11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 23 de junio de 2011

"Estación Polar Zebra" (1968).


-- "Ice Station Zebra". Estados Unidos. Año 1968.
-- Dirección: John Sturges.
-- Actuación: Rock Hudson, Ernest Borgnine, Patrick McGoohan, Jim Brown, Tony Bill, Lloyd Nolan, Alf Kjellin, Gerald S. O'Loughlin, Ted Hartley, Murray Rose, Ron Masak, Sherwood Price, Lee Stanley, Joseph Bernard, John Orchard.
-- Guión: Douglas Heyes, con participación sin acreditar de W.R. Burnett, sobre una historia de Harry Julian Fink, basados en la novela de Alistair MacLean.
-- Banda Sonora: Michel Legrand.

-- "Estación Polar Zebra" en IMDb.
-- "Estación Polar Zebra" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En los procelosos y jamesbondescos días de la Guerra Fría, un satélite ruso sufre un pequeño desperfecto, y acaba varado en algún punto del hielo. En Inglaterra, un chulomijo Rock Hudson (sí, el mismo que década y media después sorprendió al mundo muriendo de SIDA, dejando a todos perplejos porque ¿no se supone que era tan machito él?) es llamado a una entrevista muy privada, de ésas de "yo no he estado aquí, esta conversación nunca sucedió", en la que se le dan instrucciones muy enigmáticas para una misión muy misteriosa, que tiene algo que ver con la Estación Polar Zebra, una estación metereológica en el Artico que ha emitido constantes señales de auxilio, y a cuyos sobrevivientes de vaya-uno-a-saber-qué no han podido rescatar por una tormenta boreal (y a estas alturas del partido ya adivinamos que algo tiene que ver con el satélite ruso que ya mostraron en el metraje preliminar). De manera que sale Rock Hudson con su submarino, porque no sé si lo había dicho, él es capitán de un submarino, y vamos al Artico. Reclutando de paso a un civil muy misterioso, que tiene órdenes también muy misteriosas, pero que se viste y huele a espía a la legua. Además, el capitán de submarinos se pregunta para qué diablos llevan infantería de marina yanki armada hasta los colmillos en una misión de rescate. Más allá entra en el grupo un oficial a cargo de estos hombres (un negro, para que vayamos adivinando su suerte, y es que en las pelis de acción de esa época veías a un negro de secundario y ya le ibas tomando las medidas para el cajón), además de un ruso cómicamente interpretado por el bueno de Ernest Borgnine. Con todos esos mimbres, la misión hacia la Estación Polar Zebra será cualquier cosa, menos algo aburrido.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Había en sus buenos '60s un escritor llamado Alistair MacLean, que fue un taquillazo en materia de thriller de espías. A diferencia de su rocambolesco y flamboyante contemporáneo Ian Fleming (sí, James Bond, joer), MacLean era un poco más cable a tierra al escribir. Hoy día suele recordársele no tanto por sus novelas, sino por las adaptaciones al cine de éstas ("Los cañones de Navarone", "Donde las águilas se atreven"). Con el exitazo de las pelis basadas en sus novelas, era lógico que más tarde o más temprano iba a llegar una de "Estación Polar Zebra", aunque fuera por lo inusual de su planteamiento: una de espías a bordo de un submarino en misión al Artico. Un elenco taquillero (el "macho" Rock Hudson, el "prisionero" Patrick McGoohan y el siempre agradecible Ernest Borgnine) hicieron el resto.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una peli icónica del subgénero "yankis vs. soviéticos", lo que puede verse como un mérito o un lastre, a según, porque por un lado tenemos todos los elementos clásicos (la misión, el militarismo, el espía, las traiciones, la meta común, el macguffin, etcétera), y por el otro... podemos renombrar "elementos clásicos" como "clichés" y tenemos esta misma virtud transformada en algo negativo. Por tanto, es algo que vuestro seguro servidor el General Gato quien esto escribe prefiere dejarlo a la discreción del amable lector.

-- En general, la peli se sostiene bien. Es a ratos un poco morosa (dura casi dos horas y media), lo que conspira contra el sentido de la tensión y el suspenso, pero lo compensa con efectos especiales (maquetas, entiéndase) aceptables para la época, un equipo de actores bien afiatados en sus roles, y una trama que salvo el rocambolesco giro que se manda cuando nos enteramos por fin de quién es el traidor (y no es una gran sorpresa, tampoco), consigue ese hálito de estar viendo acción pura y dura, bien afincada en la tierra, en vez de la acción over-the-top del contemporáneo James Bond (en ese tiempo, entre "Sólo se vive dos veces" y "007 al Servicio Secreto de Su Majestad"). La historia está adaptada de manera más o menos vaga sobre la novela original (según fuentes, porque quien esto escribe no ha tenido la ocasión de leer el libro), pero como curiosidad, digamos que el tipo que redactó la historia, Harry Julian Fink, poco después guionizaría la que es su creación más famosa, el irascible y directo Harry "Dirty" Callahan en "Harry el Sucio". En el resultado final influye por supuesto la discreta dirección de John Sturges ("El viejo y el mar", "Los siete magníficos", "El gran escape", "Abandonados en el espacio", "Joe Kidd"). O sea que, sin ser superlativa, puede considerársela un pequeño clásico dentro de su propio iglú, por decirlo de alguna manera. Por cierto, no es si es idea mía, o el final fue más o menos calcado después en la de James Bond "Sólo para tus ojos"...

IDEAL PARA: Ver una clásica y "by the book" peli de soviéticos y yankis dándose la tabarra en plena Guerra Fría.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Inicio de la peli [en inglés, sin subtítulos].

3 comentarios:

Secutor dijo...

la vi de niño, en blanco y negro por la tele porque no había tv color por aquella época en Uruguay, y ahora me entero que es a color ...buuuuaaaaaah
solo recuerdo que me gustó, lo que no recuerdo es por qué, porque no recuerdo un pomo de la peli, escenas de submarinos, el Ártico y la busqueda de un microfilm(o confundo de peli?), y un traidor, se que había un traidor.

Galo Nomez dijo...

General Gato: ignoro si contestas los comentarios de artículos antiguos, por lo voy a aprovechar esta entrega para agregar unos datos sobre "Pantaleón y las Visitadoras": la novela de Vargas Llosa ya había sido adaptada al cine en 1975, co dirigida por su propio autor y José María Gutiérrez Santos, en un filme realizado bajo bandera dominicana, porque su transcripción fue prohibida en el Perú (de hecho la estrenaron allá en 1981. En Chile, por cierto, fue prohibida por el CCC, y como no se le ha hecho el proceso de recalificación, aún es ilegal verla o exhibirla). Dicha versión tiene en los roles protagonistas al español José Sacristán y a la actriz peruana de teleseries Camucha Negrete como La Brasileña (porque así se llamaba originalmente el personaje: Lombardi lo cambió a "La Colombiana", porque ésa era la nacionalidad de Angie Cepeda).

Y ya que hablamos de Lombardi, digamos que es un buen adaptador de novelas latinoamericanas. Además de Vargas Llosa, ha hecho versiones de "No Se Culpe a Nadie" (Jaime Bayly) y Tinta Roja (del chileno Alberto Fuguet, aunque he leído a varios despistados en internet que dicen que es "la obra de un autor peruano" -sin ánimo de chauvinismos, por cierto-). Toda vez que uno de los relatos de "Caído del Cielo" está basado en el cuento "Los Gallinazos Sin Plumas" de Juan Ramón Ribeyro. A modo comentario personal, eso sí, debo agregar que su visión de "La Ciudad y los Perros", a despecho de su buena calidad cinematográfica, empero está incompleta, ya que se centra en los acontecimientos del pre-militar y casi no toca la vida de extramuros de los muchachos, en especial la del Jaguar, eje de toda la novela y que permite un vuelo muy interesante en la trama hacia el final.

General Gato dijo...

A SECUTOR: Bueno, es una de esas pelis de matiné, supongo, dicho esto sin desmedro de la gloriosa tradición del cine de aventuras antiguo, que a falta de efectos especiales o escenarios espectaculares, debían paliar estos problemas con... ¡guiones! ¡buenas historias! ¡personajes...!

A GALO GÓMEZ: Sí, contesto comentarios sobre artículos antiguos (con el mismo retraso que los artículos recientes... una vergüenza, sí), porque los sigo a través de la página de comentarios del escritorio de Blogger. La versión de 1975 no la había visto, y ahora que me entero que es ilegal verla en Chile, creo entender por qué (y por suerte no se me ocurrió conseguírmela por otras, ejem, digamos, no tan santas vías). Pero ya me picó la curiosidad... En cuanto a Lombardi, si todas sus pelis tienen el nivel de "Pantaleón y sus visitadoras", ya me voy inscribiendo para ver el resto de su filmografía. Bueno, algún día, cuando haya tiempo...

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