11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 20 de diciembre de 2012

"Curvas de la vida" (2012).

-- "Trouble with the Curve" (título original en inglés), "Golpe de efecto" (título en España). Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Robert Lorenz.
-- Actuación: Clint Eastwood, Amy Adams, Justin Timberlake, Matthew Lillard, John Goodman, Robert Patrick, Scott Eastwood, Ed Lauter, Chelcie Ross, Raymond Anthony Thomas, George Wyner, Bob Gunton, James Patrick Freetly, Joe Massingill, Jay Galloway.
-- Guión: Randy Brown.
-- Banda Sonora: Marco Beltrami.

-- "Curvas de la vida" en IMDb.
-- "Curvas de la vida" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Toma de Clint Eastwood de espaldas frente al güáter: PLRT-PLRT-PLRT... PLRT... Y Clint Eastwood teniendo una conversación muy macho tú-a-tú con su verga. Porque si hay alguien que tiene los machos para hablar con la verga de Clint Eastwood, es Clint Eastwood himself. El caso es que está teniendo problemas para echar su meada etcétera (seriosly: si vas a ver esta peli, date una vuelta por el baño primero, porque de los ruidos urinarios no respondo, el que avisa no es traidó). Luego lo vemos comiendo... SPAM, claro. Y en general teniendo la clase de vida que sólo le falta un Gran Torino en el garage, para que nos entendamos (no se preocupen: igual tiene su auto cool guardadito. Porque es CLINT, leñe). Su rutina pasa por ir a los campeonatos de béisbol de la secundaria, a ver si entre los pollos encuentra un futuro prospecto de gallo que pueda reclutar para esos grandes ejércitos reclutamercenarios que son las ligas mayores del béisbol. Algo que se hace cada vez más difícil, incluso para alguien como Clint, porque verán, está desarrollando presbicia-cataratas-mácula, lo que joer sea que le pase a los viejos en la cornea con los años. Mientras tanto, sus jefes cazabeisbolistas están evaluando si renovarle el contrato o no, porque verán... Clint es un old man que no usa... ¡¡¡COMPUTADORAS, LEÑE!!! Y tenemos sentado en la misma mesa a un renacuajo que, claro, hay que modernizarse, afuera los viejos, vivan las máquinas, etcétera. El malo tocapelotas, si es una peli ama-la-vida, después de todo. Pero el buen y viejo Clint, erre con erre que no, que las computadoras no miden la intuición, el miedo en los ojos de los jugadores, el sonidito específico ése que hace una bola cuando esto-o-aquello. Aparte de todo eso, Clint Eastwood tiene una hija que está... que está... que está... sí, ya saben lo que voy a decir... y me voy a regodear en eso... RRRRRRIIIIIICA. Amy Adams, harto más rica que Alison Eastwood por cierto (y sólo dos años más joven, miren ustedes). Pero bueno, comentarios frívolos aparte, el caso es que la chica además es abogada exitosa, de esas me-mato-en-la-oficina, háganme socia. Por supuesto que, para seguir el cliché, la exitosa vida de ella está solitaria y vacía porque, verán, ella no se lleva con el viejo. Que el viejo es un duro de la vieja escuela, no exterioriza sentimientos (eso y otras cosas, que la peli mantiene como misterio para más adelante el metraje of course), que la chica es demasiado desapegada hago-mis-reglas y todo eso... Y ya saben lo que ocurrirá, ¿no? Que padre e hija harán un viaje y convivirán y aprenderán a conocerse y respetarse y quien sabe, incluso hasta llegar a quererse... como padre e hija, eso es. En este caso, el viaje es porque Clint Eastwood viaja a cazar beisbolistas chicuelos para seducirlos... con una vida de éxito profesional y mucho dinero, eso es, no piensen mal... (sí, ya lo sé, es creepy), y ella no quiere ir, y no quiere ir, y no quiere ir, que tiene justo (sí, ya lo sé, el cliché tenía que triunfar campante aquí) el caso de su vida que definirá su futuro profesional blah-blah-blah, pero ella igual va, porque se preocupa por su viejo y en el fondo es su oportunidad de reconectar con él, y más en el fondo aún, porque si no viaja no hay peli. Así es que ahí tienen a la parejita tratando de recomponer una relación paterno-filial. ¡Ah! Y aparece Justin Timberlake como aficionado al béisbol que, era que no, se transformará en interés romántico de la chica y too, porque... bueno... ¿por qué no? Y la peli sigue y los tres conectan unos con otros porque... ¿por qué no? Lo que los llevará a ciertas decisiones vitales que, bueno... ¿por qué no? Y todo acabará... vamos, ya saben como acaban esta clase de pelis.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

2008. Clint Eastwood anunció que después de "Gran Torino" se retiraba de la actuación. Que sólo se iba a dedicar a dirigir. Y en una racha nos legó "Invictus", "Más allá de la vida" y "J. Edgar". Hasta que de pronto nos anunció que regresaba a la actuación. Que era con elástico la cosa. ¿A hacer una gloriosa segunda despedida después de su gloriosa salida de escena con "Gran Torino"? ¡No! ¡A hablar con una puta silla y fingir que es Obama! ¡Que el viejo ya está de amarrarlo y al geriátrico! Ah, y aparte de eso, para protagonizar una peliculilla así como insubstancial, de esas lindas para que te reconcilies con la vida y too. Con béisbol, porque Clint Eastwood ha matado cazarrecompensas y patos malos ("El bueno, el malo y el feo", "Harry el Sucio"), se ha robado un MIG ("Firefox") e incluso ha viajado a la órbita terrestre ("Jinetes del espacio"), pero nunca ha... ¡estado en el béisbol! Figúrense... Ah, y además a las órdenes de otro tipo, miren ustedes. Un tal Robert Lorenz. ¿Lo conocen? Yo tampoco.

¿POR QUÉ VERLA?

-- No se dejen engañar porque el nombre del director sea Robert Lorenz. En realidad el tipo ha producido pelis para Clint Eastwood ("Río místico", "La conquista del honor", "Cartas desde Iwo Jima") y ha sido director asistente. O sea, lo de la dirección queda en casa, o como broma privada. Esta peli es como si la hubiera dirigido el viejo Clint. Un Clint menor eso sí, pero más o menos con los mismos tics: las mismas pausas, la misma melancolía sembrada con arrebatos espontáneos de humor y algo de ternura (sí, leñe, Clint puede ser tierno cuando quiere, eso ya lo sabían, ¿verdad?). En realidad, esta peli es casi sucesora natural de otras pelis eastwoodianas, y su prota podría ser el mismo de "Gran Torino", sólo que menos gritty. El mayor acierto de esta peli es asumirse sin complejos como lo que es: una peli de personajes estragados que poco a poco redescubren que tienen su corazoncito y terminan reconciliándose y too. Carne de telefilme. Ya pueden suspirar. Y sin embargo... y sin embargo... Esta peli funciona. Porque a un lado tenemos a un Clint Eastwood inmenso como siempre, haciendo lo que mejor se le da a su provecta edad: cagarse en todo y en todos a discreción. Que para eso están los viejos, para cagarse en todo y en todos, faltaba más. Flanqueada por una Amy Adams que se saca otro papelazo de la manga, y van unos cuantos. Es que la ves y te dan unas ganas de ponerte tierno y abrazarla y consolarla y... bueno, mejor me detengo antes de ponerme demasiado lúbrico. Y eso, a pesar de que en estricto rigor tiene mucho de niñata caprichosa (miren que escaparse de su trabajo sin dar aviso para ir a acompañar a su viejo a la crestalalora, y después enojarse con los viejos de su bufete porque ellos con toda la comprensible buena intención del mundo no quieren que su cliente se quede sin defensa y ponen a otro abogado a trabajar en el caso que aparentemente quedó botado), aunque se le perdona porque, muy en el fondo, su personaje es como es porque se parece más de lo que ella quisiera admitir, a su propio padre al que quiere-pero-no-quiere, ya saben la mecánica. Justin Timberlake encaja a las mil maravillas como el galán que sale mágicamente de abajo la alfombra, fíjense, probando una vez más que este chico está lanzado a consolidar una buena carrera cinematográfica a la que aún le falta ESE PAPELAZO que lo ponga en línea con los Oscares y too. Si además de eso tienes a Matthew Lillard en esos roles de lagartija reptiliana que tan bien se le dan, a John Goodman como ese buen amigo de toda la vida con el que te tomarías unas pintas de cerveza, y a Robert Patrick como jefe de Clint Eastwood (porque hace falta ser un T-1000 para ser jefe de Clint Eastwood y sobrevivir ileso y con toda la dignidad en el intento), la tenemos hecha. ¿Es una peli grandiosa? No, no lo es. Quizás no sea ni siquiera un must-see, esa que estabas esperando con impaciencia que arribara al cine porque no quieres cometer la indignidad de descargártela ilegalmente... pero si te gustan las historias simples, sencillas, sin aspavientos, pero bien hechitas y bien ejecutadas, éste es tu estreno del año. Porque hay gente que es grande haciendo cosas grandes, pero sólo un grande como Clint es capaz de seguir siendo grande haciendo grandes cositas pequeñas como ésta. Bueno, Clint, Amy, ¡Justin!, John, Robert, Matthew... Ya me entienden.

IDEAL PARA: Ver una bonita peli que te ponga en línea con el lado lindo de la vida.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

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