11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 3 de mayo de 2015

"Ojos bien cerrados" (1999).


-- "Eyes Wide Shut". Estados Unidos / Inglaterra. Año 1999.
-- Dirección: Stanley Kubrick.
-- Actuación: Tom Cruise, Nicole Kidman, Sydney Pollack, Marie Richardson, Todd Field, Sky du Mont, Rade Šerbedžija, Vinessa Shaw, Leelee Sobieski, Alan Cumming, Leon Vitali, Julienne Davis, Thomas Gibson.
-- Guión: Stanley Kubrick y Frederic Raphael, inspirados en la novela de Arthur Schnitzler.
-- Banda Sonora: Jocelyn Pook.

-- "Ojos bien cerrados" en IMDb.
-- "Ojos bien cerrados" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Tom Cruise y Nicole Kidman son una parejita burguesa como cualquiera otra. Es decir, una que tiene un matrimonio firme, consolidado, como roca... y que van a una fiesta, se les van un tanto las copas, y sorpresa, cositas empiezan a surgir. El, coqueteando con dos chicas que andan con unas gatas locas... ganas locas, quise decir, de precipitarse sobre él y comérselo entero (y él, como que sí, como que no, hilarante considerando que hablamos de Tom Cruise, el hombre al que South Park le dedicó un bonito capítulo "en el armario"). Ayuda, claro, que en medio de too, Tom Cruise tiene que ir y atender el caso de una chica de ésas contratás por hora, y que parece se ha mandao peazo colocón, de esos que mejor no se muera en el penthouse o si no qué le decimos a la poli. Nicole Kidman por su parte le coquetea a un vejete mayor que quiere puro llevársela a una de las miles de habitaciones del segundo piso. Al final, ambos se van. Siguen su vida, acá no ha pasao ná, macho... hasta que de pronto, se les ocurre empezar a fumar de la güena, de la que te suelta la lengua. Y empiezan a comentar sobre lo ocurrido la noche anterior. Que ellos son muy pijoburgueses, así es que... ¿ataque de celos? ¡Ay, no, qué horror, qué dirán nuestras amistades! Que para ser chic hay que ser frívolo, insinuar sin lanzarse, etcétera. O sea, bitches con clase. Resulta que él, muuuuuu agarrao'n los machos, dice que sabe bien que ella no lo traicionaría. Ella, por supuesto, mujer que es, en vez de tomárselo como un voto de confianza, va y se siente OFENDIDA. Porque, ya sabemos, una mujer es incapaz de vivir sin dárselas de linda para que el pobre WEÓN a su lado esté siempre en la cuerda floja, y tenerlo así lisito el lomo para poder controlarlo mejor. Así es que ella va y le cuenta una fantasía sexual que ha tenido con un marino. Y él, siendo muy Tom Cruise... ¡se siente devastado! ¿Porque le van los marinos y too? De manera que, ¿qué hace él? ¿Se la folla bien follá para que deje de pensar en weás? Tú no llamas al casting a Tom Cruise para interpretar a un macho recio, así es que obviamente que no. En vez de ello, se lanza a un peregrinaje de esos por la vida. Uno que involucra ir a la siga de mujeres, a ver qué sale. Porque, como que quiere, como que no. Pobre hombre, no se atreve a ponerle los cuernos a su esposa con felicidad y alegría, pero tampoco se resigna a quedarse célibe. O la una o la otra, pero no te amargues la vida, cabrón. Y conste que en su recorrido se le aparecen Vinessa Shaw jovencita, y Leelee Sobieski aún más jovencita (y además en ropita interior apretá, para más baba-baba). Al final, se encuentra con un amiguete que, así a santo de ná, después de no verlo como por churretecientos años, va y le dice: "Mira, no te puedo decir, pero estoy contratado para tocar en una fiesta, y no te puedo decir en dónde es, pero es en tal y tal dirección, y hay una contraseña que nadie-pero-nadie puede saberla, OK ahora te la escribo, y tampoco tengo que mencionarte que la gente que va, tiene que ir disfrazada, y por cierto, después de todo lo que te dije, en particular que hay unas mujeres peazo cuero... no se te ocurra ir, ¿eh?". ¿Y qué va y hace el jodío Tom Cruise? Pues él va a la fiesta. Con un par. Las cosas se van a poner cuestarriba, con mucha teta suelta, y sobre too... con mucho peligro. Porque para variar, Tom Cruise no tiene idea de en dónde se está metiendo. Y eso sí, que no está en un blockbuster de Jólivu sino en una cultureta, así es que ni siquiera el final feliz se lo tiene ganado.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Para mediados de los '90s, no mucha gente daba un peso por Stanley Kubrick. Había sido grande, muy grande. "Lolita", "Doctor Insólito", "2001: Odisea del espacio", "La naranja mecánica"... Pero eso era en los contraculturales '60s, '70s. ¿Y desde entonces? La muy aburrida "Barry Lyndon", la polarizante y no 100por100 Kubrick "El resplandor", y "Nacido para matar". Cuatro pelis entre los '70s y '80s. Sólo que no se recluyó. Siguió adelante. Y como eso de dejar pasar siete años desde "El resplandor" hasta "Nacido para matar" debió de parecerle una mariconería, pues ahora va a ser UNA DÉCADA COMPLETA. Y para más inri... la iba a basar en una novela corta ("Traumnovelle", de 1926) con un prota judío en la Europa pre-Guerra Mundial. Ríanse ahora: iba a ser una comedieta sexual protagonizada por Steve Martin, con Woody Allen en un rol secundario (el que, en la peli definitiva, interpreta... Sydney Pollack). El proyecto nunca terminó de abandonar del todo a Kubrick (a diferencia de su Napoleón, que admitámoslo, si la hubiera llegado a rodar hubiera sido algo digno de ver... casi autobiográfico, tratándose de Kubrick). El caso es que al final, Kubrick terminó empeñado en el rodaje, haciendo bueno el tema de la química sexual contratando a un matrimonio de actores, nada menos (Tom Cruise y Nicole Kidman), lo que también tiene su tono de hilaridad si se considera que un par de años después, ambos le estaban dando agradecido trabajo a sus respectivos abogados de divorcios (¿meterse en la piel de los personajes habrá hecho salir cositas raras dentro de su matrimonio?). En cuanto al guión, cambió la ambientación desde un prota judío en la Viena del 900, a una pareja de desabridos yankis contemporáneos (lo que para ¡¡¡TOM!!! debe haber resultado pan comido de actuar). El rodaje mismo, debido al infame perfeccionismo kubrickiano, tomó... 400 días. Casi catorce meses, acreditado en el libro Guinness en su época (no sé si después, pero en su tiempo al menos sí) como EL RODAJE MÁS LARGO DE LA HISTORIA. Aún así, se las arregló para que el presupuesto no se le disparara demasiado (65 millones de dólares, una cantidad significativa para una peli sin muchos efectos especiales, pero que alcanzaron a cubrir el caché de los protas, la recreación de Nueva York EN ESTUDIO EN INGLATERRA porque míster Kubrick era un gallina a la hora de volar en aviones, y montones, MONTONES de chicas en bolas). Por lo que cuando la peli hizo algo más de 160 millones en taquilla, puede considerársela un éxito financiero. Aunque sea porque muchas (¡y muchos, seguro!) fueron a ver a ¡¡¡TOM!!! metido en lo que se promocionó como un thriller erótico (erótico, un tanto a medias, y thriller, no demasiado, o por lo menos, no en el sentido convencional del término). La crítica en general la amó. Nada mal si se considera que el vejete Kubrick no llegó a verla estrenada comercialmente (incluso corre el rumor de que fue terminada después de su muerte, lo que no es efectivo, porque el corte final lo entregó al estudio cuatro días antes de fallecer... sí, es una nota triste esto). Andando el tiempo, "Ojos bien cerrados" no ha quedado como un gran clásico de la filmografía kubrickiana (no al nivel de su producción de los '60s por lo menos), pero sí como una digna peli final. Aunque no testamentaria, eso sí. Mejor así, probablemente.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Para mucha gente, el punto de la peli es ver a ¡¡¡TOM!!! y la Nicole en bolas haciéndoselo, y después a ¡¡¡TOM!!! paseándose en medio de un montón de chicas en bolas que, admitámoslo, es un recurso fácil de pasaportar porque es una peli CULTURETA, y ya sabemos que éstas tienen cláusula y permiso especial para empelotar chicas sin que nadie se queje (demasiado). No es raro, si se considera que en la época todavía daban los últimos coletazos de ese subgénero noventero de cine que fue la producción softcore de alto presupuesto. Es probable que muchos que fueron a ver la peli esperando encontrarse otro "Atracción fatal" u otro "Bajos instintos" se llevaron la flor de decepción. La peli tiene sexo (algo) y tetaculo (un poco más), pero no tanto como para justificar el visionado con ojos pornográficos (además, según qué versión, la digitalizada para público yanketa censuró el grueso de los desnudos de la escena de la orgía, lo que es casi como censurar las escenas de comida en una peli ambientada en un restaurante. Lógica yanketa a tope aquí). El sexo en la peli es notoriamente deslavado, casi robótico, desprovisto de casi todo gancho erótico. Y esto es adrede. El cine de Stanley Kubrick tiene una relación bastante especial con la sexualidad, explorando sus ramificaciones en nuestra sociedad contemporánea con ojo de entomólogo, demostrando que hemos desexualizado la sexualidad y erotizado o fetichizado muchas cosas que no son sexuales por naturaleza... enfermizo, sí, pero ése es el punto. "Doctor Insólito" nos presentaba una alegre galería de impotentes y eunucos sexuales que desataban la Tercera Guerra Mundial para tener algo orgásmico con lo que jugar, "Lolita" presentaba la sexualidad como un impulso casi desviado respecto de la puritana sociedad yanketa, "La naranja mecánica" presenta el sexo como algo casi diabólico y a ser reprimido (los únicos personajes que gozan el sexo a tutiplén son Alex y sus parejas, y eso es por algo), y así sucesivamente. ¿A alguien le sorprende entonces que los personajes de "Ojos bien cerrados" tengan una sexualidad tan trancada? El sexo del matrimonio es tan aburrido, que cuando llega el último diálogo de la peli ("fuck"), no tiene prácticamente nada de la fuerza que debería tener el usar la palabra "follar"-"joder"-"culiar", lo que corresponda según su región hispanohablante respectiva, y eso es también adrede. El punto entero de la peli, en lo que a la sexualidad se refiere, es que ésta termina siendo ahogada por las convenciones sociales, por el lugar respectivo que cada uno debe utilizar, y la única vía de escape es adquiriendo más poder (la orgía, no por nada, es creada y financiada por los PODERES INVISIBLES EN LA SOMBRA) o saltándose las reglas (cometiendo adulterio, básicamente). Es una moraleja triste para un thriller erótico, pero es que óigale, como dijimos, eso de "thriller erótico" se lo pusieron los estudios para poder vender una cosa en principio invendible (¿una peli sobre sexo en donde el sexo es aburrido? Caray...).

-- Aparte del obvio comentario social de la peli (los protas tienen un buen nivel, una vida elegante y con cierto lujo, pero aún así están atrapados como hormigas debajo de otra gente QUE SÍ TIENE PODER DE VERDAD), resulta interesante el planteamiento subrepticio respecto al "qué es real". Porque hay dos maneras de ver esta peli. Por un lado, la literal: todo lo que se nos narra es lo que es. Es decir, el prota va y viene por la ciudad, experimenta la orgía, etcétera. Pero otra manera de verla es la metafórica: ¿y si todo lo narrado no fuera más que un gigantesco sueño culpógeno por parte del prota? Porque, obsérvese, la primera sección de la peli es una interacción de a tres (el prota, la esposa y todos los demás), pero a partir de la segunda sección, el foco recae definitivamente en él y su entorno, el cual empieza a volverse cada vez más raro (¿de verdad el prota está siendo perseguido, o todo no es más que una fantasía paranoica autoinducida?). De esa manera, la cacareada escena de la orgía en realidad bien podría no haber ocurrido, o simplemente ser un viaje trippie por parte del prota, que se lo ha imaginado todo como una manera de darle rienda suelta a sus instintos. ¡Leñe, si hasta el título pareciera sugerirlo, porque si nadie tiene los ojos bien cerrados durante ningún fotograma, entonces puede ser que EL PROTA TENGA LOS OJOS BIEN CERRADOS PORQUE ESTÁ SOÑANDO, Y NOSOTROS NO ESTAMOS VIENDO LA REALIDAD SINO QUE ESTAMOS METIDOS DENTRO DE SU CABEZA! La peli tiene la inteligencia necesaria para sugerir el punto de manera muy sutil, apenas con guiños aquí y allá, hasta el punto que es factible afirmar que la peli no es exactamente un sueño sino la realidad, pero la realidad tamizada por la percepción distorsionada (y recargada de semen no descargado) del prota. En ese sentido, la escena de la máscara al lado de la esposa es bastante ambigua y significativa. ¿Cómo es que ella la encontró? Considerando que al tipo lo echaron con cajas destempladas de la orgía, es probable que no se la hayan devuelto así como el disfraz... ¿se la fueron a dejar los matones de la orgía? O por el contrario... ¿ES EL PROPIO PROTA CONFESÁNDOLE SUS PECADOS Y FANTASÍAS SEXUALES A SU ESPOSA?

-- Insistamos en el punto social de la peli, algo que le hubiera gustado mucho al rojillo ése de Kubrick (el mismo tipo que convirtió a "Espartaco" en un panfleto mesiánico... espartaquista, valga el chiste erudito aquí). La peli hace una subrepticia crítica del exitismo. Los dos protas son gentes exitosas, adineradas, modelos clásicos de lo que debe ser el American Way Of Life. Y sin embargo, a poco que el prota se desmarca e intenta ir a meterse allí donde no se supone que deba ir, termina metido en medio de LOS PODERES QUE REALMENTE SON, y sale bien descamado de ahí. El mensaje es bastante obvio: ¿tu libertad, tu éxito económico, tu casita y bienes y familia, toda tu vida estilo propaganda publicitaria de tarjeta de crédito? Falsedad y mentira. Tienes la libertad para moverte por las zonas que se te han designado, y hacer las cosas que te permite tu, digámoslo así, NIVEL DE ACCESO DE SEGURIDAD. Frente a la clásica identificación ideológica entre capitalismo y libertad, vemos una familia capitalista, y exitosa además, que carece de libertad porque existen reglas, y esas reglas fueron escritas por gente tan arriba, que cuando se mueven, ni siquiera te das cuenta o puedes estar seguro de que se están moviendo (ese tipo que te está siguiendo, ¿es un enviado de LA GENTE QUE ES, o es pura coincidencia? Esa chica que se murió, ¿fue un mero accidente, una coincidencia siniestra, o bien se la cargaron y lo hicieron parecer un accidente por INFRINGIR LAS REGLAS?). La peli para colmo está ambientada en Navidad, pero Stanley Kubrick no se decanta por el discurso ñoñoconservador de típica peli americana, de que LA NAVIDAD UNE A LA FAMILIA blablablá, y en vez de ello nos lo retrata como una fiesta fría, aséptica, sin mucho romanticismo, y en particular consumista. La última escena, de hecho, es en una tienda mientras compran regalos navideños, y el diálogo no tiene mucho de reencuentro emotivo de una familia fracturada (es más bien la constatación de que la familia está fracturada, pero que da lo mismo porque sus vidas son mediocres y vacías, pero como están casados, ya tienen el opiáceo perfecto: TO FUCK).

IDEAL PARA: Ver una interesante parábola acerca del sexo, el matrimonio, la libertad, el capitalismo, y todo lo que está entre medio.

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