas, pero en "Daredevil" (también dirigida por Mark Steven Johnson, recordemos), a pesar de no tener un cuerpo tan nutricio ni estar tan enchulada, Jennifer Garner estaba mucho más en su punto. Peter Fonda como Mefistófeles es un acierto, vale (además de un guiño por ahí a su recordado rol de motociclista en "Busco mi destino"), pero aparece tan poco y en escenas tan tópicas, que le hubieran pagado la mitad a Ian McDiarmid y hubiera quedado igual de chulo (de hecho, le dieron un look igual a Palpatine). El villano viene interpretado por Wes Bentley, quien ya había hecho el "soy mijo-pero-profundo" en la sobrevalorada y olvidada "Belleza americana", y aquí se destapa a cuerpo entero como lo pretencioso que es de actorcito. Los actorcillos que interpretan a los tortolillos de jóvenes son guaperas puestos ahí para roles tópicos, pero se esfuerzan y dentro de lo campy que es todo el espectáculo, les sale medianamente aceptable (a nivel de soap opera tipo "Melrose Place" o "The OC", vale, pero es que el resto de la peli, a ratos ni eso). El único con un poco de vidilla es Sam Elliott, el misterioso (es un decir, todos veíamos venir quién era al final del cuento) sepulturero del cementerio, pero al personaje le dan un trasfondo tan débil, que por muy esforzado que sea Elliott en poner cara de "me la tomo en serio, diviértanse conmigo en esta peli", apenas consigue levantar cabeza (se la puede incluso imponiéndose actoralmente a Nicholas Cage, que por mal actor que sea, algo sabe del oficio aunque sea por ensayo y error). Y la historia misma carece de interés. Dificulta también el valorarla adecuadamente, que a la peli le otorgan como trasfondo toda esa infracultura de los redneck (campiranos, que les dicen en español), que a los yankis countretas estilo George W. Bush podrá remecer su poco, pero que acá resbala como esa pseudobarbarie que es (luego los multiculturalistas dicen que todas las culturas planetarias son dignas de igual respeto... ¡toma ya!). Pero en general, aunque no esperábamos una peli gloriosa, sí al menos teníamos el derecho de pedir una peli entretenida. Déjenme darles una pista: reloj en mano puedo decirles que el momento en que por primera vez Johnny Blaze se transforma en Ghost Rider, viene hacia el minuto 45 de proyección. Y la peli dura sus cercanas dos horas. O sea, te pasas casi el 40% de la peli sin haber visto al "héroe". Así se tardan en hacerla arrancar. ¿Y lo que viene después? Bueno, pura rutina. Desde el punto de vista técnico la peli es más que solvente, vale, y aunque la transformación canta su poco, los CGI se defienden. Pero teniendo a Nicolas Cage poniendo cara de "soy tan atormentado" como héroe, y al sobreactuado Wes Bentley como un villano anémico como él sólo...

-- Démosle algo de flores a la banda sonora. No es grandiosa ni mucho menos, pero Christopher Young hace un trabajo discreto, y nadie le pide demasiado porque para la clase de peli en que aparece... El hombre había trabajado en "Spiderman 3", "El exorcismo de Emily Rose" y "El núcleo", y se las arregla para ser un artesano eficaz (pero no le pidan ser un James Newton Howard, por favor). Y el tema de cierre está en su punto.

-- Hispanohablantes, ríanse. El pueblo maldito que aparece en la peli se llama "San Venganza", en castellano en el original. Sí, mis amigos, el guionista/director no se tomó la molestia de repasar el Manual de Gramática de la Real Academia Española de la Lengua para estudiar las leyes de la concordancia gramatical, y le puso "San Venganza" con dos cojones, en vez de "Santa Venganza".

IDEAL PARA: Aburrirse como una ostra.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 5 de julio de 2009

SUPERENCUESTA CINE 9009: Las Mejores Películas de Todos los Tiempos según los lectores de Cine 9009.

El 11 de Enero pasado lanzamos la Superencuesta Cine 9009, en que preguntamos cuáles eran, a su juicio y gusto, las mejores películas de todos los tiempos. La intención era hacer un ranking o un Top Ten con las más votadas, pero no votó tanta gente, y hubo una considerable dispersión en las películas. Aún así, haremos el ranking completo a continuación. Por orden de votos, y a una misma votación, por orden cronológico, y en un mismo año, por orden alfabético (excluyendo los artículos "el", "la", "los" y "las"):

SE LLEVARON 3 VOTOS:

-- "Casablanca" de Michael Curtiz (1942).
-- "El padrino" de Francis Ford Coppola (1972).
-- "Sexto Sentido" de M. Night Shyamalan (1999).

SE LLEVARON 2 VOTOS:

-- "Volver al Futuro" de Robert Zemeckis (1985).
-- "América X" de Tony Kaye (1998).
-- "Mátrix" de los Hermanos Wachowski (1999).
-- "El caballero de la noche" de Christopher Nolan (2008).

SE LLEVARON 1 VOTO:

-- "Lo que el viento se llevó" de Víctor Fleming; George Cukor y Sam Wood sin acreditar (1939).
-- "El Gran Dictador" de Charles Chaplin (1940).
-- "El ciudadano Kane" de Orson Welles (1941).
-- "Hombres" de Fred Zinnemann (1950).
-- "Hasta el viento tiene miedo" de Carlos Enrique Taboada (1968).
-- "La noche de los muertos vivientes" de George A. Romero (1968).
-- "Melody" de Waris Hussein (1971).
-- "El Padrino II" de Francis Ford Coppola (1974).
-- "Alguien voló sobre el nido del cuco" de Milos Forman (1975).
-- "La guerra de las galaxias" de George Lucas (1977).
-- "Annie Hall" de Woody Allen (1977).
-- "El amanecer de los muertos" de George A. Romero (1978).
-- "La cruz de hierro" de Sam Peckinpah (1977).
-- "Kramer vs. Kramer" de Robert Benton (1979).
-- "El Imperio contraataca" de Irvin Kershner (1980).
-- "El resplandor" de Stanley Kubrick (1980).
-- "El submarino" de Wolfgang Petersen (1981).
-- "Blade Runner" de Ridley Scott (1982).
-- "No habrá más penas ni olvido" de Héctor Olivera (1983).
-- "Nunca digas nunca jamás" de Irvin Kershner (1983).
-- "El regreso del Jedi" de Richard Marquand (1983).
-- "El día de los muertos" de George A. Romero (1985).
-- "Pelotón" de Oliver Stone (1986).
-- "Imperio del Sol" de Steven Spielberg (1987).
-- "Los Intocables" de Brian de Palma (1987).
-- "Pelle el Conquistador" de Bille August (1987).
-- "Akira" de Katsuhito Otomo (1988).
-- "Indiana Jones y la última cruzada" de Steven Spielberg (1989).
-- "Mi pie izquierdo" de Jim Sheridan (1989).
-- "Volver al Futuro II" de Robert Zemeckis (1989).
-- "Volver al Futuro III" de Robert Zemeckis (1990).
-- "¿Qué tal, Bob?" de Frank Oz (1991).
-- "Asesinos por naturaleza" de Oliver Stone (1994).
-- "Jerry Maguire" de Cameron Crowe (1996).
-- "Niños del cielo" de Majid Majidi (1997).
-- "La vida es bella" de Roberto Benigni (1997).
-- "El Gran Lebowski" de los Hermanos Coen (1998).
-- "Pi: Fe en el caos" de Darren Aronofsky (1998).
-- "Las manos del diablo" de Bill Paxton (2001).
-- "El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo" de Peter Jackson (2001).
-- "28 días después" de Danny Boyle (2002).
-- "El Señor de los Anillos: Las dos torres" de Peter Jackson (2002).
-- "Mátrix recargado" de los Hermanos Wachowski (2003).
-- "Mátrix: Revolutions" de los Hermanos Wachowski (2003).
-- "El Señor de los Anillos: El regreso del Rey" de Peter Jackson (2003).
-- "La caída" de Oliver Hirschbiegel (2004).
-- "La tierra de los muertos" de George A. Romero (2005).
-- "La escafandra y la mariposa" de Julian Schnabel (2007).
-- "Sin lugar para los débiles" de los Hermanos Coen (2007).

Una lista sorprendente, porque muchas películas o directores que uno diría "bueno, son clásicos, cómo no van a figurar...", pues no, no figuran, mientras que otras muchas películas generalmente miradas en menos, sí que tienen su lugar en esta lista. Veamos.

Un detalle, es que la mayor parte de las películas elegidas tienen menos de 30 años de antigüedad, lo que evidencia un asunto generacional aquí. De las que se llevaron 3 votos, una es posterior a 1979 ("Sexto sentido"), y de las que se llevaron 2 votos, todas son posteriores a esa fecha. En cuanto al cine mudo, no hay ninguna, y de la década de 1930 hay sólo una ("Lo que el viento se llevó", que en este año 2009 cumple 70, es la más antigua de todas). Hay tres películas de los '40s ("Casablanca", "El ciudadano Kane" y "El Gran Dictador", aunque estrictamente ésta es de 1940, que es el último año de la década de 1930), una de los '50s ("Hombres", aunque por ser de 1950, estrictamente es del último año de la década de 1940) y dos de los '60s, curiosamente ambas de miedo o terror ("Hasta el viento tiene miedo" y "La noche de los muertos vivientes"). Películas posteriores al 2000 hay doce, pero sólo una se alzó con más de un voto ("El caballero de la noche" se llevó dos).

Otro asunto es que las cinematografías regionales (entiéndase: cine que no sea de Estados Unidos) no tienen casi ninguna representación. Confirmando lo que muchos ya sabíamos: que a pesar de los berrinches intelectuales de mucha gente, el cine que es común a la mayor parte de la Humanidad es el que viene de Hollywood, no el que es rodado en Asia (sólo la persa "Niños del cielo" y la japonesa "Akira" figuran), ni en Latinoamérica ("Hasta el viento tiene miedo" y "No habrá más penas ni olvido"). La representación de la vetusta Europa es un poquitito más nutrida, pero ninguna se alza con más de un solo voto (a vuelo de pájaro: "El submarino", "Pelle el Conquistador", "Mi pie izquierdo", "La vida es bella", "28 días después", "La caída" y "La escafandra y la mariposa"). Las tres películas con 3 votos, y las cuatro con 2 votos, todas ellas vienen de Hollywood. Curiosamente, o quizás de manera sintomática, a pesar de que entre un cuarto y un tercio de los lectores de Cine 9009 provienen de España, no aparece ninguna película española en el listado.

Además, los votantes decidieron que la condición de blockbuster no impide que una película sea buena. Esto va a contrapelo de algunos ayatolas en sus torres de marfil, que pontifican que una película de gusto masivo es automáticamente "inferior" al "verdadero cine", política que, por cierto, jamás hemos compartido acá en Cine 9009, porque consideramos que una película es buena o mala por sus méritos intrínsecos, no por cuantos boletos corte en la taquilla. Entre los blockbusters debemos contar a Indiana Jones ("Indiana Jones y la última cruzada"), James Bond ("Nunca digas nunca jamás", curiosamente no perteneciente a la franquicia oficial de los Broccoli) y Batman ("El caballero de la noche").

En cuanto al feeling, está bastante cargadito al drama o a la aventura. La comedia casi no figura, y ninguna comedia recibió más de un voto. Entre éstas tenemos "Annie Hall", "¿Qué tal Bob?" y "La vida es bella" (si es que podemos considerarla una comedia en puridad). Algunas películas pueden ser consideradas como comedias o no según el punto de vista, como sucede con los Hermanos Coen, pero aún así el listado no subiría demasiado.

Entre los directores, hay algunas sorpresas también. Muchos consagrados apenas tienen representación (Stanley Kubrick, Charles Chaplin, Woody Allen...), si es que la tienen (Andrei Tarkovski, Federico Fellini, Akira Kurosawa...). Entre los directores que figuran con más de una película en la lista, están Francis Ford Coppola, los Hermanos Wachowski (por la Trilogía de Mátrix, obviamente), Robert Zemeckis (por la de Volver al Futuro), George A. Romero (por sus películas de zombis), Peter Jackson (por TLOTR), Oliver Stone, Steven Spielberg e Irvin Kershner.

¿Comentarios...?

jueves, 2 de julio de 2009

"Ausencia de malicia" (1981).


-- "Absence of Malice". Estados Unidos. Año 1981.
-- Dirección: Sydney Pollack.
-- Actuación: Paul Newman, Sally Field, Bob Balaban, Melinda Dillon, Luther Adler, Barry Primus, Josef Sommer, John Harkins, Don Hood, Wilford Brimley, Arnie Ross, Anna Marie Napoles, Shelley Spurlock, Shawn McAllister, Joe Petrullo.
-- Guión: Kurt Luedtke y David Rayfiel, este último sin acreditar.
-- Banda Sonora: Dave Grusin.

-- "Ausencia de malicia" en IMDb.
-- "Ausencia de malicia" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un dirigente sindical aparece un día teniendo una amigable plática con los peces, y tanto la policía como sus coleguetes quieren saber quién se encargó de darle una tumba con tantas filtraciones. No falta la periodista pizpireta que con espíritu Watergate va y mete las narices allí donde no la llaman. Siguiendo a su nariz Chanel N° 5, la chica acaba en la oficina de un fiscal, que recurre a una treta: le pide a su secretaria que deje pasar a la periodista, y luego de minuto y medio lo llame por teléfono. El fiscal sale entonces de la oficina, y deja "olvidada" una carpeta sobre el caso. Miel para osos, leche para gatos, dinero para Hollywood: la chica se abalanza cual piraña sobre la carpeta y descubre el chivatazo: se sospecha del hijo de un conocido mafioso, y le están abriendo dossier. ¿La noticia es buena? Sí señoh, es buena. ¿Pero es realmente buena? ¿Chequeada y confirmada como te enseñaron en la Escuela de Periodismo? Ehr... Erh... Sí... Señoh... ¿Absolutamente segura? Sí, por supuesto, si soy linda y sexy, por qué no iba a ser cierta la noticia, ¿verdad? Pero como medida de precaución, mandan a la periodista, antes de publicar la nota incriminatoria, a hablar con el abogado del periódico. Nuestro rollizo léyesman le dice a la periodista entonces que, siendo la noticia de buena fuente, y no habiendo declaración en contrario ni constancia de que el asunto sea falso, hay "ausencia de malicia", o sea, no hay intención declarada de hacer daño, así es que el periódico está cubierto de posibles demandas por parte del tipo al que le van a cargar el muerto (literalmente, cargar el muerto). Por supuesto que, publicada que es la noticia, el ciudadano en cuestión aparece y echa pirotecnia que es un gusto. Pero la periodista, cubriéndose de la gloriosa bandera de la libertad de prensa, esboza un "THOU SHALT NOT PASS!!!" y se niega a revelar sus fuentes. El pobre tipo, que partió como hijo de jefe mafioso, siguió como investigado por la policía, y que ahora está en escabel por la noticia del diario, decide entonces empezar a rondar a la periodista, que en algún minuto tiene que soltar la noticia de la fuente para descubrir quién diablos es el que lo está incordiando. Y empieza a encontrar que el pelito corto le sienta bien a la chica, a pesar de todo (Sally Field, salida hace ratito del convento de "La novicia voladora"). Y por otra parte, ella empieza a descubrir que su posible criminal en realidad está guapísimo y con esas canas que le sientan tan bien a los hombres mayores, en particular si, como el que nos ocupa, tiene una empresa y un yatecito propios (Paul Newman, el doble de edad de sus años mozos, y lo mismo de punch). Sí, no se mezcla el romance con los negocios. Ni con la prensa (ni la crónica roja ni la del corazón). Pero para qué están las reglas, sino para romperlas... En particular si se hace con ausencia de malicia (jojojó, qué avasalladoramente superior luzco haciendo chistes fáciles...).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

WATERGATE. 1973. Año marcado con sangre en la Historia Universal. El año en que una República se alzó contra su corrupto líder y le demostró que nadie está por encima de la ley, y que DEMOKRATIE IST FÜR ALLES!!! Papel destacado ocupó en esto, como bien nos recordó la peli "Todos los hombres del Presidente", la colaboración del bocón Garganta Profunda, y dos periodistas que se encargaron de llevar a cabo la investigación pertinente. Claro, ha pasado aguas desde ese tiempo, y ya sabemos cómo la prensa fue manipulada después del 9-11, y de Irak ya no hablemos. Pero era 1981, así es que lo que la prensa había hecho con "Los papeles del Pentágono" y Watergate todavía estaba fresco, y aún los periodistas podían dárselas de héroes resuélvelotodo. (Por alguna razón, en estas pelis siempre los jefes son comprensivos, y comprometidos con la verdad, y de que los avisadores suelen ser poderosos conglomerados económicos nadie se acuerda). En este clima salió esta peli. Sobre periodismo y ética. Sobre lo neblinoso de nuestro conocimiento sobre la verdad. Sobre el conflicto entre el derecho del público a ser informado a medida que pasa la noticia, y la acuciosidad en la investigación periodística. Y, por qué no decirlo, sobre un par de tortolitos ubicados en lados opuestos de la barricada que se miran y remiran y que después... ehm... Hollywood, al final del día, ¿no?

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos diciendo que esta peli sale indenme de la ímproba empresa de juntar peras con manzanas. Por un lado tenemos un detenido examen sobre la ética periodística, sobre cómo debe trabajar un periodista con sus fuentes, y sobre el enorme poder que tiene la prensa para arruinar la vida de una persona, imponiéndose como una especie de tribunal antes del tribunal y condenando a la gente antes de juzgarla. Por el otro, tenemos una historia romántica entre el senior y la jovencita que... (bueno, no tanto, Sally Field tenía 35 veranitos al momento de rodarla, aunque no se nota por contraste con Paul Newman, que tenía 56) ...están cada uno en su lado, una como la periodista metete y acusete, y el otro como el acusado por todo el asunto. ¿Cómo juntar un tema tan filosófico y con aromas de thriller por un lado, con la baba romántica de toda la vida? Bueno, siendo muy cuidadosos con la alquimia. El venerable director Sydney Pollack lo consigue. El hombre tras "Yakuza", "Los tres días del cóndor", "El jinete eléctrico", "Tootsie", "Juegos del destino" y "La intérprete" era un contundente narrador (era, porque falleció en fecha reciente, a mediados del 2008), que sabía encontrar el ángulo justo para contar sus historias, sin que en sus pelis parezca faltar ni sobrar nada. Acá tenemos lo mismo: mantiene un delicado equilibrio entre ambas, y cuando una trama parece estarse yendo de tiesto, salta de inmediato a la otra. Puede haber influido también que David Rayfield, guionista que trabajó sin acreditar, ya había guionizado previamente para Pollack ("Los tres días del cóndor", "El jinete eléctrico"), y por lo tanto es dable suponer que se entendían bien. En cualquier caso, tenemos aquí una historia potente, cuyo inicio es prácticamente un puñetazo a la mandíbula (no pierden el tiempo con rodeos, y si pestañeaste, corres serio riesgo de quedarte colgado con lo que pasa), y cuyo desarrollo es perfectamente solvente, incluyendo un final que no trata de ser over-the-top, pero que es realista y apropiado. Eso tiene un nombre: confianza. Confianza de un director en su historia y en sus personajes. Algo de lo que el grueso del cine post-2000 pareciera carecer.

-- El elenco está grande como la vida. Sally Field, ya un poquito más maduroncita, pero aún de buen ver (bueno, quizás un poco rellenita de cara, que estamos in the Preanorexic Age), hace una buena coprota femenina. Paul Newman tarda un tantito en aparecer, pero cuando lo hace, es pura masculinidad mostrando lo que todo macho debe ser. Bob Balaban compone un villano reptiliano y detestable sin darle en realidad ninguna de estas características, y este insinuar la personalidad más que mostrarla lo hace un personaje exquisito. Melinda Dillon, por su parte, se saca los zapatos sacando a flote un rol que, sobre el papel, en realidad no es más que un repelente chantaje emocional al espectador, y que como resultado final, es un personaje humano y creíble en su fragilidad emocional. Sabemos que todas las historias románticas son más o menos iguales, así es que en una peli de este tipo, es imprescindible en grado sumo que el elenco sea poderoso, y éste es el caso.

-- Y vamos al espinoso tema de la ética periodística. En el mundo ideal de Platón, el periodista debería investigar concienzudamente su noticia, y publicarla con estricto apego a la verdad una vez obtenidos todos los antecedentes razonables de la misma, para que el público sea bien informado de aquellos acontecimientos que son trascendentes para la marcha de la sociedad y el mundo. Suena bonito, claro, pero en la sociedad industrializada e hiperveloz en que vivimos, en que las noticias se facturan en serie y casi sobre una cinta transportadora sin fin, es tan utópico como pretender que irás al KFC, y una vez que hagas tu pedido matarán ahí mismo al pollo para que tu pechuga sea fresca y tierna. Asumamos por una vez en la vida (como hace esta peli) que no hay intereses creados (o sea, no se le pisa los callos a alguna poderosa corporación que paga ingentes cantidades de dinero por avisaje en la prensa), y que los periodistas son honestos al final del día (que no mienten, que corroboran bien corroboradas sus fuentes, que se preocupan de los efectos morales que tengan sus noticias). Aún así, hay situaciones en el limbo sobre las cuales uno puede preguntarse qué pasa. El dilema es simple: tienen una noticia que incrimina a una persona. Si es verdadera, tienen un tremendo golpe periodístico. Si es falsa, habrán arruinado la vida de un inocente. La lógica indica: investigar y corroborar, o por último esperar antecedentes. Pero, ¿y si en el intertanto alguien gana el quién vive, publica y da el golpe primero? El periódico gana entonces publicando la noticia, y toda la pérdida se la lleva el pobre fulano de la calle. En este caso el pobre fulano tiene empresa (pequeña, pero empresa), parientes poderosos, un yate y dinero, y por lo tanto puede defenderse, pero ¿y si es un pobre desgraciado sin fortuna ni influencias? En la peli, toman la decisión de publicar. ¿Por qué? Porque al periódico no le consta que la noticia sea falsa, y por lo tanto según ellos no hay algo que falte a la ética porque el periódico está publicando algo con perfecta inocencia, no en forma maliciosa para perjudicar, intencionada o negligentemente, a alguien (de ahí lo de "ausencia de malicia"). ¿Y qué? La publicación de todas maneras causa un daño, y un daño terrible (la amiga del prota paga las consecuencias de las manipulaciones que la periodista realiza con demasiada ligereza, y paga un precio brutal por ello... aunque digámoslo desde ya, esta parte de la peli es la más débil y la más próxima al chantaje emocional). Quien habla de "ausencia de malicia" es un abogado, y lo hace desde un punto de vista técnico legal: estamos a cubiertos en caso de una demanda por difamación. ¿Y basta con esto? ¿Podemos reducir así la ética a lo legal? La peli tiene una respuesta, y es una respuesta bien clara. Por suerte, tiene el decoro de no ser obtusa en su prédica: a lo largo de la misma oímos los argumentos de la periodista por publicar, y del perjudicado para que no se publique nada. Y son argumentos que suenan y se oyen razonables por ambas partes: tenemos un verdadero debate aquí, no un panfleto ideológico sobre la libertad de prensa. De manera que puedes tomar o rechazar la respuesta ética que arroja la peli, pero no tratan de metértela a la fuerza por la garganta para que la aceptes como la verdad del Evangelio. Pocas pelis son tan valientes para tratar con escalpelo las delicadas aristas de la ética del periodismo, pero ésta se atreve, ¡y de qué modo! Una peli como ésta sería simplemente irrealizable casi treinta años después: está planteada de un modo demasiado inteligente como para que algún gran ejecutivo de Hollywood decida financiarla, a riesgo de que los adolescentes 13-25 que son el target habitual no la vean por la falta de FXs y de un villano claramente establecido al que odiar. Pero en 1981 se hizo. Y se hizo muy bien, en este respecto al menos.

IDEAL PARA: Ver una preclara peli sobre el tema de la ética periodística.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

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