11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 30 de diciembre de 2012

"Game Change" (2012).


-- "Game Change". Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Jay Roach.
-- Actuación: Julianne Moore, Woody Harrelson, Ed Harris, Ron Livingston, Sarah Paulson, Peter MacNicol, Tiffany Thornton, Jamey Sheridan, Alex Hyde-White, Melissa Farman, Brian d'Arcy James, Bruce Altman, David Barry Gray, Austin Pendleton, Colby French, John Rothman, Justin Gaston.
-- Guión: Danny Strong, basado en el libro de Mark Halperin y John Heilemann.
-- Banda Sonora: Theodore Shapiro.

-- "Game Change" en IMDb.
-- "Game Change" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Año 2008. El mundo se debate entre dos titánicas alternativas para la Presidencia de Estados Unidos: por un lado Barack Obama que llegaría a la Presidencia para no cambiar nada por la inercia misma del sistema, y por el otro lado John McCain que llegaría a la Presidencia para no cambiar nada por la inercia misma del sistema y además porque AMÉRICA IS RIGHT!!! Pero Barack Obama tiene algo que McCain no... ¡¡¡CARISMA!!! ¡¡¡LLEGADA!!! Leñe, ¡el negrito sabe sonreir! Las encuestas dicen no sólo que Barack Obama va ganando, sino que además la victoria es irremontable. Bien, qué le queda a McCain... ¡ah, claro! Se puede jugar la carta de los independientes viudos de Hillary Clinton poniendo a una mujer como candidata a la Vicepresidencia en el ticket. Hell yeah!!! ¡¡¡Los neocon también ser... socialmente evolucionados, quién lo diría!!! Con más o menos una semana de plazo para definir la candidatura a la Vicepresidencia, John McCain llama a una ciudadana que es nada menos que gobernadora de Alaska, llamada Sarah Palin. Para ella, John McCain es su ídolo, y estará feliz de colaborar. Apenas llega, demuestra a todo el mundo que se come a la gente con su carisma. La proclamación marcha de maravillas. ¿Qué podría ir mal? Después de todo ya funcionó con Ronald Reagan, y con él todo salió maravillosamente (derogación de regulaciones financieras que llevaron al escenario de constante incertidumbre económica del XXI, fin de la Guerra Fría con la mafia rusa tomándose Moscú, escándalo Iran-Contras, fortalecimiento de los neocon... hell, yeah, maravillosamente). Sólo que hay un pequeño problema. Sarah Palin no tiene idea de la política internacional. Y poco más andando... de que tampoco tiene idea de cómo funciona el sistema federal de gobierno. Espeluznante, ¿no? Bueno, para eso están los asesores. Claro, si Sarah Palin los escuchara en vez de convertirse en una bitch centro-de-atención... bueno, así es como la peli la retrata por lo menos. Pero debe haber sido verdad. Después de todo, no es televisión... ¡¡¡ES HBO!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Aunque no lo crean con tanto "Game of Thrones" dando vueltas allá afuera, HBO no es sólo culos y tetas (aunque, ¡hey!, Julianne Moore es la prota de "Game Change", yo no me hubiera ofendido...). A veces hacen pelis... ¡políticas! Como "Too Big To Fail". O como... bueno, como "Game of Thrones" también, que al final hasta el título lo dice y todo. El caso es que HBO, canal de televisión que siempre ha tenido un tintecillo progre-liberal para satisfacer a la conspiración judeomasónica en Hollywood, se hizo con los derechos de un libro sobre las elecciones del 2008. ¿Y lo adaptaron entero? Para qué, ¿para sacarle trapos sucios a nuestro santo patrono Barack? Of course not... Se centraron en Sarah Palin. Que, digámoslo que no, es la parte más jugosa. Porque Barack Obama ganó la Presidencia de Estados Unidos y el Premio Nobel de la Paz, pero el gran personaje es sin lugar a dudas Sarah Palin. No porque en las pelis todos recuerden a la stripper (aunque tenía su puntillo la señora, no me digan que no...), sino por la tragicomedia (más comedia en realidad) que fue su campaña presidencial. Porque en la realidad, los dichos de Sarah Palin resultaron... épicos.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Independientemente de la realidad histórica tras bambalinas, que ésa siempre y por mucho de documentación y entrevistas que le pongan siempre va a quedar un poco en las brumas del misterio en medio de tantas versiones interesadas y contrapuestas, la verdad es que la peli está bien ajustadita al menos a lo que fue la parte pública de la campaña. Por no dejarse, no queda ningún hito afuera: la proclamación, la entrevista en donde dijo que podía verse Rusia desde Alaska, la rutina de Tina Fey, y por supuesto el desastroso final. Ya por eso, cualquiera interesado en documentos históricos debería echarle un vistazo para enterarse de qué va la cosa. Aunque ciertos aspectos, parece ser que han sido eliminados o suavizados (John McCain es retratado casi como un papito corazón por un impecable Ed Harris, cuando el verdadero se ha hecho célebre por unas pataletas y unos ataques incontrolables de rabia que, bueno... eso dicen). Pero es inevitable en cualquier peli, por aquello de los motivos dramáticos y todo.

-- Julianne Moore. La verdad es que la temporada de caza abierta años atrás con "La reina" con Helen Mirren bordándola como la viejuja Isabel II, y seguida con "La dama de hierro" con Meryl Streep ídem, sigue con Julianne por todo lo alto. No sólo por la impecable caracterización, sino porque su actuación es brillante. ¿Se parecerá de verdad la Sarah Palin privada a cómo la muestran en la peli? La idea es terrorífica. Pero Julianne Moore está brillante, dándole vida a un personaje que no es intrínsecamente malo o negativo, pero del que resulta claro que se ha criado toda su vida en una burbujita a través de la cual no ha pasado el mundo exterior, y que tiene más de algún serio tema emocional no resuelto (¿carácter infantil, alguien...?), y que se ve ampliamente sobrepasada por las circunstancias. El gran mérito de Moore es conseguir que, a pesar de estar interpretando a lo que sobre el papel básicamente es una perra de cuidado, su personaje termine hasta despertando simpatías. Aunque claro, una cosa es lo personal, y otra cosa muy distinta es que una persona que no tenga idea de que la FED se encarga del manejo de la política monetaria de Estados Unidos llegue a la Presidencia de dicho país. O quizás no tanto. Sebastián Piñera anda más o menos igual de burro que Sarah Palin, y hasta 2012 por lo menos Chile no se ha caído (demasiado) a pedazos. Y además, si algo nos enseñó "24" es que siempre los ministros pueden de común acuedo deponer al Presidente... pero divago. Estaba en que Julianne Moore la protagonista de verdad avasalla a todo el resto del elenco, y consigue ser con sobrados motivos lo que debía ser desde el comienzo: el centro mismo del huracán. Sus cortocircuitos son frustrantes, sus escenas de pataleta son épicas, y sus escenas de fragilidad emocional incluso despiertan ternura. Julianne, a tí que te encanta rebajar tu talento para aparecer de repente en pelis bien mugrosillas... aquí te redimiste de muchas cosas. Sí, incluso de "Misteriosa obsesión", "Las reglas de la seducción" y "El vidente", mira que somos cabrones acordándonos de cadáveres en el armario aquí.

IDEAL PARA: Ver un sólido drama político sobre el desastre de la campaña republicana yanketa de 2008, y sentir escalofríos acerca de lo que pudo haber llegado a ser si hubieran salido triunfantes.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



jueves, 27 de diciembre de 2012

"Poder que mata" (2010).


-- "Fair Game" (título original en inglés), "Juego de traiciones" (título en México), "Caza a la espía" (título en España). Estados Unidos / Emiratos Arabes Unidos. Año 2010.
-- Dirección: Doug Liman.
-- Actuación: Naomi Watts, Sean Penn, Noah Emmerich, Ty Burrell, Sam Shepard, Bruce McGill, Brooke Smith, Michael Kelly, Khaled El Nabawy, David Denman, David Andrews, Geoffrey Cantor, Adam LeFevre, Nassar, Satya Bhabha.
-- Guión: Jez Butterworth y John-Henry Butterworth, basados en el libro de Joseph Wilson, y en el de Valerie Plame Wilson.
-- Banda Sonora: John Powell.

-- "Poder que mata" en IMDb.
-- "Poder que mata" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Kuala Lumpur... ¡Leñe, una peli de espías-basada-en-caso-real se va a iniciar con una secuencia de precréditos estilo Bond...! Er, no. La cosa parte con la pizpireta Valerie Plame haciendo lo suyo, y probándonos que ella es de la CIA, pero sin balas ni gadgets ni en general esas cosas que hacen entretenidillas las pelis de espías. Luego de esto regresa a su país, incluyendo a su marido que es medio cabeza caliente yo-tengo-la-razón, y a una de esas reuniones de trabajo modernas de la CIA, porque los tiempos de James Bond reportándose frente al jefe gruñón en un tú-a-tú están obsoletos, parece. El caso es que se discute la eventual venta de unos tubos de aluminio de Níger a Irak. El típico cabezaculo de toda la vida dice que esa venta es porque Irak está construyendo reactores nucleares porque, leñe... ¡son los irakíes! ¡Los malvados favoritos de América entre 1980 y 2003! Algunas mentes más despiertas ponen en duda las afirmaciones, porque los famosos tubos son cuatro veces más grandes que los estándar usados para las centrifugadoras nucleares que, además, ya no se hacen con esa clase de tubos desde los tiempos del Bond de Connery. Para salir de dudas, resulta que el marido de Valerie Plame sabe un poco acerca de Africa, tiene conexiones y etcétera, a pesar de que en términos estrictos es un civil (e.d., no agente operativo de campo ni recluta de la CIA). El maridito viaja a Africa, y descubre que no parece haber nada. Valerie Plame por su parte hace su propia investigación, y descubre que Satán Husein ha desmontado su programa nuclear desde los '90s. A pesar de lo cual, en su discurso dando cuentas a Estados Unidos, George W. Bush sale diciendo que Irak tiene un programa nuclear y compró elementos para su propio reactor en Africa. Probando de paso que para los cristianos la mentira no es una ofensa capital. La espía, frustrada por lo obvio, porque se está preparando una tremenda falsificación para justificar una guerra, decide a pesar de todo quedarse callada, porque bueno, al final qué se puede hacer. ¿Y su maridito? No, pueh, él es muy mashoh, así es que va y escribe un reporte para la prensa escrita en donde denuncia que todo lo de George W. Bush y sus armas de destrucción masiva es THE BIG FUCKING BULLSHIT OF THE CENTURY. ¿Alguien cree que en el Departamento de Justicia leyeron esto y dijeron "¡Leñe, la democracia americana está en peligro por una banda de sicópatas que está dando un golpe de estado interno!"? No, pueh, que esta peli no es una de ésas idealistas en donde se critica harto la corrupción gubernamental, pero al final los funcionarios corruptos siempre son encontrados y juzgados por EL SISTEMA. No. En este caso simplemente sueltan a la prensa que Valerie Plame es espía, inhabilitándola de paso para la profesión porque, bueno, si todo el mundo sabe que eres un espía, es que no puedes ser muy eficiente como agente de campo, ¿no? Una nueva batalla en la dictadura de Bush contra Estados Unidos se ha iniciado, y la espía se ha transformado en el huracán de la misma.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Cuando este blog Cine 9009 se inició por allá por el ahora lejanísimo 19 de Febrero de 2006, éste era un mundo muy distinto. En vez de Barack Obama enviando drones para realizar asesinatos selectivos y ganarse el Nobel de la Paz, existía George W. Bush enviando ejércitos mercenarios a romper toda la plomería de la casa que no era suya, para después reconstruir la plomería con las empresas de plomería de sus propios amigos. Leñe, que contra Bush estábamos mejor. Con esa cara de buenoide yes-we-can, ¿quién podría decir algo contra Obama? Y se lo dicen, y se lo vuelven a decir, que su política exterior sigue siendo tan matonesca como de costumbre, que no cerró Guantánamo como prometió, y además ha tenido bastante mano blanda con las altas finanzas de Wall Street mientras la crisis económica ha seguido no empeorando, pero sí en ese estado crónico conocido como estable dentro de su gravedad. Y se lo dicen, y Obama sonríe y está todo OK... George W. Bush no tenía ese mismo carisma, quizás porque el hombre no tenía demasiadas luces. O sea, cuando te eligen Presidente porque un grupo de rednecks dice que se tomaría una cerveza contigo, eso es más un insulto que un halago. ¿Fue George W. Bush un diabólico genio criminal que engañó a todo el mundo, o apenas la marioneta de otros intereses nunca del todo bien confesados? Quién sabe. El caso es que uno de los más sonados incidentes de su administración, fue el incidente de Valerie Plame. O sea, George W. Bush decide iniciar una guerra para masacrar irakíes a destajo basados en reportes que después resultaron ser falsos, y cuando alguien va y denuncia el hecho, resulta que la Presidencia en vez de colaborar con la investigación termina filtrando a la prensa el nombre de una espía... Eso ya pasa la línea de la villanía vulgar estilo Charles Logan vs. Jack Bauer en "24", y se interna de frentón en las aguas de la supervillanía estilo Mortadelo y Filemón. Por alguna razón, el país en que el estado texano de donde es oriundo el Presidente Bush institucionalizó la expresión "corredor de la muerte", y se hace gárgaras acerca de lo buen cristianos que son, nunca la cosa llegó a mayores. Hubo condenas en el caso de Valerie Plame, pero George W. Bush conmutó la pena de presidio (la multa siguió en pie, eso sí), y aquí no ha pasao na, macho, que uno de los nuestros no puede ir a la cárcel, faltaba más... Y George W. Bush, aunque salió de la Casa Blanca con el menor índice de popularidad de un Presidente saliente ever, lo hizo por sus propias patitas y no esposado por haber violado flagrantemente la Constitución al iniciar guerras sin pruebas. Porque si Estados Unidos se dedicara a atacar a otros países de manera sistemática por la mera sospecha de almacenar armas de destrucción masiva, el primer blanco debería ser Israel, ¿no? ¡Leñe, que el primer blanco deberían ser ellos mismos!

¿POR QUÉ VERLA?

-- La secuencia inicial en donde Valerie Plame arrincona a un tipejo para que se transforme en, er... colaborador no voluntario de la CIA, eso es... pareciera ser un comentario del tipo de peli que vamos a ver durante la siguiente hora y cuarenta: está diseñada a la manera de las secuencias de precréditos Bond, pero en vez de acción trepidante o de suspenso a lo Bourne, todo se resuelve mediante una conversación persuasiva, sin armas ni acción. Eso debería ponernos en las coordenadas de una peli que no es exactamente un thriller ni tiene realmente ninguna secuencia de acción. Si tuviéramos que encontrar comparaciones, tendríamos que bucear en la tradición del cine de espionaje político de los '70s. Que "Poder que mata" se parece más a "Los tres días del cóndor" o a la sangrante parodia "El hombre de la lente mortal" que a James Bond o a Bourne, para que nos entendamos. O a "El buen pastor", incluso mejor dicho. La peli pone de manifiesto el inconfensable cruce de intereses entre las agencias de inteligencia cuyo trabajo debería ser en principio analizar datos para preparar escenarios y desactivar amenazas, pero que en definitiva pueden transformarse en otra herramienta de poder para justificar acciones vastamente más allá de lo necesario para la seguridad nacional. George W. Bush quería convencer o necesitaba ser convencido de que Irak era una amenaza, así es que emerge de manera muy oportuna un informe acerca de lo malvados que son los irakíes creando armas de destrucción masiva. Las que, como todos sabemos, nunca aparecieron porque bueno, Saddam Hussein había desmantelado todo su programa ABQ en los '90s, después de la Primera Guerra del Golfo, en la vana esperanza de que si hacía el papel de humilde pastor de cabras, los Estados Unidos lo iban a dejar en paz. Enviando de paso un mensaje implícito a cualquiera otra satrapía del Medio Oriente: el apaciguamiento con el águila calva no funciona, mejor echen a andar su Ossirak para defenderse con un taking-you-with-me. Just in case. Para que luego se quejen de los que iraníes están desplegando su propio programa nuclear, hay que ser tarados para pensar que Irán se iba a dejar amilanar por la suerte de Irak en vez de conseguir sus propias armas de destrucción masiva después de ese ejemplito. Pero en fin, volviendo a la peli, es una interesante radiografía de como fue manejada la inteligencia para justificar una guerra en último extremo desastrosa. Naomi Watts brilla en su rol protagónico (además de que, por una vez en la vida, tiene un razonable parecido con la verdadera Valerie Plame), y Sean Penn hace lo suyo como el marido cabezotas en un rol que ni cortado trajesastre. Incluso hasta la dirección de Doug Liman, que ya había coqueteado con el thriller de espías dándole el puntapié a la saga Bourne con "Identidad desconocida" antes de estrellarse con "Sr. y Sra. Smith" y "Jumper", hace un fino trabajo de artesanía en la dirección, que se luce al máximo en la segunda mitad de la peli, cuando todo el peso de la traición desde la Casa Blanca cae sobre los hombros de los protas. Quizás el único defecto de la peli sea que los diálogos a ratos se tornen un poco esotéricos, porque los personajes hacen algo tan lógico (y a veces tan olvidado por los guionistas) como hablarse entre sí, en vez de explicarnos las cosas a nosotros (igual como en la vida real, claro, o imagínense a ustedes hablando a otra persona como si estuviera explicando a un público imaginario las cosas... los agarrarían y pondrían de patitas en el lococomio). Aunque esto puede ser más bien un déficit nuestro, acostumbrados como estamos al cine hecho para espectadores con graves problemas de déficit atencional. En definitiva, "Poder que mata" es un must-see, tanto por su buena factura y realización, como por ser la crónica que certifica la defunción oficial de la democracia en Estados Unidos.

IDEAL PARA: ¡Democracia, cuántos crímenes se cometen en tu nombre...!

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 23 de diciembre de 2012

"El Hobbit: Un viaje inesperado" (2012).


-- "The Hobbit: An Unexpected Journey" (título original en inglés), "El Hòbbit: un viatge inesperat" (título en catalán). Estados Unidos / Nueva Zelanda. Año 2012.
-- Dirección: Peter Jackson.
-- Actuación: Ian McKellen, Martin Freeman, Richard Armitage, Ken Stott, Graham McTavish, William Kircher, James Nesbitt, Stephen Hunter, Dean O'Gorman, Aidan Turner, John Callen, Peter Hambleton, Jed Brophy, Mark Hadlow, Adam Brown, Ian Holm, Elijah Wood, Hugo Weaving, Cate Blanchett, Christopher Lee, Andy Serkis, Sylvester McCoy, Barry Humphries, Jeffrey Thomas, Michael Mizrahi, Lee Pace, Manu Bennett.
-- Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson y Guillermo del Toro, basados en la novela de J.R.R. Tolkien, material adicional de J.R.R. Tolkien, ideas complementarias de J.R.R. Tolkien, y en general cuanta idea escrita en servilletas de mesa le pudieron adosar que viniera firmado por J.R.R. Tolkien.
-- Banda Sonora: Howard Shore.

-- "El Hobbit: Un viaje inesperado" en IMDb.
-- "El Hobbit: Un viaje inesperado" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En una época indeterminada, hace mucho tiempo atrás, dentro de este universo narrativo que a su vez no sabemos si es una época indeterminada hace mucho tiempo atrás de nuestro propio mundo, o bien una realidad paralela, o bien Nueva Zelanda. En dicho flashback vemos como los enanos tenían una chupicivilización cavando minas como un Codelco cualquiera, hasta que de pronto descubren esto-o-aquello, y su rey enano se enferma de ambición, codicia, deseo de oro... ¡Leñe, que se hace capitalista el desgraciao! Y con perfecta filosofía darwinista, resulta que cuando hay suficiente oro se viene así un tremendo especulador financiero llamado Smaug, que hace lo que todo especulador financiero de toda la vida hace: apoderarse de lo que ya está a sangre y fuego, echar a los anteriores, y decir "¡la destrucción creativa es el motor del capitalismo!". Y después echarse a dormir sobre sus riquezas, claro, sin preocuparse de los Occupy Wall Street porque esto es la Tierra Media, el mundo en donde todos son feudales y respetan las jerarquías en vez de nuestro mundo moderno. Salto en el tiempo a... Hobbiton. La aldea de los hobbits. Ahí vemos a Bilbo y a su sobrino Frodo (Elijah Wood harto más curtidito de cara que cuando tenía rostro de bebé para ESdlA), y Bilbo comienza a rememorar su aventura. Una aventura en la que Frodo todavía no estaba y por lo tanto el personaje no tuvo que pasar por recasting (en esta primera entrega a lo menos, que con too lo que se han inventao, pues quién sabe), y un Bilbo más joven que es otro actor (e Ian Holm, pataleta, vamos) es visitado por un tipejo cuyo modus vivendi es dedicarse a la industria de los fuegos artificiales, y que dice llamarse Gandalf. Este tipo va y le dice "¡oye, voy a cenar contigo a la noche, así es que tenme algo rico, y, ah, voy a invitar a una panda de gorrones a tu mesa! Hasta la noche, chaíto"... Tal cual. Con un par. Porque si hay algo que hacen los magos de la Tierra Media, es cagarse en la pobre clase media que lo único que quiere es que la dejen en paz. Y el tipejo éste cumple su amenaza: a la noche empiezan a aparecer uno por uno un montón de enanos que muy enanos serán, pero comen como sabañones los descriteriaos. Que le pelan la despensa al pobre Bilbo, que nada ha hecho para merecer semejante cosa salvo... como lo observa el desgraciao de Gandalf... "tenerle demasiado amor a la vida tranquila" o algo así. Toma ya, cabrón malparío, ¿qué tiene de malo quedarse en casita y no salir a ninguna parte ni meterse con nada ni nadie de este mundo? (Me rechinó cuando leí la novela hace más años de los que quiero confesar, y me sigue rechinando puesto en celuloide). Y como lo muestra la peli, se supone que cagarse sobre el pobre Bilbo, arrasarle la despensa, y ocuparle una noche en donde él podía tener otra clase de planes como salir con una grácil hobbita, machacársela con la última edición de Elfas Guarras Magazine o simplemente irse a la cama a dormir temprano, se supone que todo eso es GRACIOSO. QUE DEBEMOS REIRNOS DE LA DESGRACIA DEL POBRE WEÓN. En fin, el caso es que después de hacerle la putada, le extienden el contrato tipo para la aventura, porque si hay algo que los aventureros de toda la vida que van a cazar tesoros en plan Indiana Jones hacen, es llevar contratos tipos en donde estén establecidas todas las estipulaciones respecto de derechos, obligaciones, aportes, reparto de ganancias, y las inevitables cláusulas de exención de responsabilidad. (Seriously: estoy empezando a pensar que la Tierra Media es menos feudal y más capitalista de lo que pensaba). Al hobbit, maldita la gracia de ir y firmar para terminar, no sé, devorado por un lobo, cocinado por un troll o achicharrado por un dragón, así es que no firma. A la mañana siguiente, la casa está despejada. Todo limpio. No Gandalf, no enanos. Y entonces, cuando debería estar celebrando por patas, va el tonto, firma y sale corriendo detrás del grupo. Porque sí, porque la peli se llama "El Hobbit" y por lo tanto alguno de la raza tiene que haber para justificar el título, digo yo. ¿Cuántas aventuras más vivirán en esta peli? Unas cuantas, pero les daré una pista: quedan 45 minutos menos de peli. Seriously: para llegar al punto en que el hobbit se embarca en la aventura, debes aguantar tres cuartos de hora de metraje. Warren Ellis estaría orgulloso.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En una cátedra universitaria vivía un catedrático. No era una cátedra sucia y húmeda, llena de gusanos y olor a légamo: era una cátedra universitaria, y eso significa comodidad. ¿Quién la ocupaba? Un ínclito llamado John Ronald Reuel Tolkien, un soñoliento enamorado de los idiomas antiguos, las leyendas antiguas, la Inglaterra rural antigua y en general de cualquier cosa que tuviera más de un siglo de antigüedad en esos tempranos XX. Un tipo que había chocado de bruces con la Modernidad en las brutales trincheras de la WWI, y que al regresar había empezado a escribir historias entrelazadas entre sí por una mitología común. En medio de todo eso, por una razón u otra, en 1937 publicó una novelita infantil llamada "El Hobbit". Resulta que por razones bastante adivinables, esta obra terminó teniendo mucho más éxito que sus sesudos y secos estudios sobre los idiomas germánicos de la temprana Edad Media, y se abocó a la labor de una secuela, que fue "El Señor de los Anillos". El resto es historia. Por alguna razón nunca hubo adaptaciones de dichas obras al cine, pero una vez muerto en 1973, sus herederos descubrieron que había que comer, y por lo tanto vendieron los derechos. A finales de la misma década ya habían salido "El Señor de los Anillos" de Ralph Bashki, y una dupleta de pelis animadas del duo dinámico Rankin/Bass, "El Hobbit" y "El regreso del Rey" (sé que hay otras más, pero como no las he visto a la fecha, ni idea). El ostensible fracaso comercial de las mismas, sumado al hecho de convertirse en espantajo al ingresar a esa categoría espantapersonas que es "peli de culto", las convirtió en malditas no sólo a ellas, sino a la Tierra Media en general. El cine fantástico en general siempre había sido relegado a la categoría de cosa para cabros chicos, y no había mucho interés en la obra tolkieniana más allá de cuatro frikis. La losa pareció puesta con la decadencia definitiva del cine épico tradicional (que era más "para adultos", por regla general, o al menos de eso se convenció la Academia cuando repletó con Oscares la estantería de la gente tras "Ben Hur"), que con la inmensa explosión de los FXs en los '90s parecía cosa del pasado frente a cosas en donde se podía lucir más la animación por computadora, como la ciencia ficción o la acción ultrachula por ejemplo. Por alguna razón, alguien pensó entonces que era buena idea ir contracorriente y lanzarse a una adaptación épica de "El Señor de los Anillos", encargársela a un cineasta llamado Peter Jackson a quien nadie conocía (aunque quienes habíamos visto "Criaturas celestiales" podíamos tener algo de confianza viendo las escenas del mundo ficticio compartido del par de protas femeninas, que vistas en retrospectiva son como un preludio de lo que haría Jackson con la Tierra Media), en tres pelis en vez de dos, y a cruzar los dedos porque no se transformara en el Titanic del siglo XXI (o que lo hiciera en el sentido King Cameron en vez del hundimiento a pique, eso es). Y el milagro sucedió. No una sino dos, y tres veces. El final fue apoteósico: "El regreso del Rey" se transformó en la segunda peli más taquillera de la historia por detrás de "Titanic", y en la década siguiente todavía se mantenía porfiadamente en el Top Ten, siendo superada en la siguiente década sólo por "Avatar", "Los Vengadores", "Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 2", y "Transformers 3: El lado oscuro de la Luna". Eso, por no hablar de igualar el récord histórico de "Ben Hur" y "Titanic" de llevarse once pelones dorados para la casa. Por alguna razón, los productores habían elegido empezar con "El Señor de los Anillos", y ahora que tenían una franquicia en que cada entrega superaba los 600 millones de dólares en promedio de ingresos (cifra rutinaria para un blockbuster de éxito hoy por hoy, pero en ese entonces una recaudación de órdago), se encontraron con el problema repentino de que no había cómo seguirla adelante. Después de todo, al final de "El Señor de los Anillos" el GRAN MAL es vencido, ¿no? (tengo entendido que Tolkien escribió apuntes para una eventual secuela ya sin elfos ni enanos sino sólo con los hombres, pero la perspectiva lo deprimió lo suficiente como para que nunca pasara de algunas páginas. Porque introducir una raza de gatos como Bastet manda estaba fuera de cuestión para el filólogo ése, parece). ¿Entonces qué explotamos? ¿Esa especie de puzzle de carnicero que es el Silmarillion? Probablemente no. ¡Entonces "El Hobbit"! Por alguna razón, no se pusieron manos a la obra de inmediato. Luego New Line Cinema pasó por problemas, y MGM que iba a poner fondos, estuvo a punto de irse a la quiebra y después se fue en derechura a la quiebra. En medio de eso iba a dirigir Guillermo del Toro ("El laberinto del Fauno", peli que tiene su qué de Tolkien, no me digan que no), pero después se aburrió de que la cosa no llegaba a ninguna parte, así es que se embarcó en la adaptación de "En las montañas de la locura" de Lovecraft antes de enterarse de que el tándem Scott/Lindelof se había embarcado en el vergonzante plagio de esa obra lovecraftiana IN SPACE que fue "Prometeo", pobre hombre... En fin, volviendo a "El Hobbit". Después de cincuenta millones de vueltas y circunvalaciones diversas, resultó que para que valga la pena la espera, la peli la vamos a sacar en dos... ¡no, quise decir, en TRES partes! Sí, leñe, una trilogía precuela completa a "El Señor de los Anillos" sacada de un texto que es más breve que cualquiera de los tres tochos que componen la otra obra... No quiero ni pensar en cuántas pelis va a salir "El Silmarillion" cuando traten de adaptarlo (¡la caída de Numenor! ¡¡¡EN CINCO PARTES!!!). O los doce tomos de la "Historia de la Tierra Media" ordeñados por Christopher Tolkien. ¡Leñe, que estos tipos podrían sacar un EPIC de dos horas cincuenta a partir del autógrafo de Tolkien a un admirador en una servilleta!

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Cómo se consigue extender una novela de unas 300 páginas a tres pelis de 150-180 minutos cada una? Ahora que tenemos la primera entrega, conocemos la respuesta. Dos técnicas. 1.- Meter un montón de incidentes conexos a la historia principal que están en relatos secundarios de Tolkien, o si no directamente inventados por los propios guionistas, que vive Dios no será la primera vez que un guionista se sacará cosas de la manga para llevar una peli al cine. Y 2.- Decompressive storytelling a mansalva, la misma plaga que azotó y todavía viene azotando a los cómics desde los '90s en adelante, que al principio era para darle una cualidad más cinematográfica al cómic (¡oh, ironía!) y acabó transformándose en un recurso sacacuartos que so pretexto de "hacer más fluida la narrativa", extendía una sola historia por seis grapas en seis meses al hilo para compendiarlas en su resultado final, EL TOMO, y vendérsela doblada y dos veces a los fanáticos (funcionaba mejor antes de las descargas de Internet, en todo caso). Leñe, y pensar que la invención de la elipsis en narrativa fue uno de los más grandes progresos de la literatura universal, si es que ustedes los humanitos están emperrados en involucionar de regreso a la ameba. ¿El resultado? Según los críticos blogueros de toda la vida, una mugre. Pero sabemos por qué lo dicen. Es la precuela de una de las pelis más bienamadas del siglo XXI, las pelis que todos los frikis aman porque salir del closet y proclamar SOY FRIKI se hizo respetable gracias a ellas, así es que todo comentarista que quiera dárselas y ser alguien en la blogósfera ahora tiene que tirar a partir "El Hobbit" por principio, porque no es "El Señor de los Anillos" ni tiene su mismo nivel de impacto. Frente a eso, partamos por lo obvio. No estamos ni de lejos una adaptación literal de la novela original tolkieniana (bueno, de un tercio más o menos de ella), aunque sea por la hipertrofia narrativa a cuanto nivel se le puso a tiro a los guionistas. Si hemos de evaluar esta peli no es por su fidelidad al material literario de base, que es relativa en el mejor de los casos, sino por su capacidad (o incapacidad, a según) para hacer lo que toda cinta épica debe hacer: proporcionarnos una experiencia BIGGER THAN LIFE, sentirnos por un minuto transportados a un universo paralelo en donde tú puedes ser un gran héroe, el bien y la nobleza triunfan, y el mal y la bellaquería encuentran su justo y merecido castigo. Como la vida misma, vamos. Y en eso, "El Hobbit" lo consigue. Aunque más con un "logrado" o un "bien", que con un WHOAAAAA WHAT THE SHIT OHMYFUCKINGGOD WHAT A MOVIE!!! Las comparaciones son odiosas, pero es inevitable que tengamos el referente de "El Señor de los Anillos" al verla, al igual que teníamos el referente de "La guerra de las galaxias", "El Imperio contraataca" y "El regreso del Jedi" cuando salió "La amenaza fantasma" (aunque en ese caso la precuela tenía muy poco de rescatable en sí, trilogía original o no trilogía original de por medio). Pero si nos olvidamos por un rato que estamos ante lo que técnicamente es una precuela (la novela original no lo era, era "El Señor de los Anillos" la que era secuela, pero como las pelis se hicieron al revés...), tenemos una historia buena en general. El esquema de la misma es más o menos el de todos los comienzos de aventura, con un prota bien asentado en su vida que por esto-o-aquello termina recorriendo el mundo y viviendo un montón de peripecias. A ratos la cosa es demasiado episódica y eso como que aburre un poco, pero ese defecto (inevitable, tratándose de una historia "de viajes") ya estaba en menor medida en la novela original. Hay secuencias que podrían haber sido apuradas con un poco de elipsis (¡leñe, si "El Hobbit" en dibus animados apenas duraba hora un cuarto y conseguía meter casi todos los incidentes importantes de la novela!), y otras que parecen encaminadas a desarrollarse en las dos secuelas que vendrán ("La desolación de Smaug" y "Ida y vuelta") [ACTUACIÓN FEBRERO 2015: El de la tercera terminaron llamándola "La batalla de los cinco ejércitos"]. También, cosa rara habiéndose dado espacio para un guión de casi tres horas, ciertas cosas no quedan bien amarradas, siendo la más descarada de todas por qué Gandalf eligió a Bilbo para la aventura (más adelante en la peli dice que fue porque le inspira esto-o-aquello, ehm, pero si uno reexamina la primera secuencia de la peli, nada de lo que dice Gandalf aparece en Bilbo ni por asomo, de manera que o quisieron poner a Gandalf como viejo ya medio chocheando, lo que puede ser por lo vejestorio que está el pobre Ian McKellen, o los guionistas simplemente usaron el kit-de-armar-guiones y no se preocuparon de retirar las sobras de pegamento de la maqueta ya armada). Pero en los momentos en que la peli se inspira, lo hace por todo lo alto. Puede que la secuencia de los gigantes de piedra salga sobrando en términos narrativos, ¡pero es que se ve tan cortaaliento en el cine...! Los momentos en que los personajes salen con algo asombroso, son realmente buenos (el trineo de conejos por ejemplo). Momentos cruciales de la saga como el encuentro entre Bilbo y Gollum están también muy bien narrados (ya sé, spoiler, leñe, pero es que óigale, si usted no ha leído la novela... ni ha visto los infinitos trailers... ni ha estado expuesto al hype...). Esos momentos vibrantes compensan para bien los tramos más morosos. La peli quizás no tenga tanta épica como "El Señor de los Anillos", pero por un lado es la precuela que lo inició todo, y la escala de la misión es bastante inferior a salvar un mundo entero, ni siquiera salvar un reino entero (reconquistarlo, más bien, pero no de un ejército enemigo sino de un dragón, que muy poderoso será, pero sigue siendo uno), pero si no tienes presente eso, entonces yo no sé en donde tenías puesta tu cabeza el día en que decidiste ir al cine a verla. En resumen, una peli solvente, que probablemente hubiera funcionado mucho mejor si se hubieran rodado en el orden original de las novelas en vez de haber partido por "El Señor de los Anillos", cuya sombra sauroniana es para desgracia de ésta, muy, pero que muy larga.

-- ¿Encaja bien esta peli con la trilogía original? La respuesta es sí. Le hicieron un montón de adiciones a la historia, incluyendo una escena completa con Christopher Lee y Cate Blanchett para hilvanar, lo que es un gran acierto. Lo que en la novela original era una aventura aislada (en un primer borrador de Tolkien, la novela ni siquiera se ambientaba en la Tierra Media, y se mencionaban lugares como China...) y sin mayor repercusión dentro del universo narrativo, acá aparece como algo más interesante. Es una simple misión para conquistar un tesoro y refundar un reino enano, ¿cierto? Por un lado, sí. Pero por el otro, la idea de que vuelva a surgir un reino enano poderoso obviamente cambiará los equilibrios geopolíticos, y eso la peli lo discute bien. Como bien se lo espetan a Gandalf, no esperaba que su pequeña cruzadita con una bandita de enanos iba a pasar desapercibida, ¿verdad? Esa sensación de que lo que ocurre en primer plano tiene más trascendencia de la aparente, y que se están cocinando cosas en la trastienda, la peli lo logra muy bien (la larga sombra de "La amenaza fantasma", sí, pero mucho mejor hechito aquí). Estamos a la espera de ver cómo resuelven esos tópicos y empalman todo con la trilogía original en las otras dos pelis que faltan para completar esta primera trilogía, pero si eres uno de esos humanitos que se la ha pasado la última década bajo una roca y nunca ha visto una de las tres pelis, puedes partir por acá y todo va a fluir naturalmente hacia allá (supuesto de que no la caguen con las otras dos entregas, claro). Por cierto, dicho sea malintencionadamente de paso, es sintomático que Peter Jackson jugó a la segura, y tramó la historia casi como una especie de remake bastardo de "La Comunidad del Anillo", como puede observarse haciendo un paralelo entre ambas: 1.- Prólogo épico, 2.- Escena en Hobbiton que empuja la aventura, 3.- Primeras batallitas, 4.- Encuentro clave (con Aragorn en la otra, con un mago aquí), 5.- Batallita en donde los protas se salvan in extremis, 6.- Escena cortesana con los elfos, Hugo Weaving incluido, 7.- Escena de peligro en las montañas, 8.- Batalla en el mundo subterráneo, 9.- Traca final. ¡Y funciona! Quizás por la vaga sensación de estar reconociendo una estructura familiar, vale, es una solución algo tramposilla, pero como dicen, si funciona no lo toques. Vamos a ver ahora si "La desolación de Smaug" sigue la misma estructura de "Las Dos Torres", lo que sería de esperar si consideramos que con el ataque de Smaug la novela original sube bastantes voltios de épica, igual que con la Batalla del Abismo de Helm en "El Señor de los Anillos". A esperar hasta 2013 para salir de las dudas.

-- El nivel de realización es tan lujoso y superlativo como la trilogía original. Las actuaciones son memorables de la primera a la última. Martin Freeman toma muy bien el relevo de Ian Holm como un joven Bilbo (seriously: el parecido de manierismos resulta espeluznante), salvando bien la papeleta en un rol que, como decíamos, el guión no termina de cuadrarlo a la hora de definirlo. Ian McKellen vuelve a disfrutar su rol de Gandalf el mago que viene y se va el muy cabrón, aunque el cansancio de una década después empieza a sentirse. Andy Serkis vuelve a robarse la pantalla en sus escasos minutos (bueno, no tanto, decompressive storytelling, ¿recuerdan?) de aparición como Gollum. Cate Blanchett como Galadriel por su parte es un aporte mucho más significativo que en "La comunidad del Anillo", además de una escena muy enternecedora con Ian McKellen que parece casi de romanticismo caballeresco medieval. Entre las adiciones que no estaban en "El Señor de los Anillos", Ken Stott se lleva escenas muy emotivas como Balin (leñe, que es el único de los enanos mencionado por nombre aparte de Thorin en el prólogo), el obligado personaje medio mentor, en este caso entre los enanos. Pero entre los nuevos el que se lleva la palma es Richard Armitage como el rey Thorin Escudo de Roble, dando muy bien el tipo como ese personaje al que sabemos heroico y que está luchando por una causa justa, pero en el cual podemos adivinar demonios interiores y un inquietante lado oscuro que suponemos veremos desarrollado en las secuelas (también se robaba la escena en la novela original, dicho sea de paso, y en la novela es imposible no sentir un poco de pena por él). Thorin es probablemente el personaje mejor desarrollado de todos, el que menos se siente como un arquetipo y más se siente como un personaje completo, y si bien es cierto que el guión ayuda y mucho, también Richard Armitage pone bastante de lo suyo. He escuchado quejas de que los enanos no están tan caracterizados como para distinguirlos unos de otros, pero se lo perdono porque este problema venía de la novela original (aunque bueno, quizás podrían haberlo corregido mejor, considerando la cantidad de escenas metidas con fórceps). Por cierto, la caracterización de los enanos a ratos me rechinó: alguno por ahí no dejaba de recordarme a un guerrero Klingon en la serie original de Star Trek, pero en fin, no podía ser perfecto tampoco. La fotografía es espectacular, y dato para la trivia, parte importante de la misma es obra de Andy Serkis, ya liberado de sus obligaciones como Gollum, y que parece andaba merodeando por ahí el día de contrataciones. El soundtrack de Howard Shore es correcto, aunque se resiente un poco de las odiosas comparaciones con su majestuosa banda sonora para "El Señor de los Anillos" (el de acá es algo más folk, incluyendo la canción de créditos final, lo que es congruente con la escala épica menor, pero ya sabemos que nunca faltan los ambiciosos inconformistas siempre ávidos de MÁS Y MÁS Y MÁS Y MÁS...). En resumen, tenemos una peli que no está llamada a tener el mismo impacto que "El Señor de los Anillos" original ni alcanza sus mismas cumbres, pero que encaja bien con la trilogía original y además es cine de aventuras del bueno, del de toda la vida. Aunque con media hora menos hubiera quedado mucho más redonda, eso sí.

IDEAL PARA: Ver una adaptación relativamente digna de "El Hobbit" y una digna peli de aventuras en general.

jueves, 20 de diciembre de 2012

"Curvas de la vida" (2012).

-- "Trouble with the Curve" (título original en inglés), "Golpe de efecto" (título en España). Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Robert Lorenz.
-- Actuación: Clint Eastwood, Amy Adams, Justin Timberlake, Matthew Lillard, John Goodman, Robert Patrick, Scott Eastwood, Ed Lauter, Chelcie Ross, Raymond Anthony Thomas, George Wyner, Bob Gunton, James Patrick Freetly, Joe Massingill, Jay Galloway.
-- Guión: Randy Brown.
-- Banda Sonora: Marco Beltrami.

-- "Curvas de la vida" en IMDb.
-- "Curvas de la vida" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Toma de Clint Eastwood de espaldas frente al güáter: PLRT-PLRT-PLRT... PLRT... Y Clint Eastwood teniendo una conversación muy macho tú-a-tú con su verga. Porque si hay alguien que tiene los machos para hablar con la verga de Clint Eastwood, es Clint Eastwood himself. El caso es que está teniendo problemas para echar su meada etcétera (seriosly: si vas a ver esta peli, date una vuelta por el baño primero, porque de los ruidos urinarios no respondo, el que avisa no es traidó). Luego lo vemos comiendo... SPAM, claro. Y en general teniendo la clase de vida que sólo le falta un Gran Torino en el garage, para que nos entendamos (no se preocupen: igual tiene su auto cool guardadito. Porque es CLINT, leñe). Su rutina pasa por ir a los campeonatos de béisbol de la secundaria, a ver si entre los pollos encuentra un futuro prospecto de gallo que pueda reclutar para esos grandes ejércitos reclutamercenarios que son las ligas mayores del béisbol. Algo que se hace cada vez más difícil, incluso para alguien como Clint, porque verán, está desarrollando presbicia-cataratas-mácula, lo que joer sea que le pase a los viejos en la cornea con los años. Mientras tanto, sus jefes cazabeisbolistas están evaluando si renovarle el contrato o no, porque verán... Clint es un old man que no usa... ¡¡¡COMPUTADORAS, LEÑE!!! Y tenemos sentado en la misma mesa a un renacuajo que, claro, hay que modernizarse, afuera los viejos, vivan las máquinas, etcétera. El malo tocapelotas, si es una peli ama-la-vida, después de todo. Pero el buen y viejo Clint, erre con erre que no, que las computadoras no miden la intuición, el miedo en los ojos de los jugadores, el sonidito específico ése que hace una bola cuando esto-o-aquello. Aparte de todo eso, Clint Eastwood tiene una hija que está... que está... que está... sí, ya saben lo que voy a decir... y me voy a regodear en eso... RRRRRRIIIIIICA. Amy Adams, harto más rica que Alison Eastwood por cierto (y sólo dos años más joven, miren ustedes). Pero bueno, comentarios frívolos aparte, el caso es que la chica además es abogada exitosa, de esas me-mato-en-la-oficina, háganme socia. Por supuesto que, para seguir el cliché, la exitosa vida de ella está solitaria y vacía porque, verán, ella no se lleva con el viejo. Que el viejo es un duro de la vieja escuela, no exterioriza sentimientos (eso y otras cosas, que la peli mantiene como misterio para más adelante el metraje of course), que la chica es demasiado desapegada hago-mis-reglas y todo eso... Y ya saben lo que ocurrirá, ¿no? Que padre e hija harán un viaje y convivirán y aprenderán a conocerse y respetarse y quien sabe, incluso hasta llegar a quererse... como padre e hija, eso es. En este caso, el viaje es porque Clint Eastwood viaja a cazar beisbolistas chicuelos para seducirlos... con una vida de éxito profesional y mucho dinero, eso es, no piensen mal... (sí, ya lo sé, es creepy), y ella no quiere ir, y no quiere ir, y no quiere ir, que tiene justo (sí, ya lo sé, el cliché tenía que triunfar campante aquí) el caso de su vida que definirá su futuro profesional blah-blah-blah, pero ella igual va, porque se preocupa por su viejo y en el fondo es su oportunidad de reconectar con él, y más en el fondo aún, porque si no viaja no hay peli. Así es que ahí tienen a la parejita tratando de recomponer una relación paterno-filial. ¡Ah! Y aparece Justin Timberlake como aficionado al béisbol que, era que no, se transformará en interés romántico de la chica y too, porque... bueno... ¿por qué no? Y la peli sigue y los tres conectan unos con otros porque... ¿por qué no? Lo que los llevará a ciertas decisiones vitales que, bueno... ¿por qué no? Y todo acabará... vamos, ya saben como acaban esta clase de pelis.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

2008. Clint Eastwood anunció que después de "Gran Torino" se retiraba de la actuación. Que sólo se iba a dedicar a dirigir. Y en una racha nos legó "Invictus", "Más allá de la vida" y "J. Edgar". Hasta que de pronto nos anunció que regresaba a la actuación. Que era con elástico la cosa. ¿A hacer una gloriosa segunda despedida después de su gloriosa salida de escena con "Gran Torino"? ¡No! ¡A hablar con una puta silla y fingir que es Obama! ¡Que el viejo ya está de amarrarlo y al geriátrico! Ah, y aparte de eso, para protagonizar una peliculilla así como insubstancial, de esas lindas para que te reconcilies con la vida y too. Con béisbol, porque Clint Eastwood ha matado cazarrecompensas y patos malos ("El bueno, el malo y el feo", "Harry el Sucio"), se ha robado un MIG ("Firefox") e incluso ha viajado a la órbita terrestre ("Jinetes del espacio"), pero nunca ha... ¡estado en el béisbol! Figúrense... Ah, y además a las órdenes de otro tipo, miren ustedes. Un tal Robert Lorenz. ¿Lo conocen? Yo tampoco.

¿POR QUÉ VERLA?

-- No se dejen engañar porque el nombre del director sea Robert Lorenz. En realidad el tipo ha producido pelis para Clint Eastwood ("Río místico", "La conquista del honor", "Cartas desde Iwo Jima") y ha sido director asistente. O sea, lo de la dirección queda en casa, o como broma privada. Esta peli es como si la hubiera dirigido el viejo Clint. Un Clint menor eso sí, pero más o menos con los mismos tics: las mismas pausas, la misma melancolía sembrada con arrebatos espontáneos de humor y algo de ternura (sí, leñe, Clint puede ser tierno cuando quiere, eso ya lo sabían, ¿verdad?). En realidad, esta peli es casi sucesora natural de otras pelis eastwoodianas, y su prota podría ser el mismo de "Gran Torino", sólo que menos gritty. El mayor acierto de esta peli es asumirse sin complejos como lo que es: una peli de personajes estragados que poco a poco redescubren que tienen su corazoncito y terminan reconciliándose y too. Carne de telefilme. Ya pueden suspirar. Y sin embargo... y sin embargo... Esta peli funciona. Porque a un lado tenemos a un Clint Eastwood inmenso como siempre, haciendo lo que mejor se le da a su provecta edad: cagarse en todo y en todos a discreción. Que para eso están los viejos, para cagarse en todo y en todos, faltaba más. Flanqueada por una Amy Adams que se saca otro papelazo de la manga, y van unos cuantos. Es que la ves y te dan unas ganas de ponerte tierno y abrazarla y consolarla y... bueno, mejor me detengo antes de ponerme demasiado lúbrico. Y eso, a pesar de que en estricto rigor tiene mucho de niñata caprichosa (miren que escaparse de su trabajo sin dar aviso para ir a acompañar a su viejo a la crestalalora, y después enojarse con los viejos de su bufete porque ellos con toda la comprensible buena intención del mundo no quieren que su cliente se quede sin defensa y ponen a otro abogado a trabajar en el caso que aparentemente quedó botado), aunque se le perdona porque, muy en el fondo, su personaje es como es porque se parece más de lo que ella quisiera admitir, a su propio padre al que quiere-pero-no-quiere, ya saben la mecánica. Justin Timberlake encaja a las mil maravillas como el galán que sale mágicamente de abajo la alfombra, fíjense, probando una vez más que este chico está lanzado a consolidar una buena carrera cinematográfica a la que aún le falta ESE PAPELAZO que lo ponga en línea con los Oscares y too. Si además de eso tienes a Matthew Lillard en esos roles de lagartija reptiliana que tan bien se le dan, a John Goodman como ese buen amigo de toda la vida con el que te tomarías unas pintas de cerveza, y a Robert Patrick como jefe de Clint Eastwood (porque hace falta ser un T-1000 para ser jefe de Clint Eastwood y sobrevivir ileso y con toda la dignidad en el intento), la tenemos hecha. ¿Es una peli grandiosa? No, no lo es. Quizás no sea ni siquiera un must-see, esa que estabas esperando con impaciencia que arribara al cine porque no quieres cometer la indignidad de descargártela ilegalmente... pero si te gustan las historias simples, sencillas, sin aspavientos, pero bien hechitas y bien ejecutadas, éste es tu estreno del año. Porque hay gente que es grande haciendo cosas grandes, pero sólo un grande como Clint es capaz de seguir siendo grande haciendo grandes cositas pequeñas como ésta. Bueno, Clint, Amy, ¡Justin!, John, Robert, Matthew... Ya me entienden.

IDEAL PARA: Ver una bonita peli que te ponga en línea con el lado lindo de la vida.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 16 de diciembre de 2012

"El origen de los Guardianes" (2012).


-- "Rise of the Guardians". Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Peter Ramsey.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Chris Pine, Alec Baldwin, Jude Law, Isla Fisher, Hugh Jackman, Dakota Goyo, Khamani Griffin, Kamil McFadden, Georgie Grieve, Emily Nordwind, Jacob Bertrand, Olivia Mattingly, Dominique Grund, Ryan Crego, April Lawrence.
-- Guión: David Lindsay-Abaire, basado en la obra de William Joyce.
-- Banda Sonora: Alexandre Desplat.

-- "El origen de los Guardianes" en IMDb.
-- "El origen de los Guardianes" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El no recuerda nada, sólo que emergió desde el fondo de una poza de hielo, miró a la Luna, y la Luna le dijo su nombre: Jack Frost. Y no le dijo nada más porque la Luna es una gorda cabrona, que ya podía darle un par de explicaciones adicionales la muy miserable. El caso es que Jack Frost descubre que tiene SUPERPODERES, y viaja a la aldea vecina más cercana a iniciar guerras de bolas de nieve. Se divierte de lo lindo hasta que descubre que nadie bromea CON ÉL. Y entonces descubre que... ups... es transparente. Invisible. Nadie lo ve. Bien, condenado a una vida de vagancia, a que nadie lo mire, se dedica a divertirse con el invierno y a ser más que un poco pesadote, porque después de todo qué más va a hacer si tiene la vida entera para lo que esencialmente es un videojuego first-person-shooter con bolas de nieve sin que nadie de verdad interactúe con él y además presumiblemente nunca se va a morir. Mientras tanto, en el Polo, vemos a Santa Claus muuuuuu badass trabajando para su día en el año (aunque falta para Navidad, porque estamos a unos diítas de Pascuas), cuando de pronto su muy chulo globo terráqueo estilo guarida de villano Bond, se ve cubierto por las tinieblas. ¡Oh, no, el Coco ha regresado! (literalmente: Pitch ES el Coco). De manera que convoca a sus compañeros en todo el mundo para ¡¡¡COMBATIR EL MAL!!! Sus compañeros son el Conejo de Pascuas, muy badass él también, el Sandman, y el Hada de los Dientes. Reunidos en el Salón de la Just... er... en la base operativa de Santa Claus, eso es, el cuarteto debate qué hacer con la amenaza sobreviniente de Pitch. Y entonces la Luna se comunica con ellos (bueno, eso debemos creer, parece que es telepática la cosa porque no se ve ni escucha nada) y les dice que habrá un quinto miembro en el grupo de... ¡¡¡LOS GUARDIANES!!! ¿Quién? Adivinaron. Si por algo la peli partió con él. Ahora Jack Frost es la única salvación posible contra el mal. Pero claro, como la cosa no puede ser tan simple, Jack Frost se pone un poco como el Batman del Futuro en ese capítulo en donde lo invitan a formar parte de los Superamigos: que no sé, no tengo madera de héroe, soy un solitario, ésta no es mi lucha... Claro, tampoco ayuda que Santa Claus lo ha secuestrao en un saco en vez de mandarle una invitación por Face como todo el mundo. No pasará mucho tiempo antes de que por supuesto Pitch haga acto de presencia, dándole un golpe decisivo al Hada de los Dientes. Y por esta razón o aquella, resulta que ese golpe convierte la lucha contra Pitch en algo personal para Jack Frost, porque ahí podría estar la clave de su pasado, de quién es, de cuál es su centro, de por qué la Luna lo eligió para luchar contra Pitch (sí, sé que así escrito y leído suena ridículo, la peli de alguna manera se las arregla para que no). La batalla por la salvación de los sueños de los niños ha comenzado, una batalla en donde el héroe descubrirá su... blah-blah-blah, ya se saben el resto, para qué insisto. (Yisus, en este negocio de resumir pelis a veces me diera la impresión de que estoy escribiendo la misma reseña una y otra vez...).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

La década de los 2000s en materia de animación fue la década de Pixar. La década de "Buscando a Nemo", la de "Los Increíbles", la de "Ratatouille", la de "WALL-E", la de "Up". Pero después de "Toy Story 3", Pixar entró en un bajón que no sabemos si es un bache provisorio o el inicio de la edad oscura para el estudio de la lamparita de escritorio ("Cars 2", "Valiente"...). Y mientras tanto, después de pasar sus propias idas y venidas explotando sin misericordia sus franquicias de "Shrek" y "Madagascar", los estudios DreamWorks que alguna vez tanto prometieron con "Hormiguitaz" y "El príncipe de Egipto" y que después anduvieron tan a las tientas, han vuelto a levantar cabeza. Después de la deslavada "Monstruos vs. Aliens" tuvimos "Cómo entrenar a tu dragón", "Megamente" y "El Gato con Botas", peleándole mano a mano la cabecera a Pixar. Eso, con Illumination Entertainment ("Mi villano favorito", "Hop") y Sony Pictures Animation ("Lluvia de hamburguesas", "Los Pitufos", "Hotel Transilvania") tratando de ir por los palos. Y la Fox no porque en vez de producir sus propias animaciones los muy flojos, resulta que van y consiguen que DreamWorks eche a patadas a Paramount (esta es la última que distribuyen, miren el regalito que le hacen a los estudios de la montaña en su cumpleaños 100, los desgraciados) y haga contrato con ellos para distribución. "El origen de los Guardianes" es la apuesta de DreamWorks para copar el mercado de fin de año (que estos de DreamWorks, a diferencia de Pixar que se descarga con una al año, decidieron hace mucho tomar el ritmo de dos al año), fechas que en años anteriores vio el estreno de "El Gato con Botas" y "Megamente". Algo están aprendiendo ahí, parece.

¿POR QUÉ VERLA?

-- A pesar de ser una peli tan conecta-los-puntos, tan viaje-del-héroe, en definitiva tan canónicamente cliché, la verdad es que "El origen de los Guardianes" es grande, muy grande. La peli no tiene miedo de abrazar lo que es (lo dicho, una historia confeccionada con molde) y de desarrollarlo de manera seria y hasta sus últimas consecuencias. La peli tiene humor, sí, y bastante, y también varios diálogos ingeniosos (se lleva la palma ése en que el Conejo de Pascua le reprocha a Santa Claus de que tiene todo el año para fabricar juguetes para Navidad, pero él que trabaja con perecibles, huevos pintados, debe hacer toda esa misma faena en unos diítas...). El resultado es una peli que no es para verla con la cabeza sino con el corazón. Porque tienes que tenerlo muy encallecido para que esta peli no te transporte de regreso a esa época en donde eras niño y el mundo era mágico y el bien era muy bueno y el mal era muy malo y la luz triunfaba al final sobre las tinieblas. El guión no resiste mayor análisis, y en realidad, más allá del comienzo y el final, es casi puro relleno, ayudado por el hecho de que ni los Guardianes ni su oponente tienen en realidad lo que se podría llamar una estrategia o un plan, y por lo tanto la historia se mueve más como rounds de boxeo que como partida de ajedrez. Pero eso qué importa, cuando cada round es un uppercut a la mandíbula, simple-recio-directo. Puede que el guión sea una sucesión de batallita tras batallita, pero cuando cada batallita es ÉPICA sin caer en la exageración Michael Bay's style, entonces el partido se da vuelta: se lleva la palma por supuesto el titánico duelo entre Pitch y Sandman, claro, uno de los mejores que he visto en el cine en mucho tiempo. Los bonos parten con un prota que es el típico surrogatorio de la audiencia, el adolescente al que le explican las cosas y a través de esas explicaciones nosotros nos enteramos... pero en ningún minuto tratan de hacerlo lo más molón de lo molón ni TU NUEVO MEJOR AMIGO. Jack Frost no es un incomprendido cargado de wangst, ni lo más chulo de lo más chulo, ni un duro con alma sensible, sino un chico adolescente típico que vive la vida con sus alegrías y con sus pesares. Su problema es que le gusta divertirse y estar con gente, pero la gente no lo ve porque es invisible. ¿Se les ocurre a ustedes un mejor retrato de lo que significa ser adolescente en el cine comercial reciente, uno que no pase por ponerlo soy-chulo-y-qué, o que no pase por ponerlo chillando y vociferando? No, ¿verdad? Los otros Guardianes son cada uno entrañables dentro de lo suyo, badasses cada uno por derecho propio sin que nos traten de meternos garganta abajo que DEBEMOS ADMIRARLOS porque ellos son GRANDES. Para ser más claros, pueden patear su trasero porque LOS VES PATEANDO TRASEROS, no por el típico remedio de tanto guionista fracasado y productor idiota de meterles frasecitas molonas y posturitas de Dragonball Z. ¡Ah! Y también se los patean de vuelta, por lo que la sensación de peligro es real, horrorosamente real. ¡Joer, si resulta que Sandman es un Linterna Verde chorrocientas veces mejor que el mismísimo Linterna Verde oficial de "Linterna Verde" de Martin Campbell! ¡O una en donde el Hada de los Dientes es una chica de acción que es REALMENTE UNA CHICA DE ACCIÓN en vez de, digamos, una damisela que de chica dura tiene la pose sólo para ser aprisionada por el villano a la primera! El villano por su parte le da mil vueltas como AMO DE LA OSCURIDAD a Voldemort: sus motivaciones para hacer lo que hace son simples, pero muy fáciles de entender, sin que por ello simpaticemos necesariamente con él (esa maldita moda post-"Batman" de Tim Burton de que el villano no es un villano, en realidad es un individualista incomprendido por una sociedad hipócrita que blah-blah-blah). Los poderes, capacidades, habilidades y recursos de cada personaje están también muy bien desarrollados, con un Santa Claus que utiliza teletransporte y un Conejo de Pascua que viaja por agujeros einstenianos en el suelo. La peli no trata tampoco de aligerarse so pretexto de ser para niños: la historia de Jack Frost antes de ser Jack Frost (se revela a mitad de peli, y no seré yo quien me mande un spoiler aquí) resulta ser particularmente cruel, pero no por eso se detuvieron de narrarla, así como tampoco se nos esconde el universo de pesadilla que sería si el mal ganara (y parte de las consecuencias podemos verlas, y son para que te parta el alma). ¡Ah! Y todo eso está musicalizado por un Alexandre Desplat que cada día que pasa está convirtiéndose en un cada vez más indispensable de Hollywood, incluso más por encima que un ya bastante quemado Hans Zimmer por ejemplo. El soundtrack tiene una potencia única para meternos en el universo narrativo que tenemos por delante. ¿Es una peli con una historia trillada y cliché y con el mismo elenco de personajes de toda la vida? Sí. ¿Es una peli novedosa? No. ¿Deberías verla? Indiscutiblemente sí. En materia de peli de "viene un gran mal, ensamblemos un equipo de supers para patear traseros y salvar el mundo", la gran cumbre de este año 2012 no es la sobrevaloradísima "Los Vengadores": es ésta.

IDEAL PARA: Ver una peli que de verdad cumple con eso de que volverás a ser un niño.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].



-- Segundo trailer de la peli [en español latinoamericano].


jueves, 13 de diciembre de 2012

"Hotel Transilvania" (2012).


-- "Hotel Transylvania". Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Genndy Tartakovsky.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Adam Sandler, Andy Samberg, Selena Gomez, Kevin James, Fran Drescher, Steve Buscemi, Molly Shannon, David Spade, Cee Lo Green, Jon Lovitz, Luenell, Chris Parnell, Brian George, Brian Stack, Jackie Sandler, Sadie Sandler, Rob Riggle, Paul Brittain, Robert Smigel, Jonny Solomon, Jim Wise, Craig Kellman, Brian McCann, James C.J. Williams.
-- Guión: Peter Baynham y Robert Smigel, basados en una historia de Todd Durham, Dan Hageman y Kevin Hageman.
-- Banda Sonora: Mark Mothersbaugh.

-- "Hotel Transilvania" en IMDb.
-- "Hotel Transilvania" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

milochonoventyalgo. Por la ventana de una mansión victoriana aparece envuelto en su larga capa el señor de las sombras himself, ¡¡¡DRÁCULA!!!, para... ¿sorberle la sangrita a una indefensa y lúbrica víctima Hammer's style? Pues, no... Para ver a su hijita en su cunita. Que no se llama Condesa Marya Zaleska sino... Mavis. Bueno, pasemos con eso adelante. El caso es que Drácula le dice a su hijita (Mavis, recordemos) que va a estar siempre segura y a salvo a su lado. Creepy, ¿eh? Esperen, hay más. Pasan los años, llegamos hasta la actualidad, y la chica va a cumplir 118 años, la edad en que parece los vampiros alcanzan la mayoría de edad en vez de, digamos, 42 o 1897 o 10000 años de edad. En el intertanto, Drácula ha construido un gigantesco hotel porque, verán, los humanos son monstruos horribles y hay que aislarse de ellos a como dé lugar en vez de, no sé, aprovechar la fuerza física de los monstruos y salir al exterior a merendárselos y utilizarlos de ganado (bueno, aún más improbable resulta que los chupipoderosos vampiros de World of Darkness sean tantos y tan cañeros y tengan que mantener... ¡¡¡LA MASCARADA!!! ...estamos a iguales niveles de idiocia que ese JdR aquí). Y Drácula va a celebrar el cumpleaños de Mavis en el hotel, junto con puros invitados adultos, porque verán, lo que más quiere un adolescente rebelde es celebrar su cumpleaños con los amigos de papá en vez de, no sé, estar con gente de su edad que le tape todas las barrabasadas a alcohosexuales a cometer. La chica hace un punto sobre esto, y protesta que por qué no puede salir al mundo exterior, que quizás los humanos no son tan mala clase... A lo que Drácula dice que sí, que te lo prometí y voy a cumplir, que tienes mi permiso para ir hehehé. Pero Drácula es un bastardo hijo de su madre, así es que cuando la tal Mavis llega al primer poblado, los humanos salen a cazarla. En realidad no son humanos, sino zombis mandados por Drácula, y el pueblo entero es de mentirijillas, todo un sainete montado para que la hija crea de verdad que los humanos son unos cabrones. Por el bien de ella, claro. Todo sale a pedir de boca, la chica se traga el embuste entero, y ahora quiere celebrar en el hotel. Pero resulta que parte de la utilería eran las antorchas flameantes sin las cuales puede salir ninguna turba linchavampiros que se respete como tal, y un mochilero ve esas antorchas y las sigue. Hasta el hotel. En donde están prohibidos los humanos. Ups. Y se pone peor. ¿Es este ejemplar de humano un chico de buen corazón medio perdido en el mundo al que sólo le falta encontrarse a sí mismo para crecer-madurar-etc? ¡No, señor! Este ejemplar es un pobre aweonao torpe y patoso (ya los veo a los exec: "que sea bien torpe y patoso para que todos los niños lo saluden como su nuevo mejor amigo, total, si funcionó con Jar Jar Binks...") que por supuesto caerá rendido ante los encantos de la única chica adolescente buenorra del hotel, y ella a su vez caerá rendida ante... bueno, este espantajo de adolescente mochilero en relación simbiótica con su iPod es el único adolescente que ha cruzado por ahí, así es que no le queda más remedio, pobrecilla. Pero una formidable barrera tipo Romeo y Julieta se interpone entre los dos amantes, ya que ella es una vampira inmortal y él un adolescente, así es que esta peli... desechará ese interesante punto en beneficio de una sitcom estilo La Familia Monster con papá munstro tratando de impedir el primer beso de su hija. Si Bram Stoker levantara la cabeza...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hubo una vez, hace muuuuuuchos años atrás, un escritor llamado Bram Stoker, que tuvo una idea genial: ¿por qué no combinar el mito vampírico del doctor Pollidori y de la Carmilla de un tal LeFanú, con leyendas de Vlad Tepes el sangriento lord de Transilvania, para crear el libro de terror definitivo...? La idea dio mucho jugo de sí, y Drácula se transformó en uno de los más reconocibles personajes de todos los tiempos, y en el prototipo de lo que todo vampiro decente debe ser. Y como los seres humanos son unos bastardos, pasó lo que tenía que pasar: por pura envidia hacia alguien tan grande y supremo, van los chaqueteros de toda la vida a tratar de reducirle la estatura, a hacerle hacer gracietas de esto-o-aquello, a transformarlo en un seductorcillo de esto o aquello ("Drácula" de John Badham, o peor aún, "Amor al primer mordisco" del mismo 1979), en un soñador incomprendido ("Drácula" de Ford Coppola), en un chuloputo barato ("Drácula 2000"), y en el colmo de la ignominia, un jodido villano-de-la-semana en el primer episodio de la quinta temporada de "Buffy la Cazavampiros", que Joss Whedon trapeó con el pobre Drácula más el piso que todo supervillano Marvel con Wolverine cuando éste lanza el primer ataque (y al menos Wolverine tiene un segundo aire y suelta peña, pero Drácula's Whedon version ni eso). Al final del camino tenemos ignominias supremas como el Conde Pátula, o el Conde Chócula, o el penoso Drácula de "Van Helsing" de Hugh Jackman o... o... ¿Recuerdan "La Liga de los Caballeros Extraordinarios"? Ahí la vampira era Mina Harker... LA MINA QUE SE CARGÓ A DRÁCULA. Con ayuda de Van Helsing, vale, pero aún así... Que cuesta hoy en día hacer una peli seria sobre el conde más famoso de todos los tiempos. No es que esperáramos eso aquí. Es una animada para niños, y ya sabemos que es imposible adaptar un personaje de esa calaña para niños sin desnaturalizarlo seriamente, tanto como podría ser si algún día algún insano decidiera realizar series de dibus para niños sobre insignes asesinos sanguinarios como Rambo, Chuck Norris, Robocop o Mortal Kombat. Los estudios Sony que han estado un poco dando palos de ciego con eso de crearse reputación como estudio de animación ("Amigos salvajes" alcanzó a engendrar secuelas direct-to-DVD, pero "Reyes de las olas" tuvo la desgracia de salir cuando ya el mercado de pingüinos-for-kids estaba copado por "Happy Feet", y "Lluvia de hamburguesas" se salvaba más bien por lo bizarro de la idea), contrataron a un valor seguro, a Genndy Tartakovsky para la labor. ¿A quién? El hombre que nos infligió "El laboratorio de Dexter", "Las Chicas Superpoderosas" y "Samurai Jack". Y que se cree el puto genio (la Wikipedia dice que dijo algo así como "no quiero imitar la realidad, quiero empujar la realidad, para que tú digas WOW SÓLO GENNDY TARTAKOVSKY PODRÍA HACER ESTO"). Alguien por favor dígale al hombre que no es un genio. Alguien por favor dígale que no siga profanando la memoria de Bela Lugosi, Christopher Lee y Gary Oldman. Alguien por favor dígale de una vez por todas que... NO... TIENE... GRACIA. Aunque, bueno, este Drácula usa capa. Podría ser peor.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Me gustaba mucho más esta peli cuando se llamaba "El viaje de Chihiro". La premisa es calcadita, con un hotel resort spa perdido al que sólo los monstruos pueden acceder y lo hacen para esconderse de esos mugrosos humanos, sólo que con inversión de géneros, ahora es un chico el que pretende a la hija de un vampiro, y no una chica la que es pretendida por un chico embrujado por una bruja. Incluso no sería descabellado que la cosa haya partido como robo de ideas, porque según tengo entendido, el proyecto venía en development hell desde como hace diez años... los mismos añitos que han pasado desde el anime ése. Pero olvidémonos por un momento de Hayao Miyazaki, que con una comparación tan brutal casi cualquier cosa saldría perdiendo, y tratemos de evaluar esta peli por sí misma. Después de todo, se puede ser la mitad que "El viaje de Chihiro" y aún así seguir siendo una muy buena peli. ¿Es el caso? Nopes. Ni de muestra. Olvidémosnos por un momento de que la peli trapee el piso con nuestros monstruos favoritos de toda la vida y veámoslos como si fueran versiones alternativas de los mismos. ¿Son versiones alternativas siquiera con un mínimo de interés? Se me ocurre que sí en un caso, en el del pobre hombre lobo casado y sumergido en un océano de lobeznos que, bueno, muy actual el escenario, le tienen respeto cero a la autoridad paterna. El resto es una mugre. El principal problema aquí es que por debajo de su envoltorio de peli de monstruos (de monstruos de comedia, vale, no hay nada de malo con eso, como lo prueban "Drácula: Muerto pero feliz" o "El joven Frankenstein"), lo que tenemos es la enésima jodida comedia del papá sobreprotector hasta el ridículo con hija rebelde pero sin personalidad propia que está puesta ahí para que haya conflicto, y el tercero en discordia que es torpe y patoso porque en una sitcom se supone que debe ser torpe y patoso, pero al que debemos perdonar porque, verán, tiene buen fondo. Igual que hay que personar y querer a la sanguijuela emocional del Chavo del Ocho, figúrense, si al final la culpa no es suya sino de los que no le tienen paciencia. Pero ojito, resulta que el chico es torpe y todo, pero igual los monstruos lo quieren de inmediato porque... ¡¡¡HE ROCKS, BABY...!!! ¿Y eso por qué? Porque Drácula quiere amenizar la fiesta con zombie Mozart y zombie Beethoven (suponemos que el tercero que anda por ahí es zombi Haydn, aunque la peli no lo identifica expresamente), y el chico en vez de eso ROCKEA. Lo que rockea es shitty rock mexicanote de lo peor (suponemos que traducción para público latino del shitty rock yanketa, es que la vi en versión doblada al mexicanote), pero van zombi Mozart y zombie Beethoven y zombi como-se-llame... ¡y se deleitan porque ROCKS!!! En "Celebrity Deathmatch", en el capítulo en que peleaban Björk y Beck, a lo menos tenían la decencia de concederle la victoria a Bach, que no será cool, pero ES EL JODIDO J.S.B., leñe. Bonita manera de enseñarle a los críos los valores de la música clásica, los que la vean van a salir diciendo que eso no mola. A todo esto, aparte de alguna escasísima perla de humor ingenioso (el de los lentes de contacto por ejemplo, que no es spoiler porque SALE EN EL JODIDO TRAILER), ¿ya mencioné el humor de baño y los chistes de mal gusto como salidos de comedia de Adam Sandler...? (Un momento... ¿quién me dijeron que hacía la voz de Drácula en inglés...? OH-CR...). Sumémosle también el factor creepy (peli supuestamente infantil, no lo olvidemos) de que a medida que marcha la peli la chica casi desaparece (lo dicho, está de adorno, lo que quizás justifique que Selena Gomez sea la voz original inglesa), mientras que el futuro suegro y el futuro yerno congenian y aprenden a apreciarse y... er... bueno, todo eso se compondrá con la inevitable ruptura-y-carrera-al-aeropuerto, ¿verdad? Pues sí. Salvo que, ¿quién emprende la carrera al aeropuerto? ¿El chico para buscar a la chica, la chica para buscar al chico? Nopes... Drácula el suegro, que incluso arriesga su vida exponiéndose al sol (spoiler-spoiler-spoiler, sí, pero es que si quieren ver la peli después de todo esto, se lo merecen. Además, qué peli de éstas no acaba con carrera al aeropuerto). Más criptogay imposible. Por cierto, ¿y qué pasa con ese interesante discurso sobre la xenofobia y el racismo, de que los monstruos se esconden de los humanos, ellos son los verdaderos monstruos, etcétera...? Podría haber profundidad filosófica ahí, ¿no? Nopes again. El tema es esbozado, pero después no vuelve a tomar fuerza sino hasta el final, y se resuelve de una manera idiota: los monstruos terminan en medio de un carnaval estilo Halloween, descubren que son admirados, no tienen por qué tener miedo, no somos tan diferentes... fin. Profundidad intelectual de respuesta de Miss Universo, para que nos entendamos, ¿O ES MUY TONTO LO QUE ESTOY DICIENDOOOOOO...??? Frente a eso, las escasas virtudes que ayudan a medio redimir esta cosa (la escena en que vemos el pasado de Drácula y sus razones para ser sobreprotector por ejemplo... aunque mucho mejor hecho y más emotivo en "La era del hielo"), cuando por fin llegan, no consiguen interesar ni emocionar, porque deberían ustedes ver lo que cuesta animar y poner alegre a un cerebro al borde del coma terminal. Y cuando ya no podemos añadirle más insultos a la cosa, va Drácula y prueba que ahora es cool... ¿haciendo algún impresionante número de terror como el clásico Príncipe de las Tinieblas? Nopes once again... Drácula prueba ante las audiencias infantiles que es cool... RAPEANDO. Con lo cual queda firmado el certificado de defunción de la civilización occidental, que llegue el fin del mundo anunciado por los mayas y que termine con todo porque, después de esto, ya no queda nada más en el cine por lo que vivir.

IDEAL PARA: Niños balbuceantes y muuuuuu cañis poligoneros flaitongos.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español de México mi cuate].

domingo, 9 de diciembre de 2012

"Argo" (2012).


-- "Argo". Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Ben Affleck.
-- Actuación: Ben Affleck, Bryan Cranston, Alan Arkin, John Goodman, Tate Donovan, Clea DuVall, Christopher Denham, Scoot McNairy, Kerry Bishé, Rory Cochrane, Victor Garber, Kyle Chandler, Chris Messina, Željko Ivanek, Titus Welliver, Bob Gunton, Philip Baker Hall, Richard Kind, Michael Parks, Tom Lenk, Christopher Stanley, Taylor Schilling, Ashley Wood, Sheila Vand, Devansh Mehta, Omid Abtahi, Karina Logue, Adrienne Barbeau, Fouad Hajji.
-- Guión: Chris Terrio, basado en el artículo de Joshuah Bearman.
-- Banda Sonora: Alexandre Desplat.

-- "Argo" en IMDb.
-- "Argo" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Irán. Un país sistemáticamente jodido por Estados Unidos, que ha derrocado al simpático líder Mosaddeq por atreverse a... ¡blasfemia! ...querer nacionalizar el petróleo iraní explotado por los británicos porque... ¡¡¡ANATEMA!!! ...ese dinerillo podría ser mejor invertido en Irán que llevado a los bancos londinenses. Y Occidente deja entonces a cargo al Shah. Pero estos tercermundistas de mierda siempre queriendo mandarse a sí mismos, es que no se les puede dejar solos a los condenados, fíjense ustedes que prefieren el turbante del Profeta al terno del Presidente y se entregan en pacto demoníaco al... ¡Ayatollah Khomeini! ¡¡¡EL ENEMIGO FAVORITO DE TODA PELI OCHENTERA!!! ¿Y qué hacen? Pues que van y tratan de protestar en la Embajada de Estados Unidos. La turba se exalta, y uno de los soldados tiene la idea más brillante de todas: ¡salir a dialogar y convencerlos de que están mal, de que deben respetar al país que los ha estado expoliando, de que dispersen y vayan a casa! (Por eso no hay que dejar que los soldados piensen. O que dirijan países, ya puestos). Sucede lo inevitable: aprovechando la puerta abierta, los insurgentes se cuelan en masa y se toman la embajada. El caso es que seis de ellos consiguen arreglárselas para fugarse por pies, y tras vagar por aquí y por allá, terminan metidos en la Embajada de Canadá. Clandestinos, claro, porque si Irán se entera, ya sabemos que los iraníes son mala clase y podrían hacer cosas como violar la inmunidad diplomática de la embajada y tal, que para eso son... ¡¡¡IRANÍES!!! Mientras el Gobierno de Estados Unidos tiene la escoba tratando de rescatar a los rehenes de la Embajada de Estados Unidos, una rama de la CIA está viendo el caso de los otros seis. Su gran plan es por supuesto darles bicicletas para que salgan pedaleando de Teherán, crucen los Montes Zagros y alcancen la frontera turca en pleno invierno (por eso no hay que dejar que los espías piensen. O que dirijan países, ya puestos). Colocados en la situación, entra en escena nuestro prota, que es muy bacán porque desmonta todos los planes de los otros sin sugerir uno propio, vaya desgraciao ladilla. Hasta que de pronto habla por teléfono con su hijo (porque, como bien sabemos, esto es una peli yanki, y en ellas siempre el héroe tiene que ser separado y la madre quedarse con el hijo, porque o si no, qué impacto dramático, ¿no?) y cuando le pregunta por ese ruido de fondo, el chico le dice que está viendo una de las titantas del Planeta de los Simios en TV. Y entonces a nuestro héroe se le ocurre: ¡las pelis de SF siempre necesitan lugares exóticos para rodar! ¡Luego enviamos a alguien de la CIA a darles chapas falsas a los seis, para hacerlos pasar por el equipo de producción de una peli de SF! Porque los iraníes no van a sospechar de un equipo de producción que prefiere rodar en un país reputado por su mortífero trato a los extranjeros en vez de, digamos, Tunicia en donde se rodó la de Star Wars, ¿verdad? Implementar el plan es fácil, claro, sólo requiere levantar un estudio de producción, comprar un guión, inventarse una peli, obtener la publicidad, entrenar a los seis para que hablen de cine, y listo. Pan comido para la CIA. 007 se jode mucho más para obtener los mismos resultados (bueno, 007 por otra parte también jode más, supongo que eso justifica las preocupaciones, ¿no?).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Quién te ha visto y quién te ve. Hubo una época en que Ben Affleck era el contribuyente con menos letras a ese acrónimo que era Bennifer (¿en dónde estará Jennifer Lopez ahora, a propósito? ¡Extrañamos sus comedias mugrosas quiero-ser-Julia-Roberts!). Ben Affleck fue también "Daredevil", ¿recuerdan? En esa época era el galán de "Pearl Harbour" (no un gran crédito) y el de "Armagedón" (tampoco un gran crédito, vaya). E incluso antes que eso... ¡¡¡YA TENÍA UN JODIDO GLOBO DE ORO Y UN JODIDO OSCAR EN LA REPISA!!! (al Mejor Guión, por "En busca del destino"). Y antes de eso... ¡¡¡FUE SMITH-BOY!!! Sí, leñe, que actuó en "Ratas de mall" y "La otra cara del amor"... Por alguna razón, este extraño personaje decidió que era hora de bajarle el perfil a los reflectores, actuar en proyectos más de qualité ("Hollywoodland") y dirigir "Desapareció una noche" y "Atracción peligrosa". "Argo" vendría a ser aquí la joyita de la corona, su proyecto mascota para ganarse de una vez por todas la buena voluntad de todos los cinéfilos del mundo. Porque no hay nada que cante más "¡quiero mi reconocimiento!" que una peli sobre una estrafalaria operación de la CIA para rescatar a rehenes bajo la fachada de una peli de ciencia ficción estilo "La guerra de las galaxias" filmada en Tunicia, y seguir enseñándoles de paso a los condenados iraníes quienes son el puto amo en el cotarro de este planeta. [UPGRADE 02-III-2013: Y obtuvo su reconocimiento. Y un rastrillo para ir recogiendo la ristra de premios que le arrojaron por el camino, Oscar a la Mejor Peli incluido].

¿POR QUÉ VERLA?

-- Estamos frente a la clásica peli destinada a conformar y confortar a la audiencia liberal de Hollywood. Esa que le gusta ir de progretas por la vida pero no se quema demasiado por la vida de los otros, en particular cuando esos otros son los condenados de la tierra. En ese sentido, la peli hace bastante hincapié al inicio acerca de que la rebelión islámica de 1979 en Irán fue producto de la enorme inquina que EEUU y la CIA se estaban ganando en dicho territorio: hasta ahí bien. Luego vamos al operativo mismo, y de pronto tenemos un thriller estilo Hollywood, con el personaje del bueno muy bien perfilado en su vida personal y ética de trabajo, tratando de sacar adelante una misión imposible en territorio enemigo contra un enemigo invisible y sin rostro (porque si fuera visible y con rostro, y además tuviera, digamos, no sé... motivaciones... se corre el riesgo de que la audiencia termine por empatizar con él, ¿no?), enemigo sin rostro al que al final no van a matar porque está basado en hechos históricos, pero sí que van a dejar como tontos. No diré si esto es un por qué verla o por qué no verla, ya que se trata del problema del vaso a medias: si lo ves medio lleno estarás feliz de que una peli de Hollywood se aparte de la patriotería rampante y ponga la política exterior de Estados Unidos sobre el candelero, algo que todo el mundo sabe excepto Hollywood por supuesto, mientras que si lo ves medio vacío tenderás a considerarlo como una maniobra hipócrita para tranquilizar conciencias, porque todos sabemos que el militarismo Michael Bay no consigue respetabilidad intelectual entre los críticos de Hollywood o la Academia. Usted, mi estimado lector, tendrá que decidir por sí mismo.

-- ¿La peli misma? Muy bien realizada. El guión es estupendo, las escenas muy bien hilvanadas, y con un final de vértigo. Hollywoodense sí, con carrera en el aeropuerto incluida, porque qué clase de thriller de Hollywood no tiene escena de acción rampante al final. Pero no hay escenas de acción pura y dura, todo el suspenso de la peli se basa en la tensión de una operación encubierta cuya cubierta puede saltar por los aires ante el menor descuido, y en eso la peli está muy bien. Las actuaciones son bastante solventes, aunque los que se roban claramente la peli son Alan Arkin como el productor de la (falsa) peli y John Goodman como director de la (falsa) peli: ambos tienen los mejores diálogos, son los chicos más listos de barrio, y además son los peazo actores que son. ¿Ben Affleck? Está bien, aunque no le ayuda que su personaje sea tan tópico y por lo tanto no haya mucho espacio para jugar con él. La recreación de época es magnífica, en el punto de equilibrio exacto entre conseguir recrearla de manera adecuada, y no irse de olla tratando de ser más '70s que los '70s. Y Alexandre Desplat nuevamente vuelve a componer una banda sonora discreta-pero-funcional (quizás no es el compositor del que coleccionarás soundtracks, pero si algún día llegara a sacar su propio greatest hits...).

-- Uno de los aspectos más interesantes de la peli es la metarreflexión implícita que hay sobre la relación entre ficción y realidad en el cine. Estamos frente a una peli que es la recreación de un incidente histórico real. Sólo que lo que vemos, no es el incidente histórico propiamente tal, ni siquiera una versión documental, sino una ficcionalización. Dentro de esta ficcionalización tenemos otra ficción, una de ciencia ficción para ser aún más alucinógeno (porque si quieres que algo sea muy ficticio, debes decir que "es de ciencia ficción", claro), pero que de manera insidiosa también tiene sus conexiones con la realidad. La gran escena aquí es en el aeropuerto, al final (((SÍ, SPOILER AQUÍ, LEÑE, PERO ES QUE ES INEVITABLE PARA REFERIRSE AL TEMA))). Los iraníes sospechan de que ese equipo de producción en realidad no es muy de producción. Además, los cineastas de Occidente son sospechosos porque venden los valores de Occidente, claro, incluyendo esas depravadas chicas en depravados bikinis en esas depravadas pelis de bichos con monstruos de SciFi, ¿no? Entonces va el equipo productor y, enseñándole el storyboard casi como una especie de comic-book improvisado, les cuentan la trama de la peli: una en donde el héroe vive en un planeta invadido por los extraterrestres, y debe luchar por la libertad. A los iraníes les hace mucha gracia la historia y los sueltan: está implícito dentro de la peli que han cambiado de idea porque se identifican mucho con la peli, ya que ellos mismos son un país invadido por ese planeta de extraterrestres que son Estados Unidos (porque no se puede pretender que ellos son puros y supremos y el Destino Manifiesto y pertenecer al mismo planeta que el resto de nosotros, ¿verdad?). Y por debajo de esa ironía hay enterrada aún otra más: resulta que Hollywood hace pelis para disfrute del grueso público, pero con un enfoque primariamente americano, aunque sea porque Estados Unidos proporciona la mitad de la taquilla mundial, y no es cuestión de enajenárselos a la hora de hacer caja. O sea, ¡una peli de ciencia ficción hecha para que los americanos se evadan con sueños de ser luchadores de la libertad, les gusta a sus enemigos iraníes porque se evaden con sueños de que son luchadores de la libertad! Paso a... ellos y nosotros no somos tan distintos. No es un discurso novedoso, claro, pero esta peli logra transmitirlo con mucha elegancia, pegando de paso otro rapapolvos al doble rasero de Estados Unidos frente al mundo. A su vez, resulta interesante observar que el gran canalizador de todas estas preocupaciones sea un género tan denostado como lo es la ciencia ficción. Muchas veces la ficción de marcianos y platillos voladores ha sido capaz de expresar grandes ideas, justamente por su capacidad de abstracción que le permite pasaportar ideas de contrabando. Lo mismo ocurre con el cine: si alguien dice algo, siempre existe la posibilidad de que sea una fantasía, ¿verdad? Como ocurre con la mismísima "Argo": si alguien la acusara de ser antiamericana, ellos siempre podrían decir que es una recreación histórica, que la historia está sometida siempre a interpretación, blah-blah-blah. Este es quizás el aspecto más interesante de la peli como un todo: ese ejercicio de reflexión sobre qué diablos están rodando los cineastas cuando los cineastas están rodando cine, y sobre los escritores y cineastas de Ciencia Ficción cuando hacen esas bonitas y tontorronas fantasías escapistas. Porque eso es lo que es, ¿verdad? Bonitas y tontorronas fantasías escapistas, ¿verdad?

IDEAL PARA: Ver una interesante recreación histórica sobre un incidente de espionaje, con un montón de subtexto acerca de la naturaleza y de la ideología del cine.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en español, sin subtítulos].

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