11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 12 de febrero de 2012

"Negocios riesgosos" (1983).


-- "Risky Business". Estados Unidos. Año 1983.
-- Dirección: Paul Brickman.
-- Actuación: Tom Cruise, Rebecca De Mornay, Joe Pantoliano, Richard Masur, Bronson Pinchot, Curtis Armstrong, Nicholas Pryor, Janet Carroll, Shera Danese, Raphael Sbarge, Bruce A. Young, Kevin Anderson, Sarah Partridge, Nathan Davis, Scott Harlan.
-- Guión: Paul Brickman.
-- Banda Sonora: Tangerine Dream.

-- "Negocios riesgosos" en IMDb.
-- "Negocios riesgosos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La ciudad puede ser muy hipnótica cuando las delicadas texturas electrónicas de Tangerine Dream la acunan y arrullan suavemente. En esa jungla de concreto, que en el año de la peli ya tenía ese perfil ochentero de edificios corporativos de cristal, etcétera, tenemos a un jovencito Tom Cruise que es correctito, bueno, simpático, el buen hijo que todos desearían tener. En consecuencia sus papis, en vez de premiarlo, agasajarlo y tratarlo como se merece, lo dan por sentado en materia de logros, y siguen echándole cosas encima del espinazo, a ver si con eso se quiebra de una maldita vez, si después de todo para qué diablos quiere tener uno hijos, sino es para disponer de mano de obra que se pueda hacer cargo en los mandos medios de la casa que se gobierna de manera gerencial (nunca mejor usada la analogía económica: son los tempranos '80s). Nuestro chico trata de salir adelante y sobresalir en ese competitivo casi-japonés entorno colegial en que deberá ser destacado para ir a una buena universidad, graduarse de negocios y forrarse de dinero (son los tempranos '80s, insisto). Pero siempre hay un amigo que no entiende cómo funciona el sistema, y quiere pasarla bien sin darle palo al agua, y por tanto, cuando los papis de nuestro prota se van de vacaciones, ahí van a pegarle en la pera (¡casa libre, casa libre, casa libre!). Y uno de los amigos, simplemente por romper bolas, llama por teléfono a una "chica por horas" (el problema de quien va a pagar por el servicio es algo que a este amigo gusano no se le cruza por la cabeza). Después de algunos variopintos y macizos incidentes (si ven la peli sabrán a qué me refiero), el prota acaba recibiendo nada menos que a Rebecca de Mornay, cuando estaba en sus años más gloriosos y no en la etapa decadente a la que se ha precipitado desde entonces en su ancianid... er... en su madurez. Pero nuestro crío, después de haber descubierto que el Cielo existe y está en la vagina de una mujer, hace otro inquietante descubrimiento: debe pagar. Después de todo, es el capitalismo, nene, es América, ¿acaso no te enseñaron eso en el 101 de tu escuelita de negocios? Y, bueno, qué hace un buen chico yanki en esas circunstancias... pues, fácil... ¡montar su propio negocio! ¡De prostitución! ¡Viva la adolescencia, viva el emprendimiento, y viva la libre empresa!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El paso de los '70s a los '80s fue, en muchos sentidos, casi como un despertar. Los '70s habían sido una década pesada y letárgica para la civilización yanki, decepción tras decepción, y por si Watergate y Vietnam fueran poco, ahí estaban esos horribles bigotones, los ridículos patelefantes, y los gemiditos castrati de los Bee Gees, qué mierda de década. En los '80s la generación siguiente dijo: ¡¡¡NO MÁS!!! Y cambiaron la onda disco por la electrónica made in Casio, y la hortera moda funky por... bueno, también es hortera, me refiero a los cardados y el maquillaje que podías hacer una excavación arqueológica en el estuco del rostro de una fémina cualquiera. "Negocios riesgosos" es, en más de un sentido, una peli de esa temprana rebelión de los '80s, esa década que tomó lo más radical del individualismo setentero y lo llevó a la exacerbación, ahora con alegría, devorando al mundo como tiburones, y de paso ayudando a incrementar la cada vez mayor crisis económica que venía arrastrándose desde 1973 y que con alzas y bajas, seguiría galopando alegremente hasta los grandes reventones de los '90s (Tequilazo, Argentinazo, Crisis Asiática) y 2000s (Burbuja Punto Com, Burbuja Hipotecas Sub-Prime...). Algún día, los historiadores del futuro tendrán que volverse hacia pelis como "Negocios riesgosos", para entender la extraña sicología de esa fanática secta radical conocida como "economistas" y su devoción por el Dios Dinero hasta el gran suicidio en masa final.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partamos por lo obvio y lo que generalmente más se destaca de la peli. Es el primer protagónico de Tom Cruise. Este tipo, que ha hecho de la hipérbole una carrera completa, y que sigue a rajatabla el axioma de "si no cantas bien, canta fuerte" (en este caso actúa fuerte), acá está sorprendentemente bien. Claro, es que todavía tenía que hacerse un lugar y ganarse los porotos, así es que debía esforzarse por actuar. Su personaje refleja a las claras la frustración de las presiones: de sus padres y de la sociedad en general por ser exitoso, de sus amigos medio abusones, de la prosti que se las arregla para manipularlo... Y todo sin sobreactuar en ningún minuto, cuando tan fácil se lo tenía. No es que le vamos a dar el Cine 9009 To Best Actor Awards aquí, pero sí que sostiene bien la peli sobre los hombros sin tratar de robársela ni lucirse a costa del resto del personal. Además está la inolvidable y mil veces parodiada secuencia en donde hace el mongo bailando el calzoncillos, un impagable del infragénero cinematográfico de "eran jóvenes y necesitaban el dinero".

-- Rebecca de Mornay. Bastet mía, ¡qué hembra! Nunca antes y nunca después volvió a estar tan lúbrica como aquí. No se trata de belleza ni buenas curvas ni desnudos (aunque vemos un poco de todo eso acá). Se trata de ese algo más indefinible, esa cosita que tienen muy pocas hembras, que es saber colocarse en un pedestal y volverse objetos de adoración sin necesidad de jugar la carta agresiva o fingir modestia ni nada. Su personaje también tiende a romper estereotipos: es una prostituta, pero no es la "chica mala con fondo de oro" (fondo como corazón, claro, qué pensaban, pervertidos), no es bondadosa, ni tampoco cínica. Simplemente es una superviviente que hace lo que todos, sólo que usa su cuerpo en vez de otra clase de talentos. A veces uno se encuentra con pelis en que te venden a una chica con bueno de arriba y bueno de abajo y te dicen que "¡MIRA, ADMÍRALA, ESTÁ RICA!", y aunque está buena de físico encuentras como que algo le falta, y no es tan buena como la peli exige que sea, o como la cara de arrobamiento (pagado) de los otros personajes pareciera sugerir. No es éste el caso: Rebecca está como un cañón, y justifica de sobra que al personaje de Tom Cruise se le caiga la baba por ella.

-- Esta peli tiene un feeling extraño. En esos años comenzaba la avalancha de comedias adolescentes y pelis de desmadre que encontrarán su cúspide con "La revancha de los nerds" y secuelas. La filosofía era, claro, "party all night", que encontrará su paroxismo en cosas como "Despedida de solteros" y similares, por no hablar de las cientos de direct-to-VHS con chicas cachondas mostrando las lolas como reclamo para que te gastaras el dinero en arriendo de cintas. Pero "Negocios riesgosos" tiene de manera intencionada un ritmo más pausado y un enfoque un poco más dramático. Para ser una peli que es supuestamente una comedia, la peli no te provoca risas en ningún momento, y la terminas con una sensación que es más bien de desesperación, alienación, desamparo... Y esto parece ser adrede. Quizás la venden como comedia porque, bueno, si la vendieran como lo que es, no la vería nadie (injustamente, porque la peli está en general bien, pero ya se sabe cómo es el público). En muchos sentidos, aunque la peli está imbuida de la ideología de los '80s, la manera de narrar la historia es todavía deudora de los últimos coletazos del cine de los '70s, con su aproximación más desafectada, cínica, pesimista y "seria" a los temas que aborda. Compárese por ejemplo con otra peli también de factura tomcruisiana como lo es "Cóctel", de ocho años después, plenamente ochentera y con un angst mucho más impostado y pasteloso. Por no hablar de "El secreto de mi éxito" con Michael J. Fox, plenamente ochentera, desenfadada, cachonda, y estéticamente anclada en su década. Y ambas, bastante inferiores a "Negocios riesgosos". Quizás también de ahí el espíritu crítico inherente a esta peli, algo que era muy propio y casi inevitable en el cine de los '70s... que ya hacía algunos añitos habían quedado atrás.

-- Aunque el enfoque de esta peli va claramente por el lado del género del "niño que crece y madura y descubre el mundo real y se hace hombre", su mejor ángulo va por otro lado. Es poco probable que lo hayan hecho de manera intencional (¿en América? ¿Estás de joda?), pero esta peli es una de las más devastadoras sátiras o parodias hechas jamás sobre el capitalismo a la yanki, o mejor que sobre el capitalismo, sobre el espíritu monetarista que impulsa a la cultura de Estados Unidos, y por contagio, al resto del mundo occidental. Veamos. El chico en tanto chico carece por completo de valor, y sus padres le dejan la casa porque bueno, parece responsable y etcétera, lo que no impide que le tapen de instrucciones como a un obrero cualquiera. Además de eso, estudia estudios de verdad, o sea, ni Antropología ni Filosofía ni esas mierdas, sino Negocios, para el día de mañana llegar a ser un empresario y tener el dinero para hacer todo lo que quiera. Cuando se mete en líos y necesita desesperadamente dinero AHORA para salir, ¿qué hace? Pues hace lo que cualquier emprendedor: busca e identifica un nicho de mercado sin explotar (en este caso, la necesidad de los adolescentes para tener un lugar donde follar, así como una chica con la cual follar, porque ni los moteles ni las prostitutas se meten con menores de edad), monta su pequeña empresa (en su propia casa, y con eso ahorra en inversión), y hace un negocio redondo. Al final no consigue ni la felicidad ni una relación estable (hay un happy end, pero fue una imposición de los estudios, y si ves la peli, te das más o menos cuenta de que así como te habían presentado a los personajes es improbable que hayan terminado de esa manera sin pegarse un viraje tan brusco como conveniente cinco segundos antes del final), pero hacen dinero para salir de los problemas, que es lo importante. Tiene su miga que la peli exhiba el capitalismo en su vertiente más cruda a través de la prostitución, con una chica que ofrece agresivamente su producto a un cliente medio pavo, que a su vez es presionada por su pimp, y que la salida sea, bueno, más prostitución. ¿Moraleja de la peli? Al final, todo el cuento del capitalismo y ganar dinero a ultranza es para follar más. El que tiene más dinero tiene más posibilidades de follar (claro, puede ser que te dé un ataque cardíaco por la sobrecarga laboral tratando de ganar dinero, y ya no puedas follar tan tranquilo, pero viejo, valía la pena el riesgo, ¿no?). ¡Y esta peli se rodó en pleno corazón de Hollywood, una de las industrias más capitalistas de todas! Porque Hollywood es la "fábrica de sueños", no una fábrica de productos útiles para la sociedad como lo serían zapatos o comida, y bueno, eso es capitalismo puro a unos niveles de abstracción espantosos, estudios de mercado incluidos para introducir sus productos en el market. ¿Y los productores no se dieron cuenta? Bueno, parece que les vendieron la moto de la peli teen. Puede que los productores de Hollywood sean los más ricos, pero no necesariamente son los más listos, ya ven... O eso, o no les importa en lo absoluto, hijos putativos de Ayn Rand.

IDEAL PARA: Seguidores del cine tipo "rito de pasaje a la adultez" y crítica del capitalismo.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Tom Cruise era joven cayó tan bajo como para bailar estilo estríper por dinero [en inglés, sin subtítulos, ni falta que hacen].



-- La escena del tren, cuando escuchar un tema de Phil Collins era sexy [en inglés, sin subtítulos].

2 comentarios:

Galo Nomez dijo...

Tangerine Dream entregó música para varios filmes de la época, entre ellos "Miracle Mile" (1989), película que habla sobre una hecatombe nuclear en Los Ángeles y que fue dirigida por Steve de Jarnatt, el mismo de Cherry 2000" (1987), y que al parecer sólo estuvo esas dos ocasiones sentado en la silla del director.

Y a Rebecca de Mornay... bueno, la prefiero en otra escena ferroviaria: la de Runaway Train (1985), de Andrei Konchalovski.

General Gato dijo...

Desconocía la peli "Miracle Mile", habrá que echarle un vistazo. Después de todo, Tangerine Dream dándole teclados electrónicos a un apocalipsis postnuclear debe ser como mínimo algo sicodélico.

"Runaway Train" no la he podido ver, aunque los que saben me han dicho que está espectacular. La peli, no la de Mornay. Aunque supongo que quienes me dijeron, daban lo último por sentado...

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