11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 20 de junio de 2013

"Efectos colaterales" (2013).


-- "Side Effects" (título original en inglés), "Terapia de riesgo" (título en México), "Efectos secundarios" (título en España). Estados Unidos. Año 2013.
-- Dirección: Steven Soderbergh.
-- Actuación: Jude Law, Rooney Mara, Catherine Zeta-Jones, Channing Tatum, Vinessa Shaw, Ann Dowd, Polly Draper, David Costabile, Mamie Gummer.
-- Guión: Scott Z. Burns.
-- Banda Sonora: Thomas Newman.

-- "Efectos colaterales" en IMDb.
-- "Efectos colaterales" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un departamento vacío, muy artsy too, en donde vemos un velero y unas muestritas de sangre por el piso HOLY-SHIT COMIENZA POR EL ASESINATO. Bien, esto se pone buen... er... ¿"Tres meses antes"? ¿¿¿QUÉ MIERDA, ES UNA DE ESAS PELIS DE "CÓMO LLEGAMOS HASTA AQUÍ"??? Qué puñeta, a sentarse con los brazos cruzados toca... El caso es que vemos a una chica media borde, media borde entera, que va y estrella su vehículo contra la pared de concreto de un estacionamiento. ¿Por qué? Porque está loca, por eso (Rooney Mara, leidis an yéntlemen). La chica es atendida en una clínica y el médico igual como que le cobra su poquito de interés y too. Resulta que la chica está down, y necesita medicación para la depre, pero ningún remedio le funciona. Al médico se le ocurre entonces hablar con la psiquiatra anterior, quien le dice de tal o cual medicamento etcétera. Lo único malo es que el medicamento en cuestión causa efectos colaterales. De esa clase de efectos que incluyen sonambulismo. Específicamente, la clase de sonambulismo que implica agarrar un cuchillo de cocina y ensartar al maridito al estilo 1000 maneras de morir (leñe, ¡se acaban de cargar a Channing Tatum! ¡Y eso que salía en el cartel de la peli!). Ahora viene el juicio subsiguiente, la típica alegación de demencia temporal, etcétera, pero... ¿qué se esconde detrás de todo? ¿Por qué nunca antes se habían descrito estos efectos colaterales? El psiquiatra prota, luchando ahora por su honor (después de todo, si la chica padeció demencia temporal y él era el médico tratante que recomendó las pastillas...) irá hasta el fondo para descubrir la verdad. Que en este caso es con mayúsculas la joda, LA VERDAD, así escrito, bien grandecito en letras de inscripción latina en mármol, porque el pozo con el que se va'ncontrar...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Steven Soderbergh es uno de esos escasos directores que ha conseguido el milagro de tener una asquerosilla partida indie ("Sexo, mentiras y video") e ir con el tiempo consolidándose no diremos dentro de la industria, pero sí con pelis que resulta interesante ver. O al menos, que se salen un poco de la norma. Quizás "Traffic" le quedó demasiado bombástica, quizás "Erin Brockovich" era demasiado jolivudense, pero en particular desde los 2000s en adelante, nadie puede negar que una peli Soderbergh es una peli Soderbergh. Partiendo por guiones que se salen un poco de los cauces habituales (cuando se le ocurrió rodar SciFi, se fue a un remake de "Solaris", figúrense), actuaciones bien empaquetadas y al servicio de los personajes (ya sabemos que con los divitos de Jólivu suele ser al revés), y un estilo de fotografía retroamarillosesentero que ni Guy Hamilton rodando "Goldfinger", miren ustedes (esa manía de hacer lo retro todavía más retro de lo que era la época en primer lugar). Para ésta en particular, unió fuerzas con Scott Z. Burns, ambos ya aparejados como las mentes maestras detrás de "Contagio", y se mandaron... ¿otro thriller médico? Bueno, thriller sí. Médico, técnicamente, también. Pero no se dejen engañar por el trailer. "Efectos colaterales" no es "Contagio". Es diferente. Muy diferente.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta es de esas pelis que mientras menos se sepa, mejor. Es básicamente un thriller, pero cosa rara por estos días, hecho sin concesiones a recursos facilones como la acción percutante o las explosiones. Por el contrario, la peli entera de principio a fin está construida sobre la interacción de caracteres llevados a enfrentarse los unos a los otros por tales o cuales razones. La peli pareciera querer dar a entender que va por el lado del drama médico en su primera parte, siguiendo en pleno lo que significa padecer de depresión y too, para luego derivar hacia las aguas del thriller, aprovechando los datos expuestos en la primera. Casi como un thriller hitchcockiano (aunque con el inevitable componente sexual algo atenuado, pero presente en dosis homeopáticas, eso sí). Desde luego que una peli así no tendría mayor interés si no fuera por dos elementos claves, que son un guión bien construido, y actuaciones dignas de sobrellevarlo. Respecto de lo primero, el guión funciona bien, aunque en algunas partes no queda más remedio que creer que el complot de marras fue preparado con presciencia, porque miren ustedes ir a adivinar lo que un personaje u otro iba a hacer (¿o acaso fue la acción de un determinado personaje lo que abrió una oportunidad que el villano de la función aprovechó para empezar a manipular las cosas?). Pero en general funciona bien con esa vieja estrategia de ofrecer historia aparentemente intrascendente, para después regresar sobre ella y releerla con todas las claves sobre la mesa. Respecto de lo segundo, las actuaciones son notables. Jude Law como el doctor perseguido, Rooney Mara como la paciente depresiva, Catherine Zeta-Jones como la otra psiquiatra, todos están brillantes dentro de sus respectivos roles. La peli no se pierde en discursos ni segundas lecturas: es simplemente un thriller puro y duro, y a la vena. Un producto de entretención sin más. Pero un buen producto de entretención, un thriller como deberían hacerse siempre: con un mínimo de inteligencia, capaz de sorprender, con diálogos que no tomen al espectador por tonto. En qué minutos dejamos que todo eso fuera reemplazado por los guiones que parecen pretexto para hilvanar escenas de acción, predecibles y con diálogos de Kindergarten, no lo sé. Por suerte, esta peli prueba que el arte de confeccionar un buen thriller no se ha perdido del todo. Aún.

IDEAL PARA: Ver una peli que de verdad cumpla con esa clásica promesa de tenerlo a uno sentado al borde de la butaca.

VIDEOS.

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