11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 30 de junio de 2011

"Transformers 2: La venganza de los caídos" (2009).


-- "Transformers 2: La venganza de los caídos". Estados Unidos. Año 2009.
-- Dirección: Michael Bay.
-- Actuación: Shia LaBeouf, Ramon Rodriguez, Megan Fox, Tyrese Gibson, John Turturro, Josh Duhamel, Kevin Dunn, Julie White, Isabel Lucas, John Benjamin Hickey, Matthew Marsden, Andrew Howard, Michael Papajohn, Glenn Morshower, John Eric Bentley.
-- Guión: Ehren Kruger, Roberto Orci y Alex Kurtzman.
-- Banda Sonora: Steve Jablonsky.

-- "Transformers 2: La venganza de los caídos" en IMDb.
-- "Transformers 2: La venganza de los caídos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En Shanghai, China, aparecen una vez más los transformers malos, que después de la paliza que se llevaron en la entrega anterior de la franquicia tienen que levantar cabeza aquí y allá y luego arrancar como conejos. Pero ahí vienen los transformers buenos, a ponerles a coto con su extraordinario talento para pirotecniarse chorrillones de dólares en infraestructura y activos fijos, hasta que les dan una nueva paliza. Y aunque media ciudad quedó hecha una milda, no importa, resulta que los medios de comunicación lanzan una cortina de humo, y aquí nadie sabe nada (¿querrán decir algo con el 9-11?). Mientras tanto, el insufrible de Sam Wicked o Wicky o como se llame el chorizo ése, se va a la Universidad. No sin antes colocarle peazo beso a Megan Fox, que para eso está, para ser besada y observada, y tórridamente acariciada por el zoom de la cámara deslizándose por cada intersticio de su cuerp... er... que no está para actuar, vamos. El caso es que mientras nuestro héroe se va a la U y renuncia a... ¡ser amigo de los transformers! (mira que cabronazo, él que puede, y no quiere), los decepticons están moviéndose para descubrir en dónde leches han puesto a Megatron (lo que prueba que los decepticons son tontos, porque no se les ocurre buscar en el único lugar del océano con dotación sospechosamente permanente de portaviones y cruceros y fragatas 24-7-365). En una operación comando que tiene el secreto encanto (por decirlo en positivo) de la ingenuidad de la serie televisiva ochentera, se infiltran en la base de los buenos y se roban un chascollo que les puede servir para resucitar a Megatron. Porque la cosa ésa por la que se pegaban de bandazos en la primera peli, y que suponemos destruida luego de agenciarse a Megatron, en realidad no fue destruida por aquello de la ley de conservación de la energía y too eso (¡caray, leyes de la física, esta peli lo tiene todo!). Ahora, el principio ése se ha reencarnado en el pesado de Sam, que bajo su influencia es todavía más pesado que cabe (más pesado que el magufo emperrado en probar que los transformers existen). O sea, ahora todos van por a Sam. Situación que me permite proporcionarme el gusto inefable de decir que... ¡¡¡ESTA ES LA PELI EN LA CUAL SHIA LABEOUF NO PERSIGUE UN MCGUFFIN SINO QUE EL MISMO ES EL MCGUFFIN!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Costó 150, recaudó 700. Me refiero a la primera "Transformers" claro (a la live-action, no al dibu "Transformers: La película", más claro). Había que ser tarado para no sospechar que se venía secuela. Que se tardó deprimentemente poco. Dos años de nada, en un mundo en que entre secuela y secuela hay que esperar tres (¿alguien recuerda los '60s en que cada peli Bond venía apuradita al año siguiente de la anterior?). Cuando salió, tirios y troyanos se pusieron de acuerdo en lo obvio: es mala de cojones. Algunos incluso fueron tan prescientes que dijeron que era mala de cojones sin haberla visto y antes de estrenarse siquiera. Y acertaron. Menudos telépatas. Aunque no era difícil de adivinar. Vamos, que se repetía el mismo director, los mismos productores, los mismos guionistas, el mismo de la banda sonora, los mismos actores... Y si la primera había salido una mugre integral, qué cabía esperar para la segunda. Había que ser muy tarado para ir al cine y verla. O arrendarla en DVD y verla. O sentarse frente al cable y verla. O... Si, ya sé qué se están preguntando. Si estoy escribiendo este posteo, es porque debo haberla visto, ¿no? Entonces, ¿es que ha comenzado la temida y ominosa taradización de General Gato? Pueeeeeessssss... la verdad... un día de esos con pereza... ¿han escuchado aquello de que la curiosidad mató al gato? Bueno, a mí no me mató. Sobreviví. Incluso pude mantenerme despierto hasta el final a pesar de algún cabeceo padre por aquí o por allá. Quizás ayudó el eje bajasespectativas/gratisenelcable. Así es que puedo sumarme al coro: es mala pero mala padre. Pero ustedes ya lo sabían, ¿verdad? Incluso sin haberla visto, ¿verdad? Es que no tengo remedio, definitivamente. Yo trato y trato y trato, pero eso de ser telépata no me resulta. Aún.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Cuando la mayor parte de la parroquia se pone de acuerdo en poner a parir una peli como "Transformers 2: La venganza de los caídos", la cuestión esencial (¿es una buena peli?) sufre una especie de corrimiento doppler hacia el rojo, hacia la cuestión de ¿qué tan mala puede ser? Y qué puedo decirles, la peli es simplemente horrorosa. ¿Cómo es posible que haya recaudado más de 800 millones de dólares en todo el mundo? Sospecho que porque quienes la vieron e incluso fueron empujados por el boca-a-oreja y les gustó, son lo suficientemente descerebrados como para que sus neuronas sean incapaces de crear y mantener blogs como Cine 9009 u otros análogos. Lo deplorable de "Transformers 2: La venganza de los caídos" (otra pifia de traducción porque en el título original y en la peli, "The Fallen" o el Caído es un personaje, no un grupo de ellos), lo deplorable de esta peli, decía, no es que se limite a ser un entretenimiento palomitero descerebrado. Lo deplorable no es que carezca de ideas originales o repita conceptos de la entrega anterior. Lo deplorable es que no hay ni el más mínimo esfuerzo por contar una historia decente... y al mismo tiempo tomarse tan en serio que tratan de dar esa impresión. Al principio de la peli tenemos un mundo con autobots buenos pero escondidos tras una pantalla de humo del Gobierno, etcétera, versus los decepticons conspirando para llevar adelante un plan maestro. Vale por eso. Tenemos a Sam madurando y yéndose a la U. Vale también por eso. Sacan también a un puñado de secundarios de la primera que no pintaban nada, y que lucen mejor fuera de todo esto. Luego, las peripecias se amontonan y la tensión se va acumulando, y llega un punto en que nos preguntamos por qué la encontraban tan mala, cuando en realidad ha tenido un desarrollo bastante decente, más allá ese cretinismo que Michael Bay denomina su "sentido del humor": su entendimiento del humorismo sexológico le permitiría cualquier día rodarle secuela a "Dirty Love". Pero luego comienza la persecusión en toda regla contra Sam, y todo el desarrollo de personajes (bueno, llamémoslo de ese modo) se va al carajo para transformarse (nunca mejor dicho) en un carrusel de episodios amontonados sin ton ni son, porque bueno, de alguna manera hay que llevar la cosa hasta el final, ojalá mostrando harto cacharro saltando, harta explosión y harto robot. Ya promediando hacia el final, buenos y villanos se dirigen hacia el objetivo de turno e intuimos que viene la batalla final y podemos respirar aliviados... sólo para descubrir que la condenada batalla final dura, chúpense ésta, tres cuartos de hora. Entremedio tenemos idioteces varias como ver a robots vejetes cojeando y con bastón (seriously), una robot hembra que pasa por humana y que echa al carajo todo el concepto de disfrazarse como vehículos etcétera, la aberración geográfica de poner a tiro de piedra a Petra, el Golfo de Aqaba y El Cairo (seriosly, again), etcétera. Se esfuerzan tan poco, que... ¿saben por qué se llama como se llama el General Morshower? Pues porque lo interpreta el actor Glenn Morshower. Así de poco se esfuerzan. Por cierto, en la peli matan a Optimus Prime, pero lo matan de una manera que no se te hace saltar ninguna lágrima (¡es el jodido Optimus Prime, por Bastet!), para resucitarlo después de una manera completamente gratuita. Lo triste es que Michael Bay cree estar haciendo cine de alturas aquí, contando la aventura de su vida y (peor aún) de TU vida. Quizás lo sea, si eres tan poco exigente y de tragaderas tan anchas que te metan salchicha con peazo y too, pero si eres esa clase de público, no sé qué diablos haces acá en Cine 9009 (salvo que hayas llegado acá buscando imágenes de Megan Fox desnuda o en bikini, cosa que por cierto tampoco vas a encontrar acá). Y lo peor de todo no es que vayan a rodar una tercera que se va a llamar "Transformers 3: El lado oscuro de la Luna". Lo peor es que a la vuelta de algún tiempo, ahí me van a tener viéndola, con santa y gatuna paciencia. ¿Por qué? Pues porque ya me embarqué en esto, por eso. Y es que es como yo decía: no tengo perdón de Bastet. (Esta peli tampoco, mira que cagarse como se cagan en el Antiguo Egipto).

IDEAL PARA: Hablando muy en serio, ¿se supone que debo rellenar esta sección de la papeleta...?

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 26 de junio de 2011

"Viaje fantástico" (1966).


-- "Fantastic Voyage" (título original en inglés), "Viaje alucinante" (título en España). Estados Unidos. Año 1966.
-- Dirección: Richard Fleischer.
-- Actuación: Stephen Boyd, Raquel Welch, Edmond O'Brien, Donald Pleasence, Arthur O'Connell, William Redfield, Arthur Kennedy, Jean Del Val, Barry Coe, Ken Scott, Shelby Grant, James Brolin, Brendan Fitzgerald.
-- Guión: Harry Kleiner y David Duncan, basados en una historia de Otto Klement y Jerome Bixby.
-- Banda Sonora: Leonard Rosenman.

-- "Viaje fantástico" en IMDb.
-- "Viaje fantástico" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Al otro lado de la Cortina de Hierro. Un grupo de hombres armados está moviéndose furtivamente en las sombras en contra de otro grupo de hombres arm... er... ¡un momento! ¿No se suponía que era una de Sci-Fi? ¿En qué minuto me cambiaron la programación por una de las antiguas de 007? En fin, bueno, qué fastidio, sigamos... El caso es que el tiroteo no tarda en llegar, previsiblemente si se considera que es la "escena de acción inicial" típica en un blockbuster hollywoodense, y el tipo que iba a defeccionar al otro lado acaba encajando un tiro. Y no se puede morir porque entonces vitales secretos de espionaje se irían con él. ¿Cómo salvar entonces a Capitán McGuffin? Nada más fácil: se llama a un tipo a una misión supersecreta y se lo mete a un chupilaboratorio en donde le dicen que... ¡Ha sido elegido con otros tres hombres y una curvilínea mujer para ser miniaturizado e inoculado dentro del cuerpo humano para operar al infortunado mcguffin desde adentro! Ah, de manera que sí era de Sci-Fi a fin de cuentas. En fin, resulta que el grupo tiene cerca de una hora (que casualmente es más o menos lo que queda de peli, miren ustedes) para la misión, y parten heroicamente a la misma. La cosa es casi de comando, entrar-actuar-salir, pero por supuesto que el destino cabrón se pone cabrón, o si no la peli va y se acaba. Resulta que un imprevisto los saca de ruta, y ahí comienza lo bueno: pelear contra glóbulos blancos, contra una geografía en la que ningún hombre ni ninguna curvilínea ha explorado antes, y lo peor... hay un traidor dentro del grupo (vamos, no me digan que no lo adivinaban, si es el remedio clásico de Hollywood para agitar un poco el cotarro, vamos)...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En los '60s, la Ciencia Ficción alcanzó un grado considerable de madurez con cosas como "2001: Odisea del espacio". Y entre medio, en los intersticios del sistema, se rodaban cosas como... como esto. Era la época en que los grandes estudios, siempre ávidos de lucrarse, buscaban lucir lo más puntero en materia de efectos especiales, a despecho de la historia o las actuaciones. Increíblemente, aunque "Viaje fantástico" es un temprano ejemplo de esta manera de (des)entender el cine, tiene mucha más historia y contenido que Michael Bay o... pero me estoy desviando aquí. Back to the basics. Los FXs, como decíamos, habían progresado lo que eran una barbaridad, y lo que Hollywood quería era, bueno, un guión en que montarse todas esas bonitas lucecitas. El resultado fue una peli que pasó con gloria a los anales de Hollywood. No en balde, fue la que convirtió a Raquel Welch en una estrella internacional y en uno de los cuerpos femeninos más reconocibles en la historia del cine. Y eso vale lo que una docena de puñeteros Oscares. (Y vale más de lo que podemos decir de esa sátira desmadrada que fue "Viaje insólito" ¡con Meg Ryan, joder! o ese clon bastardo que fue "Anticuerpos" con Robyn Givens).

¿POR QUÉ VERLA?

-- A casi medio siglo de "Viaje fantástico", la peli ha envejecido un poco lo suyo. No es su culpa. Fue planificada por la FOX como su gran blockbuster de 1966, y en consecuencia, se ve un tanto de su época. El guión se manda varias salidas de chorro, incluyendo la más garrafal de todas que es, bueno, trataré sin mandarme un spoiler, se supone que los tipos están miniaturizados y después de un ratico volverán a su tamaño normal, ¿no? Entonces los tipos no pueden dejarse nada adentro del pobre sujeto en el que se meten, porque si lo hacen, los objetos miniaturizados al recobrar su tamaño original descuartizarán from the inside al pobre tipo de una manera que ni "El juego del miedo" oiga usté... Y sí se dejan cosas adentro (no diré más para no mandarme un spoiler). De manera que, o uno se lo toma como uno de esos productos jolivudenses entretenidos-pero-insubstanciales... y funciona. Funciona de maravillas. La peli no tiene la misma tensión que seguramente en sus buenos tiempos, en particular porque las escenas de peligro no son tan extremas como el cine de hoy, además de que la identidad del traidor se adivina a la legua (por último, si sabes de cine, cuestión de echarle un vistazo al casting, ¿quién es el actor que peli en donde aparece es peli en donde hace de malo...?). Pero tiene un cierto encanto campy, esa cosa de que se esforzaron por hacer una historia que te hiciera saltar del asiento, y vamos, cómo no tenerle cariño a eso. Hoy en día, en una mugre como "Transformers 2" (sí, acabé viéndola, qué pasa con eso), Michael Bay mete tetas y escenas de jaxión a la coctelera y a ver qué sale, mientras que acá tratan por lo menos de armar una historia que te lleve ("Viaje fantástico" es a Michael Bay lo que una casita no demasiado artística pero sí muy mona para vivir, a un montón de ladrillos calidad premium apilados porái). En ese sentido, es una más que entretenida peli de matiné. Ayuda, claro, que el viaje esté rodado casi en tiempo real (la secuencia en que paran el corazón por un minuto dura justamente eso, un minuto, segundo más o segundo menos), anticipando claramente cosas como "Encima de la hora", "24" o los reportes noticiosos del terremoto de Sendai y el desastre de Fukushima. Al final incluso sientes la presión del tiempo y todo, de que si lo van a conseguir o no antes de que pase lo que pase... Eso es cine de aventuras y entretención, y el resto son paparruchas. Digamos de paso que el director Richard Fleischer, sin ser una luminaria dirigiendo, así como quien no quiere la cosa nos ha legado varias pelis que son pequeños clásicos del cine de entretención, como "20.000 leguas de viaje submarino", "Los vikingos", "Barrabás", "El estrangulador de Boston", "Tora, tora, tora" y "Cuando el destino nos alcance" (de la anémica "Conan el destructor" mejor no nos acordemos, mejor, si la rodó cuando ya iba en decadencia picada el pobre).

-- Los efectos especiales. Es claro que son primitivos para los estándares del CGI, pero aún así, hechos con creatividad y cariño, suplen más que bien algunas carencias. Más allá de algunos fotomontajes que cantan opereta en el Metropolitan, o algunos telones que parecen esos juegos de plástico para los niños, las visiones y panorámicas del interior del cuerpo humano son excelentes, y no creo que pudieran ser superadas en lo artístico ni siquiera con el CGI de hoy en día. En donde más se lucen probablemente es en las escenas de buceo fuera del submarino, que hasta te dan ganas de estar ahí y todo.

-- Raquel Welch. Porque, pongámonos serios, la mitad del cotarro masculino que aún recuerda lo que es tener testosterona en las venas, no ve cine por la pila de Oscares que se gane sino por el diámetro mamario, cosa que la Welch tenía en abundancia. La peli en ningún minuto trata de hacerse la progre, y de hecho es terriblemente reaccionaria (la Welch es la que más está para hacer bulto en la peli, y ya de entrada el prota destinado a conquistarla, poseerla y hacerla madre de sus hijos le suelta un comentario machista que no digamos), por lo que es lo suficientemente directa y sincera para presentar a la Welch en glorioso tecnicolor, y nadie se queja (a diferencia de un Michael Bay, que por eso de lo políticamente correcto tiene que presentar a Megan Fox como una chica de armas tomar y de carácter amachotado, aunque su función y la actriz del casting sean en definitiva ser un saco de carne... o de huesos). La Welch en esos años estaba buena como el pan, y el trajecito ceñido que le ponen la deja más que bien. Además está esa escena medio estriptís en que se desviste mientras sugestivamente el cañón de un rayo láser la apunta (en realidad no, pero el encuadre de cámara está puesto así, no me extrañaría que a propósito), además de que ¿a quién se le pegan lascivamente los anticuerpos como lapa? Pues a sus gloriosas curvas, faltaba más. Este desparpajo cuenta como lo mejor de la peli: no será muy presentable desde el punto de vista político (hoy en día las hembras pesan lo suyo en eso del juego romántico, y tienes que andar de sensible y progre por la vida si quieres mojar), pero es sincero, honesto, directo a la mandíbula y sin rodeos. Se echa de menos el cine así.

IDEAL PARA: Ver un entretenimiento de matiné que ha resistido bien el paso del tiempo.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

jueves, 23 de junio de 2011

"Estación Polar Zebra" (1968).


-- "Ice Station Zebra". Estados Unidos. Año 1968.
-- Dirección: John Sturges.
-- Actuación: Rock Hudson, Ernest Borgnine, Patrick McGoohan, Jim Brown, Tony Bill, Lloyd Nolan, Alf Kjellin, Gerald S. O'Loughlin, Ted Hartley, Murray Rose, Ron Masak, Sherwood Price, Lee Stanley, Joseph Bernard, John Orchard.
-- Guión: Douglas Heyes, con participación sin acreditar de W.R. Burnett, sobre una historia de Harry Julian Fink, basados en la novela de Alistair MacLean.
-- Banda Sonora: Michel Legrand.

-- "Estación Polar Zebra" en IMDb.
-- "Estación Polar Zebra" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En los procelosos y jamesbondescos días de la Guerra Fría, un satélite ruso sufre un pequeño desperfecto, y acaba varado en algún punto del hielo. En Inglaterra, un chulomijo Rock Hudson (sí, el mismo que década y media después sorprendió al mundo muriendo de SIDA, dejando a todos perplejos porque ¿no se supone que era tan machito él?) es llamado a una entrevista muy privada, de ésas de "yo no he estado aquí, esta conversación nunca sucedió", en la que se le dan instrucciones muy enigmáticas para una misión muy misteriosa, que tiene algo que ver con la Estación Polar Zebra, una estación metereológica en el Artico que ha emitido constantes señales de auxilio, y a cuyos sobrevivientes de vaya-uno-a-saber-qué no han podido rescatar por una tormenta boreal (y a estas alturas del partido ya adivinamos que algo tiene que ver con el satélite ruso que ya mostraron en el metraje preliminar). De manera que sale Rock Hudson con su submarino, porque no sé si lo había dicho, él es capitán de un submarino, y vamos al Artico. Reclutando de paso a un civil muy misterioso, que tiene órdenes también muy misteriosas, pero que se viste y huele a espía a la legua. Además, el capitán de submarinos se pregunta para qué diablos llevan infantería de marina yanki armada hasta los colmillos en una misión de rescate. Más allá entra en el grupo un oficial a cargo de estos hombres (un negro, para que vayamos adivinando su suerte, y es que en las pelis de acción de esa época veías a un negro de secundario y ya le ibas tomando las medidas para el cajón), además de un ruso cómicamente interpretado por el bueno de Ernest Borgnine. Con todos esos mimbres, la misión hacia la Estación Polar Zebra será cualquier cosa, menos algo aburrido.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Había en sus buenos '60s un escritor llamado Alistair MacLean, que fue un taquillazo en materia de thriller de espías. A diferencia de su rocambolesco y flamboyante contemporáneo Ian Fleming (sí, James Bond, joer), MacLean era un poco más cable a tierra al escribir. Hoy día suele recordársele no tanto por sus novelas, sino por las adaptaciones al cine de éstas ("Los cañones de Navarone", "Donde las águilas se atreven"). Con el exitazo de las pelis basadas en sus novelas, era lógico que más tarde o más temprano iba a llegar una de "Estación Polar Zebra", aunque fuera por lo inusual de su planteamiento: una de espías a bordo de un submarino en misión al Artico. Un elenco taquillero (el "macho" Rock Hudson, el "prisionero" Patrick McGoohan y el siempre agradecible Ernest Borgnine) hicieron el resto.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una peli icónica del subgénero "yankis vs. soviéticos", lo que puede verse como un mérito o un lastre, a según, porque por un lado tenemos todos los elementos clásicos (la misión, el militarismo, el espía, las traiciones, la meta común, el macguffin, etcétera), y por el otro... podemos renombrar "elementos clásicos" como "clichés" y tenemos esta misma virtud transformada en algo negativo. Por tanto, es algo que vuestro seguro servidor el General Gato quien esto escribe prefiere dejarlo a la discreción del amable lector.

-- En general, la peli se sostiene bien. Es a ratos un poco morosa (dura casi dos horas y media), lo que conspira contra el sentido de la tensión y el suspenso, pero lo compensa con efectos especiales (maquetas, entiéndase) aceptables para la época, un equipo de actores bien afiatados en sus roles, y una trama que salvo el rocambolesco giro que se manda cuando nos enteramos por fin de quién es el traidor (y no es una gran sorpresa, tampoco), consigue ese hálito de estar viendo acción pura y dura, bien afincada en la tierra, en vez de la acción over-the-top del contemporáneo James Bond (en ese tiempo, entre "Sólo se vive dos veces" y "007 al Servicio Secreto de Su Majestad"). La historia está adaptada de manera más o menos vaga sobre la novela original (según fuentes, porque quien esto escribe no ha tenido la ocasión de leer el libro), pero como curiosidad, digamos que el tipo que redactó la historia, Harry Julian Fink, poco después guionizaría la que es su creación más famosa, el irascible y directo Harry "Dirty" Callahan en "Harry el Sucio". En el resultado final influye por supuesto la discreta dirección de John Sturges ("El viejo y el mar", "Los siete magníficos", "El gran escape", "Abandonados en el espacio", "Joe Kidd"). O sea que, sin ser superlativa, puede considerársela un pequeño clásico dentro de su propio iglú, por decirlo de alguna manera. Por cierto, no es si es idea mía, o el final fue más o menos calcado después en la de James Bond "Sólo para tus ojos"...

IDEAL PARA: Ver una clásica y "by the book" peli de soviéticos y yankis dándose la tabarra en plena Guerra Fría.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Inicio de la peli [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 19 de junio de 2011

"Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas" (2011).


-- "Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides" (título original en inglés), "Piratas del Caribe 4" (título en Venezuela), "Piratas del Caribe: Navegando en aguas misteriosas" (título en Colombia), "Piratas del Caribe: En mareas misteriosas" (título en España). Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Rob Marshall.
-- Actuación: Johnny Depp, Penélope Cruz, Geoffrey Rush, Ian McShane, Kevin McNally, Sam Claflin, Astrid Berges-Frisbey, Stephen Graham, Keith Richards, Richard Griffiths, Greg Ellis, Damian O'Hare, Óscar Jaenada, Anton Lesser, Roger Allam, Gemma Ward, Judi Dench.
-- Guión: Ted Elliott y Terry Rossio, sobre los personajes creados por éstos y por Stuart Beattie y Jay Wolpert, e inspirándose en la novela de Tim Powers.
-- Banda Sonora: Hans Zimmer.

-- "Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas" en IMDb.
-- "Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Traen a un tipo con capucha, y un oficial inglés le canta eso de que... ¡Jack Sparrow, se le acusa de actos de piratería, incluyendo atracar a los estudios Disney con 56 millones de dólares por participar en esta secuela! Le sacan la capucha, y ahí lo tienen... por si son la clase de marcianos que nunca jamás han visto alguna de los PdC, no es Jack Sparrow sino el ayudante de éste y eventual alivio cómico de entregas anteriores. Este reclama y reclama que no es Jack Sparrow, pero como estamos en la época del análisis forense por ordalía y vudú, pues, nadie puede validar su identidad y por lo tanto nadie le cree. Hasta que de pronto vemos algunas facciones familiares en un juez del tribunal... ¡Es Jack Sparrow, leñe! ¡Quién tiene un incombustible plan falible para escaparse! Bueno, el plan funciona un poco mal, las cosas siguen funcionando un poco mal, pero después de darse unas cuantas vueltas y revueltas, Jack Sparrow termina descubriendo que Jack Sparrow está reclutando una tripulación. ¿Cómo es esto posible? Si fuera Gore Verbinski el director de esta entrega, así como de las anteriores, habida cuenta del nivel de surrealismo friki del inicio de PdC3, ya podríamos ir diciendo que... ¡era él! y ha desarrollado doble personalidad o algo, pero como Verbinski ha salido escopetado y ha entrado Rob Marshall, pues, la solución es más convencional: es un impostor. Después de algunas revueltas en que hacen un cameo una irreconocible Judi Dench, así como Keith Richards metido con calzador, descubrimos quién es el impostor, y cuál es su conexión con un malvado pirata llamado Barbanegra, que está empeñado en encontrar la Fuente de la Eterna Juventud, la mesmita de Ponce de León y tal. Ahora, Jack Sparrow se encuentra metido en la búsqueda hasta el pescuezo (concretamente, a bordo de un barco encantado). En competencia con los españoles, que en las pelis de piratas siempre son malvados, porque no en balde este subgénero cinematográfico siempre ha sido anglosajón. Y con otro antiguo enemigo de Sparrow: Hector Barbossa, ahora trabajando como corsario para la Corona de Inglaterra. ¿Conseguirá Indiana Jones rescatar el Gri... er... quiero decir, Jack Sparrow encontrar la Fuente de la Eterna Juventud...? SPOILER GRUESO DEL FINAL: Sí, leñe, sí lo consigue, o qué esperaban.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En realidad, nadie daba un pito por el asuntillo ése de los Piratas del Caribe cuando salió la primera peli ("Piratas del Caribe: La maldición del Perla Negra"), a la que pusieron subtítulo casi en postproducción por aquello de que, miren ustedes, la cosa estaba quedando un peliculón, así es que metámosle que es el primer capítulo de una franquicia blah-blah-blah. Para que vean ustedes que la piratería es mala porque mata a la industria, pero las pelis sobre piratería son buenas porque ayudan a la industria... sí, yo tampoco entiendo cómo funciona el mundo. El caso es que habían resucitado un género que con "Piratas" de Roman Polanski y "La pirata" con Geena Davis parecía más que muerto y sepultado, y que ahora experimentaría nuevos años dulces con pelis como... como... "Pirates of Treasure Island"... y como... er... buenoooooo... sigamos. El caso es que habían tenido arriesgándose con un género muerto, y tomaron un segundo riesgo adicional, el de rodar dos pelis secuelas back-to-back, maniobra que había salido de maravillas con "Volver al futuro II" y "Volver al futuro III", pero que había resultado un cagazo con "Mátrix recargado" y "Mátrix: Revolutions". Salieron de ahí "Piratas del Caribe: El cofre de la muerte" y "Piratas del Caribe: En el fin del mundo", y nuevamente se forraron, aunque ambas, y la tercera muy en particular, fueron puestas a caer de la burra. La tercera fue tan, pero tan, pero tan mala y desastrosa, que no llegó a recaudar los más de mil millones de dólares de la segunda, y debió conformarse con la miseria de algo más de 960 millones, una cantidad tan raquítica que por ella no me van a ver saliendo del lado de mi plato de Whiskas para ir a trabajar cazando ratas, eso olvídenlo (Johnny Depp, ese muerto de hambre con nombre de actor porno, miren que cagarse por 56 millones... ¿lo harían ustedes? No, ¿cierto?). Pero a los estudios Disney les está yendo un poco aquí y un poco allá (después de todo, fue la década del cierre de sus estudios 2D después del batacazo de "Vacas vaqueras", y sólo Pixar los mantenía con oxígeno), de manera que en una maniobra desesperada, decidieron... ¡rodar la cuarta parte de la trilogía! La cuadratura del círculo, mis amigos. Prometiendo, por supuesto, que si los números calzaban, habría una quinta y una sexta: una segunda trilogía (a lo "El juego del miedo IV" y secuelas). La cuestión no es si "Piratas del Caribe: Navegando aguas misteriosas" iba a ser una buena peli o una que tuviera éxito. La cuestión es cuántos cientos de millones más de utilidad arrojará ésta a las otras tres primeras, que entre todas acumulaban ya la friolera de algo más de dos mil millones de dólares de utilidad neta (los más de 3500 millones de ingresos brutos por las cuatro pelis, al momento de escribir esto, la estaban acercando con celeridad al tercer puesto, arrebatándoselo nada menos que a Star Wars... a la cual las tres primeras PdC tanto depredaron).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Dejemos de lado el esnobismo del "buen cine" y otras zarajandas, y asumamos que estamos ante una peli que no pretende ser más que entretenimiento popular para rascarle los bolsillos a las nunca demasiado sofisticadas audiencias. ¿Funciona en este plano? La respuesta es un rotundo sí. Frente a la creciente sofisticación de Gore Verbinski en las entregas anteriores (que hizo muy bien saliéndose de la cuarta y yendo a tomar oxígeno a la por otra parte notable "Rango"), la dirección del mercenario Rob Marshall, a quien nadie hubiera asociado con el género piratesco (¡"Chicago"!, ¡"Memorias de una geisha"!), funciona de lo más bien en el plano primario que se espera de él: que luzca bonito, que tenga ritmo, y que no se arranque con demasiados alardes personalistas. Claro, el resultado es la peli menos de auteur dentro de las cuatro primeras (porque vendrán más, eso se lo firmo al que quiera, y probablemente aún menos de auteur si es que cabe), pero a cambio tenemos un regreso a la aventura pura y dura del comienzo, lejos de los desvaríos de la segunda y tercera entregas. El guión, al estar basado, o inspirado, o depredado, defínanlo como quieran, en una novela de Tim Powers (pobre hombre, ¿irán a adaptar "Las puertas de Anubis" como vehículo para una de James Bond viajando en el tiempo al siglo XIX...?), es más redondo y cabal que los anteriores: hay citas a situaciones y personajes precedentemente presentados, es cierto, pero son las justas para que nos sintamos en casa, sin que entenderlas estorbe el disfrute al que no conoce previamente a los personajes (pero, ¿de verdad queda algún marciano de ésos...?). Algunas escenas están claramente rodadas para el 3-D, en particular paneos sobre paisajes selváticos o imágenes con multiplicidad de planos (ya perdí la cuenta, entre ataques de risa, de la cantidad de veces que Barbanegra amenaza con atravesarle el gaznate a la audiencia con su espadón), pero uno puede elegir ignorar esas escenas, que no son tantas tampoco, y no pasa nada (la vi en 2-D, ¿no se nota...?). El guión tiene algunos agujeros por aquí y por allá (¿en serio los españoles, teniendo superioridad numérica de naves sobre Barbossa, no se toman ni la molestia de cañonear a un privateer corsario inglés...?, ¿y por qué Penélope Cruz le arma a Sparrow un menjunje de parentesco e historias de teleserie venezolana, más allá de mostrar que en ella late la tradición del culebrón de sangre latina?, ¿y de verdad Barbanegra envía a Sparrow a buscar los condenados cálices, no pudiendo menos que saber que le está ofreciendo en bandeja la oportunidad de defeccionar...?), pero es lo suficientemente lineal como para no perderse en exceso ni sentir que la cosa sea un absurdo. Las actuaciones están bien. Johnny Depp no cansa demasiado como Jack Sparrow (otra mejora sobre PdC3), Penélope Cruz está funcional en un rol para el que no necesita otra cosa sino verse sexy (porque, mírenla, será pirata y too, pero una mujer siempre sale con base en el rostro a la calle), Geoffrey Rush justifica una vez más por qué de ser el villano a batir en la primera ha pasado al estatus de compañero cómico y antagonista respetuoso del héroe, e incluso hasta Gemma Ward como la primera sirena está más o menos bien dentro de sus cuatro minutos (a cambio, y como notable bajón, Àstrid Bergès-Frisbey como la sirena capturada llega a resultar irritante con su diploma "taller de teatro del jardín infantil La Cuncuna Feliz"). Pero el gran punto a favor es claramente Ian McShane (el periodista muerto de "Scoop") como Barbanegra, en una caracterización siniestra y meliflua que lo coloca sin lugar a dudas como el mejor villano de toda la franquicia, a pesar de que en estricto rigor, lo suyo es más presencia y mala leche que exhibición de crueldad a tutiplén. O sea, para resumir toda la parrafada anterior... ¿vale la pena? Depende. Si lo que buscas es aventura pura y dura a la vena, sí. Si en cambio buscas esa cosa que se llama "buen cine" o "gran cine" o "cine arte", probablemente debas seguir husmeando en la cartelera. Un buen rato. O regresar otra vez al "El halcón de los mares" de Errol Flynn, que tampoco será "buen cine" o "gran cine" en el sentido superlativo de la palabra, pero es el concepto de acción y aventura pura y dura a la vena que se tenía en los '30s... tú el abuelete amargado.

IDEAL PARA: Distenderse un par de horas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 16 de junio de 2011

"Genghis Khan" (1965).


-- "Genghis Khan". Inglaterra / Alemania Occidental / Yugoslavia / Estados Unidos. Año 1965.
-- Dirección: Henry Levin.
-- Actuación: Omar Sharif, Stephen Boyd, James Mason, Eli Wallach, Françoise Dorléac, Telly Savalas, Robert Morley, Michael Hordern, Yvonne Mitchell, Woody Strode, Kenneth Cope, Roger Croucher, Don Borisenko, Patrick Holt, Susanne Hsiao.
-- Guión: Clarke Reynolds y Beverley Cross, basados en una historia de Berkely Mather.
-- Banda Sonora: Dusan Radic.

-- "Genghis Khan" en IMDb.
-- "Genghis Khan" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un hombre está en medio de cuatro caballos, uno por gamba y/o brazo, grita: "TEMUJIN!", y entonces salen los créditos anunciándonos que la cosa es "Genghis Khan" (si a estas alturas del partido te estás preguntando por qué "Temujin"... es que no sabes Historia, kid...). Pasa el tiempo, y nuestro chico crece con una rueda en el pescuezo y esclavo, a lo Conan pero en cutre (Omar Sharif, hecho un crío). Un día cualquiera, a santo de un incidente también cualquiera, tiene sus devaneos coquetones con la bella (¡y qué bella! Françoise Dorléac, la hermana de Catherine Deneuve, trágicamente malograda un par de años después de esta peli). Lo que hace que le cobre ojeriza... ¡¡¡EL VILLANO!!! Que es Stephen Boyd como Jamuga. El caso es que Temujin es mucho Temujin, así es que se escapa. Al desierto (seamos honestos: el famoso desierto son algunas tomas entre unas rocas de un bosque caducifolio que, bueno, er...). Allí empieza a reclutar su banda de misfits. Con los cuales asalta un camino y le hace la vida a cuadritos a Jamuga (no demasiado: recordemos que Jamuga es ER VILLANOH). Resulta que le secuestra la chica a Jamuga, Jamuga se la paga yéndola a secuestrar a su vez y... (ojo, atención aquí, inesperado giro de trama) ...¡¡¡VIOLÁNDOLA!!! Vale, no hay sexo explícito, pero cuándo fue la última vez que vieron un epic clásico en donde se violan a la chica del buenoh (o alternativamente: se la violan, y ella vive para contar el cuento en vez de ser muriciada por el maloh para que el buenoh se quede rumiando su venganza durante la siguiente hora y media de metraje). El caso es que Temujin rescata otra vez a la chica, se la lleva, emigra para evitar la venganza de Jamuga, se hace amigo de un chino cochino (premio a la interpretación más humorística en la carrera del por otra parte gran James Mason), viaja a China... y el resto es que asistimos a la leyenda de... ¡¡¡GENGHIS KHAN!!! (sí, pues, si Temujin al final se transforma en Genghis Khan).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Década y media antes de que los alemanes de Dschinghis Khan transformaran el rostro de la música para siempre imponiendo su tema "Dschinghis Khan" en el Eurovisión de 1979 (¿alguien puede creer que el ganador de ese año fue una mugre llamada "Hallelujah", cantada en hebreo...? ¡La conspiración judeomasónica se toma Eurovisión!), antes de esa fecha, decía, alguien se atrevió con Genghis Khan en el cine. La pepla fue una parida de un por entonces sexagenario llamado Irving Allen, a quien la vida se le iba de entre los dedos sin haber hecho un legado ¡¡¡EPICO!!! al cine (por favor, no confundir con el ínclito Irvin Allen, sin G, que es todo lo contrario: un cicatero sin tiquismiquis y con un olfato envidiable para apuñalar sin misericordia los bolsillos del público con cosas como "La aventura del Poseidón" o "Infierno en la torre"... éste es IrvinG Allen con G). Porque Irving Allen, vamos tejiendo calceta aquí, es la clase de pobre hombre que trata infructuosamente de sacarse por todos los medios el rotundo cartel de LOSER grabado sobre la frente cual marca de la Bestia. El evento más bochornoso de su carrera fue cuando se unió a otro productor que quería rodar una peli de espionaje, sobre la cual Allen estaba tan poco convencido, que incluso se dio el lujo de insultar al escritor respectivo, prefiriendo producir el estrepitoso fracaso que fue "Los juicios de Oscar Wilde" (que no hemos visto, así es que no podemos juzgar), con lo cual se separó del otro productor, que siguió con la idea de producir la peli de espías ésa... "Doctor No", la primera de James Bond. Cuando Allen, escarmentado ante el éxito de su antiguo socio, intentó subirse al carro de los espías, compró otra franquicia, un tal Matt Helm, personaje sobre el que rodó como tres o cuatro pelis que tampoco hemos visto en Cine 9009, y contrató a Dean Martin pagándole incluso mejor sueldo que a Sean Connery. Con resultados discretos, porque entre Connery y Martin, ya sabemos a quién recordamos mejor como EL agente supersecreto de todos los tiempos y sus alrededosos alrededores. En fin, el pobre Irving Allen debió decirse a sí mismo que para obtener por fin los galones de serie A en el cine, era hora de rodar una peli... ¡¡¡EPICA!!! El problema es que se lo dijo a mediados de los '60s. El epic había tenido sus años de gloria desde "El manto sagrado", vale (¡pero en 1953!), y después de cerca de una década de fulgor, ya los tiempos estaban cambiando (los '60s, rock, hippies, agentes doble cero...), y consecuentemente, era el tiempo en que cosas como "Cleopatra", "La caída del Imperio Romano" o "55 días en Pekín" ya estaban pegándose batacazo padre tras batacazo padre en la taquilla. Y claro, cuando el epic DEFINITIVO (no tanto, pero era la idea) sobre el gran conquistador mogol venía llegando en 1965, ya era casi como para ponerle la lápida al género. No ayudó que Irving Allen llamara a dirigir su producto a un tal Henry Levin, director que nunca tuvo una trayectoria demasiado lúcida (sus puntos altos serían "Viaje al centro de la Tierra" de 1959, en que protagonizaba James Mason que acá en "Genghis Khan" repite, y "El maravilloso mundo de los Hermanos Grimm"). Si a eso le sumamos una realización a ratos interesante y a ratos francamente hilarante, pues bien, qué decir... La peli hizo la rara hazaña de irse a pique al fondo del mar con una historia que transcurre en el más mediterráneo de todos los continentes de la Tierra, vaya que tuvieron que ser creativos para lograr fazaña semejante...

¿POR QUÉ VERLA?

-- La reacción más habitual ante esta peli es... ¿ESTO VA EN SERIO...? Cuando uno se sienta a ver cine histórico, uno tiene que partir asumiendo que va a enfrentarse a una versión ficcionalizada de los hechos, tamizados a través del filtro de la conveniencia narrativa, la ideología consciente o inconsciente de los productores, y la suprema cojonología del guionista de turno (¿alguien dijo "Una mente brillante" con guión perpetrado por Akiva Goldman?). Por eso uno puede aceptar que hayan falseado al personaje de Jamuga (el histórico no fue la mosca cojonera que nos presentan en la peli, sino un estimable amigo de Genghis con quien se pelearon porque los dos querían ser el UNICO, y bueno... Genghis ganó. Y murió ANTES de que Genghis invadiera China), o que nos presenten a Genghis Khan muriendo en batalla contra Persia (el histórico pereció más de media década después, cabalgando de regreso desde Rusia, pero es que eso hubiera quedado un poco anticlimático en la peli, admitámoslo). Pero cuando te das cuenta de que las interminables estepas siberianas han sido recreadas en estrechísimos valles plagados de pinos, y los personajes siguen refiriéndose al desierto, es que empiezas a partirte de risa (más aún cuando descubres que las yurtas mongolas se parecen mucho a las tiendas indias, y la cosa a ratos degenera en una peli de rangers yankis con gorro de mapache hurón contra los pieles rojas). Y sigues cuando ves al gran James Mason humillándose haciendo una interpretación (muy lograda, eso sí, y es que Mason era mucho Mason) que hace buenos todos los chistes de chinos cochinos con coleta y todo (¡y a ver si la China de Mao se iba a quejar contra Lyndon B. Johnson porque el país de las barras y estrellas producía productos tan etnocéntricos como éste!). El resultado final es muy entretenido, si te lo tomas con flema. Mal que mal, Omar Sharif compone un aceptable héroe de aventuras, Stephen Boyd le pone lo suyo al malvado Jamuga (ya había hecho al villano criptogay de "Ben Hur", y había interpretado al héroe del epic otoñal "La decadencia del Imperio Romano; al año siguiente iría al protagónico de "Viaje fantástico"), James Mason ya hemos hablado de éste, Robert Morley compone un emperador de China que tiene su punto como personaje más allá de unas cuantas carcajadas garantizadas, y el "mejor y medio tonto amigo" de Genghis Khan viene interpretado por... ¡¡¡TELLY SAVALAS!!! (seriously). El casting trata lo suyo, y hasta nos lo creeríamos si fuera más, bueno... étnicamente ajustado (¿quién fue el tarado que pensó que el extraordinariamente caucásico James Mason maquillado pasaba por chino...?). Quizás el principal problema de esta peli es su renuencia a aceptar que como buen epic, al final es un producto palomitero para consumo masivo, y quiere ser una peli que te haga trascender las fronteras del espacio y del tiempo para hacerte entrar en comunión con Genghis Khan, el principal de los guerreros del mundo... lo que hace sus fallos garrafales, en otras ocasiones más perdonables, acá especialmente agresivos. Porque no me van a decir que no tiene asunto que hagan de la violación de la señora de Khan (de Genghis Khan, no de Khan Noonien Singh, claro) un motivo claro a lo largo de la misma peli en que hacen burla y mofa cruel de lo chino cochino que son los chinos (¡si les falta puro hacer el chiste de que no pueden pronunciar la R aquí!). No garantizo que esta peli les guste o les entretenga lo mínimo... pero les confieso que me ganó. En medio de carcajadas en algunos pasajes, y a pesar de algún momento aburridón por allí, pero me ganó. Quizás no de la manera en que el pobre Irving Allen hubiera querido, pero... más anchos son los cielos de la estepa siberiana y menos alimento dan, ¿no?

IDEAL PARA: Fanáticos de los epic a la old fashion.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Genghis Khan (Omar Shariff) y Jamuka (Stephen Boyd) con el primero encarcelando al segundo [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 12 de junio de 2011

"El reinado del fuego" (2002).


-- "Reign of Fire" (título original en inglés), "El imperio del fuego" (título en España). Inglaterra / Irlanda / Estados Unidos. Año 2002.
-- Dirección: Rob Bowman.
-- Actuación: Christian Bale, Matthew McConaughey, Izabella Scorupco, Gerard Butler, Scott Moutter, David Kennedy, Alexander Siddig, Ned Dennehy, Rory Keenan, Terence Maynard, Doug Cockle, Randall Carlton, Chris Kelly, Ben Thornton, Alice Krige.
-- Guión: Gregg Chabot, Kevin Peterka y Matt Greenberg, basados en una historia de los dos primeros.
-- Banda Sonora: Ed Shearmur y Brad Wagner.

-- "El reinado del fuego" en IMDb.
-- "El reinado del fuego" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Londres, el futuro cercano (OK, es el ya vetusto año 2008, pero la peli es del 2002, recuérdenlo). Un niñito avanza por una excavación de ésas que tratan de meter tuberías y metrotrenes y cosiacas así, para ver a su mami. Allí tienen una breve conversación madre-hijo, de ésas que sirven para establecer que ella es madre preocupá y él es hijo rebeldito-pero-bueno, y ya estamos listos para la acción. Los trabajadores descubren un túnel, y dentro del túnel, algo muy feo. Feísimo en verdad, si me preguntan. Algunas pistas: es grande, carnívoro, posee alas, tiene escamas, es malagestado y escupe fuego. La cosa ésa, el dragón, escapa de su encierro y sale hacia las glorias del mundo exterior, cargándose a la mami del chico, de paso, para que la cosa sea más dramática (y para que la iñora no esté dando la joda después, claro). En poquitos meses, el mundo se va básicamente al carajo. Los dragones lo abrasan todo, los gobiernos aquejados de taraditis aguda deciden usar el arma atómica en contra de ellos (sin resultados, y es que se reproducen como plaga estos bichos), y el mundo acaba como en las de Mad Max. Doce años después, en 2020, en Northumbria, el chico con el que abríamos esta historia ha crecido para transformarse en peazo cromañón, Christian Bale por más señas, que como prefigurando que casi una década después va a ser John Connor, dirige a una banda de supervivientes, defendiéndolos no contra los termineitors sino contra los dragones. Por supuesto que por muy Ubermensch que sea Christian Bale, siempre hay renegados que piensan que se las saben todas, que el jefe en realidad es un jodío estúpido, y salen a hacer las cosas por su cuenta, ignorando que en estas pelis con dechado físico/moral encarnados en un solo gran personaje, los que van en contra suya al final sólo acaban palmándola (llamado también "síndrome tipo que desobedece a Jack Bauer"). Resulta que la chambonada que se mandan los renegados, además de convertir a unos cuantos en barbacoa para dragones, tiene como consecuencia colateral que las cosechas se queman, y por lo tanto el grupete pasará hambre en el invierno. En medio de esta situación crítica, aparece un grupo de marines cantando "We are living in Ameeerikaaa... Ameeerikaaa ist wunderbar..." (bueno, claro que no, pero la idea es ésa). Según les informan los yankis, han cruzado un Océano Atlántico infestado de dragones volando, quién sabe cómo, y han venido a parar a Inglaterra, y ahora necesitan agua, comida, alojamiento, todas esas cosas que si no se las dan por las buenas, las tomarán por las malas. Ante argumentos tan racionales y convincentes, convenientemente apoyados por vehículos militares y un tanque adecuadamente acorazado, pues bien, qué decirles... WELCOME AMERICANS!!! El grupo de marines tiene ocasión de mostrar lo que vale, cuando aparece un dragón pensando que habrá merienda: pobrecito, la merienda acaba siendo él. Una vez apuntado quién es el que manda (los marines), éstos revelan sus verdaderos planes. Porque han diseñado una chupi estrategia que acabará con toítos los dragones dragonosos de una buena vez, restaurará la civilización, y América una vez más salva al mundo (y van...). ¿Conseguirá esta ímproba nueva alianza angloamericana derrotar a los malvados dragones de una vez por todas? ¿O el medioambientalismo se impondrá y la Humanidad a tomar por ya saben dónde...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

A veces hay pelis que parecen haber salido de ninguna parte, y acaban yéndose también a ninguna parte. En la década de 2000, una época en que ningún estudio quería arriesgarse con blockbusters que no estuvieran basados en novelas de éxito, cómics de éxito, videojuegos de éxito o series de TV de éxito (por aquello de que en los fanáticos tenían borregos como público cautivo que la iba a ver sí o sí, aunque después la pusieran a parir), alguien tuvo una idea. "Oye, guey, ¿y si hacemos que Mad Max pelee con dragones?". La idea a priori no era mala. Pero por alguna razón, esta peli acabó en el limbo. Recuperó su inversión, ¡oh, sí!, e incluso hizo algo de caja por encima de sus costos, pero no tanto como para pensar en secuelas ni cosas así. Bueno, mejor por otra parte. Pero pasó a ser una de esas innumerables pelis que quedan en el olvido. Una lástima, porque era digna de mejor causa.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos diciendo que he leído en muchas partes una serie de collejas en contra de esta peli: que es mala, que es aburrida, que los diálogos son puramente funcionales (o peor), etcétera. Y en realidad estamos frente a una sólida peli de acción y aventuras, como no se suelen ver muy a menudo. No quiero decir que sea una gran peli, ni un clásico de la Ciencia Ficción, ni mucho menos. Pero sí que es un producto muy decente, muy digno, realizado sin pretensiones pero con toda la seriedad del mundo. La idea, claro, parece un entrecruzamiento de "El Señor de los Anillos" con "Mad Max", o acaso un "Corazón de dragón" ambientado en el siglo XXI, pero la gente detrás de esto se dio el trabajo de desarrollarlo. La presencia de los dragones es explicada en clave de Ciencia Ficción pura y dura (aunque, como de costumbre, hay que cerrar un poco los ojitos para creerse un par de detalles, pero en fin), y los talentos y habilidades dragoniles también son explicados en términos de ciencias biológicas, no de magia ni brujería. El mundo descrito es un futuro postapocalíptico duro e incluso brutal, y aunque la peli no desciende hasta el gore, tampoco puede acusársele de ser ñoña. Además, no sólo vemos el postapocalipsis, sino que somos testigos presenciales, en los primeros minutos de peli, sobre cómo se llegó hasta eso, algo que muchas pelis del género no nos brindan, o lo explican a través de los siempre socorridos diálogos entre personajes. También es un logro que la peli esté ambientada en Inglaterra, y aunque aparecen los consabidos marines yankis para que el público de Estados Unidos pueda sentirse como en casita con uno de sus boys rondando por ahí, la verdad es que el retrato de los marines yankis es, cuando menos, ambiguo (por un lado son "buenos" porque matan dragones, pero por el otro, sus métodos son bastante brutales con los nativos, lo que quizás ayudó a que la peli rebotara de la taquilla yanki, siempre más favorable a las pelis que los retratan como grandes héroes sin mácula). La acción es también pura y dura, no espectacular ni glamorosa, y además hay una historia de fondo, una verdadera historia, no un simple hilo argumental destinado a incrustar escena de acción molona tras escena de acción molona. Hay una subtrama romántica, como el canon manda, pero por una vez en la vida, ésta simplemente se sugiere, en vez de montarse una escena de besuqueos o de sexo para rellenar minutos de metraje y/o convencer a las féminas de que la vean (nada en contra de los besos y el sexo en una peli de acción, pero la gracia es que encaje bien, como en "Terminator", no forzarla para mostrar algo de carne de por medio). En cuanto a la solución final, suena un poco forzada para que los protas puedan tener alguna clase de triunfo, miren como todo encaja de manera tan conveniente, pero dentro de las coordenadas del cine de aventuras/acción, es una solución narrativa aceptable. La peli huele y respira a la serie B de toda la vida, vale, pero en ningún minuto trata de venderse como algo más. Es decir, se fijaron el objetivo limitado de hacer una peli entretenida y con suficientes elementos para ser tomada en serio, y poco más, y como cumplen con eso de sobras, pues estamos bien.

-- Parte importante de que esta peli sea digna de ser tomada en cuenta, es la labor de Rob Bowman en la dirección. Bowman es un director fuertemente asociado a la televisión, dirigiendo algunos capítulos para varias series reconocidas, entre ellas "Star Trek: La nueva generación" y "Parker Lewis ganador", antes de consagrarse dirigiendo varios episodios de "Expediente X". Desde allí fue llamado para "Expediente X: Combate al futuro", y si la peli no es un completo desastre (¿un humilde agente del FBI, Fox Mulder, viajando por magia a la Antártica? ¿Y qué se habría fumado Chris Carter...?), es justamente gracias al buenhacer del señor Bowman. En "El reinado del fuego" parece haber alcanzado el peak de su creatividad, y mucho del trabajo atmosférico de la peli tiene un suave pero innegable regusto expedientequisesco (la seriedad de los protas, la opresiva atmósfera de miedo, los personajes a medio alienar). Quién sabe hasta donde podría haber llegado Rob Bowman con su carrera directorial, si no hubiera tomado la desafortunada decisión de sentarse a rodar "Elektra" en 2005, con los resultados por todos conocidos (o sea, si es que fuiste uno de los pocos que se atrevió a ver ese esperpento, como en su minuto lo hizo vuestro valiente servidor el General Gato), y que parece haberlo condenado a nunca más volver a dirigir a una peli (aunque en Hollywood, sabido es, se ha visto a muertos cargando ataúdes, así que es pronto para decidir esto).

-- Las actuaciones están en su buen punto, dentro de lo limitados que son los personajes. En general podemos ver las reacciones que serían esperables en un escenario así: miedo, desesperanza, desolación, y todo eso los actores lo transmiten muy bien, ayudando así a hacer mucho más creíble la amenaza de los dragones. Christian Bale, tipo que a veces parece vivir más al otro lado del espejo que acá (ahí tienen pelis de Sci Fi como "Equilibrium", "El gran truco" o "Terminator: La salvación", por no mencionar "Batman inicia" y "The Dark Knight") hace un gran rol como prota, y podría incluso decirse que acá es mucho más John Connor que en donde se suponía tenía que interpretarlo, que es en "Terminator: La salvación". Matthew McConaughey, actor aborrecible donde los haya que se limita generalmente a plantarse de chulomijo y dárselas de cachas, aquí está casi irreconocible como el lunático jefe de los marines yankis, y sin lugar a dudas debe ser el mejor, o al menos uno de los mejores, roles que ha desempeñado en toda su carrera actoral (¡qué diablos, capaz que sea el único rol de verdad que haya desempeñado en su carrera actoral!). Izabella Scorupco, ex chica Bond ("Goldeneye"), y ex andinista ("Límite vertical"), acá hace un convincente rol de acción, siendo la chica dura cuando corresponde, pero también mostrando preocupación y hasta miedo cuando también corresponde. El amiguete, por su parte, es un Gerard Butler que hace lo que en los manuales sobre cine suele llamarse y considerarse ortodoxamente como "un papel de mierda", como el brazo derecho de Christian Bale, pero a punta de talento consigue que sea un personaje, y hasta un personaje simpático, y no una burda caricatura, por mucho que su rol es lo suficientemente secundario como para que huela a carne mechada desde su primera aparición (bueno, en esos años el tipo había estado sólo en subproductos como "Dracula 2000", además de su curioso cameo en "El mañana nunca muere", y por ende aún no estaban los trigos no digamos para sus protagónicos en "El Fantasma de la Opera", "300" o "La cruda realidad", sino siquiera para secundarios dignos como "Tomb Raider: La cuna de la vida" o "Rescate en el tiempo").

-- Si bien esta peli no puede predicarse que tenga secuencias más notables que otras, porque es más o menos parejita, sí que debe aplaudirse una en particular, que como está al comienzo, no es un gran spoiler que digamos. Me refiero a que en el futuro, cuando ya no hay cine ni televisión, la mitología popular del siglo XX se ha transformado en parte del folclor, y han pasado a la memoria colectiva. Así, Christian Bale y Gerard Butler escenifican para los niños, en una función teatral, nada menos que la famosa escena del "yo soy tu padre" de "El imperio contraataca", escena muy ingeniosa porque no sólo hace un guiño a la saga yorluquesca, sino que también a la saga postapocalíptica por excelencia, aludiendo a cierta escena de "Mad Max III: Más allá de la cúpula del trueno", aunque con los roles invertidos (en la de Mad Max eran los niños los que contaban la historia a un adulto, mientras que acá son los adultos a los niños). Gran momento de inspiración ése.

IDEAL PARA: Ver una peli que no es más que acción o aventuras palomitera, pero que no es menos que una sólida peli de acción o aventuras palomitera.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].



-- Inicio de la peli [doblado al español latino].

jueves, 9 de junio de 2011

"Furia de titanes" (2010).


-- "Clash of the Titans". Estados Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Louis Leterrier.
-- Actuación: Sam Worthington, Liam Neeson, Ralph Fiennes, Gemma Arterton, Alexa Davalos, Mads Mikkelsen, Jason Flemyng, Tine Stapelfeldt, Nicholas Hoult, Hans Matheson, Liam Cunningham, Ian Whyte, Pete Postlethwaite, Elizabeth McGovern, Polly Walker, Vincent Regan, Luke Treadaway, Danny Huston, Natalia Vodianova.
-- Guión: Travis Beacham, Phil Hay, Matt Manfredi, basados en el guión de 1981 de Beverley Cross.
-- Banda Sonora: Ramin Djawadi.

-- "Furia de titanes" en IMDb.
-- "Furia de titanes" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Vemos las estrellas y nos preguntamos si nos equivocamos yendo al planetario en vez de al cine, pero no: una narración en off nos hace un apresurado trasfondo del asunto. Tres dioses muy malparidos (literalmente: se rebelan contra su padre y lo derrocan, miren qué falta aberrante a los deberes filiales) se toman el universo y se lo reparten como una tartaleta. Y Zeus, que a malparido es el peor de los tres, le pide a Hades que se monte peazo monstruo para masacrar a los titanes sus enemigos (el kraken, apréndanse ese nombre porque aparecerá después), y después en pago por sus servicios lo engaña para que se haga cargo del Hades, mientras él se queda en el cielo y manda a Poseidón a reinar en el mar (y Hades tan confiado cae en la trampa, eso pasa por adquirir bienes inmuebles sin inspeccionar el terreno antes). Pasa el tiempo, y los humanos, comprendiendo en definitiva lo que cualquier espectador avispado ya se ha dado cuenta, a saber, que Zeus es un cabrón, se rebelan y dejan de rezarle, con lo que Zeus ya no puede alimentarse y su poder disminuye. Esto lo aprovecha Hades para acercarse y meterle serpientes en el oído a su hermano, que si los humanos ya no te adoran, que si has sido demasiado blando con ellos, que si un poco de pinochetismo franquista con ellos no los harán volver al redil... ¡Hades es un neocon, y de los halcones! Y Zeus, que además de ser cabrón es tonto porque mira que hacerle caso como consejero al hermano que con dos dedos de entendederas deberías saber que está muy resentido y te la va a cobrar a la primera de cambio, accede a las canalladas que le sugiere Hades. Porque bueno, los métodos de Zeus para hacerse obedecer por los mortales no son muy finos ni presentables que digamos: resulta que cuando la rebelión empezó, no se le ocurrió negociar en buenos términos, o la otra opción de enviar una contundente prueba de fuerza (salva de rayos, tratándose del Tonante), sino simplemente... preñar a la reina, mira tú, con lo que el rey acabó mucho más mosqueado por supuesto, si era que no, eso es saber hacerse amar de tus súbditos. El caso es que el rey, para vengarse, echa a la reina y al niño al mar (¡a pesar de que la reina fue montada por Zeus mediante engaño y por lo tanto ella es inocente de todo el tinglado!). La reina inocente se muere, pero el niño como es semidiós sobrevive, y es criado en una granja extraterrestre deseando ser piloto imper... er... no, ése era Luke Skywalker. ¿Quién era éste? Ah, sí, era Perseo. Bien, el caso es que Perseo es criado entre una familia de pescadores, hasta que volvemos a la escena inicial (Hades comiéndole la oreja a Zeus, etcétera), y vemos como en una batallita de hombres vs. dioses, Hades se carga a la familia de pescadores. Big mistake, Hades, porque Perseo es EL BUENOH, y a la primera de cambio le ofrece sus servicios a la ciudad de Argos, a quien Hades tiene acojinado (mata a la reina, a unos cuantos extras vestidos de soldados... y pide a la princesa Andrómeda en sacrificio para dentro de diez días). Ahora, en medio de todo este juego de los dioses, Perseo parte a la aventura, para encontrar el método de derrotar al kraken, salvar a Argos, crear un nuevo pacto con los dioses, tomarse por asalto la taquilla, y hacerle el agosto a los felices oftalmólogos a cuenta de su fraudulento 3-D.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1977, "La guerra de las galaxias" marcó una revolución en el blockbuster por muchos motivos, y uno de estos cambios que introdujo, fue eliminar de un plumazo el género del epic histórico. No es que en los '70s viviera grandes horas, pero "La guerra de las galaxias" probó que se podía hacer entretenimiento descerebrado para las masas con buenos efectos especiales en el espacio, y por lo tanto, las machadas de recios legionarios o gladiadores de esas venerables pelis "de romanos", como que perdieron la gracia. El canto de cisne de esa época para el epic fue probablemente "Furia de titanes" de 1981, que fue la despedida del gran maestro Ray Harryhausen, que no era tan buena como reivindica la nostalgia, ni tan mala como algunos se esfuerzan en criticarla (más allá del pelucón estilo disco ABBA de Harry Hamlin, claro). Porque de engendros como "El rey David" con Richard Gere de 1985, no quiero ni acordarme. El caso es que esta travesía por el desierto acabó en 2000, con el estreno de "Gladiador", y desde entonces el epic experimentó un revival, aprovechando ahora la tecnología moderna para incluir mediante CGI algo que era muy caro antes: escenas de masas (espectadores de coliseos, soldados de ejércitos, etcétera). En la siguiente década tuvimos epics como "El último samurai", "Troya", "La última legión", "Robin Hood", etcétera. En 1996, los estudios Warner habían comprado los derechos sobre la "Furia de titanes" original, y desde entonces empezó a gravitar la idea de un remake, cuyo primer guión fue escrito en 2002 (¡y tuvo como cuatro versiones, ya se harán la idea de la mercocha final que quedó en ocho años!). La mala idea de un remake, debería haber escrito probablemente. Peli que iba a salir en 2-D, pero que cuando "Avatar" se forró con el tridí, pues la hacemos tragar tridí a la fuerza, oh-sí, vamos, traga tridí, vamos, sé qué te gusta, peli sucia... ¿En qué estaba? Ah, sí. En la pobre gente engañada que fue al cine pensando que "Furia de titanes" iba a ser la repipa, un poco porque el nombre del director no les decía nada (Louis Leterrier, que más o menos la chafó en "El transportador 2", y la chafó hasta el fondo en "Hulk: El hombre increíble"). Y aunque todo el mundo la encontró invariablemente mala de cojones... con un presupuesto de 125 millones hizo 500, quedándose a milímetros del Top Ten de las más taquilleras del año (¡pero es que quién entiende!). Para que no digan que la gente no obtiene lo que se merece. A saber, secuela, claro está ("Wrath of the Titans", available on cinema and internet piracy download on 2012).

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por admitir que estamos frente a un producto palomitero, sobre el cual Hollywood se va a tomar cincuenta millones de libertades con el material original, y por lo tanto no seamos tan exigentes con cosas como las enormes desviaciones tanto sobre el mito original como sobre el argumento de 1981. Tampoco seamos tan exigentes con chorradas como meter al nórdico kraken o a los arábigos djinns con calzador en la trama, que el cine de los '50s hacía lo mismo y peor y nadie se quejaba. Dejemos a un lado el hecho de que los protas toman algunas decisiones moralmente discutibles (Zeus preñando a una humana, los héroes masacrando a una Medusa que en realidad es una víctima inocente de la lujuria de los dioses...), habida cuenta de que en los mitos griegos originales los dioses eran cualquier cosa menos unos puritanos (si son versados en mitología griega léanse las demoledoras sátiras que se mandó Luciano en el siglo II al respecto). Admitamos que estamos frente a la enésima peli del gran mal que se viene sobre el mundo, y el héroe dispuesto a plantar cara contra el peligro primero con reluctancia y luego con entusiasmo cuando le cobra cariño a eso de matar, hasta que el gran mal es derrotado. Teniendo todas estas cosas en mente, la mitad de las críticas sobre esta peli se caen. ¿Vale la pena el resto? La respuesta es, a medias. Todo el planteamiento escénico con los dioses por un lado y el héroe por el otro está bien (venía en la "Furia de titanes" original, vale, pero lo mismo podrían haberlo descartado), y ayuda a crear la ilusión de un mundo más complejo que el descargamamporros a un lado y los villanos de opereta al otro. Al contrario de mucha gente que abominó del CGI de esta peli, considero que lo más rescatable de la misma son justamente las ambientaciones y escenarios, que se ven un poco menos plásticos que de costumbre (aunque, vale, no la vi en 3D ni falta que me hace, creo). Pero... pero... dos grandes peros. En primer lugar, algo gravísimo, mientras que la primera media hora de peli es bastante aceptable porque construye escenarios, personajes y situaciones con cierta eficiencia, cuando empieza el viaje y por lo tanto la aventura pura y dura, la cosa se vuelve un poco aburridona porque no es más que la acumulación de una batallita sobre otra batallita, rodada un poco a desgana por otra parte (Louis Leterrier, ¿recuerdan...?), y una peli de aventuras en que la aventura sea aburrida es como una porno en la que la chica no gima teniendo orgasmos. Y en segundo lugar... resulta que el plan de Hades para darle un golpe de estado a su hermano Zeus carece de sentido, y si consigue llegar tan lejos que está a punto de derrocarlo, no es porque el plan sea brillante, sino porque Zeus es un tonto de capirote. Veamos: Zeus ha creado a los humanos para que lo adoren, y alimentarse con sus plegarias. Aplaudimos el detalle erudito (rondándole a la misma idea, el dramaturgo griego Aristófanes se mandó ese peazo de sátira que es "Las aves"), aunque pasemos en sordina la pregunta de con qué se alimentaban los dioses ANTES de crear a los humanos (en la peli Zeus dice explícitamente que él creó a los humanos... y lo hace dos veces para que quede claro que no es un despunte de guión). Hades, por su parte, aprende a alimentarse del miedo y el temor de los humanos. El plan de Hades es que los humanos le teman a los dioses para alimentarse él, debilitar a Zeus, y eventualmente ser más fuerte y derrocarlo. ¿Cuál es el problema con este plan? Bueno, hay varios. En primer lugar, el arma más efectiva para crear miedo es el kraken, que está en manos de Zeus... y va Hades y le dice que lo suelte, y Zeus va y lo suelta, sabiendo o no pudiendo menos que saber que eso alimentará al hermano a quién él mismo engañó mandándolo literalmente al infierno. Vaya tonto. En segundo lugar, Hades se revela él mismo en Argos como el supremo villano, y por lo tanto, ¿qué deberían hacer los buenos argivos? No rezarle a Hades, por supuesto, como lo hacen contra toda lógica en la peli (o si no, no funciona), sino rezarle a Zeus para que los proteja de Hades, con el resultado de que se fortalecería Hades por el miedo, pero Zeus por las plegarias, de manera que el equilibrio de poder entre Zeus y Hades permanecería igual. Y es que una cosa es que el plan del villano sea simple (estilo "La guerra de las galaxias": construyo peazo estación de combate para reventar planetas, que es un plan simple pero no estúpido... lo estúpido es construir la Estrella de la Muerte con una trampilla para meterle un misil por culo y... ya saben el resto), y otra es que el plan sea estúpido o carente de lógica y sentido, y que funcione exclusivamente por idiotez o reacciones ilógicas de los personajes. Y claro, si la acción no es lo suficientemente mareante como para hacerte olvidar esas incongruencias argumentales, pues... Hasta ahí llegó la peli. Y no hablemos de que Hades no se ha cargado él mismo a Medusa y escondido la cabeza porque sea el único punto débil del plan, de que los otros dioses no hacen nada para impedir el plan de Hades (si una diosa maldijo a Medusa hasta transformarla en el gran arma antikraken... ¿no podía maldecir a alguien más otra vez y asunto arreglado?), o de que Zeus ayudando a Perseo en el fondo lo que está haciendo es ayudarle a cargarse su propio kraken que, recordemos, es la pieza más valiosa de su arsenal (¡el battlecruiser con el cual se cargó a los titanes, vaya!). Claro, uno podría decir que la peli trata de ser irónica, que los dioses no lo son tanto, que nos tomemos todo en solfa, que hay segundas intenciones por debajo del guión... puede ser, pero todo está rodado de manera tan straight, que es casi imposible concebir la peli como un ejercicio de ironía respecto de la religión como tal. ¡Si al final, después de tanto despropósito, la moraleja es que los dioses son unos cabrones pero debemos adorarlos igual, porque así es como vamos a poder mojarla! ¡Y ni se arrugan en esto!

-- Un punto importante son las actuaciones de algunos. Tiene su gracia que Liam Neeson y Ralph Fiennes coincidan por primera vez desde "La lista de Schindler" aquí, y en roles de idéntica posición (Neeson el héroe Schindler y el buen Zeus, Hades el criminal Amon Goeth y el malvado Hades), aunque ahora el que manda es el buenoh. Sus actuaciones, más allá de lo absurdo de sus personajes, son más o menos buenas dentro del contexto, aunque en el caso de Fiennes hay que olvidarse un tantico que interpreta a Voldemort en otra bien consabida saga para disfrutarlo más. Sam Worthington sigue bien como el héroe de una pieza sin demasiadas exigencias que ya interpretara en "Avatar" (ojalá se mantenga en estos roles, porque no parece servir para papeles más complejos, eso sí), y siempre se agradece al bueno de Pete Postlethwaite en su rol secundario (el pescador que salva a Perseo). Las chicas, buenoooooo... El gran crédito de Gemma Arterton era ser chica Bond en "Quantum of Solace", pero lo grave aquí es que no muestra demasiada piel, y nadie espera de ella que actúe en forma, ¿verdad? Alexa Davalos rueda claramente a desgana como Andrómeda, y ya dijo que no estaba disponible para una secuela, en un claro ejemplo de poca presciencia actoral porque acá por fin obtiene un rol en el cual termina con vida al final de la peli y por lo tanto está disponible para la secuela (su rol fue a dar a Rosamund Pike en "Wrath of the Titans", lo que podría ser algo bueno o algo de terror, habida cuenta de que la chica ha rodado cosas desde "Orgullo y prejuicio" hasta "Doom", pasando por la bondiana "Otro día para morir" de por medio). Y mi detalle favorito es haber contratado a Natalia Vodianova, que se ve exquisita en lencería, para desperdiciar su estupenda carrocería "interpretando" a ese engendro de fealdad que es Medusa... ("interpretando" entre comillas porque casi no tiene diálogos, si es que tiene alguno).

-- Más allá del enfoque decididamente moderno y siglo XXI del tema, el tratamiento de la religión en esta peli presenta algunas ideas interesantes, aunque fallidas en su desarrollo. La idea de que los dioses y humanos dependen unos de otros es buena, por más que la peli no la explote mayormente. Poner a los dioses alimentándose de las plegarias y miedos humanos podría pasar como una referencia a Aristófanes (ya lo dijimos). La idea de Hades metiéndole ideas en la cabeza a Zeus podría ser un trasunto del tema bíblico de Satán indisponiendo a Yahveh con Job. No son malas ideas, si las hubieran explotado algo más. A cambio tenemos una dualidad bastante simplona entre los tontos ateos que se lo están cargando todo con tu tonto ateísmo, y los creyentes que en definitiva son los que sostienen el orden social (celestial, en este caso), y que al final son los buenos, en particular si creen en los dioses correctos como Zeus por ejemplo, a pesar de todas sus barrabasadas e incluso idioteces varias (los adoradores de Hades no cuentan, y la peli los pone casi como una pandilla de satánicos que no adoran al Verdadero Dios). Como se puede apreciar, hay ideas y conceptos que daban su poco de sí, siempre dentro de la tónica del entretenimiento palomitero, porque sería pedir demasiado tener la profundidad del "Prometeo encadenado" de Esquilo, pero no es malo tener una peli que plantee estas cosas, aunque en definitiva después no las sepa resolver bien. En el peor de los casos, siempre tenemos la ganancia de sentirnos un poco más inteligentillos viendo como la peli araña temas tan buenos para después cagarla de manera tan... utilizaré el adjetivo mitológico griego... olímpica.

IDEAL PARA: Ver una peli ni tan mala como la pintó toda la gente en su minuto, ni tan buena que merezca ser recordada o un segundo visionado.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 5 de junio de 2011

"Gotcha" (1985).


-- "Gotcha!" (título original en inglés), "¡Te pillé!" (título en España). Estados Unidos. Año 1985.
-- Dirección: Jeff Kanew.
-- Actuación: Anthony Edwards, Linda Fiorentino, Jsu Garcia, Alex Rocco, Marla Adams, Klaus Löwitsch, Christopher Rydell, Christie Claridge, Brad Cowgill, Kari Lizer, David Wohl, Irene Olga López, Bernard Spiegel, Muriel Dubrule, Tiina Maria.
-- Guión: Dan Gordon, basado en una historia suya y de Paul G. Gensler.
-- Banda Sonora: Bill Conti y Randy Newman.

-- "Gotcha!" en IMDb.
-- "Gotcha!" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En ese ambiente tan ochentero que son los campus universitarios estilo nerds y etcétera, nos encontramos con un personajillo empeñado en dos cosas: jugar con pistolitas a marcar a su blanco imaginario (un compañero de juego, se entiende), y tratar de ligar por la otra. Como ustedes podrán comprender, ambas actividades tienden a excluirse mutuamente, debido en parte a que las chicas universitarias no van a querer dejarse tirar por un pijillo jugando a las pistolitas (¡madura ya!), y en parte quizás por el decidido componente homoerótico de que el juego de pistolitas de mierda ése implica meterle un tiro a otro macho por la espalda. El caso es que entre una cosa y otra, nuestro joven universitario lo que menos hace es justamente tratar de aprobar ramos en la universidad, así es que la cosa se pone tirante en casa. Pero haciendo uso de ese talento tan ochentero que es la LABIA, consigue que él y su mejor amigo en el jueguito de pillarse con pistolitas (GAY! GAY! GAY! GAY! GAY!) emprendan el viaje a Europa, concretamente a París, so pretexto de pillar con alguna parisina o turista, claro, a ver si probando con eso de las mujeres resulta que les gusta. Pero nuestro prota es tan pringao, sin querer ni quedarse en el closet ni salirse, y se queda un poco entre dos aguas, hasta que recibe el empujón definitivo, en la forma de una chica que ni cortada para él: voz grave, casi masculina, pelo corto, casi masculino, actitud sexualmente desprejuiciada, casi masculina. Ella además tiene mayor edad y por lo tanto puede servir de profesora sexual, la suerte que tienen algunos, no como uno que tuvo que aprender en el camino... en fin, en qué estaba... ah, sí. El tipo éste aprende con esta chica lo que es un orgasmo en compañía de otro ser vivo, y le queda gustando la tontera. De pronto la chica, que es checa, le dice que tiene negocios en Alemania, y que si quiere, ella deja que él lo acompañe. Y como más tira un par de tetas que un par de carretas (y Linda Fiorentino no estaba nada de mal, en una época anterior a la explosión de siliconas Baywatch-style), allá va nuestro pobre tipo. Lo que no sabe es que cuando la chica quiere decir negocios, quiere decir negocios que implican cruzar la Cortina de Hierro y pasar un misterioso bulto del lado oriental al occidental. Ahora el tipo tendrá que empezar a fugarse de las pistolitas para preservar su recién ganada virilidad (con una marimacho, vale, pero lo que cuenta es si corola-o-pistilo), porque no son sus compañeros enclosetados del campus quienes les persiguen, sino nada menos que entrenadísimos tovarich de la malvada Unión Soviética, armados hasta los dientes, y... ya saben.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Pocos temas son tan '80s en el cine como las pelis de campus universitarios. Han tratado de upgradearlas con cosas como "American Pie" o "Viaje censurado", pero como que no es lo mismo (quizás porque funcionaban mejor cuando había mayor represión sexual en el ambiente). Y también pocos temas son tan '80s como la Guerra Fría, que en esos años había recrudecido su tanto después de la Distensión de los '70s (además, ahora, mucho más recargada tecnológicamente con la naciente computación a domicilio, mientras que la Cold War 50-60s era más arcaica, más heredera de la WWII). La idea de poner entonces a mequetrefes como tú o como yo en historias de Cold War al estilo James Bond (recordemos que en esa década, 007 tuvo cuatro pelis con los rusos dando tabarra: "Sólo para tus ojos", "Octopussy", "En la mira de los asesinos" y "Su nombre es peligro") era casi una ecuación natural. Esa es la base sobre la cual operan cosas como "Juegos de guerra", por ejemplo, y de manera más metafórica en "El último guerrero espacial" (vale, era una de Sci-Fi, pero es que oigan, si el ejército de la malvada escuadra alienígena de Xur eran de uniforme rojo, entonces...). Fue también el ambiente donde se criaron engendros sin destino como la serie televisiva "Bean Baxter" y similares. No es raro que el tipo encargado de producir esa gamberrada adolescente ochentera que fue "La venganza de los Nerds", puesto a mirar hacia su siguiente peli, se dijera algo así como: "¡Joder! ¡Un nerd en la Guerra Fría!". Y así nació "Gotcha!", peli de la que hoy en día no demasiada gente se acuerda, y menos lo hace con cariño. Injustamente, porque la cosa no será un clásico, probablemente ni siquiera una buena peli, pero es... ¡¡¡80s!!! Y 80s a tope. Mucho más que otros productos también ochenteros y también buenos, pero que justamente por ser demasiado buenos no son demasiado ochenteros. Y es que no hay caso: los '80s fueron la década del horterismo integral y sin paliativos. Ya vendrían los '90s a poner las cosas serias de nuevo. Lo que en general quiere decir... aburridas.

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Por qué diablos deberíamos recomendar una peli que a ratos parece más un telefilme de sobremesa, acaso el episodio piloto de una de esas series televisivas gamberras de los '80s, y con una estructura de guión más simple que el manual de uso de una escoba de barrer? Una sola palabra: DESENFADO. Esta peli es lo que es, una gamberrada mayúscula, no trata de engañar a nadie, y se asume sin complejos como tal. En el fondo no es más que la vieja fantasía nerd del chico en cuya vida no pasa nada de nada porque, bueno, es un pringao, y de la chica que llega mágicamente de la nada a rescatarlo de ese suplicio llamado el día a día, y a meterlo en la aventura que lo cambiará, lo hará hombre, le ganará respeto, etcétera. Y todo gratis, porque la chica lo quiere por todas esas cualidades que lo hacen en principio tan deleznable a las otras chicas de la peli, y a las chicas de la realidad también, ya puestos: que es tierno, que es cariñosín... que es un hombre no demasiado hombre, vamos (¿hay otra clase de friki?). Que a las chicas les gustan malotes, y los nerds, frikis, geeks y etcétera, por mucho que se las den jugando "Vampiro: La mascarada" con gabardinas hasta el suelo, no son precisamente resistentes a la fatiga de material, o no estarían perdiendo el tiempo con dados poliédricos en primer lugar. Anthony Edwards es el héroe ideal para esta clase de realización, y una jovencísima Linda Fiorentino le pone el punto malote seduciendo al pobre imberbe que no sabe lo que se le viene encima (y malote me pone a mí también la señorita Fiorentino en esta peli, qué puedo decirles). Súmenle una banda sonora ultraochentas (con "Relax" de Frankie Goes To Hollywood por alguna parte, para que no digan después que la peli no es criptogay), en donde confluyen dos grandes valores como son Bill Conti y Randy Newman (¡sí, leñe, los tipos que compusieron los soundtracks de "Rocky" y de "Toy Story 3" vinieron a unir fuerzas no en alguna mayestática producción hollywoodense que arrasara con los premios Oscar de su año, sino... AQUÍ!), y ya la tenemos armada. ¿Tonta? Sí. ¿Descerebrada? También. ¿Predecible? Apuéstenlo. ¿Endiabladamente entretenida? ¡Por supuesto! Aunque sea por el humor involuntario de tomar la máquina del tiempo y regresar a los '80s. E incluso omitiendo ese elemento, porque tiene algo de inmortal ese desenfado de la chica no-sé-quién chillando la cancioncita ésa "GOT-CHA...".

IDEAL PARA: Seguidores de Linda Fiorentino (si son machitos y no lo son, ya tardan), y nostálgicos del cine gamberro ochentero, o de los '80s en general, ya puestos.

jueves, 2 de junio de 2011

"Los Goonies" (1985).


-- "The Goonies". Estados Unidos. Año 1985.
-- Dirección: Richard Donner.
-- Actuación: Sean Astin, Josh Brolin, Jeff Cohen, Corey Feldman, Kerri Green, Martha Plimpton, Jonathan Ke Quan, John Matuszak, Robert Davi, Joe Pantoliano, Anne Ramsey, Lupe Ontiveros, Mary Ellen Trainor, Keith Walker, Curtis Hanson.
-- Guión: Chris Columbus, sobre una historia de Steven Spielberg.
-- Banda Sonora: Dave Grusin.

-- "Los Goonies" en IMDb.
-- "Los Goonies" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un escenario tan icónico para los dibus de golpe y porrazo de los '50s como lo es la cárcel (¿golpe y porrazo de los '50s...? ¿No que estamos en los '80s...? ¿Pero quién diablos escrib...? er... ¡Oh, no! ¡Es un guión de Chris Columbus! RRRRRRUN FOR YOUR LIVES... RRRRRRUUUUUUNNNNNN...!!!), hay un motín, un desorden, en resumen, el caos. Y en medio del caos escapan los criminales que, suponemos, serán los malos de la función. Al mismo tiempo otros crueles supervillanos ansiosos de sangre y vísceras (o sea, los agentes inmobiliarios) tratan de echar por las buenas (o sea, con bajos precios y sin opción a decir "NO") a un grupo de buenos ciudadanos porque sus elegantes casitas estarían mucho mejor siendo demolidas y construyendo incómodas cajas de fósforos llamadas "edificios de departamentos". En medio de todo esto se encuentran los goonies, una pandilla de niños... FRIKIS!!! Ah, er, no, verdad que en esa época no se llamaban frikis, se llamaban... ¡¡¡NEEEEEERDS!!! Aprovechando los últimos días en que permanecerán en sus casas, y por lo tanto hay que empacar, los goonies hacen su última asamblea (los goonies son el nombre de esta pandilla de inadaptados traviesos que hacen honor a eso de que "los niños siempre serán los niños"). Y en medio de todo eso, descubren el mapa de un tesoro. De un pirata. Y listo: quince minutos de peli, y lo que quedaba de seriedad se acaba de ir por el sumidero. De manera que los goonies parten a la búsqueda del tesoro. ¿Será entonces esta una aventura de crecimiento hacia la madurez? ¡Claro que no, si la escribe Chris Columbus por un lado, y la produce Steven Spielberg por el otro! De manera que esta pandilla de nerds que son como tú quieres ser y por lo tanto son tus nuevos mejores amigos, se encuentran con los villanos de pacotilla, y... No voy a decir que lo que sigue es una peli de pacotilla, aunque con semejantes ingredientes ya uno va sacando el molde. Pero a riesgo de echarme encima a la mitad de la parroquia, alguien tenía que decirlo: "Los Goonies" no es tan buena como los frikis de pro ya creciditos suelen alegar.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Había una época en la que abrías tu lonchera de colegial, y te salía el ñoño de Steven Spielberg en su interior. Los '80s fueron su reinado absoluto. Si no podía sentarse en la silla del director, desde la del productor manejaba a una serie de paniaguados para dirigir sus ideas. ¿La receta? Espíritu infantil, ñoñoconservadurismo, y nostalgia por los buenos tiempos ya idos en donde la vida era más simple, la magia estaba allá afuera, y no existían divorcios ni cuentas por pagar. No debe ser casualidad que Spielberg dio lo mejor de sí en los '80s, cuando su cine era "entretención infantil" al que la crítica seria y especializada daba la espalda, y en los '90s, cuando quiso volverse respetable y a punta de pelis chantajistas como "La lista de Schindler" o "La terminal", se volvió un aburrido. "Los Goonies" es parte de esa extensa lista de pelis que Spielberg no-hizo-pero-sí, en que ofició como productor y contrató a un director mercenario para que la rodara por él (en este caso Richard Donner, nombre generalmente solvente en eso de rodar aventuras). De alguna manera, Spielberg le dio al clavo y creó una peli de aventuras muy recordada por la parroquia, y que un cuarto de siglo después sigue teniendo sus fanáticos defensores (usualmente los que crecieron con ella, por eso de ser una "peli generacional"). Aunque el paso del tiempo no le ha hecho muy bien. No le ha hecho nada bien.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Una ecuación en donde tienes al Steven Spielberg más ñoño y almibarado posible (uno que le hace homenajes a aventuras como "Capitán Blood", que no está mal para ser homenajeada, pero es que... ¡hombre, ya ha pasado medio siglo cabal...!), y al Chris Columbus que después saldrá del closet escribiendo y rodando "Mi pobre angelito" (y después se hará de respetabilidad a su vez, con las correctas-pero-convencionales "Harry Potter y la Piedra Filosofal" y "Harry Potter y la cámara secreta", además de producir el resto de la franquicia más rentable en la Historia del Cine), sólo podía presagiar algo muy, pero muy, pero muy neeeeeegro. Por suerte no es así. La historia es demasiado gamberra y homenajea de manera demasiado directa a las fuentes (vamos, que en el fondo es demasiado obvio que los personajes son Mary Sues de los creadores y de los propios espectadores de esta peli) como para ser salvable. Pero, ¡ah, momento ahí! Tenemos al incombustible Richard Donner al mando de la dirección, y la cosa se empareja. Donner es conocido por ser un buen artesano que hasta sus pelis más irregulares mantienen un cierto sentido de saber contar la historia, el encuadre justo, la edición a punto, y con eso consigue que casi todo su cine sea del pasable hacia arriba, incluso con guiones tan malos como los de "Rescate en el tiempo" (en el apartado bueno, Donner ha rodado "Superman", "El hechizo del águila", "Arma mortal" o "16 calles"). Es la buena artesanía de Donner para hacer verosímil lo más disparatado, que consigue hacer remontar otra peli que de otra manera hoy en día padecería en el más olvidado de los limbos cinéfilos.

-- Los actores. Tener un elenco tan carismático en una peli es simplemente un lujo, a pesar de que sus personajes en estricto rigor son unos Mary Sue demasiado obvios (se supone que el prota es un poco todo aquello que al espectador le gustaría ser, pero para que funcione, no se debe ser tan agresivo ni obvio como acá). Sean Astin luce con varios años y, lo más importante, varios kilos menos desde su recordado rol en "El Señor de los Anillos", y lo hace de una manera impecable, con un protagonista risueño, aventurero, emotivo, etcétera, sin caer mal en ningún minuto (clásico defecto de los niños actores metidos a héroes). Corey Feldman hace lo suyo, lo que lo entronizó como uno de los reyes juveniles en los '80s. Jonathan Ke Quan (sí, leñe, el niño chino insufrible de "Indiana Jones y el Templo de la Perdición") como Data, el niño genio, es el personaje más improbable de todos, pero nuevamente es su carisma lo que consigue hacerlo querible y recordado (sé de muchos blogueros para quienes Data es su héroe, y no sin buenas razones, he de decir). Jeff Cohen como el gordo impertinente también está más que bien. Tenemos como añadidura a un primerizo Josh Brolin haciendo un papel bastante más normalito que los que vendrán después, como opuesta a una Kerri Green que es la chica que todo frik... er... quise decir, nerd, querría para sí (la cheerleader que, al contrario de las porristas de verdad, sí está dispuesta a dejar las porras para transformarse en una nerd aventurera). Complementa una Martha Plimpton con un papel un tanto opaco sobre el guión (la amiga mayorcita, "madura" y llena de sentido común y por tanto opuesta a la aventura), pero que las arregla para hacerla querible dentro de su secundario. A cambio, los villanos deslucen un poco, salvo por Anne Ramsey, la gran mamá de Danny De Vito en "Bota a mamá del tren", rol que probablemente se lo dieran porque en "Los Goonies" interpreta a uno similar de manera previa.

IDEAL PARA: Nostálgicos de los '80s.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "LOS GOONIES":

-- "Los Goonies" en Películas de Culto.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

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