11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 31 de marzo de 2013

"Los miserables" (2012).


-- "Les Misérables". Estados Unidos / Inglaterra. Año 2012.
-- Dirección: Tom Hooper.
-- Actuación: Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Amanda Seyfried, Sacha Baron Cohen, Helena Bonham Carter, Eddie Redmayne, Aaron Tveit, Samantha Barks, Daniel Huttlestone, Cavin Cornwall, Josef Altin, Dave Hawley, Adam Jones, John Barr.
-- Guión: William Nicholson, Alain Boublil, Claude-Michel Schönberg y Herbert Kretzmer, sobre el musical de Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg, basados en la novela de Victor Hugo.
-- Banda Sonora: Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg.

-- "Los miserables" en IMDb.
-- "Los miserables" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un astillero/puerto/whatever a orillas del mar, un montón de condenados son obligados a tirar de una pesada nave para sacarla a dique seco. Y lo hacen... ¡cantando! ¡Con toda su rabia y su ira contra EL SISTEMA! Y los gendarmes se lo permiten porque, claro, es un musical, y además al menos uno de ellos canta (bueno, Russell Crowe lo intenta, haciendo bueno el chiste de que a 30 Odd Foot of Grunts no los conocería nadie si no fuera por la carrera extramusical del vocalista). El caso es que han pasado nosecuántos años para el pobre Valjean porque primero se le ocurrió robar una hogaza de pan (lo típico, cuando los pobres roban es delito, cuando los ricos lo hacen es negocio), y después porque trató de evadirse de prisión. Y una vez que sale, además le dan unos papeles que debe exhibir para que todos vean que es... ¡¡¡PELIGROSO!!! ¡¡¡GUAAAAAÁ, TENGAN MIEDO!!! Bueno, pasa lo inevitable, que el hombre es PELIGROSO así es que no consigue trabajo (pareciera que en la Francia del XIX había que andar con certificado de antecedentes o algo así), y por lo tanto se ve obligado a caer en lo mismo, o sea, en robar. Porque hay que ver, resulta que un cura le da cobijo (la novela original es de la época no demasiado lejana en donde si aparecía un cura en la ficción, era una figura positiva e inspiracional, mientras que si aparece ahora, es un conflictuado en el mejor de los casos y un pedófilo en el peor. Y no de manera inmerecida, claro), un cura le da cobijo, decíamos, y el hombre va y le roba. Pero no llega demasiado lejos cuando lo agarran (bueno, anda con candelabros de plata y sin chalas en los pies, así es que no es muy difícil adivinar). Y el cura, miren ustedes qué wena gente, dice a la policía que los candelabros los ha regalado. Los policías, inherentemente incapaces de entender EL BIEN, se retiran confundidos. Y el cura entonces le suelta al prota aquello de que ESTO NO ES GRATIS, HE COMPRADO TU SALVACIÓN, AHORA TU ALMA LE PERTENECE A DIOS, etcétera. Si esto fuera una historia real ya estaría Valjean fusilándose los condenados candelabros en vino y putas, pero como esto es ficción, resulta que Valjean se convierte en... esperen... aguarden por esto... se convierte en UN MEJOR HOMBRE. Seriously! Y monta una pequeña fábrica en donde él, figúrense, es un patrón... ¡¡¡HUMANITARIO!!! Leñe, que hasta se me cae una lagrimita y too. Bueno, las cosas se van a complicar cuando se le cruce en la vida una trabajadora que por estos o aquellos de la maldad humana, termina perdiendo el trabajo y acaba metida a prostituta. Y ni siquiera prosti de lujo como las que se empelotan en la tele, sino de las de bajo calado, las de muelle. Y además, para colmo, aparece Javert su viejo carcelero a joder la pita. Porque sí, porque qué clase de novela decimonónica sería el texto original si no tuviera dramáticas coincidencias encargadas de atormentar al prota puteado por ser tan weeeeeeno. Todo se coaligará para que Valjean termine una vez más arrojado a la mierda del mundo, con una carga adicional: la hija de la obrera metida a puta, que ahora pasa a ser como su hija putativa o algo así. Además, a poco andar, vendrá una jornada revolucionaria con gente encantada de derribar la injusticia, construir un nuevo mundo... ¿Tendrán éxito? Déjenme darles una pista. Han pasado casi dos siglos desde la época descrita en los eventos de la novela original, y seguimos con gente pobre, proletarios, grandes ricachones cagándose en todo, polis encantados de gozar su cuota mínima de poder partiéndole la espalda a otros que no tienen licencia para lumear, revolucionarios que no llegan a ninguna parte, y la guinda de la torta... con obritas supuestamente de denuncia que en el fondo son culebrones para que la gente se sienta más aliviada de sus pesares cotidianos y no se les ocurra algo así como subvertir el sistema. Que la obra está ambientada en el siglo XIX, pero no es mucho lo que cambiaría trasladada a inicios del XXI.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Con "El jorobado de Notre Dame" en segundo lugar, "Los miserables" es la magnum opus del escritor francés Victor Hugo. O eso me han dicho, por lo menos. Porque por supuesto que hablamos de un franchute aquí, inflao y too, de manera que el novelón tiene una cantidad obscena de páginas, con un barroquismo asfixiante en la narrativa, páginas e incluso capítulos enteros dedicados a disertar sobre lo divino y lo humano que no tienen nada que ver con la trama principal, etcétera. Que hay que saludar como un valiente al pobre infeliz que consiga echársela entre pecho y espalda (entre pared intracraneal y pared intracraneal, mejor dicho) sin terminar mongo en la empresa. Y no, no voy a presumir de que lo he logrado (lo he intentado, sí, pero las letras me bailan como en los versículos con genealogía de la Biblia, así es que prefiero volver a mi saludable ración de tiras cómicas porque con los años me pongo cada vez más flojo). Aparte el hecho de que Víctor Hugo es una gloria nacional francesa comparable a Napoleón Bonaparte o a Marion Cotillard, la novela en sí ha persistido por tocar la fibra de un tema que por desgracia ha estado ahí desde que el mundo es mundo, y presumiblemente seguirá estando ahí hasta que las piedras de la Tierra se extingan: que la sociedad no ha sido construida para los pobres, que el ideal clásico es mantenerlos dentro del nivel de subsistencia, que si quieren su parte del pastel entonces plomo de alto calibre con ellos, que los propios pobres pueden ser tan mala gente como los ricos, y que la gente buena en general pasa cagada canuta tras cagada canuta porque los malvados alrededor ganan por votación. Que si no, hace rato que tendríamos democracias fuertes y sólidas con políticos honestos gobernándonos porque, verán, la gente se negaría a votar por los mismos de siempre. En 1980, alguien discurrió la idea de convertir una novela depresiva y llorona en... un musical. Bueno, en esos años ya no se estilaban los alegres números clásicos de Broadway o los bailecitos de Gene Kelly o Fred Astaire, y estaba de moda hacer musicales oscuros y tétricos. Era el tiempo justo para adaptar "Los miserables". Musical influyente donde los haya, como que el comienzo fue fusilado en pleno para la secuencia inicial de la peli "El príncipe de Egipto" (coro de esclavos haciendo labores públicas, solista principal saliéndose de la opresión...). O de cómo abrió el camino para que otra insigne novela francesa ("El Fantasma de la Opera") acabara adaptada por Andrew Lloyd Webber, con algunos préstamos involuntarios de Rick Wakeman de por medio. Ya en la década de 1980 hubo intentos por hacer adaptaciones al cine, barajándose los nombres de Alan Parker y Bruce Beresford para la faena. Entre medio incluso vino otra versión fílmica (la más bien aburridona "Los miserables" de 1998). Pero recién en el XXI se vino a concretar el sueño, llevándose Tom Hooper el palo al agua, fresco su exitazo de "El discurso del rey". Hombre sabio el señor Hooper, no confiando demasiado en sus propias habilidades directoriales (y con razón, que malo no es, pero tampoco es Mr. Personality tras la cámara), se dio maña en elegir el mejor reparto posible. El baile de candidatos fue de aúpa: Paul Bettany como Javert (terminó siendo Russell Crowe), Amy Adams, Jessica Biel, Marion Cotillard, Kate Winslet y Rebecca Hall como Fantine (terminó siendo Anne Hathaway, con el Oscar de recompensa por la molestia), Emma Watson como Cossette (terminó siendo Amanda Seyfried), Hayden Panettiere, Scarlett Johansson, Lea Michele, Emily Browning, Lucy Hale y Evan Rachel Wood como Eponine (terminó siendo Samantha Barks, en el rol que debería darle un merecido estallido en la gran pantalla)... Bueno, pones a varios actores de primera línea y talento probado a hacer lo que mejor saben hacer, trabajando en turnos extenuantes para tener hartas tomas de donde elegir, y... ¡¡¡PREMIO OSCAR, ALLÁ VOY!!! Bueno, tan bien no le fue, pero igual alguna tajada sacó. La más reluciente es el Oscar (merecidísimo, todo sea dicho) para Anne Hathaway por sus literalmente quince minutos de fama (eso es todo lo que sale en la peli) como Mejor Actriz Secundaria, además de un par de secundarios. Como Mejor Peli cayó ante "Argo", como Mejor Actor ante Daniel Day-Lewis ("Lincoln"), Mejor Canción fue pasada por el paredón por "Skyfall"... En fin. Cosas que tiene el cine.

¿POR QUÉ VERLA?

-- En términos de realización, podemos decir de la peli que está hecha con eficiencia y tiene emoción. No es la peli que va a revolucionar al séptimo arte ni mucho menos (de hecho, es sorprendentemente conservadora y en general poco imaginativa para sus soluciones narrativas). Pero el señor Hooper supo sacarle el jugo a su elenco, que está soberbio. Uno le perdona a Hugh Jackman que se quede un poco a medio gas cantando, o a Russell Crowe que se quede sin gas por completo cantando (¿este tipo de verdad fue vocalista de su propia banda? No kidding?), gracias a la presencia escénica de ambos. Anne Hathaway como Fantine se manda un peazo rol, desquitándose por todo lo largo y ancho y con calvo dorado de por medio de no haber podido ser Christine en "El Fantasma de la Opera" de Joel Schumacher casi una década antes (estaba bajo contrato para rodar... "El diario de la princesa 2". Auch). Amanda Seyfried no luce demasiado, no por falta de su parte sino porque su rol es demasiado ñoño y acartonado como para sacarle demasiado provecho, y hace lo que puede con lo que tiene (lo suyo es básicamente quedarse quieta mirando las estrellas, o algo así). Sacha Baron Cohen sigue por su parte distanciándose de "Borat" y "Bruno", después de su gran rol en "Hugo", y lo hace para bien, mientras que Helena Bonham Carter se limita a fotocopiar su rol de "Sweeney Todd" y echémosle pa'lante nomás. Pero las grandes sorpresas son los descollantes roles de Eddie Redmayne como Marius, brindándonos toda la alegría, energía, ilusión (y desilusión, claro) de su personaje, y Samantha Barks como Eponine, entregando una interpretación tan cargada de emoción que es difícil que a pesar de ser una más o menos villana, no termine dando vueltas las tornas y despertando mucha más simpatía que la parejita romántica designada de antemano por el guión. Las interpretaciones en general vienen lo suficientemente cargadas de emoción como para que sea más seguro ver esta peli con un paquete de kleenex al lado. Por si las dudas. Y redimen mucho de la mediocridad que demuestra la peli en otros respectos tales como la cinematografía espectacular-pero-plana o los defectos inherentes al material original mismo de base (la novela decimonónica por un lado y su artilugioso argumento, y un musical bien-pero-no-brillante por el otro).

-- Como decía, esta peli sigue siendo terriblemente actual el día de hoy. No creo que sea casualidad que haya llegado a los cines justito en medio de una crisis económica en medio de la cual los ricos se hacen cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. Es fácil mirar a "Los miserables" (la novela, el musical o la peli, tanto monta que monta tanto) con algo de condescendencia, con esa cosa de "miren cómo debían apañárselas en el XIX esos pobres primitivitos"), porque ahora tenemos estado del bienestar y educación y salud pública y esas cosas. Pero ojito, que hoy en día ser un profesional e incluso un simple técnico no es garantía de tener trabajo en lo que se estudió, si es que se tiene trabajo en lo absoluto que no sea uno de baja calificación y por el mínimo (mínimo además amenazado por los profetas del "dejemos que el mercado regule los salarios"), y además para colmo esa educación es cada vez más cara y de peor calidad. Además, mientras más se concentra la riqueza, más pequeño es el círculo de gente a la que se puede acceder para que ellos le den el tirón a uno, por lo que la movilidad social se reduce incluso más. Así como van las cosas, con iluminados que hablan sobre dejar al mercado hacer lo suyo en combinación con mediaclase idiotas que se comulgan con ruedas de carreta con el cuento del "esfuerzo" y el "emprendimiento" sin darse cuenta de que los más ricos no han llegado hasta donde están por ninguna de ambas sino por contactos y por, er, información privilegiada, pronto el único mecanismo de ascenso social que quedará es robarle los candelabros a un señor cura, y rogar porque éste no sea pedófilo sino uno de los decentes que tratan a los demás como Cristo los trató, que regale los candelabros y too. Sí señores, "Los miserables" no es la crónica de un pasado horroroso que felizmente hemos dejado atrás, sino del sombrío futuro que se nos viene encima y que aparentemente nadie es capaz de parar.

IDEAL PARA: Emocionarse... y ponerse a temblar.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].


jueves, 28 de marzo de 2013

"Ralph el Demoledor" (2012).


-- "Wreck-It Ralph" (título original en inglés), "Rompe Ralph" (título en España), "Ralph el Destructor" (título alternativo para Cataluña). Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Rich Moore.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) John C. Reilly, Sarah Silverman, Jack McBrayer, Jane Lynch, Alan Tudyk, Mindy Kaling, Joe Lo Truglio, Ed O'Neill, Dennis Haysbert, Edie McClurg, Raymond S. Persi, Jess Harnell, Rachael Harris, Skylar Astin, Adam Carolla.
-- Guión: ¿Preparados? ¿Listos? Allá vamos. El listado completo es: Phil Johnston y Jennifer Lee, con material adicional de John C. Reilly y Jared Stern, y Sam J. Levine, basados en una historia de Rich Moore, Phil Johnston y Jim Reardon. Eso es.
-- Banda Sonora: Henry Jackman.

-- "Ralph el Demoledor" en IMDb.
-- "Ralph el Demoledor" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mi nombre es Ralph, y soy el malo. Soy tan gigantesco que llego a ser caricaturesco, aunque eso no está mal porque estoy en una peli animada después de todo. Y soy un rompedor. Quiero decir, vivimos en el juego llamado REPARA FÉLIX, y si no hay cosas rotas, no hay arreglo ni de joda. Porque no se puede arreglar lo que no se ha roto, vamos. En fin, sucede que Repara Félix es un buen chato. Es el bueno, ¿vale?, se supone que tiene que ser un buen chato. Sólo que los dados están cargados, la ruleta está trucada, las cartas están marcadas. El muy desgraciao tiene un martillito mágico de ná con el que golpea y ¡plip! todo reparao macho, así a cualquiera se le arregla la vida (seriously, piénsenlo, con un martillito así puede hacer virgen a la más trajinada... ¿a quién no se le arregla la vida así?). Que si el tipo fuera un weón cualquiera, ya lo quisiera ver arreglando a mil por hora lo que yo le echo abajo a pulso. Desgraciao. Ah, claro, él hace su trabajo con un martillito mágico, nada de universidad cinco años cartón, y se lleva medallas, ¿y yo? Ahí me tienen siendo arrojado edificio abajo por base regular, durmiendo en una pila de ladrillos restos de demoliciones (fuera de la vista del usuario del videojuego, no sea que vaya a sentirse mal el pobrecito), y en general siendo ninguneado y puteado por todo el mundo. Como la pega es extraordinariamente dura (a mí no me alcanza el bono Piñera ni tampoco soy adolescente embarazá, créanlo o no), los villanos tenemos... ¡TERAPIA DE APOYO! En donde nosotros los villanos nos reunimos estilo A.A. para compartir nuestras frustraciones, sentirnos en un círculo, apoyados y queridos, y en general sirviendo a nuestro trabajo y manteniendo en funcionamiento las ruedas del sistema. Hasta que un día cualquiera, ya, me aburrí. Porque veo lo obvio: que mi trabajo es puteado cosa madre, pero sin mí... ¡no hay videojuego! ¿Cómo Repara Félix va a ser el héroe si yo no hago alguna malvada villanía? (Bueno, la villanía de siempre, vamos). Lo comparto en la terapia de apoyo, pero verán, los weones no tienen ninguna vocación sindical, porque en vez de clamar por unir fuerzas y obtener un trato más justo y equitativo que ayude al desarrollo económico de los videojuegos como un todo, ellos dicen que HAY QUE ACEPTAR y que HAY QUE MANTENER EN FUNCIONAMIENTO EL SISTEMA. ¿Saben por qué? Porque si los villanos nos salimos de mamma mia, entonces el juego queda en calidad de ECHADO A PERDER y... ¡lo desconectan! Humanos cabrones. Claro, por esas cosas del guión que están puestas ahí para que, bueno, para que el guión funcione, eso es, resulta que no es la muerte para nosotros porque podemos igual meternos en otro juego. Claro que eso desata una reacción en cascada porque si invadimos otro juego podemos echarlo a perder, y luego lo apagan, y luego otro, y otro, y otro... ¡¡¡EL FIN DEL UNIVERSO CONOCIDO!!! O sea, del salón arcade, eso es. Y si eres un personaje con defecto de programación peor, estás atrapado en tu juego, no puedes salir, te desenchufan y... BYEBYEBEAUTIFUL. Pero yo, bueno, tengo mentalidad de albañil, no entiendo mucho de macroeconomía ni de la Trilateral ni del Club Ciberberg, así es que decido irme y salirme con la mía, así nada más. Y con una facilidad asombrosa sorteo a los guardias, quizás porque están todos tan adocenados que a nadie se le ocurre SUBLEVARSE Y SUBVERTIR EL SISTEMA. Y me meto primero a un juego de esos FIRST PERSON SHOOTER y dejo la escobarrina, porque bueno, SOY TORPE, si así soy menos amenazante y más querible para las audiencias, ¿verdad? Y luego, por vueltas del guión porque, bueno, a alguna parte tiene que ir el guión, resulta que en castigo por mis pecados termino en el peor videojuego posible... ¡¡¡UNO DE CARRERAS DE AUTOS PARA NENAS!!! ¡¡¡EN RRRRRROOOOOOSSSSSSAAAAAADOOOOOO...!!! ¡¡¡QUE ME DEN UNA INYECCIÓN DE INSULINA QUE EL AZÚCAR SE ME VA AL TECHO, PLIIIIIISSSSSS...!!! A partir de ahora los destinos de Repara Félix, el de una dura soldado futurista pateatraseros metida a la trama con calzador, el de una chica rechazada en su propio mundo de diabetes, y el mío propio, acabarán entrelazados para luchar contra un villano misterioso que amenaza con cargarse la galería arcade entera, y también contra unos bichos no tan misteriosos que se reproducen y... sí, adivinaron. Amenazan con cargarse la galería arcade entera. Pero ya saben lo que voy a decirles a esos malandrines, ¿verdad? Es hora... DE DEMOLER.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Uno de los chistes habituales acerca de la temporada cinéfila 2012, es que aprovechando el contubernio de pertenecer a los mismos amos, Pixar y Disney jugaron al travestirse. Así, Pixar sacó la peli Disney del año ("Valiente"), mientras que la Disney sacó la peli Pixar del año ("Ralph el Demoledor", la que nos ocupa, claro). Porque, qué espera uno de una peli Pixar: conceptos rompedores/demoledores (chiste fácil, vale, pero tengo sueño, ¿eh?), underdogs que se descubren a sí mismos mientras salvan al mundo, animación fuera de tiesto... todo lo que tiene "Ralph el Demoledor", vaya. Y de una peli Disney: princesas, dramones familiares, ambientación de época... todo lo que tiene "Valiente", justito. Porque, veamos, se supone que "Ralph el Demoledor" integra el mismo canon Disney que "Blancanieves y los siete enanitos", "Pinocho", "Fantasía", "Cenicienta", "Alicia en el País de las Maravillas", "La dama y el vagabundo", "La sirenita", "La bella y la bestia", "El rey león", "La princesa y el sapo"... Que cuando han tratado de salirse un tanto por los márgenes ("Fantasía" y su clasicismo over-the-top, "El caldero mágico" y su incursión en el reino de la High Fantasy, "Oliver y su pandilla" y su versión de Oliver Twist cool80s, "El planeta del tesoro" y su Space Steampunk Opera...) la cosa se ha estrellado cosa mala, no necesariamente en calidad pero sí en lo que importa, o sea, en taquilla. Como que después de un leve intento de pixarizarse con "Bolt" se sacaron la dupleta retroclasicista que es "La princesa y el sapo" y "Enredados". Irónicamente, el concepto de hacer una peli con videojuegos rondaba a Disney desde la década de los '80s (cuando Disney trató de alejarse del modelo clásico que dominaba hasta "El zorro y el sabueso" y trató de ser COOL), bajo títulos tan tristes como "Joe Jump" o "Reboot Ralph". Pero era necesario llamar a alguien de Pixar para concretar una idea como ésa (y ahora que John Lasseter el hombre tras "Toy Story" y "Cars" se mudó a la oficina de al lado, desde Pixar a Disney...). Para la tarea llamaron a un director primerizo en el cine, Rich Moore, aunque sus créditos incluyen trabajos tan finos como capítulos legendarios de "Los Simpsons" ("El héroe sin cabeza", "Llamarada Moe", "Un tranvía llamado Marge", "Tomy y Daly: La película"), la codirección del piloto de "Futurama", y, a ver qué más... ¡ah, sí! Un par de capítulos de "La casa de los dibujos". El resultado es una peli que gustó a grandes y chicos, a todas las audiencias, a las que crecieron con los videojuegos ochenteros, a los jovencitos entusiasmados con héroes queribles, a... a... a todo el mundo. ¿Todo? ¡¡¡NO!!! Una aldea poblada por irreductibles críticos resiste ahora y siempre al invasor... y se negaron a darle su merecido Premio Oscar a la Mejor Animación del 2012. Porque lo del Oscar para "Valiente" fue un robo en toda regla. Que yo defiendo a "Valiente" como una peli buena (no tan buena como el nivel que uno espera de Pixar, pero dejando eso de lado...), pero no es ni de lejos tan interesante, crítica, audaz o significativa como "Ralph el Demoledor". He ahí una cosa que nuestro entrañable Ralph no consiguió demoler...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Para mí ha sido ver esta peli y quedarme de piedra. Seriously, ¿LA DISNEY HIZO ESTO? ¿Los estudios bastión del ultraconservadurismo TRADICIÓN-FAMILIA-PROPIEDAD? Porque no es exagerado decir que esta es la peli socialmente más crítica que ha parido el estudio del pato y el ratón desde... desde nunca, vamos. De manera inconsciente, creo. O si algún guionista sabía lo que estaba haciendo, entonces entra en la categoría gol arco-a-arco y de chilenita para remate. Porque veamos. Pareciera que el mundo de "Ralph el Demoledor" está estructurado en tres partes, ¿verdad? (los héroes, los villanos, los usuarios que se gastan sus moneditas en el arcade). Error. Hay una cuarta ominosa clase de personajes en este mundo de videojuegos, tan altos, encumbrados y divinos, tan Bilderberg ellos, que ni se les ve la cara en todo el metraje. Me refiero a los programadores. Ellos literalmente crean vida. Y también crean reglas sociales. Y están tan encumbrados, que ellos y los usuarios ni siquiera se dan cuenta de que los personajes de videojuegos ESTÁN VIVOS y de que SUFREN. ¿Han visto alguna vez a un ricachón preocuparse por los problemas de la servidumbre, de los obreros, de los proletariados? Pues no, con que produzcan está todo bien. Si los personajillos de videojuegos creados para diversión de la gente bien tienen a mal descomponerse, se los desenchufa y ya, igualito a como los oligarcas de hoy en día si el mercado laboral se les regula demasiado, pues envían las fábricas a China y si los antiguos trabajadores se mueren de hambre, pues mala cueva, que para eso es economía de mercado. Los programadores de la peli tienen mentalidad de mecagontó, y los usuarios tienen mentalidad de hijitos de papi que viven sus vidas con perfecta inconsciencia de toda la gente que sufre y pena para que ellos puedan tener el último modelo de esto o aquello o la diversión de esto y más allá. Porque entre la clase alta (los humanos) y la clase baja (los personajes de videojuegos) hay una barrera infranqueable, de manera que revoluciones marxistas al carajo. ¿No suena demasiado a "somos el 99%", "somos demasiado grandes para caer"...? ¿Y cómo reaccionan los personajes de videojuegos? Pues de la manera precedible. Imposibilitados de rebelarse, ni siquiera tratan de hacerse buena la vida entre todos de manera solidaria, sino que "los héroes" son insufribles pequeñoburgueses que tratan a las putadas a los villanos, porque ellos "son mejores", "son gente", "son decentes", etcétera, y a los villanos que les envíen los rotováiler y las fuerzas de seguridad por amenazar ¡¡¡EL ORDEN!!! ¡¡¡LA SEGURIDAD!!! Porque los villanos son FLOJOS, NO SON EMPRENDEDORES y tratan de subvertir el sistema. Seguro que Repara Félix y su cohorte de bienpensantes votan Romney, Rajoy o Piñera porque votar otra cosa es plebeyo, y le hacen barra a Samuel L. Jackson en "Django sin cadenas" porque NOSOTROS NO SOMOS PLEBE Y ÉL SÍ QUE NOS ENTIENDE, aunque los mencionados consideran y tratan a esos partidarios lameculos tan como escoria social como al resto. ¿Qué le resta a los villanos? Pues hacer terapia de autoayuda y superación para sobrellevar el que fueron designados como los perdedores y los detestables del sistema desde antes de su nacimiento (y en el fondo sin merecérselo, porque los verdaderos responsables son los programadores que lo diseñaron todo). Los villanos tienen tan asumido que su rol en la vida es fijo e inamovible, que cuando Ralph el Demoledor apunta lo obvio (que sin villanos no habría juego en primer lugar), ellos le tratan de callar porque eso es SUBVERSIVO. Con su punto de razón, claro (puede que mejore la situación, pero también puede que los desenchufen a todos...). Claro que la peli no es exactamente crítica social, porque a renglón seguido se nos informa que subvertir el sistema para que sea más justo y equitativo está mal. Ralph el Demoledor se sale de su posición, y el videojuego amenaza con venirse abajo (bueno, ser desenchufado). Y peor aún... (((SPOILER GRUESO AQUÍ, SPOILER GRUESO AQUÍ, SPOILER GRUESO AQUÍ))) resulta que el villano principal de la función es un antiguo personaje de un arcade del año del ñauca que ha tenido el mismo pensamiento que Ralph el Demoledor, y se las arregla para hacer lo impensado, para joder con el programa, y apoderarse de un nuevo videojuego para él solito. (((FIN DEL SPOILER, FIN DEL SPOILER, FIN DEL SPOILER))). Al final pasa lo mismo que en "Megamente" y "Mi villano favorito", que el prota se supone que es un villano, pero al final, como eso resultaría demasiado subversivo, pues igual el villano tiene su corazoncito y se abuena frente a un villano peor que ése sí que es malo pa'que te veas. Chistoso que este trío de pelis haya llegado con menos de media década de diferencia, cuando el cine de "villano hecho héroe" brilla por su escasez en los años precedentes. Porque las tres parten de la idea de que la audiencia empatizará con un villano, y al final el villano no era tan ni tan. ¿Signo de los tiempos? Probablemente. Porque está en el aire que mucha gente se siente tratada como villano (bueno, como "inútil subversivo" que los llamó cierto alto personero chileno), y por lo tanto Hollywood, siempre sensible a las necesidades del público para seguir vendiéndoles sueños, está creando pelis en donde los villanos no son tan malos, tienen su corazoncito y todo, y no tienen complejos en subvertir el sistema si es que se les da, pero al final (no sea que la peli salga demasiado filosa y los poderes fácticos la quemen en efigie) son buenos chatos que juegan según las reglas, triunfan y ascienden en la escala social porque no mueven demasiado el piso, y al final de too, aparte que ellos mismos han conseguido ser HOMBRES DE RESPETO... pues en lo social no pasa ná, macho (bueno, quizás con un poco de mala leche, la princesa Disney de rigor decide, cosa inédita en una peli Disney, vamos, que eso de las monarquías no le va y prefiere una república). Joer, esta gente de Hollywood sí que domina el arte de quedar bien con Dios y con el Diablo.

-- Lo que todos han insistido. Que es una gozada para los viciaditos de los videogames. Por los guiños y todo eso. Tanto a los clásicos como a los modernos, muy bien homenajeados. Está muy bien, pero como todos lo han dicho, no insistiré sobre ello.

-- El soundtrack. Henry Jackman es uno de esos nombres que en poquitos años (desde el 2008) y con unos poquitos créditos a su cargo ("Monstruos vs. aliens", "X-Men: Primera generación", "El Gato con Botas", "Abraham Lincoln cazavampiros") se ha consagrado como uno de los grandes en esto de tirar soundtracks... rompedores, vuelta otra vez con el chiste fácil. Mezclar orquestación clásica con arreglos electrónicos no es algo exactamente nuevo (ahí está en TV el magnífico score de Sean Callery para "24", o en cine el excelente trabajo de Hans Zimmer y James Newton Howard para "The Dark Knight"), pero Henry Jackman consigue coronarse muy bien. Por supuesto que las mejores partes son aquellas en las que Henry Jackman compone nintendopop (porque llamarlo nintendocore es demasiado), y lo hace como los dioses: PARECE 8-bits, pero no es ni de lejos tan simplón como la musiquita de los arcades 80s. La peli inserta también otras canciones, que por una vez en la vida no parecen forzadas ni metidas a presión al soundtrack para hacerlo vendedor, sino que de verdad se integran de manera armónica. Que Henry Jackman no se llevara el Oscar de cajón se explica porque la competencia estaba dura este año (principalmente por parte de "La vida de Pi" de Mychael Danna, y en menor medida por "Skyfall" de Thomas Newman), pero ¿ni una miserable candidatura siquiera? ¿En el año en que parece que las candidaturas se estaban rifando y el bingo le tocó a John Williams por "Lincoln"? Gerontócratas de Hollywood, háganselo ver o pónganse a pastar, por favor.

-- Premio a la línea más macarra que he escuchado en una peli de Hollywood en años: "El Juicio Final y el Armagedón acaban de tener un bebé... y es... HORRENDO" (en el doblaje español latino le pusieron un descafeinado/aguado "la miseria y la desgracia acaban de tener" etcétera". Ignoro cómo habrán doblado la línea en el ezpañoh de Ezpaña, ya me informarán los lectores de allá).

IDEAL PARA: Ver una peli Disney mucho más profunda y significativa, en varios sentidos, que el promedio.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].


domingo, 24 de marzo de 2013

"El Rey Escorpión 2: El ascenso de un guerrero" (2008).


-- "The Scorpion King 2: Rise of a Warrior". Estados Unidos / Sudáfrica / Alemania. Año 2008.
-- Dirección: Russell Mulcahy.
-- Actuación: Michael Copon, Karen Shenaz David, Simon Quarterman, Tom Wu, Andreas Wisniewski, Randy Couture, Natalie Becker, Jeremy Crutchley, Shane Manie, Chase Agulhas, Pierre Marais, Warrick Grier, Az Abrahams, Vaneshran Arumugam, Mike Thompson.
-- Guión: Randall McCormick, basado en el personaje creado por Stephen Sommers.
-- Banda Sonora: Klaus Badelt.

-- "El Rey Escorpión 2: El ascenso de un guerrero" en IMDb.
-- "El Rey Escorpión 2: El ascenso de un guerrero" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En el mundo de los acadios, el principal y más chupi honor de todos es ser parte de los Escorpiones Negros, una especie de guardia pretoriana y trámestoaquello en Mesopotamia (bueno, suponemos, que eso de ser exactos con las referencias históricas en el cine está algo demodé). Hay un guerrero muuu chupi que no quiere que su hijo siga sus pasos porque los Escorpiones Negros no son héroes sino que hacen cosas reprobables y todo. Pero por una de esas vueltas del destino, el chico, que no es otro sino Mathayus, el que aparecerá después con el rostro de La Roca (WTF?) en dos pelis más como el Rey Escorpión, acaba siendo reclutado precisamente en los Escorpiones Negros. Hay un tipo llamado Sargón al que esto le cae muy mal, y se las arregla para usar los poderes de la magia negra y la oscuridad blahblahblah para matar a distancia al padre de Mathayus, sin que nadie se entere, y ahí tenemos a Mathayus jurando venganza. Pasan seis años, y Mathayus se ha convertido en un Escorpión Negro, y va a la ciudad sólo para enterarse de que ahora Sargón es el rey en el lugar del rey, y debe jurarle obediencia por ser el rey, etcétera. El caso es que Sargón le hace un encarguito especial, nada del otro jueves (¡a sabiendas de que es el hijo del tipo al que mandó matar, eso es pasarse de listo!), sólo matar a su hermano porque lo pillaron entre la multitud haciendo un uso demasiado temprano del derecho de disensión frente al trono. El caso es que Mathayus se niega a matar a su hermano, mata a los guardias de Sargón, y casi mata a Sargón mismo, salvo que éste es muy chupi y muy poderoso, así es que tiene que escapar. Y en la fuga, como si con vengar a papi no bastara, también matan al hermano, algo que Mathayus recibe con mucho fastidio porque ya son dos miembros de la familia que se los tiene en cobranza a Sargón, y nosotros con felicidad porque harto que fastidiaba el crío. El caso es que Mathayus, uniendo fuerzas con una guerrera de cuerpo mansopotámico y un historiador griego (¡como suena!), emprenden un arriesgado viaje en pos de la única arma que podría eventualmente matar a Sargón...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Esta precuela del spin-off de la secuela del remake de... er... ¿se perdieron? Voy de nuevo. "El Rey Escorpión 2: El ascenso de un guerrero", precuela de "El Rey Escorpión", que a su vez es spin-off de "La momia 2", que a su vez es secuela de "La momia", que a su vez es un remake de "La momia" con Boris Karloff, es el último sacacuartos (as far as 2010) en la franquicia iniciada por el avispado Stephen Sommers en 1999. Bueno, ésta y "La momia 3: La tumba del Emperador Dragón" [UPGRADE: Después vino "El Rey Escorpión 3: La batalla por la redención". 16-IV-2014]. Porque debían estrujar la franquicia. "La momia" había conseguido transportar a los tempranos 2000s todo el encanto de las seriales de matiné de los '30s, que en los '80s habían sido revitalizados por "Los cazadores del Arca perdida" y secuelas de Indiana Jones, y a conocimiento de que éstas habían envejecido pelín lo suyo (como lo testimonió el propio Harrison Ford cuando agarró de nuevo el sombrero y el látigo en "Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal"). Ya era tiempo en 1999 de volver a plantear esas viejas historias de arqueólogos egipcios enfrentados a las maldiciones faraonescas, y la peli se forró. El giro ingenioso vino cuando metieron al personaje del Rey Escorpión en "La momia 2", con el exclusivo fin de sacar después un spin-off. La jugada salió bien, "El Rey Escorpión" fue una peli interesante dentro de lo suyo (revitalizar el viejo cine peplum, así como "La momia" había revitalizado el cine de maldiciones egipcias), e inevitablemente debía venir la secuela. Que para seguir la moda atrozmente traída desde "La amenaza fantasma", fue una precuela. Ahora sólo falta la historia de la Momia y el Rey Escorpión del universo paralelo, y la tenemos liada. Bueno, a la fecha de escribir y postear esto no he visto "El Rey Escorpión 3: La batalla por la redención", así es que me espero cualquier cosa (y según he leído por ahí, la tercera parte es una mugre total, pero ustedes ya me conocen, y espero me compadezcan por esa tendencia a gravitar hacia cierto infracine que, bueno...). Total, esta mazamorra no puede ser más enredada que la continuidad de las cincuenta millones de secuelas de "Highlander"... [UPGRADE: Al final sí terminamos viendo la tercera parte en cuestión, como lo prueba el hecho de que publicamos el comentario que ustedes pueden leer siguiendo el enlace. 16-IV-2014].

¿POR QUÉ VERLA?

-- Antes de que una vez más me acusen de defender lo indefendible (qué esperan, soy un gato detrás del teclado, ¿nunca han visto un gato arañando de espaldas antes?), diré que esta peli es mala de cojones y no vale la pena el visionado si es que esperas algo bueno. Pero si sólo esperas un matarratos entretenido y descerebrado (y perfectamente olvidable después de verla, todo sea dicho), la verdad es que funciona bien. Vamos por partes. La peli tiene toda la buena voluntad del mundo de prolongar las aventuras de Mathayus, pero pierde una de sus bazas más valiosas cuando La Roca declinó volver a interpretar el personaje (¡pero, hombre, si es tu personaje más famoso!), y le dieron el rol al mucho más insípido Michael Copon (y no es que no se esfuerce el chico, seamos justos, pero es que La Roca es mucho La Roca). A partir de ahí tienes a una panda de guionistas que tratan de construir una aventura con aroma justamente a eso, a aventura, y la verdad es que les sale resultón, dentro de lo que es el cine peplum serie B de toda la vida. Tienes un poco de aventura que no está mal dentro de lo limitado del presupuesto, están las dos clásicas chicas peplumitas (la tetona buena y la... bueno, está bien tapada así es que no sabemos, pero la quizás tetona mala), el villano malo muuu malo, la viejísima trama de "forzudo que derroca al tirano local", etcétera. Incluso puedes perdonarles algunos plagios evidentísimos, como por ejemplo que a Noah (el hermano del héroe, con nombre bíblico y además no se salva de ningún Diluvio Universal, miren) lo arrestan por hablar contra el tirano en público, escena que recuerda muy de cerca aquella de "Flash Gordon" de 1980 en que a Flash se le va la boca hablando en el salón del trono de Ming el Despiadado (incluso más o menos en la misma parte de la peli), por no hablar de esa frase final que calca descaradamente la última línea de "Conan el Bárbaro" de 1984. Con un poco de manga ancha, hasta son perdonables idas de olla como que el compañero del prota es un historiador griego que cita a Heródoto (¡en el tiempo de los acadios!), porque no afectan negativamente la trama y son fácilmente extirpables (reemplaza a un griego por un cretense y tienes más o menos lo mismo). Claro, está el tema del presupuesto, que lo hace lucir todo como una especie de episodio piloto para una serie de TV (y no me extrañaría que esto hubiera sido planeado desde el inicio como un "backdoor pilot"), además de haber contratado al impresentable Russell Mulcahy como director, que le dio el palo al agua con "Highlander" y quedó como un tipo muuu respetable hasta hundirse él mismo con "Highlander 2" (lo último suyo antes de "El Rey Escorpión 2" era "Resident Evil 3", nuff said). Pero incluso es perdonable si es un direct-to-DVD y no una peli de cine en forma. La joda realmente jodida viene cuando tratas de encajar esta peli dentro del universo mitológico al que supuestamente pertenece, que es al de la Momia. Los guionistas algún esfuerzo le ponen (se menciona la Lanza de Osiris, por ejemplo, que sirve para combatir al Rey Escorpión en "La momia 2"... ups, spoiler here). Pero hay tantos fallos de continuidad, algunos de ellos muy groseros, que hacen pensar si el guionista se tomó la mínima molestia de ver "La momia", "La momia 2" y "El Rey Escorpión" antes de haber acabado su guión. Se mencionan las pirámides como algo existente, cuando en "La momia 2" se dice (correctamente desde el punto de vista histórico) que el Rey Escorpión es muy anterior a éstas. El historiador griego Heródoto, por su parte, vivió en el siglo V a.C., o sea, cerca de 2500 años después que el Rey Escorpión debió hacerlo (o si lo asumimos como "acadio", como se hace en "El Rey Escorpión", cerca de 1500 años después). Se le vincula por primera vez con los escorpiones a través de los Escorpiones Negros, cuando en "El Rey Escorpión" y "La momia 2" había quedado claro que el apodo venía de otra parte. Y se inventa todo un trasfondo del inframundo, que no calza por ninguna parte con lo visto en las anteriores entregas (ni con "La momia 3", ya vistos). La cuestión es que, si bien una serie B de aventuras peplumitas ligera y entretenida, nadie la iba a ver por eso, sino por ser la precuela del universo narrativo que con "La momia" y secuelas que aprendiste a amar, y por lo tanto esos fallos de continuidad son gravísimos. De acuerdo que "La momia 3" era tan mala como ésta, pero además, agravante mayúscula, al menos "La momia 3" gozaba de un presupuesto solvente, mientras que "El Rey Escorpión 2" en ese rubro llega a dar lástima, así es que ni por esas. ¿Mi recomendación personal? Si tienes el coraje y las agallas de sentarte a ver esta peli, olvídate que estás ante la precuela de "El Rey Escorpión", olvídate del numerito 2 en el título, y vela mejor como una simple peli de aventuras autocontenida, o incluso por qué no como una continuidad paralela a "El Rey Escorpión" y las de la Momia originales, un poco como "Hércules" con Steve Reeves o similar (bueno, más como Kevin Sorbo, ya me entienden), y se te hará mucho más disfrutable. O menos fastidiosa, a según.

IDEAL PARA: Fanáticos ultracompletistas de la franquicia de La Momia, y fanáticos del peplum con muuuuuucho sentido del humor.

jueves, 21 de marzo de 2013

"El Rey Escorpión" (2002).


-- "The Scorpion King". Estados Unidos / Alemania / Bélgica. Año 2002.
-- Dirección: Chuck Russell.
-- Actuación: Dwayne Johnson, Steven Brand, Michael Clarke Duncan, Kelly Hu, Bernard Hill, Grant Heslov, Peter Facinelli, Ralf Moeller, Branscombe Richmond, Roger Rees, Sherri Howard, Conrad Roberts, Joseph Ruskin, Esteban Cueto, Nils Allen Stewart.
-- Guión: Stephen Sommers, William Osborne y David Hayter, basados en una historia del primero y de Jonathan Hales.
-- Banda Sonora: John Debney.

-- "El Rey Escorpión" en IMDb.
-- "El Rey Escorpión" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Son los tiempos antiguos, tan antiguos que esto es una... ¡¡¡PRECUELA!!! Pero aunque antiguos, el mal ha tenido tiempo de crecer y amenaza con conquistar a todo el mundo civilizado, etcétera. Por supuesto que los defensores de las naciones libres (o sea, los caciques tribales no conquistados, nadie espere democracia en estas pelis) se reunen y deciden qué harán. El punto débil de Memnon, que así se llama el villano (sí, es un nombre griego en tiempos de los acadios, qué pasa con eso) es una hechicera que ve el futuro. Mata a la cheerleader, salva el mund... er, perdón, mata a la hechicera, salva el mundo. De manera que contratan al último de los acadios, que será el último, pero es que oigan... es... THE ROCK!!! IF YOU SMELL WHAT THE ROCK IS COOOOOOKIIIIIING...!!! (coo-KING... foreshadowing, eh?). De manera que tenemos a The Rock (llamado Mathayus, pero es que oigan, es como darle nombre a un personaje de Arnold Schwarzenegger, si al final siempre es Chuarzenega) en misión comando contra el campamento enemigo. La cosa sale bastante mal, pero The Rock, er, perdón, the Scorpion King, no se rinde, y ataca de nuevo. Era que no. La hechicera en cuestión no es una vieja erudita y sabia en cuestiones de la vida, sino una jovencita oriental con muy poca ropita que se ve de lo más bien en Maxim, y a quien su don no ha llegado después de años de inenarrables sufrimientos que han purificado su alma hasta alcanzar la sabiduría etcétera, sino que le ha llegado porque... en fin, es un don, lo tiene y punto (Kelly Hu, en sus buenos y brevísimos quince minutos de fama). De manera que ahí tenemos al Rey Escorpión corriendo detrás de la hechicera y dispuesto a linchar al villano para quedarse con ella... IF YOU SMELL WHAT THE SCORPION KING IS COOOOOOKIIIIIING...!!!

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

A finales de los '90s, con el triunfo de "Matrix", y la nueva generación de efectos especiales por computadora capaces de mostrar monstruos como nunca el arte de Ray Harryhausen pudo, parecía que el viejo sword & sandals de toda la vida estaba sentenciado a muerte. O muerto, derechamente. ¡Y no! Ridley Scott usó CGI para recrear peazo coliseos en "Gladiador", la cosa fue grito y plata, y todos los estudios se volvieron hacia el género como si nunca lo hubieran abandonado en primer lugar, figúrense. Entre medio, la arriesgada apuesta de traer de regreso a la vida nada menos que... a... ¡"La momia"! ...rindió tantos dividendos, que salió un "La momia 2" y un "La momia 3: La maldición del Emperador Dragón". En "La momia 2" pusieron explícitamente una subtrama metiendo al Rey Escorpión con calzador e invitando a la Roca para ver si saltaba la liebre. Y saltó. Tanto, que salió esta secuela, o precuela mejor dicho, en que tomaron al personaje. Porque hay que ver hasta donde quieren estrujar la teta los de Hollywood: esto es una precuela de "La momia 2", que a su vez era secuela de "La momia", que a su vez era un remake de "La momia" con Boris Karloff (y a su vez, esta precuela de la secuela del remake engendraría su propia ya no digamos secuela sino franquicia, namely "El Rey Escorpión 2: El ascenso de un guerrero" y "El Rey Escorpión 3: La batalla por la libertad", aunque esta vez por supuesto direct-to-DVD y por supuesto sin The Rock para animar el cotarro). La cosa salió bastante bien en lo que cuenta, o sea, en la taquilla: costó 60 y recaudó 160 millones. Tal cual. Nada mal para el tipo que dirigió (me cabe su filmografía entera como director aquí) "Pesadilla 3: Los guerreros del sueño", "La mancha voraz", "La máscara", "El protector" e "Hija de la luz", currículum que puede resumirse aún más en "de tanto en tanto hasta le atino donde poner la cámara y too".

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli tenía todas las papeletas para ser una mugre. Hablamos sobre una peli de un género en esa época en la UCI, con un actor del que nadie sabía a ciencia cierta qué esperar, un director que tanto te deja arriba con "La máscara" como te drena el hígado con "Hija de la luz", y que en el fondo es una maniobra desesperada de los estudios para seguir chupando a cuenta de las pelis de la Momia, en una época en donde nadie sabía si iba a salir una tercera (salió: la infame "La momia 3: La tumba del Emperador Dragón", que más valía no haberla rodado en primer lugar). ¡Y figúrense! ¡Resulta que la peli es entretenida! ¡Y es más que entretenida, es BUENA! Por varias razones. En primer lugar, la peli se mantiene en ese equilibrio justo de tomarse a sí misma en serio como para que las peripecias de los personajes nos interesen y sus peplas se vean espectaculares, pero no tanto que caiga en el ridículo más supino con un argumento que, bien en el fondo, es casi una partida de rol onscreen. Y en segundo lugar, todos los actores están en su punto, partiendo por la Roca tan superlativo que después de esta peli parecía ser the next best thing en materia de héroes de acción (lástima que después se lo fusilara con la inenarrablemente mala "El tesoro del Amazonas", pero bueno...), siguiendo por una Kelly Hu sexy de infarto, un Steven Brand tremendamente odioso como villano, y las apariciones delicatessen de Bernard Hill (Theoden de "Las Dos Torres" y "El regreso del Rey", en esa época chupando cámara a cuenta del prestigio de su rol en dichas pelis) y Michael Clarke Duncan como un afortunadísimo casting en una peli de estas características (Bastet, cómo se lo echa de menos). En realidad es poco más lo que se puede comentar de esta peli: es simplemente cine de entretención y nada más que eso, con un guión sencillo (pero no necesariamente simplón, ojo) y asumido plenamente dentro de lo que se espera. Es decir entretención de alturas, entretención como siempre debería hacerse, con personajes carismáticos, peripecias con cierto ingenio dentro de la fórmula (la escena con las hormigas es de antología), chicas buenorras y escenas de acción rodadas como corresponde (nada de pulso epiléptico aquí). ¿Qué más se puede pedir? La crítica en su tiempo la consideró como una peli menor, porque bueno, no arrojaba nueva luz sobre la naturaleza humana ni reflexionaba sobre los problemas metafísicos de la postmodernidad, pero es que vamos, no todo va a ser postestructuralismo tampoco, manga de aburridos. Pero Cine 9009 es un blog comprometido con el sufrido espectador, no con esos pretenciosos señoritos intelectualoides en sus torres de marfil, así es que no tiene ningún problema en proclamar lo obvio: que esta peli es uno de los mejores blockbusters de la década. Y si aún tienen el atrevimiento de dudar de la palabra de felino de vuestro seguro servidor el General Gato, entonces échense entre pecho y espalda "El Rey Escorpión 2: El ascenso de un guerrero", y echen un vistazo a cómo con el mismo material se podía haber perpetrado un horror en que todo lo que podía salir mal, salió mal (y merecido se lo tendrían, por dudar de este esforzado servidor). ¡Diablos, si está a años luz más mejol que "La momia 3: La tumba del Emperador Dragón", que rodó con dos veces y media el presupuesto de ésta!

IDEAL PARA: Ver una peli de aventuras simplemente espectacular.

domingo, 17 de marzo de 2013

"Jack Reacher: Bajo la mira" (2012).


-- "Jack Reacher". Estados Unidos. Año 2011.
-- Dirección: Christopher McQuarrie.
-- Actuación: Tom Cruise, Rosamund Pike, Richard Jenkins, David Oyelowo, Werner Herzog, Jai Courtney, Vladimir Sizov, Joseph Sikora, Michael Raymond-James, Alexia Fast, Josh Helman, Robert Duvall, James Martin Kelly, Dylan Kussman, Denver Milord.
-- Guión: Christopher McQuarrie, basado en el libro de Lee Child.
-- Banda Sonora: Joe Kraemer.

-- "Jack Reacher: Bajo la mira" en IMDb.
-- "Jack Reacher: Bajo la mira" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una de las mañanas cualquieras en los Yueséi en que la gente sale a hacer sus cosas cotidianas como ir a trabajar, pasearse por los mall, ir al gimnasio o revolcarse de manera adulterina, un tipejo se le ocurre hacer lo que hacen todos los locos sonados en ese país, o sea, sacar un arma de ná y ponerse a disparar en vez de, digamos, pagar un psiquiatra. Después de que han caído como cinco muertitos, llega un polizonte que, como es más listo que el hambre, descubre que el tipejo ha dejado una moneda en un parquímetro, y en la moneda está la huella digital, claro está. A través de la misma identifican al francotirador. Ahora bien, el tipo tiene un borrón de padre y señor mío, y según él no se acuerda ni pijo de lo que pasó. Brainwashed and crazy? Quién sabe, pero esto parece un trabajo para... ¿Superman? ¿James Bond? Ná, que a ésos los conocen mucho y además sus franquicias están más que protegidas con rotváileres, minas antipersonales, y peor aún, con abogados. De manera que nuestro francotirador grita (o escribe mejor dicho, tiene sentido en contexto) LLAMEN A JACK REACHER. ¿A quién?, pregunta el fiscal. ¿A quién?, pregunta la (bella, por supuesto) abogada defensora. ¿A quién?, pregunta el polizonte. Pues... al tipo que está viendo la tele, que es Tom Cruise, y que parte a entrevistarse con el sujeto. Resulta que el sujeto no es su amigo, y de buena gana lo sepultaría en prisión, pero también Jack Reacher es un hombre de honor, y si hay cosas raras en el caso, las investigará, figúrense que no. ¡Ah! Por supuesto que la bella abogada defensora (bueno, hay gente que se queda más bien frío con Rosamund Pike, pero yo no tendría problemas en ponerme a ronronear encima de ella) es la hija del fiscal, que está aliado con el policía para apremiar al tipo a que confiese y condenarlo y mantener la reputación de invencible que se ha ganao. A poco de andar, y esto no es un spoiler porque la peli igual lo revela bastante antes de la mitad, detrás de todo el tiroteo hay una siniestra conspiración y nada es lo que parece y se necesita toda la perspicacia y toda la machorrería de ¡¡¡TOM!!! para resolver el acertijo. Que ni es la gran cosa tampoco, y bastante predecible además, pero que tiene su chicha, no se crea que no.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Pobre ¡¡¡TOM!!! Seguro que somos el único lugar en la blogósfera en donde le tenemos respeto a esa pareja gemela que son Tom Cruise y su enorme ego. Tanto que escribimos su nombre en mayúsculas y con tres de exclamación adelante y con tres de exclamación atrás, para sumar la cifra mágica de nueve caracteres que, como todos saben, está en relación con las cuatro letras del tetragramón de YHVH y tal (cientólogo, ¿recuerdan?). El caso es que ¡¡¡TOM!!! ha sobrevivido a millones de cosas, incluyendo haberse liado con Penélope Cruz y ponerse a saltar como desaforado sobre un sofá. Aunque a medio morir saltando. Que a comienzos de los 2000s la estaba haciendo de oro con "El último samurai", "Colateral" y "La guerra de los mundos", para después empezar a desbarrancarse. Que ni con "Leones por corderos" o "Operación Valkiria" logró mantenerse a tope (buenos papeles en pelis bastante interesantes ambas, pero ya saben, taquilla manda), y luego de tratar de ganarse a la platea con su autoparódico rol de "Una guerra de película", se terminó de tirar al barranco con Cameron Diaz de compañía en la deleznable "Encuentro explosivo". En la actualidad, pareciera que ¡¡¡TOM!!! está a solo una secuela que no se realice de "Misión Imposible", de irse ahogado a pique, porque en puridad fue "Misión Imposible: Protocolo Fantasma" el que lo mantuvo sobre la línea de flotación. Quizás tratando de diversificarse, sus ojos bellos y soñadores (y siempre de ceño fruncido hasta cuando se ríe, que eh-muh-shulo-él) se posaron en una saga de novelas llamada Jack Reacher. Por alguna razón no adaptó al cine la primera, sino una de bastante más atrasito, así como "Doctor No", la primera peli Bond, no se basó en la primera novela de 007 (ver mi posteo acerca de la larga y revuelta ensalada de derechos sobre James Bond en Siglos Curiosos). La jugada resultó bastante bien. La crítica ha tratado a la peli con benevolencia, y la taquilla ha respondido no de manera espectacular (algo por encima de los 200 millones de ingresos, una cifra bastante modesta para los estándares de Hollywood), pero considerando que costó apenas 60, se puede considerar que está bien.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Nadie va a defender a "Jack Reacher: Bajo la mira" como la OMAIGÓH revolución en el cine ni mucho menos. No es ni más ni menos que otra peli de acción urbana. Pero dentro de su género y tipo, está más que bien. Los 60 millones se ven bien invertidos, y la cosa no se ve como un penoso telefilme de sobremesa. El guión es un tanto básico, y el principal misterio gira en torno al problema del tiroteo, porque tanto la identidad como el motivo del villano de turno son un tanto genéricos, más del tipo "somos los malos para que los buenos tengan algo que hacer". La peli es incluso predecible a ratos (es que cuando ves que el abogado defensor es mujer y además sabe hacer ojitos y too, ya sabes cómo va a acabar la cosa. Y no, no falla). Por suerte tenemos como director a una rara avis que sabe lo que tiene entre las manos (otro thriller más), y no trata de pasarse de roscas en ningún minuto vendiéndonos que tenemos la mejor y más espectacular peli de todas, ni cae en el extremo contrario de la distancia y la autoparodia. Sabe que tiene una historia quizás no buena, pero que se le puede sacar partido, y la rueda de la mejor manera que puede, y puede bien. ¡¡¡TOM!!! está chulo, sí, pero un poco más contenido que de costumbre; no esperen marcianadas como las del superagente chupi de "Encuentro explosivo", o andarse trepando a los rascacielos de Dubai como en "Misión Imposible: Protocolo Fantasma". Rosamund Pike está en un rol un tanto cliché, pero lo saca bien como la buena actriz que (a veces) demuestra ser. Es toda una sorpresa ver a un tipo tan poco hollywoodense como Werner Herzog es el villano (¡sí, leñe, "Aguirre la ira de Dios", "Fitzcarraldo", "Nosferatu"...), aunque por algo es el jodido Werner Herzog, que cuando aparece en pantalla consigue ser siniestro en grado sumo sin necesidad de hacer otra cosa más que actuar (o sea, sin esos otros apoyos típicos que son la música siniestra, la cámara siniestra, el maquillaje siniestro... bueno, un poco de esto último). Mención de honor para Robert Duvall en un breve papel que nos muestra lo cascado que está el pobre hombre (y es que los años no perdonan), pero que sigue siendo un grande de toda la vida. Y la gran sorpresa y revelación es Alexia Fast en un lúbrico rol de niña-mujer que genera bastante mala baba (y además la chica parece que actúa, algo que en su caso sería más evidente si el guión, los diálogos y el rol mismo tuvieran algo más de calado en sí). En resumen, aunque la peli no sea un must-see, ni debas ir corriendo al cine a verla, ni tengan que picarte los dedos mientras la estás descarg... er... arrendando en DVD/Blue-Ray en Blockbuster, sí, eso es, es de esas pelis que dan gusto de verlas por lo bien hechas que están. Conseguir eso con una peli tan conecta-los-puntos como ésta es todo un logro. Leñe, hasta iría a ver la secuela si es que la rodara el mismo equipo. Porque en un mundo de estirados de mierda que o es el puto Dark Knight o es una reverenda mierda, alguien tiene que defender las pelis que se conforman con ser decentes y tener dignidad. Que no es poco. "Encuentro explosivo", ya que la mencionamos hace poco, costó el doble y recaudó ganancias bastante significativas (no a nivel blockbuster, pero ya me entienden), y ésa sí que era un pozo sin fondo de inmundicia.

IDEAL PARA: Quienes quieran ver una peli de acción digna que no se pase de roscas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

jueves, 14 de marzo de 2013

"Sie7e psicópatas" (2012).


-- "Seven Psychopaths" (título original en inglés), "Siete psicópatas" (título natural en España, sin intercalar un 7 ni otras zarajandas). Inglaterra. Año 2012.
-- Dirección: Martin McDonagh.
-- Actuación: Colin Farrell, Christopher Walken, Sam Rockwell, Woody Harrelson, Tom Waits, Abbie Cornish, Olga Kurylenko, Željko Ivanek, Linda Bright Clay, Long Nguyen, Harry Dean Stanton, Amanda Mason Warren, James Hébert, Christine Marzano, Kevin Corrigan, Gabourey Sidibe, Michael Pitt, Michael Stuhlbarg, Helena Mattsson.
-- Guión: Martin McDonagh.
-- Banda Sonora: Carter Burwell.

-- "Sie7e psicópatas" en IMDb.
-- "Sie7e psicópatas" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un personajillo está interesado en escribir sobre psicópatas. Colin Farrell. Ya pueden reirse. Porque el hombre no será Hannibal Lecter, pero después de algún que otro incidente, muy sobrio de cabeza no debe de andar (aunque por otra parte, comparado con Ch. Sheen...). La cosa está candente porque parece que hay un psicópata rondando allá afuera, matando gente estilo psycho serial killer. O algo así. En paralelo, el escritor tiene un buen amigo que, como todo buen amigo en las pelis, tiene por misión ser entusiasta, una lacra, ser irreflexivo, causar problemas y en general joder la pita. O algo así. Resulta que en paralelo le han secuestrado el perro a un conocido mafioso. ¿Quién? El amigo meteproblemas, claro, quién más (su modus vivendi es exactamente ese, secuestrar perritos y después, cuando ponen recompensa, ir a devolverlos y cobrar). O algo así. En paralelo está Christopher Walken, cuya esposa es negra, y como un matrimonio interracial es contranatura para las oficinas de casting, resulta que la señora está un poco más pa'llá. En paralelo el escritor, al que de paso lo ha dejao la señora o la noviecita o la recibefollas o la no sé, resulta que el mejor amigo lo sigue defecando, poniendo un aviso para que los sicópatas se contacten con él y le cuenten su historia. O algo así. Un sicópata aparece, y cuenta una entretenida historia acerca de cómo eran asesinos seriales él y la señora, que era negra, y que podría ser o no ser la esposa del otro tipo, del Christopher Walken. O algo así. Entretanto el mafioso se lanza a la búsqueda de su perrito regalón, porque si hay algo que los mafiosos psicópatas aman por sobre todas las cosas, es su mascota. O algo así. (¿Han notado el detalle de que éste debe ser el único villano con perro regalón en vez de gato regalón? Bien por esta peli, 1 punto ganado). De una manera o de otra los tres pesadotes (el escritor, el amiguete meteproblemas secuestraperros y Christopher Walken) se encuentran, y terminan huyendo del mafioso. O algo así. Y suma y sigue. O algo así.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

"Pulp Fiction" fue una peli revolucionaria. No por lo que contaba claro. No en balde, era una revisión de todos esos pulps serie B que forman parte del hard drive de toda una generación, los nacidos ante-1980, añico más o añico menos. Fue revolucionaria porque era... ¡¡¡POSMO!!! O sea... Post-Moderna. Post-Estructuralista. Post-Discursivista. Post-Formalista. Post-Filosófica. Metalingüística. Claro, no inventó la pólvora ni mucho menos, pero con cierta manga ancha, podemos decir que la codificó, que enseñó el cómo se hace. Irónicamente, "Pulp Fiction" que es la segunda peli del Tarantino, es la versión hipervitaminizada y con esteroides de su primer hit, que es "Los perros de la calle", que es menos famosa, y por lo mismo más celebrada por la comunidad hipster, y por una vez y sin que sirva de precedente, es mejor que la original, aunque sea porque "Pulp Fiction" se esfuerza tanto en ser más que "Los perros de la calle", que al final la otra por ser más compacta y cerrada termina siendo y cayendo más redonda. Como Quentin Tarantino enseñó el cómo, ahí se colgaron una punta de directores culturetas a rodar más o menos las mismas cosas, hasta que Tarantino terminó transformándose en algo así como su propio (sub)(-o infra, si quieren)género fílmico. Hoy en día podemos decir que una peli es una tarantiniada y todo el mundo capisce de una. ¿Guy Ritchie, alguien? ¿"Airbag", alguien...? Pero como con el realismo mágico a lo García Márquez, una que su creador no fue capaz de evolucionar más allá (o no lo dejaron, porque cuando se pulió con "Jackie Brown" se pegó costalazo padre, y desde ese entonces no abandonó la fórmula segura y se ha autoplagiado con "Kill Bill", "Bastardos sin gloria", "Django sin cadenas"), y dos que los follow the leader lo copiaron como autómatas, sin aportar verdaderas ideas nuevas. Hasta el punto que cuando vemos una tarantiniada algo más refinada, no la reconocemos como parte del género. Ese es el caso con Martin McDonagh, quien nos regaló una preciosa tarantiniada con "Escondidos en Brujas", y aquí vuelve a repetirse.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Hagamos un poco de cine-ficción. Echémonos en la máquina del tiempo y regresemos década y media en el tiempo, a ese 1997 en que Quentin Tarantino rodó "Jackie Brown". Digamos que las masas de adolescentes que reverenciaban a Tarantino, en vez de volverle la espalda porque la peli había bajado un poco las revoluciones del estilo (y los fanáticos de Tarantino son como los de las pelis de Godzilla, que son unos poseros de mierda que les importa un pucho el cine, y les gusta Tarantino porque rueda balaceras cool), hubieran echado a andar sus (escasas) neuronas y hubieran reconocido a un artista en proceso de maduración. Digamos que Tarantino, con ese respaldo emocional, hubiera crecido y crecido cada vez más como cineasta en vez de infligirnos "Kill Bill vol. 1" (totalmente superflua, porque te ves "Kill Bill vol. 2" y te enteras de todo y no te sobra nada). Al final, bajando y depurando el estilo hiperconectivizado y yendo a la esencia de sus historias, quizás hubiera terminado un poco rodando este binomio que es "Escondidos en Brujas" y "Sie7e psicópatas" (binomio por el estilo, se entiende, que son historias y premisas completamente diferentes). Esta peli pertenece un poco al género de "historias que cuentan una historia sobre cómo contar una historia". El guión escrito por el propio Martin McDonagh es un poco lo de menos, porque en realidad es un reflejo o espejo de la propia historia que se está escribiendo. En donde se hace más obvio es cuando el prota dice que quiere escribir un guión en donde toda la primera parte sea la traca de balaceras y etcétera, y la segunda sea lenta-introspectiva-desértica, y la peli hace justamente ese recorrido (al final las cosas se modifican porque otro personaje decide que "este va a ser el final que YO quiero", y estalla la pelea entre las dos primadonas, pero eso es después). El paso lógico final hubiera sido que el prota interpretado por Colin Farrell se llamara Martin McDonagh como el guionista, así como el prota de "El ladrón de orquídeas" escrito por Charlie Kauffman se llamaba de manera autorrecursiva también Charlie Kauffman (bueno, el personaje de Farrell se llama Marty Fanaran, que tiene un airecillo de familia con Martin McDonagh). La peli termina transformándose así en una especie de artefacto artificioso. A partir de aquí, la valoración depende como de costumbre de las inclinaciones del espectador. Si te va el cine postmoderno autorreferente que es "una reflexión sobre la reflexión sobre el arte de reflexionar sobre la reflexión", entonces la peli estará bien. Si no es el caso, entonces va a ser un aburrimiento mortal (seriously: cuando fui al cine a verla, hubo gente que en el segundo acto se paró y se mandó a cambiar). Mi opinión personal es que la peli está en general bien, pero no deja de ser lo que es, un artefacto, y por lo tanto hay que tenerle paciencia e ingresar en el juego. Si andas buscando una comedieta sicopática sobre tipos de gatillo fácil diciendo chascarrillos o recitando Ezequiel versículo nomeimporta-nomeacuerdo, ni te le acerques. Pero si te interesan los experimentos formales, esta peli funciona bien. Ayuda por supuesto tener un buen elenco actoral, con un Colin Farrell algo más relajado que de costumbre, un Sam Rockwell más salidísimo que de costumbre (llegó 2012 y pasó 2012 y no se acabó el mundo, y Rockwell seguirá interpretando personajes escabados del sobaco), Woody Harrelson se divierte como siempre se ha divertido con sus personajes bordes... Olga Kurylenko aparece apenas en una escenita, aunque con poca ropita (por desgracia no tan poca como "Hitman: Agente 47", pero en fin), y Abbie Cornish está ahí para decir hola y cobrar el cheque. Pero el gran motor de la peli es un Christopher Walken inmenso como la vida, haciendo lo que hacía tiempo no hacía, o sea, mandarse un peazo actuación (seriously again, este tipo hace muchos años que viene pareciendo una autoparodia de sus años de gloria), y robándose cada escena en la que aparece en las narices de los protas oficiales. Quizás el mayor lastre de esta peli es que para quienes vimos "Escondidos en Brujas" y sabemos que el director es el mismo, encontraremos mejor y más redonda la otra, ya que ésta es más ambiciosa y también se queda un poco corta en cuanto a sus ambiciones (lo que añade en torno a pensar el pensar del cine no es mucho que digamos). Pero bueno, eso es un detalle de exigencias. Lo principal es lo que decía hace un rato, que el respetable la gozará a según qué expectativas.

IDEAL PARA: Gente que les gustan las pelis que plantean juegos a su público.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, subtítulos en español].

domingo, 10 de marzo de 2013

"Lincoln" (2012).


-- "Lincoln". Estados Unidos. Año 2012.
-- Dirección: Steven Spielberg.
-- Actuación: Daniel Day-Lewis, Sally Field, David Strathairn, Joseph Gordon-Levitt, James Spader, Hal Holbrook, Tommy Lee Jones, John Hawkes, Jackie Earle Haley, Bruce McGill, Tim Blake Nelson, Joseph Cross, Jared Harris, Lee Pace, Peter McRobbie.
-- Guión: Tony Kushner, basado en el libro de Doris Kearns Goodwin.
-- Banda Sonora: John Williams.

-- "Lincoln" en IMDb.
-- "Lincoln" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El siglo XIX. El último país del mundo occidental en abolir la esclavitud no quiere perder el recorguines de cuánto tiempo podemos joderle la pita a los negr... er... afroamericanos, sí, eso es, y por lo tanto viene... ¡¡¡LA GUERRA CIVIL!!! Que como sabemos por el cine de Hollywood, es la guerra más importante del siglo XIX, por encima de la invasión de Francia a México, la Guerra Franco-Prusiana, la Guerra del Pacífico, la Guerra de la Triple Alianza, la Guerra contra el Imperio Otomano de 1878, o la guerra de Joseph Lister por conseguir que los médicos cochinotas se lavaran las manos. El caso es que en medio de esa guerra vemos a ¡¡¡LINCOLN!!!, que lo ponemos así porque es tan grande como ¡¡¡TOM!!! y como ¡¡¡DIOS!!!, hablando con los negros acerca de la independencia. Llega el año 1865 (¡WOW que biopic más rápido, llegamos en cinco minutos al año en que asesinan al biografiado! Eso es edición rápida y no la de Chaplin ésa). Resulta que ¡¡¡LINCOLN!!! no es como los políticos de ahora, que tienen crisis y vamos viendo qué parche le aplicamos, y si la cosa es pan para hoy y hambre para mañana no importa, que ya mañana habrá otro Presidente que tendrá que cargar con el marrón. Nones, ¡¡¡LINCOLN!!! es un grande entre grandes, no por nada es ¡¡¡PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS!!!, ya saben, ONE NATION UNDER ONE GOD... Resulta que ¡¡¡LINCOLN!!! no se dice a sí mismo que cuando ganemos la guerra, bueno, veremos que pasa con los esclavos más adelante, y si la enmienda no pasa el Congreso, bueno no importa, la democracia funciona así, eso le pasa a los negros y a los votantes por vivir por encima de sus posibilidades. No, ¡¡¡LINCOLN!!! se dice que la guerra es para liberar a los negros, luego debemos tratar de que salgan de verdad libres, y si la paz llega antes, entonces los estados del sur tendrán derecho a voto en el Congreso porque según la legislación de Estados Unidos su separación fue ilegal y por lo tanto si regresan a la Unión, lo harán con plenos derechos (incluyendo el derecho de cagarse en los negros vía obstruccionismo legal, ¡viva la democracia! Y déjenme respirar un poco ahora). De manera que ¡¡¡LINCOLN!!! quiere pasar la enmienda AQUÍ-Y-AHORA. Porque la tengo más larga, por eso (la nariz, léase, que hablamos del jodío Abraham Lincoln después de todo). El problema es que él es un republicano moderado que navega entre dos aguas, por un lado los demócratas de mierda que quieren... ¡¡¡MANTENER LA ESCLAVITUD DE LOS NEGROS!!! (la peli nunca se toma el tiempo para explicar la ironía de que el primer Presidente negro de Estados Unidos, Barack Obama, haya salido demócrata). Y por el otro los republicanos ultrarradicales que, sorpresa de sorpresas, no son magnates neocon ávidos de devolver Estados Unidos de regreso a la servidumbre de la gleba sino que... ¡quieren derechos para todos! ¡Fin de la guerra y libertad a ultranza para los negratas! O sea, la enmienda de ¡¡¡LINCOLN!!! no pasa porque los republicanos moderados no tienen votos suficientes, y si es una enmienda atrevida los demócratas no la votarán, y si es una enmienda no lo suficientemente atrevida, los republicanos radicales no la votaran. OH-CRAP. Lo que sigue son las prolijas (prolijísimas en verdad) cuestiones acerca de cómo conseguir los votos, y además lidiar con el problema de la guerra. Dos horas y media de tu vida dedicadas a la historia de los pasilleos de mierda en el Estados Unidos del siglo XIX. Si la vas a ver... ten a la mano tu almohadón. Por si acaso.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Abraham Linc... er... ¡¡¡LINCOLN!!! es uno de esos personajes históricos de uno en un millón. Una figura interesante y enigmática que, sucedió, terminó en el ojo del huracán del peor pasaje histórico del siglo XIX, del cual salieron sólo dos cosas buenas, por un lado el fin de la esclavitud de los negros, y por el otro "Lo que el viento se llevó". ¿Quién fue ¡¡¡LINCOLN!!! el hombre? No lo sabemos con certeza. Ha sido investigado y sobreanalizado, y ni caso, todavía es una caja impenetrable (er, chiste sexual aparte, que la sexualidad de ¡¡¡LINCOLN!!! ha sido otro motivo de controversias calenturient... er... tormentosas, eso es). Una personalidad triste y melancólica que, de una manera o de otra, se las arregló para gestionar y mantener andando a un Estados Unidos cuya entera mitad sur se quería separar (y bases legales para ello no les faltaban, dicho sea de paso). Algo tuvo ¡¡¡LINCOLN!!! que galvanizó a la opinión pública de la posteridad. Quizás porque la Historia ama a los triunfadores. Lo cierto es que en vida, ¡¡¡LINCOLN!!! fue una persona sobre la que habían muchos temores y desconfianzas. Su personalidad enigmática, su inteligencia casi sobrenatural, y su temperamento melancólico, todo eso conspiraba para hacerlo un impredecible, y ya se sabe que en el mundo político los impredecibles son detestados porque nunca se sabe con qué van a salir, ni se sabe cómo manejarlos (que los políticos tienen complejo de querer ser más Presidente que el Presidente, todos y cada uno de ellos sin excepción). Irónicamente, ¡¡¡LINCOLN!!! había obtenido la candidatura republicana primero, y la Presidencia después, debido a que era visto como una opción moderada entre los dos extremos que estaban conduciendo (y condujeron, de hecho) al país a la Guerra Civil. No cabe duda de que ¡¡¡LINCOLN!!! fue un Presidente muy capaz y visionario, lo suficiente para imponerse un objetivo elevado (emancipar a los negros, aunque la leyenda hagiográfica tiende a tapar el hecho de que quería "emancipación en la medida de lo posible", razón por la que no era un republicano radical él mismo en primer lugar), y también para saber elegir los caminos y medios necesarios para llegar a dicha meta, doblegando en su camino a demócratas, republicanos radicales, y a todos los Estados secesionados con su ejército de paso. Esta combinación de personaje que estuvo en el lugar justo y en el momento justo, con personalidad enigmática, le hace idóneo para colgarle cualquier cosa, incluso "Abraham Lincoln cazador de vampiros". Y lo que más le han colgado, es la hagiografía, esa cosa casi mesiánica de "luchador por la libertad". ¡¡¡LINCOLN!!! hace mucho que dejó de ser un personaje histórico para transformarse en un símbolo de los valores más profundos y sagrados que Estados Unidos profesa (o dice profesar, mejor dicho), incluyendo la libertad y la igualdad de oportunidades (que siglo y medio después un Presidente del mismo partido de ¡¡¡LINCOLN!!! haya pisoteado ambos principios al cagarse en Irak y Afganistán, es algo que escapa a su más bien escaso sentido de la autocrítica). Y así llegamos al siglo XXI, en donde el mamarracho de Presidencia que ejerció George W. Bush, sumado a esa "política en la medida de lo posible" que ha hecho de Barack Obama una especie de chiste ambulante como Bill Clinton pero en versión negra (y con un pito menos travieso, hasta donde se sabe) ha dejado el prestigio de la Presidencia a la altura del betún negro. Quizás sea tiempo de reencantarse. De reencontrarse con las raíces profundas de la mitología yanki. De dejarse llevar por una fantasía histórica en la que, una vez más, se nos recuerde por qué Estados Unidos es tan superior, es tan mesiánico, y tiene tantos y tan señalados derechos a manejar el mundo y a todos nosotros los pobres que tuvimos la desgracia de no nacer yankis de paso. Por nuestro propio bien. Quizás es tiempo de... ¡¡¡LINCOLN!!! filtrado por Spielberg. Peli que ha corrido con el rollercoaster de una crítica especializada que la puso por allá arriba primero... A la vez que recibida... con... algo más de frialdad... tanto por el público como por la crítica menos especializada (los blogueros de toda la vida, vamos). En taquilla por lo menos no ha resultado un blockbuster en regla, aunque los por sobre 250 millones de dólares de recaudación se ven bonitos impresos en billetes con la cara de ¡¡¡LINCOLN!!! Ah, y por esa gente a la que nadie escucha a la hora de ver recreaciones históricas (ni los tipos que hacen las pelis, figúrense): los historiadores. Y en la maratón de premiaciones que se han vuelto industria en Estados Unidos, le ha ido así como asá. Ganó en festivales de crítica bastante predecibles (Nueva York, por lo artsy, y Texas porque, bueno, aunque ¡¡¡LINCOLN!!! no sea de los nuestros, es Guerra Civil, ¿no?). Daniel Day-Lewis se llevó también premio como Mejor Actor en el Noveno Festival de Críticas de Mujeres, y no me hagan soltar un chiste machista aquí. Pero en el Critic Choice se llevó apenas tres galardones (Actor, Guión Adaptado, Banda Sonora) de trece nominaciones. Tres días después el Globo de Oro también le fue esquivo, con apenas un premio (Mejor Actor) de siete nominaciones (mejor peli perdió ante "Argo", Tommy Lee Jones se la comió ante Christoph Waltz por "Django sin cadenas", Sally Field perdió el Mejor Actriz de Reparto frente a Anne Hathaway y "Los miserables", Ben Affleck batió a Steven Spielberg como Mejor Director, y la imponente banda sonora de Mychael Danna para "La vida de Pi" se comió con zapatos a un John Williams en horas bastante bajas). Y después vino la épica basureada en los Oscares, en donde se repitieron las mismas batallitas con los mismos resultados como con papel calco, ni que hubieran reciclado el guión de los Globos de Oro para los Oscares por la corneteada de no querer pagar a un nuevo guionista, figúrense. Tragedia que no fue tan grande como "El color púrpura" y sus 11 nominaciones vs. cero calvos, pero muy lejana de "La lista de Schindler" y sus siete agárramesastatuilla de doce nominaciones hace cabales veinte años atrás. ¿Habrá acabado la era de Spielberg el RELEVANTE? ¿Volveremos a ver a Spielberg de regreso en el cine ENTRETENIDO pero sin (mucho) reconocimiento de la crítica? Por alguna razón, tengo el presentimiento de que no. Por desgracia.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Partiré diciendo que me parece comprensible que "Lincoln" sea una peli tan divisiva, que algunos la encontraron una gloriosa concreción de lo más grandioso y memorable que el cine nos pueda haber dado, mientras que otros la consideren un muermo aburrido e insufrible. ¿Mi opinión? Un poco entremedio. Es una peli con sus grandezas y sus miserias, con sus conceptos irregulares. Partamos por la ideología. ¿Quién dirige? Steven Spielberg. Eso algo debería decirnos. Spielberg es uno de los más insignes liberales de champaña que moran en los cubiles de Hollywood, y sus pelis a veces tienden a ser tan panfletarias desde el punto de vista liberal como, por mencionar un ejemplo radical, las pelis de la Cannon ("Fuerza Delta"...) lo son para el campo contrario. Esta peli es una de las más definitivas plasmaciones del ideario político de Spielberg: todos los hombres son libres e iguales en dignidad y derechos, Estados Unidos es la repipa cuando se acuerda de defender estos ideales, y el poder establecido está bien cuando llegan individuos mesiánicos desde lo alto a salvarnos a todos. En efecto, Spielberg es más un déspota ilustrado que un verdadero demócrata, algo por lo demás común a los liberales de champaña, que en el discurso son mucho "la democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo" (frase lincolniana citada explícitamente en la peli, era que no), pero que en la práctica son más bien "todo para el pueblo, pero sin el pueblo", no sea que esos pueblerinos ignorantes estorben el camino del mesías con su democracia (la peli abunda en esto: el Congreso, que en cualquier sistema democrático es la piedra de contención del Ejecutivo, es una olla de grillos que debe ser manejada por la fuerza de la corrupción si es preciso, porque cuando los fines son nobles, para qué vamos a trepidar en los medios, mientras que el Gobierno es ¡¡¡LINCOLN!!! el mesías). Spielberg había adoptado una actitud decididamente desconfiada del Gobierno en los tiempos de Bush el Pequeño ("Sentencia previa" y "La guerra de los mundos", en donde los gobiernos oscilan entre lo inútil y lo corrupto), pero ahora que tenemos a Barack Obama arriba, parece que ha llegado el tiempo de reconciliarse haciendo una peli que a veces parece más un panfleto progobierno que otra cosa (sobre el Presidente que abolió la esclavitud de los negros, bajo la Presidencia del primer Presidente negro, nótese). La peli venía en development hell desde como una década, y cabe preguntarse cómo la habría rodado en los años de Bush. En los años de Obama, tenemos un enorme panegírico de... de todo lo ya dicho. Por suerte a Spielberg no se le pasa la mano con la marea canonizadora como por ejemplo con "La lista de Schindler", aunque no puede evitar ciertos tintes hagiográficos al final, dándole ribetes mesiánicos a ¡¡¡LINCOLN!!! mostrándonos su muerte (no el atentado mismo, en un pudor comparable al de los musulmanes frente a su Profeta, sino su fallecimiento, en un sudario para que sea más cristológica la cosa), y después una especie de resurrección simbólica, ya que no puede mostrarla de manera carnal por razones obvias, estampando un discurso final suyo para mostrarnos que la sombra de ¡¡¡LINCOLN!!! nos ordena ir y predicar el Evangelio de la Libertad y la Democracia a toda criatura viviente hasta los confines de la Tierra porque él estará con nosotros hasta el final de los tiempos, o poco menos (¿a cañonazo limpio, quizás?). Pero todo esto era predecible. Es Spielberg de quien hablamos, después de todo (me pregunto qué hubiera hecho por ejemplo un Clint Eastwood con este mismo material, siendo Eastwood también un republicano de viejo cuño y bastante lincolniano en su cine, y también su miga de cínico y descreído como bonus, alguna intuición de lo que habría salido la tenemos con su mordaz visión del "poder en beneficio de la democracia" de "J. Edgar" por ejemplo). Si aceptas estas ideas o al menos las toleras, esta peli irá como por un tubo. Si no es el caso, te parecerá otra monstruosa americanada de ésas con las que cada cierto tiempo el cine nos enseña que Estados Unidos es como ese tío que cuando quiere mostrar simpatía es puro colmillos de sonrisa y cuando no quiere es bruto y maltratador, pero que hay que entenderlo y aceptarlo y sufrirlo como es porque, después de todo, es tu tío, es mayor, y además ha vivido más que tú, pobre niñito de la mano de tu papá.

-- Detengámonos un minuto en el guión. Este tiene sus altas y sus bajas. Quitando el hecho de que está al servicio no de la Historia sino de un cierto ideario político/ideológico/sociológico/histórico, nos queda un trabajo que no está todo lo redondo que debiera. Partamos de la base de que no estamos frente a un material sencillo. ¡¡¡LINCOLN!!! ha sido brutalmente simplificado para las masas como el tipo que lideró una guerra civil y firmó un acta de emancipación, pero si se quiere hacer una peli como Bastet manda, hay que meterse en varias profundidades. La peli trata de balancear por un lado la vida personal de ¡¡¡LINCOLN!!! con su actuación política frente a la Enmienda Decimotercera. En lo de la vida personal, el guión tiende a pecar un poco de simplón. No está mal, sólo que del puro guión no sale tanto drama como debiera. En lo de la parte política, por su parte, a la cosa le falta mucho. El guión tiene toda la buena intención del mundo de no simplificar el personaje ni las situaciones, lo que está bien. Pero luego, entre tratar de no irse de olla con lo que sería una tesis doctoral en forma, y a su vez tratar de mantener un cierto tono hagiográfico, la cosa no termina de redondearse bien. Que la prolijidad de la política de la época se explique bien no evita ciertas sobresimplificaciones groseras (los demócratas no apoyaban la esclavitud per se ni porque fuera el derecho natural ni ninguna de esas zarajandas, sino que más bien temían a un gobierno demasiado fuerte y sólido que ahogara las libertades individuales... de los hombres libres, eso es). O se dejen bajo la alfombra ciertas cosas que podrían opacar un tanto la prístina luz que debe emanar de ¡¡¡LINCOLN!!!, como por ejemplo el hecho de que para ayudar a pasar la Decimotercera Enmienda, el tema del voto negro se quedó deliberadamente en la ambigüedad, y fue necesario a la vuelta de poquitos años el pasar la Decimocuarta Enmienda (de la que la peli no habla, porque ya entramos en la Presidencia de Andrew Johnson) para resolver el punto. Por otra parte, el guión se atiene a su material, y no cede a la tentación de hacer la peli más vendible y más hollywoodense metiendo más escenas de guerra, que hubiera sido un recurso facilón (hay dos escenas de batalla, ambas brevísimas, de uno a dos minutos o algo así, que por estar metidas de manera tan fugaz, son mucho más demoledoras y golpeadoras que haber explotado el gore para incentivar con morbo barato a la audiencia). El guión se esfuerza con un material especialmente rebelde (política, lobby, ¿no?), pero si le hubieran echado un último hervor... hubiera sido de agradecer.

-- En donde están los puntos más fuertes de la peli, es en el rodaje mismo. El que tuvo retuvo, y por su enorme sentido de la composición y de la narrativa, Steven Spielberg es uno de los mejores directores de Hollywood de los últimos cuarenta años. Quizás a sabiendas de que se estaba gastando un último cartucho (salvo "La lista de Schindler", el cine histórico se le ha mostrado esquivo, y uno de sus peores bochornos como director es justamente el aburridísimo panfleto antiesclavista "Amistad"), echó toda la carne a la parrilla, y recreó con suntuosidad, pero sin derroche, de manera muy plástica (en el sentido de artes plásticas, no en el sentido de "plástico como siliconas", valga la precisión) la historia. Bajo su batuta, Daniel Day-Lewis se manda el que sin lugar a dudas es el rol más definitivo de su carrera (y este hombre que los tiene: "Mi pie izquierdo", "En el nombre del padre", "Petróleo sangriento"...). Day-Lewis construye uno de esos pocos personajes de los que se puede decir que no sólo protagoniza una peli, sino que se transforma en una fuerza de la naturaleza que lo avasalla todo a su alrededor, y viéndolo es fácil entender cómo el ¡¡¡LINCOLN!!! histórico pudo haberse transformado en la inspiración de toda una nación. A su lado, Sally Field compone con todo tacto un personaje que en manos menos expertas podría haberse prestado para una grosera caricaturización. Parece que la Mary Lincoln histórica era una petarda de cuidado que además pasó sus últimos años (post-¡¡¡LINCOLN!!!, claro) con una condición mental terrible. Sally Field consigue transmitir toda su fragilidad mental sin transformarla en una loca de patio ni mucho menos, y eso es talento. Por su parte, Tommy Lee Jones como Thaddeus Stevens está realmente brillante, comiéndose a casi todo el resto del elenco con patatas y sin siquiera soltar un eructito después. Frente a este trío de protas, todo el resto parece ensombrecido, pero sería injusto decir que actúan mal, porque la verdad es que cada uno desde su breve trinchera está impecable: Gloria Reuben como la confidente negra de Mary Lincoln (su conversación con ¡¡¡LINCOLN!!! es breve, pero muy significativa, y emotiva), Joseph Gordon-Levitt como el hijo de ¡¡¡LINCOLN!!! (bien él, pero desaprovechado en su rol), David Strathairn como el Secretario de Estado (aunque quizás no tan eximio como Daniel Day-Lewis, pero es capaz de pararse de tú a tú con él y no queda opacado de ninguna manera), Hal Holbrook como viejo zorro congresista, Jackie Earle Haley casi irreconocible en una única escena que se la roba entera (es el general congresista tratando de negociar la rendición, y transmitiendo muy bien lo que significa para el Sur perder la guerra), y Jared Harris transmitiendo un Ulysses Grant no tan grande ni tan marmóleo sino un humano cuya misión es combatir y ganar una guerra (parece que el Grant histórico fue en efecto un general relativamente humano para los estándares de su tiempo, aunque por desgracia después, cuando llegó a la Presidencia, fue un inútil que se dejó comer el gobierno por los intereses corporativos). El único lunar que se me ocurre en este apartado es la banda sonora de John Williams, hombre que trabajando con Spielberg nos ha legado algunos de los soundtracks más emblemáticos de todos los tiempos (¿"E.T. el Extraterrestre", alguien?), pero que a estas alturas suena viejo y cansado, con una partitura monótona y repetitiva, que sólo manifiesta algo de vidilla cuando cambia el tono de marcha solemne/hagiográfica/sepulcral por una alegre tonadilla irlandesa en las escenas en donde se describen las desventuras de los cazavotos. ¡Leñe, que el tipo que nos regaló la Marcha Imperial (ya saben cual) y el tema de "Superman" no puede habernos aburrido con tanta solemnidad, hombrrrrrriiiiii...!

IDEAL PARA: Fanáticos de Spielberg, e interesados en el cine histórico y político.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "LINCOLN":

-- "Lincoln (2012)" en Quesito Rosa.
-- "Lincoln, Steven Spielberg" en Versión Original Sin Palomitas.

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