11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 12 de junio de 2011

"El reinado del fuego" (2002).


-- "Reign of Fire" (título original en inglés), "El imperio del fuego" (título en España). Inglaterra / Irlanda / Estados Unidos. Año 2002.
-- Dirección: Rob Bowman.
-- Actuación: Christian Bale, Matthew McConaughey, Izabella Scorupco, Gerard Butler, Scott Moutter, David Kennedy, Alexander Siddig, Ned Dennehy, Rory Keenan, Terence Maynard, Doug Cockle, Randall Carlton, Chris Kelly, Ben Thornton, Alice Krige.
-- Guión: Gregg Chabot, Kevin Peterka y Matt Greenberg, basados en una historia de los dos primeros.
-- Banda Sonora: Ed Shearmur y Brad Wagner.

-- "El reinado del fuego" en IMDb.
-- "El reinado del fuego" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Londres, el futuro cercano (OK, es el ya vetusto año 2008, pero la peli es del 2002, recuérdenlo). Un niñito avanza por una excavación de ésas que tratan de meter tuberías y metrotrenes y cosiacas así, para ver a su mami. Allí tienen una breve conversación madre-hijo, de ésas que sirven para establecer que ella es madre preocupá y él es hijo rebeldito-pero-bueno, y ya estamos listos para la acción. Los trabajadores descubren un túnel, y dentro del túnel, algo muy feo. Feísimo en verdad, si me preguntan. Algunas pistas: es grande, carnívoro, posee alas, tiene escamas, es malagestado y escupe fuego. La cosa ésa, el dragón, escapa de su encierro y sale hacia las glorias del mundo exterior, cargándose a la mami del chico, de paso, para que la cosa sea más dramática (y para que la iñora no esté dando la joda después, claro). En poquitos meses, el mundo se va básicamente al carajo. Los dragones lo abrasan todo, los gobiernos aquejados de taraditis aguda deciden usar el arma atómica en contra de ellos (sin resultados, y es que se reproducen como plaga estos bichos), y el mundo acaba como en las de Mad Max. Doce años después, en 2020, en Northumbria, el chico con el que abríamos esta historia ha crecido para transformarse en peazo cromañón, Christian Bale por más señas, que como prefigurando que casi una década después va a ser John Connor, dirige a una banda de supervivientes, defendiéndolos no contra los termineitors sino contra los dragones. Por supuesto que por muy Ubermensch que sea Christian Bale, siempre hay renegados que piensan que se las saben todas, que el jefe en realidad es un jodío estúpido, y salen a hacer las cosas por su cuenta, ignorando que en estas pelis con dechado físico/moral encarnados en un solo gran personaje, los que van en contra suya al final sólo acaban palmándola (llamado también "síndrome tipo que desobedece a Jack Bauer"). Resulta que la chambonada que se mandan los renegados, además de convertir a unos cuantos en barbacoa para dragones, tiene como consecuencia colateral que las cosechas se queman, y por lo tanto el grupete pasará hambre en el invierno. En medio de esta situación crítica, aparece un grupo de marines cantando "We are living in Ameeerikaaa... Ameeerikaaa ist wunderbar..." (bueno, claro que no, pero la idea es ésa). Según les informan los yankis, han cruzado un Océano Atlántico infestado de dragones volando, quién sabe cómo, y han venido a parar a Inglaterra, y ahora necesitan agua, comida, alojamiento, todas esas cosas que si no se las dan por las buenas, las tomarán por las malas. Ante argumentos tan racionales y convincentes, convenientemente apoyados por vehículos militares y un tanque adecuadamente acorazado, pues bien, qué decirles... WELCOME AMERICANS!!! El grupo de marines tiene ocasión de mostrar lo que vale, cuando aparece un dragón pensando que habrá merienda: pobrecito, la merienda acaba siendo él. Una vez apuntado quién es el que manda (los marines), éstos revelan sus verdaderos planes. Porque han diseñado una chupi estrategia que acabará con toítos los dragones dragonosos de una buena vez, restaurará la civilización, y América una vez más salva al mundo (y van...). ¿Conseguirá esta ímproba nueva alianza angloamericana derrotar a los malvados dragones de una vez por todas? ¿O el medioambientalismo se impondrá y la Humanidad a tomar por ya saben dónde...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

A veces hay pelis que parecen haber salido de ninguna parte, y acaban yéndose también a ninguna parte. En la década de 2000, una época en que ningún estudio quería arriesgarse con blockbusters que no estuvieran basados en novelas de éxito, cómics de éxito, videojuegos de éxito o series de TV de éxito (por aquello de que en los fanáticos tenían borregos como público cautivo que la iba a ver sí o sí, aunque después la pusieran a parir), alguien tuvo una idea. "Oye, guey, ¿y si hacemos que Mad Max pelee con dragones?". La idea a priori no era mala. Pero por alguna razón, esta peli acabó en el limbo. Recuperó su inversión, ¡oh, sí!, e incluso hizo algo de caja por encima de sus costos, pero no tanto como para pensar en secuelas ni cosas así. Bueno, mejor por otra parte. Pero pasó a ser una de esas innumerables pelis que quedan en el olvido. Una lástima, porque era digna de mejor causa.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos diciendo que he leído en muchas partes una serie de collejas en contra de esta peli: que es mala, que es aburrida, que los diálogos son puramente funcionales (o peor), etcétera. Y en realidad estamos frente a una sólida peli de acción y aventuras, como no se suelen ver muy a menudo. No quiero decir que sea una gran peli, ni un clásico de la Ciencia Ficción, ni mucho menos. Pero sí que es un producto muy decente, muy digno, realizado sin pretensiones pero con toda la seriedad del mundo. La idea, claro, parece un entrecruzamiento de "El Señor de los Anillos" con "Mad Max", o acaso un "Corazón de dragón" ambientado en el siglo XXI, pero la gente detrás de esto se dio el trabajo de desarrollarlo. La presencia de los dragones es explicada en clave de Ciencia Ficción pura y dura (aunque, como de costumbre, hay que cerrar un poco los ojitos para creerse un par de detalles, pero en fin), y los talentos y habilidades dragoniles también son explicados en términos de ciencias biológicas, no de magia ni brujería. El mundo descrito es un futuro postapocalíptico duro e incluso brutal, y aunque la peli no desciende hasta el gore, tampoco puede acusársele de ser ñoña. Además, no sólo vemos el postapocalipsis, sino que somos testigos presenciales, en los primeros minutos de peli, sobre cómo se llegó hasta eso, algo que muchas pelis del género no nos brindan, o lo explican a través de los siempre socorridos diálogos entre personajes. También es un logro que la peli esté ambientada en Inglaterra, y aunque aparecen los consabidos marines yankis para que el público de Estados Unidos pueda sentirse como en casita con uno de sus boys rondando por ahí, la verdad es que el retrato de los marines yankis es, cuando menos, ambiguo (por un lado son "buenos" porque matan dragones, pero por el otro, sus métodos son bastante brutales con los nativos, lo que quizás ayudó a que la peli rebotara de la taquilla yanki, siempre más favorable a las pelis que los retratan como grandes héroes sin mácula). La acción es también pura y dura, no espectacular ni glamorosa, y además hay una historia de fondo, una verdadera historia, no un simple hilo argumental destinado a incrustar escena de acción molona tras escena de acción molona. Hay una subtrama romántica, como el canon manda, pero por una vez en la vida, ésta simplemente se sugiere, en vez de montarse una escena de besuqueos o de sexo para rellenar minutos de metraje y/o convencer a las féminas de que la vean (nada en contra de los besos y el sexo en una peli de acción, pero la gracia es que encaje bien, como en "Terminator", no forzarla para mostrar algo de carne de por medio). En cuanto a la solución final, suena un poco forzada para que los protas puedan tener alguna clase de triunfo, miren como todo encaja de manera tan conveniente, pero dentro de las coordenadas del cine de aventuras/acción, es una solución narrativa aceptable. La peli huele y respira a la serie B de toda la vida, vale, pero en ningún minuto trata de venderse como algo más. Es decir, se fijaron el objetivo limitado de hacer una peli entretenida y con suficientes elementos para ser tomada en serio, y poco más, y como cumplen con eso de sobras, pues estamos bien.

-- Parte importante de que esta peli sea digna de ser tomada en cuenta, es la labor de Rob Bowman en la dirección. Bowman es un director fuertemente asociado a la televisión, dirigiendo algunos capítulos para varias series reconocidas, entre ellas "Star Trek: La nueva generación" y "Parker Lewis ganador", antes de consagrarse dirigiendo varios episodios de "Expediente X". Desde allí fue llamado para "Expediente X: Combate al futuro", y si la peli no es un completo desastre (¿un humilde agente del FBI, Fox Mulder, viajando por magia a la Antártica? ¿Y qué se habría fumado Chris Carter...?), es justamente gracias al buenhacer del señor Bowman. En "El reinado del fuego" parece haber alcanzado el peak de su creatividad, y mucho del trabajo atmosférico de la peli tiene un suave pero innegable regusto expedientequisesco (la seriedad de los protas, la opresiva atmósfera de miedo, los personajes a medio alienar). Quién sabe hasta donde podría haber llegado Rob Bowman con su carrera directorial, si no hubiera tomado la desafortunada decisión de sentarse a rodar "Elektra" en 2005, con los resultados por todos conocidos (o sea, si es que fuiste uno de los pocos que se atrevió a ver ese esperpento, como en su minuto lo hizo vuestro valiente servidor el General Gato), y que parece haberlo condenado a nunca más volver a dirigir a una peli (aunque en Hollywood, sabido es, se ha visto a muertos cargando ataúdes, así que es pronto para decidir esto).

-- Las actuaciones están en su buen punto, dentro de lo limitados que son los personajes. En general podemos ver las reacciones que serían esperables en un escenario así: miedo, desesperanza, desolación, y todo eso los actores lo transmiten muy bien, ayudando así a hacer mucho más creíble la amenaza de los dragones. Christian Bale, tipo que a veces parece vivir más al otro lado del espejo que acá (ahí tienen pelis de Sci Fi como "Equilibrium", "El gran truco" o "Terminator: La salvación", por no mencionar "Batman inicia" y "The Dark Knight") hace un gran rol como prota, y podría incluso decirse que acá es mucho más John Connor que en donde se suponía tenía que interpretarlo, que es en "Terminator: La salvación". Matthew McConaughey, actor aborrecible donde los haya que se limita generalmente a plantarse de chulomijo y dárselas de cachas, aquí está casi irreconocible como el lunático jefe de los marines yankis, y sin lugar a dudas debe ser el mejor, o al menos uno de los mejores, roles que ha desempeñado en toda su carrera actoral (¡qué diablos, capaz que sea el único rol de verdad que haya desempeñado en su carrera actoral!). Izabella Scorupco, ex chica Bond ("Goldeneye"), y ex andinista ("Límite vertical"), acá hace un convincente rol de acción, siendo la chica dura cuando corresponde, pero también mostrando preocupación y hasta miedo cuando también corresponde. El amiguete, por su parte, es un Gerard Butler que hace lo que en los manuales sobre cine suele llamarse y considerarse ortodoxamente como "un papel de mierda", como el brazo derecho de Christian Bale, pero a punta de talento consigue que sea un personaje, y hasta un personaje simpático, y no una burda caricatura, por mucho que su rol es lo suficientemente secundario como para que huela a carne mechada desde su primera aparición (bueno, en esos años el tipo había estado sólo en subproductos como "Dracula 2000", además de su curioso cameo en "El mañana nunca muere", y por ende aún no estaban los trigos no digamos para sus protagónicos en "El Fantasma de la Opera", "300" o "La cruda realidad", sino siquiera para secundarios dignos como "Tomb Raider: La cuna de la vida" o "Rescate en el tiempo").

-- Si bien esta peli no puede predicarse que tenga secuencias más notables que otras, porque es más o menos parejita, sí que debe aplaudirse una en particular, que como está al comienzo, no es un gran spoiler que digamos. Me refiero a que en el futuro, cuando ya no hay cine ni televisión, la mitología popular del siglo XX se ha transformado en parte del folclor, y han pasado a la memoria colectiva. Así, Christian Bale y Gerard Butler escenifican para los niños, en una función teatral, nada menos que la famosa escena del "yo soy tu padre" de "El imperio contraataca", escena muy ingeniosa porque no sólo hace un guiño a la saga yorluquesca, sino que también a la saga postapocalíptica por excelencia, aludiendo a cierta escena de "Mad Max III: Más allá de la cúpula del trueno", aunque con los roles invertidos (en la de Mad Max eran los niños los que contaban la historia a un adulto, mientras que acá son los adultos a los niños). Gran momento de inspiración ése.

IDEAL PARA: Ver una peli que no es más que acción o aventuras palomitera, pero que no es menos que una sólida peli de acción o aventuras palomitera.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].



-- Inicio de la peli [doblado al español latino].

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